¿ESTÁS ALLÍ?
Tú, en horas de un ayerleíste mis poemasme hiciste poeta(o ya lo era)me instaste a escribira publicar mis letras.Pero un díame dejaste partircon una hoja en blancoy la tinta secaHoy escribocon hilos de soldesde el corazóninspirada en la lunatímida y escondiday en las nubesrecién amanecidas.¿Estás allí?MalaniaImágenes de la redATARDECER DE DICIEMBRE
De a ratos un viento débil, pero agradable y fresco, desplazaba el velo gris y dibujaba siluetas de niebla en el camino. En un instante, la hierba iba tomando el color de la noche. A lo lejos había quedado el banco y un grupo de palmeras junto a un corpulento cedro azulado. Fijó su atención en el camino para evitar los profundos charcos y los regueros de agua.
Algunas ventanas iluminadas indicaban que todavía alguien estaba despierto, quizás para completar alguna tarea que seguramente no podía esperar a otro día. La tristeza volvió a apoderarse de ella, debía de ser el tiempo con esa horrible niebla. Tampoco le gustaban las despedidas.A la derecha e izquierda los árboles se balanceaban como espíritus presentes. Algunos extendían las ramas hacia la niebla como lamentándose del mal tiempo.
Ella aceleró el paso porque no quería pensar en que llegaría tarde. En su casa la esperaban para la cena. Como intuyendo algo, se detuvo y dio media vuelta.
Entonces vio la silueta de una persona que estaba en medio del camino oscuro, envuelto en la niebla, solo se reconocía el contorno de la figura.
Él, preocupado por su demora, la había ido a esperar. La tomó por sorpresa y ni hablar del susto que se llevó cuando se le acercaba sin emitir palabra. La quiso sorprender y solo consiguió que ella entre en pánico. La alzó en sus brazos y recién dentro de la casa, abrió muy grande los ojos sin entender lo que estaba pasando. Él estaba nuevamente allí abrazándola, susurrándole al oído cuánto la quería y que jamás la abandonaría.Malania
Imágenes: propia y de G. F. T.
TURISTAS
El sol regala al río
sus últimos rayos luminosos
llevándose las gotas
de un día caluroso.La noche con su brisa
va ganando espacio
sobre una canoa vigilante
con los bañeros del ocaso.Los turistas se retiran,
los peces ríen, aletean
vuelven a su cauce
nadie los tortura
nadie los mira
son felices
en la normalidad de sus días.Malania
Imagen propia
AMANECER EN RUTA
Sol de amanecer
desparrama colores
en abanico.
Testigo, un árbol,
el cielo azul y blanco
y una palmera.
de lecho un campo
oscuro como noche
aún no despierta.Malania
Imagen: propia
SIN RESPUESTA
Algo se había perdido,
mi carta no tuvo respuesta.
Tal vez dije algo,
palabras que no debí pronunciar
que no tenía que poner en vela.
Algo se hundió en mi interior
y sin nada que pudiera rellenar,
el gran vacío que quedó en mi corazón.
Mi cuerpo, una resonancia hueca.
Con el trabajo olvidaba,
pero entre la noche y el alba
de nuevo lo recordaba.
Es duro esperar respuesta
solo quería saber
si lo había herido
con mis palabras de amor,
un amor sin futuro ni destino.Malania
Imagen de la red
PUNTO ÚNICO
Las golondrinas bordabansignos etéreos en el cielo turquesacomo queriendo deshacer un nudocon un solo objetivo, el fluir de la vida.Le hablaban de un futuro cercano:tal vez juniose dibujaron en 6, 8, 10 y 11Recordó su niñezla fecha de nacimiento pero…¿a quién puede interesarle su vida de niña?si está a más de la mitad de su camino.En el silenciode la madrugada tibia litoraleñadestila gotas de su frentey todo su cuerpopizcas de agua con sabor a sal marinacuando recuerdaaquellos inolvidables momentos.Le gustaría comenzar desde el principioy no dar lugar al finalpara poder proyectar una continuidadsin perder la esperanzade que ese día llegarátal vez en ese 10 o quizás 11.Encontrarlo nuevamenteEn el bar de siempre…en el espacio desmesurado de la vidaen un punto único (nosotros)en este sinfín de mundos a la vez.Una ventanaaun siendo enrejadasigue siendo ventanapensóy un amoraun en la lejana distanciasigue siendo amor.MalaniaImágenes: propia y de la redESE ALGO
Él poseía algo que me hacía estremecer el corazón, desde aquel primer día, cuando a través de la ventana, lo vi sentado vestido con su traje gris.
Había despertado algo que hacía mucho tiempo estuvo dormido en mi interior. Era un anhelo puro y ardiente.
Emanaba de sus ojos como una fuerza imantada, escondida, misteriosa.
¿Qué era? Cómo definir aquella emoción que yo sentía de pronto, al estar sentada frente a él.
Él está allá, pensando en qué escribir, a la una de la tarde, o quizás en medio de la noche. Y yo aquí, tratando de recordar lo que iba pensando mientras caminaba durante la mañana.
Él no es mi sol, ni mi luna, ni mi estrella, porque es un ser pensante, maravilloso, que posee algo, ese algo que aún me hace estremecer cuando lo miro a través de esta ventana.
Camino y lo veo, en el pestañear de los pétalos de rosa, cuando las mece el viento; en el aleteo de un gorrión con el cuerpo mojado por la lluvia. Y siento su perfume, al pasar frente a la arboleda cubierta de frutas de guayaba, maduras y jugosas, o de enredaderas de maracuyá (mburucuyá) prendidas al cerco de alambre tejido. Y lo escucho, en el gorjeo de una paloma o en el canto del zorzal.
No es locura, ni soy zombi. Estoy cuerda, muy cuerda.Malania
Imagen de la red.
FRASES CÉLEBRES VI
– La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia (Sócrates)
– La Educación es el pasaporte hacia el futuro, el mañana pertenece a aquellos que se preparan para él en el día de hoy (Malcolm X)
– No permitas que ningún ser humano te haga caer tan bajo como para odiarle (Martin Luther King)
– Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo (Nelson Mandela)
– A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería mucho menos si le faltara una gota. (Madre Teresa de Calcuta)
De la red
El mentiroso hace dudar de los que dicen la verdad y cree que la mentira que dice es la verdad. (Malania Nashki)
Imagen:
ATARDECER DE PRIMAVERA
Corren los días del mes de noviembre en el litoral argentino.
Después de una larga jornada de trabajo, regreso a casa como siempre hacia el oeste, donde el sol ofrece sus últimos rayos entre nubes de diferentes formas y matices.
Aunque un poco cansado, no tanto por el trabajo físico sino mental, estoy feliz de llegar a mi hogar. – No es fácil atender a personas adultas con problemas de salud, consciente de que muchos de ellos están pasando sus últimos días (o tal vez meses) de vida. Solo Dios sabe cuándo se apagará su luz interior -.
Como casi siempre me esperan Sía, Huma y Gris. Cada una a su manera y desde diferentes lugares. No me piden más que un poco de caricias y mimos. Es fortalecedor ese contacto cariñoso, es como un cable a tierra.
Me olvido del cansancio al verlas felices con mi regreso.Malania
Imágenes: M. J. T.