• Poemas

    RENACER DE MÍ

    RENASCER DE MIM

    Ouço o silêncio que fala
    envolto na penumbra das palavras
    Acordo o som que me atormenta
    e me castra os sentidos.
    Vejo nascer o Sol 
    por entre a bruma.
    Rasgo horizontes ofuscados
    pelo tédio e melancolia.
    Liberto-me da lama
    e das areias movediças
    Grito no deserto da multidão
    que me envolve 
    e me asfixia.
    Renasço do silêncio
    do barulho do nada
    que se imobiliza
    que não se vê 
    que não se ouve
    que não sente…
    Desnudo-me
    do marasmo em que existo
    renasço por fim…
    das cinzas da minha morte.

    Mário Margaride

    TRADUCCIÓN:

    RENACER DE MÍ

    Oigo el silencio que habla
    envuelto en la sombra de las palabras.
    Me despierto con el sonido que me atormenta
    y castra mis sentidos.
    Veo salir el sol
    a través de la niebla.
    Rompo horizontes ofuscados
    por el aburrimiento y la melancolía.
    Liberarme del barro
    y las arenas movedizas.
    Grito en el desierto de la multitud
    que me rodea
    y me asfixia.
    Renazco del silencio
    del ruido, de la nada
    que inmoviliza
    eso que no se ve
    no se escucha
    y no se siente…
    Me desnudo
    del estancamiento en el que existo.
    Finalmente renazco…
    de las cenizas de mi muerte.

    Malania

    Imagen: M. M. y otra de R. E. S.

  • General

    AROMAS COMPARTIDOS

    En un mundo borroso del crepúsculo vespertino
    pasean los últimos claros de un día que está muriendo.

    Desde la lejanía del tiempo
    el aroma de café se despliega envolvente
    al ver una resquebrajada ausencia.

    Ella recuerda otras tazas de café,
    otras copas de agua mineral sin gas,
    en silencio desgastado y triste.

    Sus ojos van recorriendo palabra tras palabra
    pronunciadas con mimos intermedios.

    Ya no le importa cómo se presenta la noche,
    si habrá luna brillante o si será cerrada y oscura.

    El susurro del aire acaricia su oído,
    mientras desmenuza su melancolía
    embriagándola de los recuerdos
    de otras mañanas, de otras tardes
    de aquellos otros aromas compartidos.

    Malania
    Imagen: propia

  • General,  Poemas

    DUCHA CALIENTE

    Sonrió ante el espejo
    aspiró el aire como si se asfixiara
    y una melancolía agriada envolvió su rostro.
    Vestida de humedad y niebla
    producto de una ducha caliente
    sus cabellos enzarzados, pensó:
    “faltan tus dedos para peinarlos
    Varias docenas de años
    van cayendo sobre la espalda
    como rocas desnudas y frías
    carentes de solaz
    sin posibilidad de cambio alguno.
    Malania

    Imagen: propia

                                                                      
  • Poemas

    TOBILLO HERIDO

    Las nubes competían
    con matices diferentes.
    Los últimos rayos del sol
    contorneaban sus siluetas.
    La lluvia invitaba al descanso
    y mi cuerpo se desmoronó.
    No hubo ladridos de perros
    ni acordes de violín del vecino
    que pudieran despertarme.
    Y en ese sueño tempranero y profundo
    soñé contigo, con tu lastimado tobillo.
    Me pedías atención con tu mirada fija
    y con inestables muecas.
    Un estridente timbre sonaba en sinfonía
    con golpeteos de nudillos en la puerta.
    Me levanté sobresaltada
    pero no encontré a nadie en la puerta.
    Tampoco estabas sentado en el sillón
    ahí donde te vi, con tu tobillo herido.
    Tu ausencia enmudecía el aire
    llenando el espacio con melancolía.
    ¿Te habrá llevado la lluvia?

    Malania

    Imagen propia.

  • Poemas

    CANELO

    Con un brillo extraordinario
    yerguen sus hojas.
    Vigilante y sutil
    espera al nuevo día.
    Y aunque el viento
    del rocío lo despoja
    en sus ramas
    no cabe la melancolía.
    Malania
    Imagen propia.
  • Poemas

    LATE CORAZÓN, LATE

    Agoniza  el cauce de melancolía
    y el silencio en diagonales de la nada.
    Se desvanecen las brumas
    de sueños amargos  
    y entumecidas ansias,
    cuando en las dulces riberas
    el espectro ilumina nuevamente
    y en el haz de luz, tu presencia
    mi idolatría sacia,
    estremece mi alma
    y mi existencia toma ritmo  
    en romance de primavera
    en cúmulo de colores.  
    Un canto de dulzura versa:
    valió la pena la espera.
    Malania
    Imagen: Propia
  • Poemas

    EL DÍA DEL ECLIPSE

    La magia de la noche
    se volvió melancolía
    y la luna humedeció
    los umbrales de mis pupilas
    Una brisa suave
    las enjugó en el alba
    y en corcheas de violetas
    parpadeó una dulce
    canción amanecida
    con tus besos en misiva
    Tus palabras, amor,
    enaltecen mi alma.
    Malania
    Imagen de la red.
     
    https://plus.google.com/u/0/+MalaniaNashkiargentina2014/posts?cfem=1
  • Poemas

    DE HUMANOS

    Reticente,
    invadido por el pavor,
    lucha contra la melancolía,
    adormecido por un azur,
    salpicado en carmín brillante,
    que solo es una sinfonía
    al mismo infierno. 
    Su cerebro se desliza,
    en la concavidad
    de ese espectro
    que lo envuelve,
    con la frialdad dormida
    de una sombra convexa.
    Imagen: M. J. T.
                                            
  • Poemas

    HOJAS OTOÑALES

    Mece el viento,
    sonoro y dúctil,  
    deshojando ramas.
    Las hojas se posan
    adornando el suelo,
    las piedras gozosas
    cultivan poesía,
    encanto suficiente
    que barre melancolías.
    El pavor desaparece
    con semejante compañía.

    Imagen: R. E. Ch.

  • General

    EL ENVIÓN DE UNA BURBUJA

    Mi paso por la luna me permitió verte mejor
    pero sentí vértigo y regresé a la tierra.
    Le robé algunos rayos al sol para regalártelos
    con ellos podrías iluminar  tus días grises.
    Te aferraste a la nada del amor
    no divisaste la luna
    no percibiste los rayos de sol.
    La rutina ganó tus días
    y desplegó un corral de nubes
    todas de silencio y melancolía.
    La fiesta se colmó de lágrimas
    las sonrisas no fueron invitadas,
    durmieron en los bolsillos.
    Desapareció la música
    las palabras se congelaron
    las mesas de café ofrecieron agua salada
    y los árboles no maduraron sus frutos
    Escurridiza y asustada
    sentí el envión de una burbuja azucarada
    me sumergí en la pompa más confiable
    y viajé de norte a sur, de oeste a este
    simplemente
    en búsqueda de mi propio yo.