VIÑETAS DE VIDA
Desde la lejanía,en las viñetas de la vida,surge un dilema.Pétalos que caenal compás de una cítaraen rosa melodía,formando una alfombra,desestabilizalas silenciosas miradashacia el agujero azul,
o tal vez negro,pintado sin palabrasen el cielo sin luna,
o en un árbol de aceituna.Perplejo,confuso el viento,amontona burbujas rosadas,en humedades tibiasque no son escritas,pero se pintan salpicadasen un tronco cubierto de gris.Ella no abdicaante las floresni ante el agujeroasí sea negro o azul.Con aplomo,piensa en aquel poeta,el que no deja sin palabrasun papel en blanco,el que en silencio acuosovive sus días sin dioses,con fríos amaneceresaroma de tabaco y café.Imagen: E. P. L.AROMA ESCONDIDO
Hay algo en los árboles,en las flores, en el aireportentoso, singular,siempre en vigilia.Ellos se muestran tal cual son,crecen un poquito cada díaaunque haga frío o calor.Sus hojas son auténticas y hermosas,más aún cuando el rocío las moja,límpidas son sus floresdespués de una tenue lluvia.Pero… ¿adónde quedó su aroma?quizás en el silencio se escondeo tal vez en el destello del ocaso.Las abejas lo buscanen el néctar, en el polen,en la esencia de un abrojo,en un pétalo caído en el arroyo.Las flores juegan con el viento,las abejas alzan vuelo,mientras las campanasmodulan sus lamentos,en la tranquilidad del eco
que vaga en los recuerdos.Imagen: E. P. L.INSACIABLE
El sudor violeta
empapaba su frente,
sus mejillas empalidecían.
En medio del verdor de la ventana,
divisaba una luz mutada en pájaro.
La fiebre no cedía,
los escalofríos se sucedían.
El azul era verde
y al verde, gris lo veía.
El dolor de cabeza no cesaba,
su cara seguía empapada,
su cuerpo temblaba.
Alguien llamó a su puerta,
quería saber porqué gritaba,
era su madre muy asustada.
– ¡Te dije que no cenaras tanto,
que eso te transmutaba! –
Tomó una ducha tibia
y volvió a la cama.
La pesadilla pasó,
se durmió tranquila
hasta media mañana.FALSA CONSTELACIÓN
El sol con su brillo
tiñó y matizó
las aguas del mar
que trata de cambiar
lo negro del río
que en paralelo viaja
sin ganar espacio.
Manos de colores
alientan al mar
en su afán por mejorar
el aire ambiental.El título es inspiración de una amiga virtual: yessykan
Poema: Malania NashkiPublicado en el blog: “El trigo de la vida” de J. Laurido
CUANDO…
Moja al viento el chaparrón endeble,y las sombras oscuras del día,cubren tus rayos de soly la luminosidad de tus deseos,enfréntalos con las ansias poderosasque tienes guardadas en tu infinito.No permitas que te venzan,
ni el calor ni el frío,
los fantasmas ni la helada del río.Tú puedes, tú eres grande,eres amor, vida y dulzura.No sufras por la oscuridad,porque si tu sol no brilla,los que te quieren,
sufren también, con tus heridas.Busca un abrazo, un beso,una caricia tierna, una sonrisa.
Y en plenitud, podrás renacer,
serás libre, serás tu misma.Imagen: S. D. V.NUBES DE SILENCIO
Contemplando hoy estuve,las estatuas de las nubes,entre grises y azulinasy las que lloran al mar.Como rocas apiladasen cuadrados imperfectos,otras desprenden jironesde multicolores huertos.Se acomodan en pomponescubriéndose del gran frío,otras yerguen orgullosascomo focas en el río.Pinceladas al azarse deslizan presurosas,son las que escapan del vientodesgranando mariposas.Árboles amontonadosduermen unos sobre otros,alas de aviones soleadosentre luciérnagas y potros.Y entre tantas, tantas nubeshay una, la más hermosa,de rasgos no definidos,la de una gran sonrisa,la que me regala besos,la de atrás del horizonte,la que se refleja en el mary en el infinito río.Son como labios, desde lo alto,que me recuerdan tus besos,¿son de miel o son de luna?Son de nube, son de sueño,son de silencio y trueno.FIEL COMPAÑERO
Intrépido, el caballero
bajaba la colina al atardecer.
Después de haber pasado,
un día de aventura
por los senderos del bosque,
cansado de buscar a su grifón
perdido en su recorrido,
se sentó sobre una gran roca
y llegada la noche
comenzó a caminar
por la dehesa
al pie de la colina
que se extendía hasta el río.
Bajo nubes de silencio,
de pronto escuchó
el ladrido del perro y vio
cómo en carrera descontrolada,
se balanceaban sus orejas y su cola
bajo la luz de la luna plateada.
Cuando el can vio a su dueño
se abalanzó sobre él
tumbándolo sobre el pasto.
Rebosante de alegría, lo abrazó
con sus patas y su cuerpo
y lo relamió de pies a cabeza
demostrando gran felicidad
por haber encontrado a su amo.ENTRE VIERNES Y MARTES
Una espina plateada
cubrió de grises la mañana.
El desencuentro se hizo presente.
En búsqueda de tus huellas
llegué hasta ti con mucho frío.
Entonces salió el sol
y el aire de amor
destruyó el hastío.Imagen: J.A.T.
NI CUARSO NI AMATISTA
Con tonalidad sobria,
como una puerta al sol
de curioso efecto,
alejadas de las sombras
azules y ligeras,
como caídas de oscura noche,
las ásperas piedras que no son,
ni cuarzo ni amatista,
tienen su encanto, así apiladas,
tal vez en construcción milenaria.
Quizás bajo el puente
habrán reposado cansados viajeros,
viejos y jóvenes pasajeros,
evocando sentimientos diferentes,
o tal vez por allí cruzaron
las aguas cristalinas de un río,
que sirvieron para refrescar
los pies de aquellos visitantes,
o el disfrute de un encuentro
entre un ser primitivo y un ángel.
Hoy constituyen un delicioso paisaje,
para observar esta fantástica obra,
desde el caminar en un paseo,
por un sendero soleado, lindero,
sin internarse bajo su sombra
por simple seguridad extrema,
para nada aterradora.Imagen: A. M. N.
FUEGO SOBRE HIELO
Tomé una barra de hielo para triturarla, pero en jugosa liana, me abrazó adhiriéndose a mi piel. No pude realizar mi cometido, el frío me quemaba las manos. Odié ese momento mientras las bañaba bajo un diminuto hilo que chorreaba de una canilla que apenas había logrado abrir. El hielo seguía firme hasta arrancarme lágrimas. Pero, como ningún mal dura cien años, apareció él. Delicadamente tomó mis manos entre las suyas y una energía muy tibia lentamente se ramificó por los poros de mi piel, de mi carne, de mi todo, y en continuo avance logró calmar mi congelamiento. El hipnotismo de su tierna y dulce mirada se apoderó de mí. Cuando desperté sus fornidos brazos me envolvían en un logro de transformación de frío a cálido, muy cálido. Agradecida, lo abracé fuertemente, apoyé mis labios en los suyos y me estremecí. El sol se filtraba por la ventana. Lamento que haya sido solo un hermoso sueño.