SALUDANDO AL VIENTO
Saludando el viento
desde la ventana de mi cuarto me encuentro,
escucho el sonido que hace al pasar.Se muestra enojado soplando fuerte,
como queriendo llevarse todo por delante.Algunos tal vez dirán, no es enojo tan solo es prisa,
pero, deja la sensación de algún rezongo.Saludando al viento, estoy a lo lejos
aunque no sé si me lo contesta,
igual lo intento sin importar qué esté sucediendo.Es el saludo a quien se va tan apurado y nada lo detiene,
seguro atrás vendrá la lluvia.Autor: Miguel Márquez
Imagen: de Malania
AMORES PERDIDOS
Ni el mal tiempo la detiene,
su alma bondadosa la sostiene.
Pinta en su mágico lienzo
la naturaleza viva,
con amor inmenso.
El cielo siempre claro,
el sol por demás radiante,
hojas y flores brillantes,
alas abiertas que vuelan alto.
Pinta versos de su vida
en historias infinitas.
Recuerdos de amores perdidos
sin llanto, con una sonrisa.Malania
Imagen propia y de la redTORMENTAS
En “algo más que palabras” su autor Patricio escribió:
“Donde las palabras se llaman a silencio y en el alma refugian su sentir”
Al leer la frase y ver la imagen con la que ilustró, recordé a mi tía Irene, hermana de mi padre. La llamaban “Irena”, descendiente de ucranianos y así era el nombre en su país.
Cuando el tiempo estaba feo, con truenos y relámpagos, tenía tanto miedo que se quedaba muda y hasta su alma temblaba. Me gustaba ir a visitarla cuando vivía en el campo con mi tío Miguel (Mijailo). Él trabajaba todo el día como jefe de cocineros en un colegio religioso de pupilos. Sabía cocinar muy bien y ella también. Cuando sabía que yo iría a pasar el fin de semana en su casa, preparaba ricota casera y con eso, varenikes o varenekis (perogui o perohé) y los cubría con crema de leche. Además hacía budín de pan y crema pastelera con caramelo, porque sabía que me gustaba todo eso. Ella misma ordeñaba las vacas muy temprano, antes de la salida del sol. Mientras cocinaba me contaba historias de su vida. Lo quería mucho a mi tío y él a ella. Entre otras cosas me contó que sus padres no hubiesen permitido casarse si los padres de Miguel no hubieran autorizado que Ana, mi madre, se casara con el hermano de Irena, también llamado Miguel. Entonces se realizó el “matrimonio cruzado”, hermano y hermana casados con hermana y hermano. Mi madre tenía 16 años y mi padre 22.
La tía le contó a mi madre que cuando llovía, tronaba y había muchos relámpagos, era tanto su miedo que hasta llegaba a esconderse debajo de la cama. Por supuesto, eso hacía cuando todavía era joven y soltera. No podía pronunciar palabras, su miedo la dejaba petrificada pero el corazón le latía tanto que temía, le saltara por la boca. Decía que no le daba vergüenza recordarlo, le daba risa y era una de sus anécdotas de la vida.Malania
Tomado de la vida real.Imagen propia y de la red.
TESTIGO ENTRE FLORES
En la vereda del tiempo
donde nada se detiene
sobre la verja de hierro
se cuelga un buzón de acero.
Quién sabe qué esconde adentro.
Es testigo de los sueños
bajo la lluvia y el viento
guarda muchos misterios
con esperanzas que vienen
quizás desde muy lejos.Detrás del buzón, las azaleas
son cómplices, tal vez espías,
imaginan dolores y risas,
cartas que a veces tienen prisa
y otras que no desearían ser vistas.Las flores bailan con la brisa
brillando como en sonrisas,
sus pétalos susurran secretos
celebrando en fucsia la vida
pintando historias infinitas.Malania
Imagen: Gentileza de Rubén E. Ch.
BAJO LA LLUVIA
Bajo la lluvia estoy
cargando años llenos de recuerdo,
llevo el ayer atado al hoy
esperando sin prisa el mañana.
Miro el mundo,
todo pasa nada queda,
añoro lo ido que ya no regresa
y tan solo queda un vacío.
Bajo la lluvia estoy
extrañando lo que un día fue,
guardo nostalgia prendida
en cada gota y no hay olvido.
Autor: Poeta uruguayo Miguel Márquez
Imagen: de la redLUCES Y SOMBRAS
La luz, la sonrisa, la claridad,
son demasiado dolorosas
para el que quiere
permanecer en la oscuridad.Malania
Imagen propia
COMO CONO TRUNCADO
En el corazón de una ciudad futurista, se alzaba un edificio que llamaba la atención de todos los que pasaban por allí. Era una estructura moderna, con una forma de cono truncado que reflejaba el sol en sus paredes y ventanas. Sus pisos se iban reduciendo en tamaño a medida que ascendían, dando la impresión de que el edificio estaba a punto de ser lanzado hacia el cielo.
Este edificio, no solo era una obra arquitectónica, sino también un símbolo de la innovación. Los habitantes de la ciudad y los turistas habían aprendido a apreciar la singularidad del cono truncado, que era mucho más que una simple edificación: era un punto de encuentro para la comunidad, un centro de atracción artística y un lugar de reflexión y meditación.
En su punto máximo de altura, había una terraza abierta al público. Desde allí, se podía observar toda la ciudad con una vista panorámica impresionante. En una tarde despejada, la joven artista Amalia subió a la terraza con una misión: capturar la esencia del lugar en su lienzo.
Mientras pintaba, Amalia no pudo evitar sentir una conexión especial con el edificio, que no solo parecía un faro de progreso, sino también un guardián de los sueños y aspiraciones de quienes vivían a sus pies. La forma truncada del cono representaba, para ella, los desafíos que se enfrentan al alcanzar grandes alturas, pero también la promesa de que siempre había un horizonte nuevo por descubrir.
Amalia concluyó su pintura justo cuando el sol comenzaba a ponerse, y el edificio reflejaba una gama de colores cálidos que parecían fundirse con el cielo. Con una sonrisa satisfecha, miró su obra y supo que había capturado algo más que una imagen. Había capturado el espíritu de la ciudad y la esperanza que emanaba de aquel monumento moderno.
La artista grabó un recordatorio tangible: de que los sueños, aunque desafiantes, siempre encontraban su camino hacia el cielo.Malania
Imagen de la red.
VIDA
Una meta y un destino,
es lo que construimos
cada día y en silencio,
recorremos el camino,
deseando que aminore
nuestras luchas, nuestras penas,
y lleguemos al final
de esa terrible jornada
con sonrisa de alegría,
para no transmitir a nadie
nuestro cansancio del día.
Los tiempos han cambiado.
Este mundo está perdiendo
los estribos de la vida.
Hay caminos de locura
sin control y sin medida.Malania
Imagen: Gerardo S. V.
ENTRE LA NIEBLA
Entre la niebla, andamos recorriendo un camino que no tiene fin.
Unos van otros vienen a nuestro alrededor, nada nos detiene.
Seguimos marchando con la prisa de siempre sin llevar apuro al andar.
Entre la niebla, nuestros pasos llevan certeza de ir adelante,
aunque no sepamos donde llegar
Autor: Miguel MárquezImagen de la red
LOS CACTUS DEL PUERTO
En el puerto de Barcelona,
donde el cielo celeste se funde
con el azul profundo del mar,
se alzan los barcos, majestuosos,
como sueños anclados en el horizonte.La gente pasea,
un río de pasos y sonrisas,
mientras el sol acaricia sus rostros
y el viento juega con sus cabellos.Los cactus, en su silencio espinoso,
vigilan desde las rocas,
guardando historias de tiempos pasados,
susurrando secretos del desierto
al abrazo salado del mar.El puerto es un lienzo vibrante,
donde cada día pinta nuevas aventuras,
y el cielo celeste, testigo eterno,
se extiende infinito,
como el deseo de todos aquellos
que sueñan con horizontes sin fin.Malania
Imagen propia