• Poesía

    CALLEJONES DEL RECUERDO

    Desorientada en el laberinto de la noche,
    donde las sombras se alargan como susurros
    y los destellos de estrellas se confunden
    con los destellos de tus ojos ausentes.

    Caminando entre callejones del recuerdo,
    pisando los adoquines de la nostalgia,
    busco el eco de tu voz entre el silencio,
    pero solo encuentro el vacío resonante.

    Desorientada en el torbellino del tiempo,
    donde los relojes marcan horas sin sentido
    y los minutos se deslizan como lágrimas
    sobre la piel áspera de este mundo efímero.

    Perdida en el laberinto de mis propios pensamientos,
    navegando entre los remolinos del deseo,
    busco el faro de tu amor entre la bruma,
    pero solo encuentro el eco de mi propia voz.

    Desorientada, sí, como un barco sin rumbo en alta mar,
    como un pájaro sin nido en la tormenta,
    pero aun así, en esta oscuridad sin fin,
    persiste la esperanza de encontrarte.

    Malania

    Imágenes propias

  • Poemas

    CAMUFLADA

    Camuflada de azabache,
    como una sombra de noche,
    trepó por el muro y la escalera,
    buscando paz como fantoche.

    La lagartija Titina,
    temerosa y asustada,
    ante la mirada amenazante
    de la perra que rondaba.

    Con paso sigiloso y ágil,
    sorteó cada obstáculo,
    sintiendo el latir del miedo
    en todo su cuerpo pequeño.

    Logró pasar un peligroso cerco,
    y encontró un refugio sereno,
    donde el temor se desvaneció
    y halló la calma en su terreno.

    Y así, la lagartija valiente,
    se camufló totalmente de verde
    con su astucia entre hojas se mezcló
    y a la adversidad venció con pasión.

    Malania

    Imagen de la red

  • Haikus

    MASCOTAS FELINAS

    Haikus

    Gata gris, ágil,
    bajo el sol de la tarde,
    silente acecha.

    Ojos de jade,
    en su mirar nocturno,
    bajo la luna.

    Cuando despierta
    con suaves ronroneos
    pide caricias.


    Gata siamesa
    de mirada profunda
    muy elegante.

    Saltos ágiles,
    se desliza entre sombras
    mascota linda.

    Maullidos suaves,
    voz que encanta la noche,
    gata siamesa.

    Malania

    Imágenes M. J. T.

  • General

    LIBERTAD

    La libertad es un concepto profundamente humano que ha sido objeto de reflexión y debate a lo largo de la historia. Es una cualidad que todos anhelamos, pero que a menudo resulta difícil de definir con precisión debido a su naturaleza multifacética.

    Para algunos, la libertad significa la capacidad de actuar y tomar decisiones sin restricciones externas. Es la posibilidad de elegir nuestro camino en la vida, de expresarnos libremente y de perseguir nuestras metas y sueños sin interferencias indebidas. Desde esta perspectiva, la libertad se asocia estrechamente con la autonomía y la independencia individual.

    Sin embargo, la libertad también implica responsabilidad. No se trata simplemente de hacer lo que queramos en un sentido egoísta, sino de reconocer que nuestras acciones tienen consecuencias y que debemos asumir la responsabilidad de ellas. La libertad verdadera implica un equilibrio entre el poder de elegir y la responsabilidad de nuestras elecciones.

    Además, la libertad no es solo un concepto individual, sino también social y político. Se refiere a la ausencia de opresión y coerción por parte de las instituciones y estructuras sociales. Implica la igualdad de oportunidades y el respeto por los derechos humanos fundamentales, como la libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de religión.

    En última instancia, la libertad es un ideal al que aspiramos como individuos y como sociedad. Es un principio que valoramos y defendemos, aunque su realización plena siempre sea un objetivo en constante búsqueda. Reflexionar sobre la libertad nos invita a cuestionar nuestras propias percepciones y experiencias, así como a considerar cómo podemos promoverla y protegerla en el mundo que compartimos.

    Malania

    Imágenes propias

  • Poemas

    LA NIÑA TENÍA UN SUEÑO

    La niña estaba sentada
    en noche de primavera
    a orillas del ancho mar.

    Bajo la luz de la luna
    acompañada por las estrellas
    dejaba volar su imaginación.

    Parecía unas nubes querían guiarla
    pero no se movía,
    su rostro mostraba felicidad. 

    La niña tenía un sueño
    muy dentro del corazón
    creándole ilusiones. 

    Buscaba ella se hiciese pronto realidad
    dejando pasar el tiempo lleno de esperanza.

    La niña tenía un sueño como todas
    seguro era algo tan bonito que no podía olvidar.

     Autor: Miguel Márquez

    Imagen de la red.

  • Poemas

    PINCELADAS CELESTES

    En un vasto tapiz
    pinceles de luz
    extienden el blanco y azul.
    Dibujan nubes danzantes
    que se vuelven celestes al mezclarse.
    La luna y el sol en visita constante
    recorren el lienzo infinito,
    el firmamento es testigo
    de historias y sueños,
    secretos que el viento se lleva consigo
    mientras las aves trazan senderos
    con aire exquisito.
    Las estrellas están escondidas;
    detrás de las pinceladas celestes
    esperan la noche,
    para embellecer el cielo
    y custodiar los desvelos,
    reflejando los anhelos
    en la inmensidad calma.
    Contemplo su belleza sin fin,
    soñando despierta
    en este gran espejo del alma.


    Malania

    Imagen: M.J.T.

  • Poesía

    EMBRIAGADA

    Los sueños bailan
    como un suspiro
    en la brisa del alba,
    mientras ella irradia
    su belleza encantada.
    Su imaginación vuela,
    con emoción danza,
    su corazón alegre late
    en un baile eterno
    despliega su encanto.
    Como en cuento de amor
    abre sus pétalos al viento
    y un arcoíris nace
    desde la luz que la salva.
    Ella tambalea embriagada,
    al verlo llegar se alegra.
    Él la levanta en sus brazos
    y a su casa la lleva.

    Malania

    Imagen: de la red

  • Cuentos

    LAS DOS MASCOTAS

    Algunos días de otoño, sobre todo los nublados,  parecen tristes y vacíos, hasta las paredes susurran soledad y el silencio abruma.
    Un domingo por la tarde, mientras hojeaba un diario en el café del barrio, encontré un aviso sobre un refugio de animales que pedían colaboración para poder comprar alimento para las mascotas y también ofrecían en adopción. Tomé nota de la dirección y al otro día me acerqué al lugar. Entre los numerosos animales que buscaban un hogar, una gatita gris llamó mi atención. Estaba acurrucada en una esquina, con sus ojos grandes y tristes mirándome mientras me acercaba. Su pelaje estaba enmarañado y noté que estaba visiblemente más delgada que los demás gatos. Me acerqué con cautela, para acariciarla. Ella se acercó tímidamente como desconfiando de lo que yo podía hacer. Pero enseguida comenzó a ronronear y tomó confianza. Decidí que esa gatita, a la que luego la llamé Huma, sería la compañera ideal. Decidido hice los trámites correspondientes y me dieron una ficha donde constaba que su procedencia era la calle, y cuando la rescataron estaba desnutrida y tenía algunas heridas que fueron curándose de a poco. Sin dudarlo decidí llevarla conmigo con el compromiso de darle amor y el cuidado que necesitaba.  
    Huma comenzó a mejorar su pelaje y a jugar con cuanto objeto encontraba en el piso. Como si adivinara la hora que yo volvía del trabajo, me esperaba al otro lado de la puerta y me recibía con ronroneos y saltos de alegría. El vínculo con Huma se fue fortaleciendo con el tiempo. Su presencia llenó de alegría mi hogar y me brindaba compañía. Pero un día me hizo pensar que cuando yo salía a trabajar, ella se quedaba sola. Sería bueno que tuviera otra gata para que le haga compañía durante mi ausencia.
    Y fue casual o tal vez causal, una tarde mientras iba a comprar algo al kiosco del barrio, escuché un suave maullido que me llamó la atención. Siguiendo el sonido, descubrí a una gatita siamesa, caminando sobre el muro de una casa. Sus ojos azules destellaban con angustia y noté que estaba herida. Me acerqué y sin necesidad de llamarla ella se me acercó como pidiendo ayuda. La levanté en mis brazos  y sentí como temblaba, no sé si de miedo o de hambre. Se acurrucó contra mi pecho con un suspiro de alivio. Sentí la necesidad de ayudarla, no podía dejarla allí. La llevé de inmediato al médico veterinario donde descubrimos que tenía solamente heridas superficiales y recientes.
    La atendió con cuidado, ella no oponía resistencia. Le dio un tratamiento y me dijo que se recuperaría pronto con los cuidados adecuados.
    Decidí llevarla a casa. Huma la recibió con curiosidad y aparentemente no le agradaba tener competencia. La llamé Sía, por su raza.
    Con el paso de los días, Sía se fue recuperando y comenzó a jugar con los juguetes que yo le había comprado. Huma empezó a acercarse más a ella, pero siempre con recelo. De a poco la fue aceptando y así mi hogar se llenó de amor y compañía.
    Las paredes ya no reflejaron el eco de la soledad y el silencio.

    Malania

    Imágenes: M.J.T.
     

  • Poesía

    MARIPOSA VIOLETA

    Danza y aletea
    transparente y etérea
    volando entre flores
    la mariposa violeta.
    El baile es gracioso
    lo hace con fervor
    dejando brillar al sol
    el encanto de su color.
    En sus alas refleja
    el arcoíris de las flores
    acariciadas por el viento
    como un regalo tierno.
    La primavera canta
    con las violetas en flor
    la naturaleza se despliega
    en este precioso jardín
    irradiando su color
    entre belleza y amor.

    Malania
    Imagen: de la red

  • Cuentos

    EL DUENDE Y LOS CLAVOS DE OLOR

    En un pequeño pueblo rodeado de verdes praderas y altas montañas, vivía un duende travieso llamado Tilo. Tilo era conocido en todo el pueblo por sus travesuras y aventuras, pero sobre todo por su amor por el clavo de olor.
    El clavo de olor, una especia muy especial para los habitantes del pueblo. No solo le daba un sabor delicioso a sus comidas, sino que también tenía propiedades curativas para el dolor de muelas y las de ahuyentar insectos, como las polillas. Además se decía que tenía poderes mágicos que traían buena suerte y alejaban a los malos espíritus.
    Un día, mientras los habitantes del pueblo estaban ocupados con sus quehaceres diarios, Tilo aprovechó la oportunidad para meterse en la cocina de algunas casas y encontrar la tan preciada especia. Con sus pequeñas manos ágiles, abrió latas y bolsitas y comenzó a devorar todo el clavo de olor que encontró dentro.
    El aroma característico de los botones de girofles llenó la cocina mientras Tilo disfrutaba de su festín. Pero lo que el duende travieso no sabía era que al comerse todo el clavo de olor, también estaba liberando su magia.
    Cuando los habitantes del pueblo regresaron a sus hogares y descubrieron lo que había sucedido, se llenaron de preocupación. Sin esa especia, ¿cómo podrían cocinar sus comidas? ¿Y qué pasaría con la protección mágica que les ofrecía? ¿Con qué ahuyentarían a los insectos y malos espíritus? ¿Con qué se curarían el dolor de muelas?
    Pero mientras discutían qué hacer, algo increíble comenzó a suceder. Las plantas en los campos comenzaron a crecer más rápido y más fuertes que nunca. Las cosechas eran abundantes y las enfermedades de las plantas parecían desaparecer milagrosamente.
    Resultó que al devorar todo el clavo de olor, Tilo había liberado su magia en el aire, fertilizando la tierra y bendiciendo al pueblo con abundancia y prosperidad.
    Desde ese día en adelante, los habitantes del pueblo no volvieron a ver a Tilo como solo un duende travieso, sino como un héroe que les había traído bendiciones inesperadas. Y aunque el clavo de olor nunca volvió a aparecer en las bolsitas o latas de los armarios, pero sí en miles de plantas por los campos. Por eso su magia permaneció en el pueblo para siempre.

    Malania

    Imágenes de la red