SOY Y NO SOY
No soy como la Puya mapucheque florece a los cuarenta y muere.No soy un Baobab verdeque sólo tiene hojas cuando llueve.Tampoco un meteoritofragmentado sobre la tierra.No quiero ser un relicariodonde solo pueda guardar recuerdos.Quiero evolucionar contigo o sin tien el tiempo y con esmero.Ser vertiente a pesar de la distanciaque tampoco es extensa.Un manantial de amordonde puedas apoyar tu hombro.Que podamos disfrutar alegrementedel hecho de estar vivos y conscientes.No quiero nostalgia ambulanteni tampoco indiferencia cortante.Tampoco quiero sonrisas vacilantes.Prefiero amanecer en soledady vivir bajo el sol radiantea pesar de los días fríosque seguramente seránpasajeros caminantes.Sé que el sol está y que se brindasin esperar actos pendencieros.Al fin y al cabo:Quisiera convertir en una antorchalos restos de nuestro naufragiosi es que hubo naufragio…Para darte en las mañanas cálidas o fríasmuchos mimos entre besos y abrazos.Malania.Imagen propiaCOTIDIANEIDAD
Para viajar en transporte público desde el barrio donde vivo al centro de la ciudad, hay que hacer combinación en una estación de transferencia. Entre los dos colectivos se tarda aproximadamente 40 minutos. Sumando la espera, en total serían 50 minutos, no más. A veces prefiero y elijo este medio por el horario conveniente a mis necesidades.
Durante el viaje siempre hay alguien quejoso a más no poder, mientras otras personas ni se enteran de nada porque se tapan los oídos con música que suena a través de pequeños auriculares.
– Ayer llovió tanto que no pude salir de casa. Hubiera preferido que saliera el sol antes de que cayera tanta agua. La lluvia entorpece mi trabajo porque no puedo salir a vender por la calle- dijo una mujer llamada Teresa.
– Sí, pero ya hacía falta agua para las plantas- dijo la otra que estaba sentada al lado, Rina.
– Está bien, pero si no vendo no gano dinero necesario para comprar la comida.
– Y qué haríamos si no lloviese nunca- preguntó la otra.
– Tendría que llover solo por las noches- respondió.
– ¡Mirá vos! Como si pudiéramos planificar el tiempo y acomodar a nuestro gusto y antojo.
– No, pero sí- dijo Teresa.
– Mirá, creo que tenemos que ser agradecidos por lo que tenemos. Hay lugares que sufren la falta de agua y nunca escuché que se quejen.
– Seguramente hablaste con cada uno de ellos por eso sabes tanto- respondió con tono irónico.
– Contigo no se puede hablar porque si no te quejás de una cosa, te quejás de otra.
No sé cómo te aguanta tu marido.
– Si tuviese marido no estaría trabajando así, vendiendo en la calle.
– ¿Y por qué no? Yo tengo marido y también salgo a trabajar.
Una jovencita que iba sentada en el asiento detrás de las mujeres, se levantó y enojada les dijo:
– A ver si se callan un poco, yo tengo un examen y necesito aprovechar el tiempo para leer.
Las mujeres la miraron y sin hacer caso, siguieron discutiendo sobre qué estaba bien y qué no.
A todo esto se metió un hombre mayor, defendiendo a la muchacha.
– ¡Señoras! ¿A quién les importa los temas que ustedes están discutiendo? ¿Por qué mejor no se bajan y se sientan en una plaza para hablar de lo que quieran?
Teresa, que estaba muy ofuscada con todos y hasta consigo mismo, dijo:
– Mire señor, usted mejor no se meta. ¿O es que la señorita le interesa y por eso la defiende? Dijo refiriéndose a la estudiante.
El colectivo se detuvo y muchos pasajeros descendieron, entre ellos Teresa y la estudiante.
Rina y el hombre continuaron viaje sin emitir palabra.
Esta vez fue leve la discusión. Pero he escuchado y visto cómo hay gente irrespetuosa, a la que no le importa nada. Sobre todo a los que no respetan las filas para ascender al colectivo. Madres que mandan a sus hijos que empujen a la gente para subir antes que todos y les reserven asientos. En fin, los avivados de siempre y los mal educados o mal aprendidos, como mejor quieran interpretarlo, hay por todas partes.
¿Dónde han quedado nuestros valores?Malania
Imagen: de la red
SIN ÁNIMO
Conmovido por el paso del tiempo,imaginó sin fundamentocada arruga aun inexistente,una línea convertidaen pliegues de humo de cortina,esa que tapa los ojos para no ver la realidad,sin ánimo de vencer dificultades y ser feliz.La rigidez de su pensamientovolvió torvo su rostro y su humor desapacible.Sus abstracciones lo habían transportado muy lejosy su autoestima no le servía siquiera para limar hilos de seda.No quería que otra tormenta estallaraal simple rachear del viento.No se animaba a subirse al crucero del placer.MalaniaÁRBOL DE ANTAÑO
¿Qué se ve?
Paredes de antaño
que fueron refugio,
paredes en ruinas
que permanecen en pie,
porque su base
ha sido construida muy bien.
Y erguido como un vigilante
el árbol, medio seco, medio verde,
que aparenta ser muy viejo,
pero por dentro corre la savia bruta
que lo nutre y lo mantiene con vida.
Fue y es testigo del buen tiempo
y también de vendavales,
de pájaros en amoríos
disfrutando de sus nidos;
vio nacer muchos pichones
de palomas y gorriones.
Hoy lo abraza un güembé
compartiendo la energía.
Sus gajos esperan la poda
para renovar en sus hojas la vida.Malania
Imagen: L. N. M.
ANTES DEL ALBA
Antes del alba
extraviada en el tiempo
mariposa azul.Trasnochada ella
una rosa pálida
duerme conmigo.Ya no me alegran
canciones románticas
saben a ausencias.Malania
Imagen: R. E. Ch.
HAY DÍAS Y DÍAS
A veces los días están pasados por agua, ya sea por una fuerte lluvia o por una simple llovizna. O están bajo el poder de un tornado o de una brisa suave que apenas mueve las hojas de los árboles.
Pero también la vida corre, como si fuera agua de arroyo o de río. Sus horas pueden pasar tan rápido, aparejadas con un sofocante estrés, o quizás pasen lentamente como la más perfecta calma.
Muchas veces los vientos son tan fuertes que nos obligan a correr hasta el cansancio. Pero también hay días en que estamos envueltos en una fragante y suave brisa ideal para el descanso, tan necesario en estos días.
Lo importante es saber priorizar y organizar nuestro tiempo, siempre que sea posible, de tal manera que no caigamos en un estado de nerviosismo, que, además de ser perjudicial para nuestra salud, es contagiosa, porque ponemos mal a los que componen nuestro entorno.Malania
Imagen: L. N. M.
ASÍ ESTÁ…
Cegado en su quietud
sin ánimo de proeza
dormita bajo el alpendre
el guardián prodigioso,
junto a su amo rabioso
porque sufre en la pobreza.
Y no es que le falte comida
ni tampoco las monedas.
Lo que le falta es cariño
a quién decir “te quiero”
y tener a quién amar
para poderla besar
en madrugadas de invierno.
Sin amor vive hace tiempo
y su mascota lo siente
cuando lo escucha llorar
en madrugadas de soledad
o cuando ve el sol poniente.Malania
Imagen: J. G. T.
BORDADO ESPEJO
El silencio se resbala lento,sin intentar desenredarlos hilos del tiempo.La pereza se instalacon el gris de la mañanabajo las sábanas floreadas.Hasta las piedras se encarnanpara soñaren penumbra de alborada.Lejos del esmogde la gran ciudadsalgo a caminar.Lleno mis bolsillos de colores,me identifico con el naranja-es mi preferido-con el espejo del agua,con el celeste del cieloy su reflejo en el río.Con las plantas silvestresrecién amanecidascon el sol en despuntecuando no arrecia el frío.MalaniaImagen propiaRÍO Y LAGO
Entre palmeras
río y lago se funden.
Bailan bajo el sol.Enamoradas
las cuerdas de guitarra
nunca se callan.Sin perder tiempo
los mosquitos en coro
pican y cantan.Malania
Imagen: N. G.
SOÑAR CON MUERTE
Un hombre, poeta, ha contado su sueño:
“Iba por la calle y en una esquina me esperaba la muerte, sabía que era ella porque llevaba capucha y blandía su guadaña, entonces corrí hacia otra calle y allí en la esquina nuevamente estaba la nefasta figura, volví a correr por otra calle y en una esquina me espera la bicha esa, cansado me paré y la miré, ella me miró desde lo profundo de sus ojos vacíos y con una voz que no es de este mundo me dijo: ¿por qué te afanas tanto en huir de mí, si sabes que algún día te alcanzaré? Desperté y me quedé pensando… desde entonces ya no le temo tanto”.¿Qué significa soñar con la muerte?
Soñar que ve la figura de La Parca o La Muerte, significa las cosas negativas, aspectos rechazados de su personalidad. Representa reprimidos por Vd. que le están amargando la vida.
Por otro lado, simboliza la muerte. El sueño puede ser un paralelismo con el fin de una situación o el final de una etapa de su vida o de una mala costumbre o de una relación (ya sea de amistad o sentimental).La muerte, desde tiempos lejanos, se ha interpretado y entendido sólo como un cambio de vida; tal vez de una vida difícil, de prueba e intenso trabajo a otra de paz y tranquilidad.
Sea cierto o no, ese es precisamente uno de los símbolos de la muerte en los sueños: el cambio de vida. Por ejemplo, la desaparición de ambiciones y egoísmos terrenales para encausarse hacia lo espiritual.
Soñar de alguna manera la muerte, insinúa que se anhela un cambio de vida.Sueño de Ender de Machiques Venezuela.
Información tomada de la red por Malania