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    ECO DE AMOR

     

    CONTRA EN INSOMNIO

    La noche me encontró muy cansada, pero aún así no podía conciliar el sueño. Quizás algún medicamento podría haberme ayudado, pero no, preferí recurrir a mis recuerdos, de aquellos conocimientos que alguna vez me los enseñara, no un médico, pero sí un email recibido oportunamente. En aquella oportunidad lo tomé como algo irrelevante, aunque cada vez que me poseía el insomnio, volvía a leerlo y releerlo. Así un día, otro y otro, despacio comencé a dar valor a tal aprendizaje y anoche, nuevamente necesité traerlo a mi memoria, y no solo a mi memoria sino a todo mi cuerpo. La imagen que acompaña el texto, no es mera casualidad, pues allí me remonté. Me acomodé en una de las rocas al borde de la cascada. Debo reconocer que sentí estar acompañada, aunque estuve sola. Juntos, tomados de la mano, en silencio profundo, donde solo nuestra respiración se confundía con el ruido del agua, hacía eco en la profundidad de la noche, iluminada por la luna. No había lugar para palabras, ni gestos, nada, nada más el aire, la calma y el canto en cascada. Y así logré dormir hasta las seis de la mañana, unida a su tibia piel, a su mano, fortaleza infinita jamás olvidada.

    Fotografía: Gentileza de R. E. Ch.

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    ARRECIAR

    TORMENTA PINCELADA
    La lluvia tararea una canción.
    Tamborilean los cristales.
    Tembladeral, hojas ávidas,
    se confunden  en la oscuridad.
    Silencio y quietud visten al alba.
    Remanso de tierra profunda,
    cálida y húmeda
    Ella espera ansiosa,
    las horas trepan el aire,
    el puntal se desploma,
    la esperanza desvanece.
    Sus ojos color bronce,
    humedecen parpadeos.
    Noche galardonada de añil,
    vestido de gris el día
    y ella plagada de negro
    El sol se sumió en silencio.
    Ausencia de caricias y besos.
  • General

    EL ENVIÓN DE UNA BURBUJA

    Mi paso por la luna me permitió verte mejor
    pero sentí vértigo y regresé a la tierra.
    Le robé algunos rayos al sol para regalártelos
    con ellos podrías iluminar  tus días grises.
    Te aferraste a la nada del amor
    no divisaste la luna
    no percibiste los rayos de sol.
    La rutina ganó tus días
    y desplegó un corral de nubes
    todas de silencio y melancolía.
    La fiesta se colmó de lágrimas
    las sonrisas no fueron invitadas,
    durmieron en los bolsillos.
    Desapareció la música
    las palabras se congelaron
    las mesas de café ofrecieron agua salada
    y los árboles no maduraron sus frutos
    Escurridiza y asustada
    sentí el envión de una burbuja azucarada
    me sumergí en la pompa más confiable
    y viajé de norte a sur, de oeste a este
    simplemente
    en búsqueda de mi propio yo. 
  • Poemas

    LLAMA DE ESPERANZA

    Avanzó desde el sótano oscuro
    entre objetos de bordes filosos
    y húmedas esquinas
    entre espacios vacíos
    y amontonamientos mustios
    entre maderas de roble
    y fajas de nogal y lino
    entre cobre y hierro
    y chapas de metal sin brillo
    entre duelas agujereadas
    mal clavadas y destempladas
    entre escuerzos sedientos
    y vestigios de anillos.
    Pero al fin logró
    atravesar el portal
    con libre albedrío
    y hasta pudo contemplar al sol
    reflejarse en el río..
    Lo secuestraron por error
    sin ser culpable del lío
    luego lo detuvieron
    por haber desaparecido.
    A pesar de todo eso
    no fue un presidiario triste
    de una vida sinsentido.
    Su esperanza estaba viva
    de ser alguien algún día.
    Nunca se durmió en laureles
    avanzó y avanzó
    con amor por la vida
    sorteando cualquier laberinto.
    Así pudo salvar las penas
    recuperando los valores perdidos.

    Fotografía: Gentileza de Chana María A.

  • General

    LLAMA APAGADA

    Ella no volvió a ver aquel hombre. También dejó de contemplar las luces encendidas que traslucían por las cortinas de su ventana, hasta el hilo de humo gris que caracoleaba, tras apagar de un soplo una vela, o al soltar la última calada de un cigarrillo. Algo flotó en el aire por unos instantes, se desvaneció. y se instaló en su corazón. Vaya a saber hasta cuando el oscuro silencio albergará esa blanca llama apagada que alguna vez brilló.
    Muchas veces tuvo que frenar el impulso de marcar su número y llamarlo. Escribía mensajes y los eliminaba antes de ser enviados. Las agujas de aquel reloj recorrían una y otra vez como en un círculo vicioso. El día y la noche se turnaban en la vigilia, sucediéndose. Pero la figura masculina no asomó más ni para dar los “Buenos días” o “Hasta mañana”.
    Ella trató de olvidarlo.

  • General

    ALEATORIAS

    Nubes en aleatorio vuelo
    forman parte de lo natural
    de un mundo dinámico
    donde juega su papel el vilipendio
    el que no debería tener lugar
    con el solo hecho de contemplar
    esta obra espectacular
    la que nos estimula
    y permite gozar vehemente
    de la revelación del amor
    amor a Dios y al hombre
    ese que se da entre ella y él
    o entre tú y yo
    amor a la vida.
    Gracias por estar.
                                                                                                                       
  • Poemas

    CAMINAR EN UN INVENTO

    El frío caminaba
    al corazón dolorido
    acompañado lentamente
    por el silencio adherido
    esperando en la estación
    al amor que no llegaba.
    Se inventó un caminar
    un paseo por su cuerpo
    y sonrió al recordar
    el brillar de sus pupilas
    y su piel acariciar
    con sus yemas encendidas.
    Aquel día pactado
    entre la noche y el día
    su sangre sintió correr
    por el báculo prohibido
    en próvido galopar
    enarboló más latidos.
    El látigo rozó su piel
    como el diamante
    a su ombligo
    gran momento de pasión
    despertar de los instintos
    deseos de no acabar.
    Día vestido de sol
    ojos color caramelo
    inhalan calor  hombruno
    para gozar de su aliento
    y el frío del corazón
    desapareció con el viento.
  • General

    CREPÚSCULO EN FLOR

    Algo distinto, eso quería, y el crepúsculo se subió a una goleta. No le bastaron los mares, eligió las nubes y recorrió el mundo.  Vagó por los aires cálidos y fríos, divisó solfataras, prados y ríos, hasta que lo derrumbó el cansancio. Una nube acogedora que en silencio lo observaba le ofreció cobija y cariño y desde allí el crepúsculo meditó varios días. Hastiado y disconforme con su ociosidad, volvió a su mundo. Encontró una nube transparente y la eligió como posada, desde allí podría ver todo lo que lo rodeaba. No muy lejos y en descenso vio un gran árbol cubierto de flores rosa violáceo. Sus despertares eran alegres al verlo tan elegante y perfumado, tanto así que con su aroma atrajo a los pájaros, quienes se resistían a dejarlo. Sus nidos tenían su propio jardín, las flores del lapacho, esas que sin saberlo, embarcaban un destino. El crepúsculo, intuyendo lo que avenía, soltó su voz: -¡No se vayan, yo las quiero! La nube transparente despertó y al unísono lo acompañó:-¡Cuidado!-. El alerta llegó a destiempo. La ráfaga no se apiadó y llena de envidia por tanta belleza se hizo cargo de destruir aquel paisaje esplendoroso. El crepúsculo se durmió, triste y adolorido, impotente, exhausto por sus gritos. Pero los pétalos altruistas descansaron unidos en el suelo, se secaron las lágrimas  provocadas por  la lluvia y alfombraron el camino de la ciudad sin truenos. Atesoraron su sueño y su destino, el de brindar a los lugareños su belleza montesina. Cuando el crepúsculo despertó, sonrió contento al ver adornado y enaltecido su sueño. 
    Imagen: Manu C. R.
  • General

    PÁJARO AZUL

    Cada día el aire era más frío, pero el domingo se presentó con sol radiante. Caminamos mucho hasta llegar al parque cerrado del jardín botánico. Antes de llegar pasamos por una bollería. Sentados frente a un arenero comimos las tortitas de cabello de ángel y tomamos horchata de chufa. Entre los árboles revoloteaban distintas variedades de pájaros. Uno de plumaje azul y copete negro nos espiaba, quizás lo que quería era las migas que se nos caían al suelo. Los demás gorjeaban con diferentes voces, seguramente entre ellos se entendían. Por la noche había llovido y bajo los árboles todavía permanecía el olor a tierra mojada.
    Nos miramos a los ojos como si en otra vida nos hubiéramos amado. Hoy tan solo éramos amigos.

  • General

    NANA DE NOCHE

    A dormir va la azucena
    de los azucenales
    a dormir va mi niño
    porque ya es tarde.

    A dormir se va mi niño
    mi niño grande.

    Mi niño se va a dormir
    con sus pies muy cansados
    como duermen los horneros
    en sus casitas de barro.

    A dormir se va mi niño
    mi niño grande.

    Este niño tiene sueño
    muy pronto se va a dormir
    con los ojitos cerrados
    que ya no los puede abrir.

    A dormir se va mi niño
    mi niño grande.

    Este niño que ya es grande
    ha tenido un jornal gris
    pero mañana, será otro día
    y el sol volverá a salir.

    A dormir se va mi niño
    mi niño grande.

    Duérmete mi niño grande
    que yo velaré tu sueño
    para que, al amanecer mañana
    comiences el día a pleno.

    Duerme, descansa, sueña
    como lo hace el hornero
    y quizás, el benteveo.