Quizás no debió ser y no fue, un desencuentro fortuito con lo desconocido. Fue cuando la oscuridad abolió el juego del eclipse fallido. Y la inundación canceló los desfiles del aniversario. Pero… ¿aniversario de qué? ¿Del primer aleteo de una mariposa? delicada y fina como el cristal transparente como lencería de noche con movimientos casi fantasmales mimetizándose entre las flores aleteando en la verde pradera. Y alguien inventó, quizás el universo, el día del aleteo maravilloso entre los dedos de la mágica naturaleza para que podamos gozar de la belleza de su vuelo aunque no haya juegos de eclipses desencuentros fortuitos ni desfiles de aniversario.