• Poemas

    ENCANTO DE AZUL

    De azul te vistes, y apareces sin tiempo ni límites
    y yo poeta clamo: ¡que poco azul para tanto cielo!,
    así, emerges tan natural como la cotidiana aurora,
    cual luz que besa mis sombras, y como luz clara,
    usted se irá posando en mi tierno y sufriente corazón,
    para avivar la llama dormida que fraguara mis sueños.

    Vibra el azul en tu cuerpo, delineando a tu fina figura
    porque más azul que el azul no podría imaginar en ti
    que vestida así os juro debías ser mi azulado consuelo,
    consuelo que alentará a la guitarra mía de todas maneras
    a dar sus trinos como dádiva de un corazón enamorado.


    Pero ahí están resplandeciendo tus pupilas límpidas
    que como remansos y alboradas de abril expresan vida,
    auguran la alegría de vivir y quizá algún sueño por venir
    y, aunque esas tus pupilas reflejen misterios insondables
    en el sol de tu mirada toda el agua de verdad parece azul.

    Como un sol de primavera tu encantadora sonrisa
    nace cada mañana entre dulzura, gracia y belleza
    como sustento natural de tu alma plena y sensible,
    relumbras con fuerza para el deleite del peregrino
    que añora retozar en los rosales de tu jardín florido.

    Vestida toda de azul deslumbras al poeta peregrino
    como una princesa que surge sugestiva cual venus,
    centelleante, ebúrnea y bella desde el mar primordial
    llegas como aurora blonda alborozada y desbordante
    expandiendo tus encantos como cantos frescos de amor.

    Autor. Paquito Peralta. Derechos Reservados. Lima- Perú.

  • Poemas

    SUEÑO DE COLORES

    Cerraré los ojos en voz baja,
    para introducirme en el sueño de tus sueños,
    en este instante mi corazón ya no trabaja,
    la voluntad suspende sus latidos.
    Y yo me siento tan lejos, tan pequeña
    que a mi Dios invoco sin pedirle nada,
    solo agradezco por verme serena,
    por saberte lejos,  por tenerte cerca.
    ¿Por qué el mundo soñado es sinuoso?
    Si son sueños bellos de muchos colores,
    como  tizas que disfrazan y embellecen,
    regando su brillo  en  paredes mustias
    de alcoba estudiantil  atiborrada,
    quitando sentencias,  devolviendo alegría.
    ¿Es mucho anhelar y soñar
    compartir contigo el universo?
    Entre las pesadillas surge el optimismo.
    Y me duermo débil,
    me desvanezco en tus brazos,
    bajo el mar del cielo
    entre dos árboles altos como tú,
    añosos y corpulentos,
    y sueño. Sueño que soy fuerte,
    sueño que me amas.
    Imagen: propia.
  • Poemas

    LETRAS DE INVIERNO

    Vientos gélidos y furiosos,
    golpeaban los cristales de las ventanas
    como queriendo refugiarse
    en el ambiente cálido,
    para no empaparse
    con gotas de agua y escarcha.
    Ella parecía no escuchar,
    inmersa entre las páginas
    de algún libro preferido
    o en letras y palabras sueltas
    escritas al azar
    por algún autor desconocido.
    Resurgían emociones,
    afloraban vivencias
    volando en una nube de sueños.
    Lo importante era continuar,
    no estancarse,
    no quería bajar los brazos
    aunque no tuviera planes futuros.
    En sus nocturnas pausas
    lo veía cercano
    restregando sus manos frías.
    Recordaba sus letras, sus ademanes,
    sus gestos y su sonrisa.
    “No tengo frío” decía
    y ella lo estrechaba fuertemente.
    Hoy todo es diferente en su ausencia
    y ella sigue inmersa
    en las páginas de algún libro,
    entre sus letras y palabras sueltas
    o en alguna de sus poesías.
                                                 
    Imagen: R. E. Ch.
  • Poemas

    OTRO SUEÑO

    Fúlgida luna de enero,
    atravesó las organzas  
    y con ella su mirada
    en la penumbra de plata.
    Sus taciturnos ojos,
    se posaron en mi almohada
    reposando junto a mi
    muy callado en alborada.
    Y con el agua lunar
    de sus sueños derramada
    depositó en mi piel su rocío
    con calidez acicalada.
    Me susurró al oído
    “quise huir de aquel recuerdo
    pero no encontré la puerta
    me adormeció un vahído”.  
    El recuerdo resurgió,
    las calles adoquinadas
    con olor a crisantemos
    y  bayas de tamarindo.
    Fue un día cualquiera
    en el frescor de mayo
    nos vieron salir juntos
    de aquel café peregrino.
    Y el camino nos vio unidos
    hasta la histórica esquina
    donde de pronto nació
    el primer beso en la mejilla.
    Imagen de la red.
                                                   
  • Poemas

    LÍNEAS Y RAÍCES

    Hoy, solo soy,
    capaz de escribir
    en líneas torcidas,
    esas que en retórica
    llaman ironía,
    siguiendo las curvas
    que ni el sol se anima,
    diseñando sueños
    en tus rizos montesinos
    hasta llegar a tu dulce río,
    a través de las raíces
    tumbadas sobre el suelo
    entre hojas cubiertas de rocío.
    Imagen: M. J. T.
  • Poemas

    RECUERDOS MÁGICOS

    Tus dulces suspiros,  
    forman remolinos,  
    con la dulzura de tu sonrisa
    y la calidez de tu voz.

    Fueron versos
    de un tiempo atrás,
    con pequeños detalles,
    que en la memoria
    perduran, sutiles recuerdos
    que el corazón guarda.  
    Fuiste mi oasis de amor
    y hoy refresco mis sueños.
    Son suaves caricias
    para mi alma, solitaria,
    pero feliz al recordarte.
    Ya no hay lágrimas,
    solo bellos recuerdos.

    Imagen: N. V. S.

  • General

    PASEO DE NUBES

    Hoy las nubes pasean de la mano,
    unas van por todo,
    otras van por nada
    y simplemente navegan
    en el mar de los sueños,
    sobre campos, ciudades y montañas.
    Expelen aromas,
    los que durante el paseo
    del éter absorbían,
    y suaves melodías
    cuando se rozan con aquellas
    que permanecen como estatuas,
    esas que penden
    de hilos fosforescentes,
    aturdidas por el mismo sol,
    que les ayudará a soltar
    sus acumuladas lágrimas,
    sobre los campos resecos
    y flores mustiadas.

  • Poemas

    CLAREABA LA NOCHE

    El caballero del castillo
    atravesó aquel desierto imposible
    sin hacer ruido,
    tratando de ser invisible.
    Alcanzó el túnel del tiempo,
    tras escudriñar la bahía lejana
    y se enfrentó al viento.
    En un reguero de hojas amarillas,
    de un otoño recién amanecido,
    condenado a no conocer la vida,
    por derecho, sino por el revés,
    descifró las costuras de sus días,
    condenado a corregir los hilos,
    de las tramas de su porvenir en caída.
    Nunca, de su poder sería el dueño,
    de eso estaba convencido
    porque en algún día de cierto año
     le habían hurtado los sueños.
    Cansado, reflejó en un espejo de agua,
    la expresión de su amargo semblante,
    oscureciendo  con su sombra
    los bellos recuerdos de pasión fulgurante.
    Las mariposas  acompañaron su paso lento,
    desparramando sus colores
    por sobre las hojas ya muertas,
    de color azul amarronado y cruento.
    Imagen: Gentileza R. E. Ch.
  • General

    CAMINOS QUE SE CRUZAN

    En la inmediatez de una línea fronteriza
    y la neutralidad de estar allá o acá,
    con el obstáculo de la ubicuidad humana,
    ante preguntas sin respuestas,
    con sueños que caen
    en caminos que se cruzan, pero no se ven,
    donde las sonrisas se tapan con barbijos
    y los besos se dan a la distancia,
    envueltos en abrazo virtual,  
    con modestia prefirió
    no dar lugar a su audacia.
    De modo extraño, contempló el mundo
    con paciencia y tranquilidad,
    y con un silencio contenido,
    observó desde el ventanal,
    la belleza natural
    de una mariposa amarilla,
    posada en una bella flor
    después de su vuelo magistral.

    Imagen: gentileza de Ramona T.

  • Poemas

    TUS LETRAS

    Con el pensamiento callado
    dormían tus letras,
    en palabras de sueños
    repartidas en ilusiones,
    adormecidas,
    esparcidas
    en el tiempo sin caricias.
    Algunas letras permanecen,
    en el recuerdo que viaja,
    en el torrente vertiginoso
    del cauce color rojo,
    de una dama que hace un tiempo,
    de ti ha estado enamorada.
    Llevan las iniciales de tu nombre,
    talladas en cada trazo,
    en cada tramo del horizonte.
    Por un tiempo
    te habías sumido en silencio.
    Pero hoy ella sonríe,
    has vuelto a escribir poeta.
    Hasta en la cima de una montaña,
    o en la sima de una roca,
    resuenan nuevamente tus letras.

    Imagen: S. D. V.