• Prosa Poética

    SIMPLEMENTE GRACIAS

    GRACIAS A DIOS Y A LA VIDA

    Gracias por cada aurora, por el susurro del viento entre las hojas, por el canto del río que fluye y evapora, por la luz que ilumina todas nuestras sendas.

    Por cada sonrisa, por el abrazo sincero que reconforta el alma, por la lágrima que limpia y purifica, por la esperanza que renace en cada calma.

    Por los sueños que tejemos, por las metas que nos impulsan a volar alto, por los desafíos que enfrentamos y vencemos, por los lazos que entre seres humanos pactamos.

    Por la naturaleza que nos rodea, por el verde de los bosques y el azul del cielo, por el canto de los pájaros que alegra y crea, por el misterio del universo, eterno y bello.

    Por cada nuevo día, por la oportunidad de amar y de crecer, por la magia de existir en esta travesía, por el regalo sublime de poder ser.

    Por cada momento vivido, por las alegrías y también por los sinsabores, porque en cada experiencia, en lo más profundo sentido, encontramos la esencia misma de los amores.

    Y también gracias a la vida, por todo lo que nos brinda, por el milagro de estar aquí, en este instante, porque en cada latido, en cada fibra unida, se revela el asombroso don de ser parte del vasto firmamento errante.

    Malania

    Imágenes: Propias

  • Poemas

    MISTERIOSA FIGURA

    En el muro de mi casa, al caer la noche,
    las luces encendidas reflejaban el silencio,
    y de repente, una figura extraña apareció,
    eco de lo inusual, un susurro de lo remoto.

    Era una imagen misteriosa
    un animal de mirada serena,
    y sobre su cabeza, una corona de luz,
    brillando con fulgor en la quietud.

    No era un animal conocido, ni una bestia salvaje,
    su rostro era etéreo, antiguo, lleno de secretos,
    como si la naturaleza misma hubiera hablado,
    con el lenguaje de un reino olvidado.

    La corona reflejaba los sueños,
    como tejida con hilos de estrellas,
    y su presencia, aunque fugaz, me envolvió,
    trascendiendo en el tiempo una visión.

    Quizás fue un aviso o un sueño atrapado en la luz.
    La figura permaneció allí, flotante y cercana,
    como un mensaje de un mundo paralelo,
    en el muro de mi casa, con un potente reflejo .

    Y aunque la imagen se desvaneció al amanecer,
    su enigma quedó grabado en la fotografía,
    como un misterio que solo el tiempo sabrá revelar,
    quizás sea un enviado que me brinda seguridad.

    Malania

    Imagen: propia

  • Cuentos

    COLIBRÍ TORNASOL

    En un atardecer tranquilo, el sol iba desapareciendo dejando prolongadas sombras sobre el patio y el jardín. El aroma de los jazmines se expandía por todo el cálido ambiente de primavera. En un rincón del patio, cercano adonde la joven estaba sentada, rompió la calma el suave ruido como si fuese de un diminuto ventilador. Era un pequeño colibrí que la visitaba.
    Tal vez cansado por la intensidad de su ajetreo, escogió ese lugar para descansar. Un cable y una rama le sirvieron de posada.
    Pero no le bastó posarse solamente sino que se le acercó para pedir mimos.
    Quizás estaba asustado, y la paz del lugar lo acogió en ese instante.
    Como si supiera que ella no le haría daño el colibrí permitió que lo tocara.
    Ella le acarició son suavidad el lomo y la pancita del pequeño y frágil pajarito. Su pecho brillaba como una joya mientras sus alas descansaban por un momento.  El colibrí en agradecimiento y con expresión tranquila y soñolienta, cerraba los ojitos al ser acariciado. Su pequeñez parecía ser un milagro de la naturaleza. El aire alrededor se llenó de una quietud especial.
    De pronto un leve estremecimiento recorrió sus alas pero no voló.
    En ese instante ella sintió una conexión profunda y especial como si el pequeño colibrí estuviera agradeciendo por ese momento de descanso.
    Un rayo de luz se filtró por entre las ramas del naranjo e iluminó su cuerpito, abrió los ojos, la miró con una expresión que contenía miles de historias.
    Luego, con un delicado batir de alas, se alejó, zumbando de nuevo por el jardín, como si nunca hubiera hecho una pausa.
    La joven mujer sintió una sensación de calma en el corazón. El patio y jardín volvían a su ritmo, pero el colibrí, aunque ya no estuviera, en su pequeño descanso había dejado una huella en el aire, un recordatorio de que, a veces, la belleza y la paz se encuentran en los momentos más simples y sencillos de la vida.

    Malania

    Imagen: Rosana M. B.

  • Poesía

    NATURALEZA EN COLORES

    Con atuendos de esperanza se viste la vida
    cuando la primavera pinta con rojos y lilas.

    La naturaleza generosa, fragante y sabia
    nos regala colores que nos hablan.

    Con matices y sombras se extiende la tarde
    el amarillo se funde con un rojo suave.

    En naranja dorado revive el alba
    despidiendo a la luna vestida de blanco.

    Bailan las flores con colores de fuego,
    canta el viento a las nubes del cielo.

    La paz del paisaje en lienzo sin igual
    nos invita a soñar en hermoso desvelo.

    Malania

    Imagen: Propia

  • Poesía

    SUSPIROS

    Con el viento viajan los suspiros
    y la música, entre ecos,
    se esconde entre las montañas.
    En el desierto la arena hace silencio
    y duerme bajo la noche calma.
    Pero a veces comparte los suspiros con el viento
    y vuelan abrazados por todo el universo.
    Quizás buscan el reflejo de incumplidos sueños,
    pidiendo a la lluvia que lave cicatrices,
    y que haga brotar semillas en cualquier superficie.
    Porque la naturaleza es luz y vida
    en desiertos, en montañas o en planicies.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poemas

    NATURALEZA HUMANA

    Huir del viento,
    para que no te dañe la piel.
    Huir del sol,
    para que no te queme ni te salgan manchas.
    Huir de la lluvia,
    para que no se te estropee la ropa.
    Huir del calor,
    encerrándote en una fresca habitación,
    para no sofocarte.
    Huir del frío,
    para no tiritar y pescarte una gripe.
    ¡Y de cuántas más cosas!
    De la guerra, de un tornado,
    de un animal salvaje,
    de un grupo humano agitado.
    Podríamos agregar muchos más.
    Huir. Huir. Huir.
    Pero…NUNCA HUYAS DEL AMOR.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poemas

    AMORES PERDIDOS

    Ni el mal tiempo la detiene,
    su alma bondadosa la sostiene.
    Pinta en su mágico lienzo
    la naturaleza viva,
    con amor inmenso.
    El cielo siempre claro,
    el sol por demás radiante,
    hojas y flores brillantes,
    alas abiertas que vuelan alto.
    Pinta versos de su vida
    en historias infinitas.
    Recuerdos de amores perdidos
    sin llanto, con una sonrisa.

    Malania
    Imagen propia y de la red

  • Prosa Poética

    SOL Y HUMO

    El fuego es útil en algunas ocasiones pero también es destructivo.
    Hace sufrir y hasta puede matar. Sufre la naturaleza, pero también destruye corazones humanos. Las ráfagas son cómplices y ayudan a avanzar por extensiones infinitas.
    Manos malvadas lo producen y otras quieren combatirlo, pero es más fácil encender que apagar. Y las vidas corren peligro.
    Desde lejos el humo viaja con el viento y se instala poco a poco y sin medida donde menos se lo espera. La garganta es uno de sus sitios preferidos, la acaricia y allí se duerme. Pero ella lo rechaza con sus reflejos, tose y lo expulsa. El humo humedecido se desplaza, languidece  y busca una salida. Pero en el ambiente hay más humo y es difícil no tenerlo cerca. La lluvia hace lo suyo, lo arrasa, limpia el aire y el sol se despeja.
    Las huellas que quedan son más que profundas. El fuego las ha grabado y será difícil borrarlas.

    Malania

    Imagen: Roxana E. S.

  • Haikus

    AVE MAÑANERA

    La naturaleza con sus tiempos y sus momentos diferentes nos inspiran y nos producen alegría o tristeza, y a veces simplemente nos induce al silencio.
    De pronto rompe la monotonía el canto de un pájaro, el ladrido de un perro, el maullido de un gato, el rugido de un motor que vuela a lo alto con sus alas de metal.
    Al observar y contemplar surgieron estos haikus:

    Bajo el cielo azul
    visita mañanera.
    Un zorzal canta.

    La mariposa
    sin desplegar sus alas
    posa y descansa.


    Malania.

    Imagen: M. Julián T.

    Imagen: Rosana G. B.

  • Poemas

    MIEL DORADA

    En el campo de pasto verde y fresco,
    donde las plantas bailan con el viento
    el zumbido de la abeja que va y viene,
    recogiendo el néctar de toda flor que encuentra.

    En este rincón del campo, la vida late,
    la naturaleza en su esplendor,
    teje historias de colores y fragancias,
    con un marco de sinfonías desplegadas
    por el viento, los pájaros y las abejas.

    Cada gota dulce es un regalo sagrado
    esencia de un mundo fecundo y frágil,
    convierten el néctar en tesoro brillante,
    un trabajo, un ballet ensimismado,
    que en el vuelo de abejas queda eternizado.

    Malania

    Imagen de la red.