• Poesía

    DÓNDE HAN IDO MIS PALABRAS

    ¿Quién se ha llevado mis palabras?
    ¿Quién me arrebató la inspiración?
    ¿Dónde están mis sentimientos?
    ¿Por qué no hay poesía ni hay canción?

    Si alguien sabe, me lo dice
    iré a buscarlos donde sea
    en las nubes o en coloridas estrellas
    en mares, vientos y flores.

    Si vagando las encuentras
    sin rumbo ni destino fijo
    levántalas en andas
    y me traes el acertijo.

    Malania

    Imagen de la red

  • Descripción,  Poesía

    VAQUITA DE SAN ANTONIO

    Mariquita, Vaquita de San Antonio o Catarina, son una familia de insectos coleópteros. Muchas especies se alimentan de pulgones por lo que contribuyen a controlar estas plagas. La mayoría son depredadores carnívoros que se alimentan de insectos como áfidos y cochinillas. Otras especies se alimentan de plantas y hongos.
    Las especies que depredan plagas agrícolas se consideran insectos beneficiosos.

    Quien sabe cuántos nombres más tiene ese animalito que es útil para el jardín y plantaciones varias.

    En el jardín, las vaquitas de San Antonio,
    con diferentes colores, marcan su territorio.
    Vuelan ligeras, como un susurro en el viento,
    brillan en el sol, dejando su encantamiento.

    Alegran los días con sus paso sinceros,
    pasean sobre hojas, un camino viajero.
    Entre risas y sombras, su espíritu juega,
    la vaquita de San Antonio, siempre despliega.

    En cada rincón, un destello de vida,
    en su vuelo ligero, la tristeza se olvida.
    Con colores vibrantes, su magia contagia,
    en el aire, en la tierra, ¡la alegría es su equipaje!

    Malania

    Imágenes: R. E. Ch. y de la red

    Imagen: Gentileza de Ricardo G.

  • Poesía

    LAS OLAS Y EL VIENTO

    (Imagen propia)

    Las olas vienen y van…
    No tienen…ni principio ni final, ni final. 
    ¡No se cansan de llegar  o de regresar!
    ¡Es su misión primordial!

    Como eternas compañeras, 
    conocen los secretos
    que encierra la inmensidad.
    ¡Son inmortales sin protestar!

    Cantan, suspiran, silban,
    se contraen, se expanden,
    en un patrón regular…
    es un misterio que jamás podremos descifrar.

    El viento, en complicidad,
    las lleva de la mano
    y nunca las va a soltar…
    juntos, recorren distancias
    como enamorados en alta mar…


    ¡Él, siempre romántico,
    demostrándoles amor de verdad!
    Las olas y el viento como creación magistral
    te ofrecen…¡Relajación total!

    Autora: Sira Vargas de Biheller
    Tucacas- Venezuela

    Imagen: Sira Vargas de Biheller

  • Efemérides,  Poesía

    CONSEJO MATERNAL

    Hoy, tercer domingo de Octubre, se celebra en Argentina, como todos los años, el Día de la Madre y Día de la Familia.
    Esta poesía, cuyo autor es Olegario Víctor Andrade, la recité en uno de los actos escolares de primaria.
    No la olvido y creo que no la olvidaré jamás.

    “Ven para acá, me dijo dulcemente
    mi madre cierto día,
    (aún me parece que escucho en el ambiente
    de su voz la celeste melodía).

    Ven y dime qué causas tan extrañas
    te arrancan esa lágrima, hijo mío,
    que cuelga de tus trémulas pestañas
    como gota cuajada de rocío.

    Tú tienes una pena y me la ocultas:
    ¿no sabes que la madre más sencilla
    sabe leer en el alma de sus hijos
    como tú en la cartilla?

    ¿Quieres que te adivine lo que sientes?
    Ven para acá, pilluelo,
    que con un par de besos en la frente
    disiparé las nubes de tu cielo.

    Yo prorrumpí a llorar. Nada, le dije,
    las causa de mis lágrimas ignoro;
    pero de vez en cuando se me oprime
    el corazón, y ¡lloro!…

    Ella inclinó la frente pensativa,
    se turbó su pupila,
    y enjugando sus ojos y los míos,
    me dijo más tranquila:

    Llama siempre a tu madre cuando sufras
    que vendrá muerta o viva:
    si está en el mundo a compartir tus penas,
    y si no, a consolarte desde arriba.

    Y lo hago así cuando la suerte ruda
    como hoy perturba de mi hogar la calma,
    invoco el nombre de mi madre amada,
    ¡y entonces siento que se ensancha mi alma!”

    Texto e imagen de la red.

    Biografía:

    Olegario V. Andrade nació el 6 de marzo de 1839.  Aunque existen discrepancias sobre el lugar donde se produjo el mismo, el acta de su nacimiento  y otros datos coinciden en que nació en Alegrete, Departamento de Río Grande del Sur, Brasil.

    Falleció en Buenos Aires el 30 de octubre de 1882, a causa de un ataque cerebral. 
    Su sepelio fue una muestra del reconocimiento general a su obra.  Habló el presidente de ese momento, Julio A. Roca, y recitaron sus composiciones poéticas personalidades del mundo de las letras. 
    Sus restos se encuentran en el Cementerio de la Recoleta, y un busto suyo se halla en el Jardín de los Poetas de El Rosedal de Buenos Aires. 

  • Poesía

    LAS PALABRAS DEL SILENCIO

    Abnegada por amor
    en adversa situación,
    a veces provoca alivio
    o se inflama de pasión.

    No estás… ¿o acaso sí?
    Te percibo desde lejos,
    a veces te siento cerca,
    te has metido, muy, muy dentro.

    Tus palabras tan sensatas,
    silenciosas eclosionan,
    se aventuran, me aventuran,
    en mi interior posesionan.

    Una fuerza misteriosa,
    como arte de amor sincero,
    se suelta, mágica, henchida
    de un fortuito deseo.

    Malania

    Imagen: Propia

  • Descripción,  Poesía

    CASAS DE COLORES

    Casas de colores como almas que alientan
    transmiten alegría, donde el amor se asienta,
    frente a la arena que acaricia los pies
    son refugio dorado donde nada es desdén.
    Sus muros esconden historias perdidas
    pintadas de sueños, lágrimas, risas y vida.

    El mar, un lienzo azul como el cielo infinito
    y entre ellos, alegres, las gaviotas danzan
    no dejan huellas, tampoco nada escrito.

    Las olas susurran secretos en la brisa
    mientras las parejas de la mano caminan.
    Juegan los niños, sus risas estallan
    con sueños que se mezclan sin alimañas.

    Malania

    Imagen: Gentileza Antonio M.

  • Poesía

    UNA ORQUÍDEA SOLITARIA

    Vive y sueña el eco en las montañas,
    el sol y la luna con su luz lo acompañan.
    Una solitaria orquídea se mece con el viento
    erguida despliega sus pétalos hacia el cielo.
    Alberga en su radiante belleza
    los secretos de las aves que la cotejan,
    cómplice con el rocío y la madrugadora brisa
    su esencia perdura mientras la acarician.
    En los días invernales, cuando cae la nieve
    la orquídea la derrite con una simple sonrisa.
    Las nubes se despliegan en celeste y blanco
    vigilantes pintan el cielo con su manto.

    Malania

    Imagen: de la red gentileza de Ricardo G.

  • Poesía

    TESTIGO ENTRE FLORES

    En la vereda del tiempo
    donde nada se detiene
    sobre la verja de hierro
    se cuelga un buzón de acero.
    Quién sabe qué esconde adentro.

    Es testigo de los sueños
    bajo la lluvia y el viento
    guarda muchos misterios
    con esperanzas que vienen
    quizás desde muy lejos.

    Detrás del buzón, las azaleas
    son cómplices, tal vez espías,
    imaginan dolores y risas,
    cartas que a veces tienen prisa
    y otras que no desearían ser vistas.

    Las flores bailan con la brisa
    brillando como en sonrisas,
    sus pétalos susurran secretos
    celebrando en fucsia la vida
    pintando historias infinitas.

    Malania

    Imagen: Gentileza de Rubén E. Ch.

  • Poesía

    BAJO LA LLUVIA

    Bajo la lluvia estoy
    cargando años llenos de recuerdo,
    llevo el ayer atado al hoy
    esperando sin prisa el mañana.

    Miro el mundo,
    todo pasa nada queda,
    añoro lo ido que ya no regresa
    y tan solo queda un vacío.

    Bajo la lluvia estoy
    extrañando lo que un día fue,
    guardo nostalgia prendida
    en cada gota y no hay olvido.

    Autor: Poeta uruguayo Miguel Márquez
    Imagen: de la red 

  • Poesía

    LOS CACTUS DEL PUERTO

    En el puerto de Barcelona,
    donde el cielo celeste se funde
    con el azul profundo del mar,
    se alzan los barcos, majestuosos,
    como sueños anclados en el horizonte.

    La gente pasea,
    un río de pasos y sonrisas,
    mientras el sol acaricia sus rostros
    y el viento juega con sus cabellos.

    Los cactus, en su silencio espinoso,
    vigilan desde las rocas,
    guardando historias de tiempos pasados,
    susurrando secretos del desierto
    al abrazo salado del mar.

    El puerto es un lienzo vibrante,
    donde cada día pinta nuevas aventuras,
    y el cielo celeste, testigo eterno,
    se extiende infinito,
    como el deseo de todos aquellos
    que sueñan con horizontes sin fin.

    Malania

    Imagen propia