• Poesía

    RECUERDOS DE UN AMOR PERDIDO

    En la penumbra de la noche inquieta,
    se agita el alma en busca del consuelo,
    mas halla sólo sombras en su duelo,
    y el eco de un amor que ya no acecha.

    ¿Qué versos podrían acallar la queja,
    o qué palabras calmarán el anhelo?
    El corazón, en su tormento, vuela
    a tiempos idos, sueños de un destierro.

    ¿Cómo describir la esencia del olvido,
    el hueco que dejó la ausencia amada?
    En vano busco el verbo en que lo inscribo.

    Quizás en la renuncia está la paz,
    en aceptar que el alma, desgarrada,
    puede encontrar consuelo en su soledad.

    Malania

    Imagen propia

  • General

    EXTRAÑA SOLEDAD

    Te alejas, pareces marchar pero, regresas sin avisar, trato olvidarte, ¡ay! si pudiera.
    Voy solitario, solo las estrellas son compañía, miro el tiempo sin detenerse dejando el pasado.
    Sos un poco de ayer, un poco de hoy, nostalgia de lo que no está.
    Extraña soledad vas sin regreso, te encuentro mañana esperando por mí.
    Lágrimas borran la risa, sonrisa tan viva engañando tristeza, tu voz escuchando cual eco a los cuatro vientos.
    Me llevas, me traes, sigo sin entender lo que no comprendí ni comprenderé,
    seguiré esperando que decidas irte.

    Autor: Miguel Márquez


    Imagen: Propia (Malania)

  • Poemas

    EVOCO TU ELIXIR

     
    En la vereda de enfrente
    las casias florecidas
    desparraman sus pétalos
    en alfombras amarillas
    en el pisar de los pájaros
    que picotean semillas.
    Elegí sentarme
    en el centro del patio
    absorta, pensativa0
    en el preciso lenguaje del poeta
    y el perfume de clavellinas.
    Mi lujosa soledad
    invade en tu espalda
    la columna en la trocha
    con aroma de cilantro
    en búsqueda de la piel vellosa
    de tu cintura candorosa
    a veces tupida y cana
    a veces dorada y rala
    Entre el naranja del sol
    y el ronquido de los gatos
    evoco el elixir
    tuyo, solo tuyo
    que acude tibio
    a mis deseosas manos
    debajo de floreadas sábanas.
     
    Malania 
    Imágenes propias
  • Poemas

    TE VI

    Te vi sentada en aquel viejo banco, te vi.
    Quedé mirándote, no salían las palabra

    Te vi. Parecías ida en el tiempo,
    buscabas algo que no existe,
    tal vez alguna pena llamó.

    Creí lloraban los silencios del dolor
    en noches tan perdidas,
    no quise molestarte, me fui.

    Te vi atada a tu soledad
    donde el viento bailaba alrededor,
    pero no te movías.

    Callada estabas ahí,
    miré tu cuerpo, parecías tan ausente,
    te vi y no pude entender, si te vi.

    Autor: poeta uruguayo Miguel Márquez

    Imagen propia.

  • General

    AMOR. POR SIEMPRE AMOR.

    Vacilante.
    Se sintió amarrada
    al solenoide de la vida.
    El forajido
    se evaporó lentamente
    tras la bordadura glaseada
    de su piel excitada.
    Nada fue incoherente ni breve.
    Él era su único emblema
    su soledad disipaba.
    La melodía sigue allí
    en el solenoide de la vida.
                                    
    Malania
    Imagen propia
  • General

    LINA

     
     
     
    Quizás en una alhóndiga o en un mero pastizal 
    o tal vez en un lejano cantil 
    descubriste el mundo y te atreviste a cruzar 
    entre un reguero y alondras o un desolado muladar.
    Inquieta y llorosa maullaste a mi paso 
    con miedo al principio corriste a mis brazos. 
    Calmé tu sed y el ansia de mitigar tu soledad 
    te cubrí del frío ante la tempestad.
    Pero un día me ausenté dormido 
    y en noche sin luna 
    cuando solo la luz de tus ojos brillaba 
    te  divertiste a tu modo 
    extraña princesa mimada. 
    Manifestaste tu desasosiego 
    aquél que nació contigo 
    desahogando tu furia y con desatino 
    jugaste con hojas y todas mis plantas 
    que a tu paso pudiste encontrar. 
    Una reprimenda  bastó que comprendas 
    que de nada sirve hacer ese estrago 
    con mis hermosas plantas 
    que mantenerlas lindas tanto ha costado. 
    Y aquí estás de nuevo a mi lado 
    espiando todo el día el teclado 
    y  atenta a todo lo que hago.   
     
    Malania
    Imágenes: M. J. T.
     
     
  • Poesía

    DÉJAME

    Déjame vivir a mi manera
    a soñar con lo que quiera
    a escuchar alegre
    el trinar de los pájaros
    que visitan mi soledad.
    Déjame escuchar
    el rugido del mar
    a la salida del sol
    aunque llueva.
    Déjame contemplar
    la luna y las estrellas
    reflejadas en la pradera.
    Quiero ser yo misma
    sin ataduras
    sin molduras
    en día radiante
    o en noche plena
    vestida sólo de piel
    o en vaporosa seda
    sin importar el calor
    o si afuera nieva
    sin pedir permiso
    para tomar un té, un café
    o comer de postre
    una freza con crema.
    Malania
    Imagen: M. J. T.
       
  • Prosa Poética

    EL HOMBRE QUE LOGRÓ CAMBIAR

    Un hombre avaro y egoísta, cierta mañana se sentó en un pequeño banco en el patio de su casa.
    Hacía calor ese día. Él miró al cielo y preguntó las razones de su soledad. Tengo todo querido Padre, es decir lo que se puede obtener con dinero, sí. Pero no tengo a nadie que me de amor, no tengo amigos.
    Luego hizo silencio cuando una voz le habló suavemente:
    – ¿Nunca reflexionaste, pensaste en qué estabas fallando?
    Él contestó a la voz
    – No, realmente no.
    La voz le siguió hablando:
    – Reflexiona entonces, reconoce tus errores, ama, sé bondadoso, haz el bien de corazón y tendrás felicidad, calmarás tus aflicciones.
    El hombre quedó pensativo, luego de un rato ya decidido a hacer lo que le dijo la voz, salió.
    Pasó el tiempo y todo cambió para él, la felicidad se apoderó de su interior.
    Aprendió la lección pero, no sabía quién era el dueño de esa voz que lo aconsejó.
    Una noche preguntó en la tranquilidad de la casa:
    – Voz, si me escuchas ¿Quién eres? dime si es que puedes.
    La voz no demoró en contestar
    – Soy tu Padre, el que llaman Padre Celestial, búscame al despertar y no te olvides al acostarte, antes acuérdate de mí en una oración.

    Autor: poeta uruguayo Miguel Márquez

    Imagen: de la red

  • Poemas

    SI PUDIÉRAMOS

    Si pudiéramos
    con la valentía de buen soldado
    y sin soberbia
    desempañar los cristales
    lustrar las hojas de las plantas
    sazonar con miel las humedades
    verter presencia a las soledades
    dar luz a las sombras
    y alumbrar penumbras y oscuridades.
    Si pudiéramos 
    volver a palpitar
    en el aliento de las rosas
    reestructurar el tiempo
    combatiendo la erosión
    del camino al corazón
    avanzando
    a través de la densidad del aire.
    Abre los ojos
    y vivamos juntos el momento postergado.
    Malania
    Imagen propia
                                                        
  • Poemas

    CONMOCIONADOS

    La falta de acción los amustiaba
    ella en soledad completa
    él acompañado solitario.
    Decidieron conocerse
    luego de haber charlado meses
    sin verse la cara 
    sin estar frente a frente
    tomaron café y jugo de naranja.
    De la mano doblaron la esquina
    brincó el corazón de ambos
    de testigo 
    solo la sombra de los árboles
    Ribeteaba el viento
    besando el festón de hojas
    de la gran copa verde brillante.
    La luz del sol los conmocionó
    el beso duró un segundo
    alguien los vio
    alguien sonrió
    ellos también
    con la promesa
    de volver a encontrarse.
    Sin decir palabra.
    solo un apretón de manos
    bastó para entenderse
    para comprender el deseo.
    Malania
    Imagen propia