ATARDECER DE PRIMAVERA
Corren los días del mes de noviembre en el litoral argentino.
Después de una larga jornada de trabajo, regreso a casa como siempre hacia el oeste, donde el sol ofrece sus últimos rayos entre nubes de diferentes formas y matices.
Aunque un poco cansado, no tanto por el trabajo físico sino mental, estoy feliz de llegar a mi hogar. – No es fácil atender a personas adultas con problemas de salud, consciente de que muchos de ellos están pasando sus últimos días (o tal vez meses) de vida. Solo Dios sabe cuándo se apagará su luz interior -.
Como casi siempre me esperan Sía, Huma y Gris. Cada una a su manera y desde diferentes lugares. No me piden más que un poco de caricias y mimos. Es fortalecedor ese contacto cariñoso, es como un cable a tierra.
Me olvido del cansancio al verlas felices con mi regreso.Malania
Imágenes: M. J. T.
NUNCA MÁS
Bajo el brillo de la lunaserpenteaba una canoay con ella alguien,aburrido de no hacer nada,plañía en medio del lagobuscando esa pazque el opiáceo no le daba.Y afligidopor su destino incierto,exhalabacon los brazos abiertos,clamando amorcual ave en el desierto,bajo un cielo azulen mar adentro.
Un remolino lo sorprendióenvolviendo la canoay sin contemplación ningunaal fondo los sumergió.Nada pudo hacer el soly frente a la luna lloró.Nunca más nadie los vio.MalaniaImagen: C. J. V.ESTÍMULO
El estímulo no era suficientepara pensar con calma.Sentía que todas mis fuerzasme habían abandonado.Pasé tres días extrañossintiéndome como si estuvieseandando por el fondo del marcomo envuelta en una membrana.Algo me impedía entraren contacto con el mundo.Las cortinas de lino flameabanal compás de la cálida brisade una ventana entreabierta.Una entena surcabael cielo calmo estrellado.Y en cada una de ellas,en cada estrella vibrabaun pedacito de aquel serque en lejaníatodavía es amado.MalaniaImagen de la red.NUBARRONES
Los hay oscuros e iracundos
grises o azabaches
anunciando tormentas.
Otros deshilachados
por fríos y fuertes vientos
bajo la bruma húmeda y gris.
Pero otras veces
se presentan nubes pomposas
como capullos de algodón,
delicados y esponjosos.
O bien, tornasolados
como bordadas con lentejuelas
con el brillo incomparable
de un atardecer con sol.
MalaniaImágenes: R. G. y propias.
SOLITARIA Y PERFECTA
A María Magdalena la llamaban Mary. Era modista y peluquera profesional en un pueblo pequeño donde había nacido. Vivía con sus padres, nunca tuvo pareja y casi no tenía amigos porque su madre era muy celosa y selectiva. Mary era muy insegura y todo lo consultaba con ella. Su padre no aportaba opinión porque si lo hacía, las mujeres igual “siempre salían con la suya”.
Por esas cosas de la vida, Mary, ya adulta se quedó sola. Sus dos hermanos habían formado cada uno su familia y no vivían cerca.
Se dedicó de lleno a su profesión pero con la aparición de nuevas peluqueras y modistas, de a poco fue perdiendo clientes a causa de que nunca se había perfeccionado. Como le gustaban las plantas cuando no tenía trabajo en su taller, se dedicaba a la jardinería. Le gustaban todas las plantas, con o sin flores. Les hablaba cuando las regaba y siempre recorría los senderos de su jardín para controlar plagas o insectos que pudieran estar por ahí como intrusos.
Un día Mary enfermó y tuvieron que internarla en un sanatorio. Una amiga cuidaba de todas plantas, pero como todo ser vivo, percibían la ausencia de su dueña. Algunas se marchitaron, de otras se secaban las hojas, y otras se negaban a abrir sus pimpollos y se caían sin esperar a que se desplieguen sus pétalos. Así fue una y otra vez, porque Mary mejoraba, regresaba a su casa pero volvía a decaer. La depresión la fue absorbiendo y lo único que la mantenía viva eran esas plantas, sobre todas aquellas que se conservaban lozanas. Una de ellas era esa rosa amarilla que había plantado ante su ventana. Ella no paraba de florecer y alimentaba, por momentos, el buen ánimo. Casi siempre le arrancaba una sonrisa cuando corría la cortina en las mañanas tardías.
Mary ya no está entre nosotros. La persiana se levanta todos los días para ventilar la casa y permitir la entrada de los rayos del sol. Hoy la casa pertenece a otra familia, y la rosa sigue viviendo como esperando ver a Mary a través de la ventana para escuchar el canto de su cariñosa voz.Malania
Imagen: gentileza de R. E. Ch.
COMO TODO HIJO DE DIOS
Como todo hijo de Dios aprendí amar y me amé.
Miré a los ojos dejando escapar unas lágrimas de los míos.
Sentí por dentro algo especial, tendí la mano regalando un “cuenta conmigo”.
Regalé dulzura en el habla dejando pasar palabras hirientes.
Hoy disfruto la vida, guardo momentos que se hacen únicos hechos recuerdos.
Puedo reír y llorar porque aprendí a ser feliz viviendo la tristeza con fortaleza.
Camino firme por el buen camino, sé que no me perderé, no miro atrás,
dejando que el tiempo pase sin una queja.Autor: Miguel Márquez
Imagen: de la redSACRIFICIO DE AMOR
Ensortijado,
ulula el viento
en la noche oscura,
remece las ramas
confundiéndose entre
el drenar ilusivo y real
de la llovizna fría
que cae gris sobre los catres
cubiertos por impermeables.
No sabe el marinero
si descansar
o esperar despierto
el postergado amanecer.
Y así pasa días y noches
velando y custodiando
las fronteras de la patria.Malania
Imagen: S. D. V.
ARTES DIFERENTES
El hombre observaba y contemplaba un atardecer diferente,
el arte de la Creación en su perfección.
Mientras en otro lugar una mascota,
quizás para llamar la atención de su amo,
afilaba sus uñas en la madera del poste, pilar del garaje,
tallando huellas, dibujando canales.
La Creación es obra perfecta,
donde los pájaros colaboran en el sembrado de especies vegetales.
El viento también colabora para esparcir semillas.
Así crecen los arbustos y algunos se vuelven árboles.
Nacen flores por el campo, al costado de los caminos, nadie las planta, pero ellas embellecen el universo.
El hombre disfruta del atardecer diferente percibiendo el aroma de la vegetación humedecida por el rocío del ocaso.
Mientras la gata está sumida en un sueño profundo con sus perfiladas uñas.Malania
Imagen: N. C. G. y M. J. T.