• Prosa Poética

    LA NIÑA Y EL SOL

    Ella vivía en el sur y por razones de salud, tuvo que buscar un lugar con clima diferente. La zona subtropical del litoral argentino fue la opción elegida.
    El sol de verano suele ser despiadado y a veces despistado, pero siempre que quiere nos deslumbra con inigualable su claridad.
    En vez de esconderse por detrás de las nubes o caer en el horizonte, a veces prefiere hundirse en las aguas del lago, contrariando las leyes de la naturaleza. O quizás se sumerge para refrescarse después de haber brillado con su luz todo el día, una luz muy cálida que regala y broncea a los humanos, y sofoca a los animales. Las palmeras y otros árboles son los únicos testigos de su desnudez.
    Mañana cuando despierte lo sabremos, si sale resplandeciente y fresco tras las nubes o descubierto.
    Para recibirlo, ella lo sorprenderá con un atuendo diferente, un vestido de encaje de algodón blanco y un chal de lanilla bordado en violeta y naranja, para contrarrestar el aire fresco de la mañana. Se pondrá zuecos de cabritilla suave, con una flor bordada en lentejuelas plateadas para que el sol las bese y se refleje en ellas.

    Malania

    Imagen: N. C. G.

  • General

    LINA ADJETIVADA

    LINA ES:
    Agraciada
    Bonita
    Corajuda
    Delicada
    Entusiasta
    Fantástica
    Gallarda
    Hermosa
    Impaciente
    Jovial
    K no es
    Luminosa
    LLorona
    Musa
    Ninja
    Ñañosa
    Osada
    Portentosa
    Quisquillosa
    Ruidosa
    Saludable
    Tenaz
    Única
    Vivaz
    Y es una mascota increíble!
    Le gusta el agua del lavatorio.

    Malania
    Imagen: M. J. T.
  • Prosa Poética

    DONDE VIVE LA RISA

    Donde vive la risa quiero llegar, echando fuera las lágrimas,
    quiero ser feliz olvidando tristezas.

    Donde vive la risa quiero quedarme, olvidando pena y dolor,
    guardando recuerdos de momentos bellos.

    Donde vive la risa quiero mi morada, abrazando los sueños
    y toda su magia hecha para siempre.

    Autor: Poeta uruguayo Miguel Márquez 

    ¿Vive la risa en algún lugar? ¿Risa es sinónimo de alegría?
    Creo que hay diferentes tipos de risa, puede ser intencional forzada o espontánea.
    Puede nacer de un acto de alegría, pero también de la ironía.
    Puede un ser reírse en una fiesta, festejar el nacimiento de un nuevo ser querido, de una mascota, o simplemente reírse exteriorizando alegría por cualquier otro motivo que lo haga feliz.
    Pero está la risa sarcástica, esa que hiere al otro, esa que hace doler el alma del otro. La risa que es sinónimo de burla, o aquella malévola, llena de odio, que responde a la forma de ser de alguien que solo ha conocido el lado oscuro de la vida, una vida llena de amargura y tristeza.
    Entiendo que el autor uruguayo se refiere a la risa sinónimo de alegría.
    Esta risa vive:
    en el corazón de la gente buena,
    en las cosas que a nuestros ojos son bellas,
    en los ambientes saludables
    y hasta en el brillo de las estrellas.

    Malania Nashki.

    Imagen de la red (Vitae. Tendencias verdes)

  • Minicuentos

    CAMELIAS VIOLETAS

    Amaneció gris el día
    ideal para no salir,
    encender la salamandra,
    calentar el agua en la pava,
    preparar un buen mate
    y compartir con la abuela,
    que desde muy temprano,
    con agujas entre sus manos
    y lanas de colores,
    entre azul y habano
    muy feliz tejía.
    A su lado dormía
    sobre un cuadrado mullido,
    la gata Petronila.
    La abuela le hablaba
    y Petronila le maullaba,
    como si ambas tuvieran
    un lenguaje diferente.
    Bajo la tenue llovizna
    llamó a la puerta Vicente
    y entre sus manos traía,
    para la abuela un presente.
    Se lo enviaba un caballero
    que de antaño conocía
    es que dijo, no quería
    dejar pasar sin saludar,
    por su aniversario ese día.
    No habrá fiesta, le dijo,
    y Vicente lo sabía,
    con las camelias violetas
    y su gata Petronila
    muy feliz ella se sentía.

    Malania Imagen de la red gentileza de R. G.

  • General

    ECLOSIÓN ROSA

    Los canes estragaban los jardines. 
    Pero no sabían que allí estaba él, diligente, intrépido, perspicaz.
    Era como un nimio, todo lo quería perfecto.
    Algo ocurrió de repente y comenzó a flaquear. No sabía si mirar por la ventana y espantar a los pájaros o cuidar los jardines y correr a los perros. No percibía en su mente qué cosa era lo que mejor convenía.
    No quería forzar sus pensamientos.
    Entonces decidido juntó hojas con frases y palabras, las disecó, las colocó en un mortero y las dejó reposar hasta el día siguiente. Cuándo despertó, se dirigió al mortero con la idea de renovar su inspiración, quizás allí encontraría la poesía perfecta o el mejor de los poemas. Pero lo único que logró fue sacar a cucharadas letras sueltas. 
    Esperó al amanecer del otro día y emprendió una caminata. Antes sus ojos, estaban intactos los jardines. Los canes lo saludaban agitando sus colas y jadeantes le sacaban sus lenguas. 
    Decididos se armaron en carrera y confluyeron en un atajo bordeado de rosas blancas, rojas y rosadas. Los pequeños animales detuvieron su marcha y olfatearon uno a uno los capullos en eclosión. 
    El nimio desde ese momento se convirtió en amigo de los perros. 
    Quizás los canes le ayudarán a inspirarse a escribir poemas y poesías. 

    Malania

    Imagen de la red

     

     

     

     

     
     
     
     
     

     

  • General

    COMO SAUCE

    Silencio eterno, sepulcral. ¿Él la hacía culpable de la muerte de un ángel?  ¿Tendrá algo que ver? Ella desconocía los motivos de su ausencia. Él colocó duras barreras como para no verla desde su cima, aunque no se daba cuenta que ya no era sino un profundo pozo en el que se había sumergido para no verla, para no sentir de cerca la verdad del amor que los envolvía. Porque él  también la quería, pero a pesar de eso la había hecho culpable; a alguien había que echarle la culpa, ¿no?  
    La frecuentaba…  y ¿era pecado?. Prefirió dejar de sentir su aroma, sus manos untadas en aceite de almendras vagando suavemente por los surcos de su espalda, viajando hasta los más recónditos poros de su cuerpo. Porque también él se sentía culpable por no haber dicho no desde un principio, a ese amor que era imposible que perdurara. Ella se iría algún día, otros amaneceres  la esperaban. Él no podía ofrecerle techo porque el que tenía ya estaba ocupado, habitado por aromas de alguien que a él no lo llenaba. 
    Prefirió establecer barreras, esas que tienden a congelar el amor para mantenerlo intacto, y lo logró. Ella se fue y no lo olvida, ¿Cómo olvidar? Y aún así, ¿él la hace culpable? es que lo delata su eterno silencio. 
    Estela todavía siente que lo ama, extraña sus saludos madrugados, sus mensajes cotidianos. Es que no hay ni habrá otro igual, es único. ¿Ella será culpable de ese amor imposible? Lo cierto es que nada tuvo que ver con la muerte de un ángel, ese que él tanto quiso ver y no pudo. 
    El sauce llora ¿Estela también? – Ya no. Todo pasó, así tuvo que ser. Ella lo sabe. 
     

    Malania                                                                                                                                            

    Imagen Propia

  • General

    FRASES DESDE EL ALMA

    “No cuesta nada ser amable con los demás. No albergues nunca pensamientos negativos aunque alguien te perjudique”. Dalai Lama.

    “Algunas esperanzas necesitan de un espejo para comenzar a creer”. Nebuloverso.

    “La emoción más hermosa y profunda que podemos experimentar es la sensación de lo místico. Es el legado de toda ciencia verdadera”. Einstein.

    “Cada acción que hagas con el corazón, tendrá eco en todo el Universo”. Casa Reiki y Salud.

    “Si queremos un mundo de paz y de justicia, debemos poner la inteligencia al servicio del amor”. Antoine de Saint Exupéry.

    “Nada nos pertenece en propiedad, más que nuestros sueños, porque nadie nos los pueden quitar”. Nietzsche.

    “El éxito no debe ser perseguido, sino debe ser traído por la persona en que quieras convertirte”. Jim Rohn

    “BRINDEMOS HOY Y SIEMPRE, POR LA PAZ, LA SALUD Y EL AMOR, Y POR LA PAZ ETERNA DE LOS QUE YA NO ESTÁN EN ESTE MUNDO”. Malania Nashki.

  • Relatos

    EL PIANO DE ELVIRA

    Doña Elvira fue una de mis profesoras más queridas. Jamás la había escuchado gritar en clase o dejar en penitencia a ninguno de sus alumnos. Tocaba el piano como los dioses, era impecable, no desentonaba nunca. Siempre con su cuaderno de pentagramas y notas, esas que me hacían traspirar para aprender sus nombres y la ubicación de cada una. Aún recuerdo la negra, blanca, corchea, fusa y otras tantas más.
    Me encanta el piano. Me pasaría horas escuchándolo tocar. Cuando era niña quise estudiar piano pero los ingresos de mis padres no daban para pagar la cuota y me quedé sin hacer eso. Otras necesidades para mí y mis hermanos eran prioridad.  La situación era comprensible.
    Los días de lluvia eran los más lindos porque muchos de mis compañeros faltaban. Si justo ese día nos tocaba tener clase de Música, la profesora Elvira nos enseñaba a tocar el piano, la ubicación de las diferentes notas en el teclado y hasta el estribillo de alguna canción. Quizás fuimos cinco o seis alumnas que habíamos tenido asistencia perfecta y en el acto de fin de año nos entregaban siempre un presente. Los varones nos llamaban de “chupa media” porque decían que a nosotras, las profesoras y maestras nos preferían más que a ellos. Es que nosotras –Viviana, Dora S., Nilda, Dora M., Beatriz B y Elsa-  teníamos buen comportamiento y hacíamos caso a lo que nos pedían que hiciéramos, en cambio a ellos siempre les faltaba algo para terminar las tareas.
    Como yo era muy flaca, tal así que algunos de mis compañeros me decían que tenía “patas de tero”, la veía a Doña Elvira como una mujer gorda pero de buena figura. Mucha cadera para una cintura fina. Pero siempre la apreciamos por su caminar nada apurado y saludando a quien se la cruzaba.
    Hoy día cuando escucho el sonido del piano, ese piano de cola, con mueble antiguo pero bien cuidado, recuerdo a doña Elvira.

    Malania

    Imagen: de la red

  • General

    NADIE NOS ENSEÑA A VIVIR

    He nacido poco antes de las 7 de la mañana, un día lluvioso y bastante frío.
    Nada podía hacer por mi cuenta para ayudar a mi madre, a cortar el cordón umbilical, por ejemplo. En esa época –hace ya seis décadas- no existía en el pueblo un centro de salud que tuviera un ecógrafo. Según las cuentas de mi madre, ella me esperaba para el día en que comenzara el invierno. Pero me adelanté, seguramente quise ver el mundo diez días antes, en otoño. Cuando llegó mi padre con la partera, estaba todo listo como para que me bañe y vista. ¿Cómo se las arregló mi madre? Nunca lo entendí. Por eso siempre fui agradecida con ella y la atendí en lo que pude y como pude, hasta sus últimos días.
    En verdad, nadie nos enseña a vivir, pero sí, hay acompañamiento familiar, amistoso, escolar que nos van formando, modelando el carácter y todo lo que somos. A los que vivimos en libertad tenemos opciones de ser o no ser tal como somos. Podemos seguir el ejemplo de los mayores, escuchar sugerencias de ellos, de nuestros maestros y profesores. Pero también podemos abrir y seguir caminos diferentes, que nos den mejor visión de futuro, en el lugar donde nacimos o en otra parte. Lo importante es distinguir qué es lo bueno y qué es lo malo para nosotros y para la sociedad.
    Y una de las cosas buenas que tenemos los humanos es cuidar y querer a nuestras mascotas como un miembro más de nuestra familia. Sino, ni vale la pena adoptarlos. A ellos tampoco se les enseña a vivir, pero en cambio adoptan actitudes según nuestros comportamientos para con ellos. Si les damos amor, ellos también nos lo dan.
    La de la imagen, se llama Sía. Fue rescatada y adoptada siendo muy pequeña. Estaba malherida, maullaba pidiendo ayuda.


    Malania

    Imagen: M. J. T.