• General

    PARA USAR EL DICCIONARIO

    EN  ALGÚN  LUGAR
     
    Junto a la serna invernal,  
    una trébede acogió sus latidos.
    Descargó su pesada mochila,
    mientras los piratas
    retumbaban aullidos,
    y allí parafraseó un hológrafo:
    la era de flores perennes
    la dedicó a sí mismo,
    a las colmenas y peyotes;
    y lo demás
    distribuyó al azar.
    Clavó un espiche, 
    ató un ronzal rojo,
    otro blanco y amarillo,
    señalizando sus huellas.
    Un silbido reverberó
    en el amuso pulido,
    en señal de libertad
    para ingresar al limen.
    Allí jaspeó y selló
    su epopeya de cupido.
  • Poemas

    ENTRE NUBES

    CAUTIVOS ENTRE NUBES
    Para calmar su ansiedad por regresar
    sus ojos lo buscaban
    corazones en las nubes dibujaban
    la música templaba su piel al azar
    sin tenerlo cerca acariciaba su espalda
    lentas las horas veía pasar.
    La ansiedad se convirtió en alegría
    nació un susurro de un te amo postergado
    sobre su hombro aspiró su perfume
    y admiró calma su hombría
    embriagando sus sentidos
    su mirada dulce, su ternura ardiente
    y juntos compartieron los latidos
    de pasión y calor, cautivos.
  • General

    EN VUELO

    Ella le enviaba cartas de amor.
    Él, indiferente,
    frecuentaba el harén,
    su escudo fue el silencio
    su cobija, un mar de dudas
    navegante en ausencia de palabras
    no  daba margen al amor.
    Ella se volvió misterio
    y asociada al desencanto
    se convirtió en orfebre
    de lagunas estériles
    lo vio volar a través del horizonte
    una y otra vez.
    Pero un día  cansado y agitado
    se posó sobre su árbol
    ese que había tallado
    con ahínco y con fervor.
    Se encontraron sus miradas
    se estrecharon en abrazos
    titilaron sus dedos entrelazados,
    sus labios, sus entrañas
    se enardecieron, y sin vacilar
    se olvidaron del mundo entero.
    Cuando él reaccionó
    ella ya no estaba.
    Fija su mirada
    en la lejanía
    la vio revolotear
    como en cimbra parpadeante.
    ¡Ven! resonó en el aire
    y de un salto se elevó
    allá fue
    juntos, siempre juntos
    felices para siempre. 
  • General

    Sueño y realidad

    SUEÑO Y REALIDAD
    Mientras dormía, una araña de cuerpo pequeño y largas patas, de color rosa brillante, correteaba por el piso mientras tejía su tela entre sillones, mesas, y cuanto mobiliario encontraba en su camino. Maru, mi diminuta mascota color canela, ojos saltones y orejas erguidas, la perseguía. No supe distinguir si la quería ahuyentar o la invitaba a jugar. Yo la corría para pisarla pero el invertebrado depredador  se divertía zigzagueando. Su agilidad le salvó su  vida.                                 
     El canto del zorzal me despertó. Mis  piernas tomaron prisa sin igual, no debía perder ni un minuto. La ducha tibia ayudó a despejar mi  modorra.  En la cocina las burbujas y el vapor del pico de la cafetera indicaban el punto justo del agua para el café.  El aire corría diferente, se aproximaba el gran momento. El medidor del tiempo señaló la media mañana. Los minutos se acomodaban desplazándose con pereza de viernes, contrapuestos a mi corazón que latía una vez más con entusiasmo. Y recordé aquella hoja, cuando lejos de ti, navegaba por el mar calmo en tempranero paseo por la playa, hoja que dejó su árbol y tomó el  camino naviero hacia el amor, entregándome las caricias que tú me enviabas.  ¿Llegará nuevamente ese  día para regalármelas, para hacerme sentir que vivo todavía? …mi mente también nadaba.
    El tiempo vuela a través del viento,  y el amor atraviesa  distancias. Allí estabas todos los días. Y ahora mientras quizá mi mascota juguetea con la pequeña araña enredándose en su tela,  me aferro a tu cuerpo entrelazando nuestros brazos,  vestidos simplemente con la tibieza de la piel. 

  • Poemas

    LLAMA DE ESPERANZA

    Avanzó desde el sótano oscuro
    entre objetos de bordes filosos
    y húmedas esquinas
    entre espacios vacíos
    y amontonamientos mustios
    entre maderas de roble
    y fajas de nogal y lino
    entre cobre y hierro
    y chapas de metal sin brillo
    entre duelas agujereadas
    mal clavadas y destempladas
    entre escuerzos sedientos
    y vestigios de anillos.
    Pero al fin logró
    atravesar el portal
    con libre albedrío
    y hasta pudo contemplar al sol
    reflejarse en el río..
    Lo secuestraron por error
    sin ser culpable del lío
    luego lo detuvieron
    por haber desaparecido.
    A pesar de todo eso
    no fue un presidiario triste
    de una vida sinsentido.
    Su esperanza estaba viva
    de ser alguien algún día.
    Nunca se durmió en laureles
    avanzó y avanzó
    con amor por la vida
    sorteando cualquier laberinto.
    Así pudo salvar las penas
    recuperando los valores perdidos.

    Fotografía: Gentileza de Chana María A.

  • Poemas

    LAS MARIPOSAS REPOSAN

    Sábado gris
    Se marchitaron las rosas
    en jarrón almidonado.
    Un lecho tendido
    un almohadón bordado.
    Ausente tu perfume
    ¿dónde se ha posado?
    Vacía la taza clama
    por calentar tus manos
    con violetas nácar carmín
    y  secretos develados
    desborda dolor y añicos
    en gris aterciopelado.
    Las mariposas no vuelan
    reposan  libres de encanto.
    Petrificados fantasmas
    en mágica noche arbolada
    rondan, bailan, se jactan
    del dolor acumulado.
    Imagen propia.

  • General

    LLAMA APAGADA

    Ella no volvió a ver aquel hombre. También dejó de contemplar las luces encendidas que traslucían por las cortinas de su ventana, hasta el hilo de humo gris que caracoleaba, tras apagar de un soplo una vela, o al soltar la última calada de un cigarrillo. Algo flotó en el aire por unos instantes, se desvaneció. y se instaló en su corazón. Vaya a saber hasta cuando el oscuro silencio albergará esa blanca llama apagada que alguna vez brilló.
    Muchas veces tuvo que frenar el impulso de marcar su número y llamarlo. Escribía mensajes y los eliminaba antes de ser enviados. Las agujas de aquel reloj recorrían una y otra vez como en un círculo vicioso. El día y la noche se turnaban en la vigilia, sucediéndose. Pero la figura masculina no asomó más ni para dar los “Buenos días” o “Hasta mañana”.
    Ella trató de olvidarlo.

  • General

    CREPÚSCULO EN FLOR

    Algo distinto, eso quería, y el crepúsculo se subió a una goleta. No le bastaron los mares, eligió las nubes y recorrió el mundo.  Vagó por los aires cálidos y fríos, divisó solfataras, prados y ríos, hasta que lo derrumbó el cansancio. Una nube acogedora que en silencio lo observaba le ofreció cobija y cariño y desde allí el crepúsculo meditó varios días. Hastiado y disconforme con su ociosidad, volvió a su mundo. Encontró una nube transparente y la eligió como posada, desde allí podría ver todo lo que lo rodeaba. No muy lejos y en descenso vio un gran árbol cubierto de flores rosa violáceo. Sus despertares eran alegres al verlo tan elegante y perfumado, tanto así que con su aroma atrajo a los pájaros, quienes se resistían a dejarlo. Sus nidos tenían su propio jardín, las flores del lapacho, esas que sin saberlo, embarcaban un destino. El crepúsculo, intuyendo lo que avenía, soltó su voz: -¡No se vayan, yo las quiero! La nube transparente despertó y al unísono lo acompañó:-¡Cuidado!-. El alerta llegó a destiempo. La ráfaga no se apiadó y llena de envidia por tanta belleza se hizo cargo de destruir aquel paisaje esplendoroso. El crepúsculo se durmió, triste y adolorido, impotente, exhausto por sus gritos. Pero los pétalos altruistas descansaron unidos en el suelo, se secaron las lágrimas  provocadas por  la lluvia y alfombraron el camino de la ciudad sin truenos. Atesoraron su sueño y su destino, el de brindar a los lugareños su belleza montesina. Cuando el crepúsculo despertó, sonrió contento al ver adornado y enaltecido su sueño. 
    Imagen: Manu C. R.
  • General

    PUENTES Y MUROS

    Has sido tú el que ha levantado muros
    y ha quemado puentes de comunicación
    tal vez por tu soberbia o tu inseguridad
    o quizás algún otro factor
    que me faltó conocer de tu carácter.
    No has podido recordar ni reconocer
    que nadie es perfecto, ni tú, ni yo.
    Te encargaste de sofocar
    todo sentimiento de amor
    pero aún así sé que puedes
    amar y ser amado
    querer y ser querido.
    Quizás estás en alguna sombra
    de una noche de luna llena.
    Pero cuando se retira la luna
    con ella también se van tus sombras.

    Imagen: Julián T.

  • Poemas

    LA LLUVIA

    No son copos de nieve
    ni cabezas de alfileres
    son gotas menudas de lluvia
    que de alguna nube se desprenden.
    Caen unas sobre otras
    sus huellas no se notan
    van embebiendo la tierra
    sin formar charcos siquiera.
    Es la lluvia necesaria
    para amenguar el calor
    para regar los sembrados
    y los campos cultivados.