• General

    DÍA DEL ANIMAL

    29 DE ABRIL

    Muchos son los animales que nos acompañan a diario en nuestros hogares,
    otros ayudan en trabajos de campo, y la mayoría son útiles al ser humano de alguna manera.
    Hoy es su día. Y voy a compartir una imagen de dos perros que jugaban al costado de una ruta
    mientras el contingente humano disfrutaba de la vista de un hermoso paisaje.
    Esta vez no nos pedían comida, y digo eso porque muchas veces hay animales sueltos que fueron abandonados por sus dueños por diversos motivos, para mí, injustificables, y andan revolviendo la basura en busca de algo para saciar su hambre.

    FELIZ DÍA DEL ANIMAL.

    Malania

  • General,  Relatos

    AMOR Y COMIDA

    LA IMPORTANCIA DE APRENDER A COCINAR


    Cuando terminé mi carrera de Profesora para la Enseñanza Primaria, (Maestra de Grado), comencé a trabajar al año siguiente. Era soltera y vivía con mis padres. Pero a los cuatro años, tuve que escoger y decidirme por alguna escuela lejos de mi casa si quería continuar trabajando. Los cargos se distribuían de acuerdo al Padrón de Valoración y una colega me desplazó. Un primo, hijo del hermano de mi madre, con voluntad incondicional, me acompañó a cada una de las escuelas que me habían ofrecido, fueron tres pero todas estaban en el campo. Como no tenía vehículo lo único que me quedaba era vivir toda la semana en un lugar cercano a la escuela, y a mi casa podría ir solo los fines de semana.
    Elegí una escuela en una zona rural llamada Fachinal, porque una tía, esposa del hermano mayor de mi madre, vivía enfrente con una hija soltera. Mi tío ya había fallecido. Ellas no querían dar pensión a nadie porque se pasaban todo el día trabajando con plantaciones y animales (vacas y cabras) y no les daba tiempo para otra cosa. Además ambas eran muy buenas pero muy tercas. Preferían estar solas, levantarse cuando salía el sol y se iban a dormir ni bien entraba la noche. Una vida diferente a la de la ciudad.
    Yo no sabía cocinar y mi compañera con la que compartiríamos la casa del docente, -de madera, sin luz eléctrica ni agua potable-, tampoco sabía y no le gustaba hacerlo, menos aún para las dos. Por lo tanto se me complicó el tema  de la comida. Mi colega se ofreció a limpiar la casa, lavar la ropa y toda otra actividad doméstica pero menos cocinar.
    Al principio contratamos a una señorita, hija de la enfermera del lugar, para la tarea, pero la comida no se parecía en nada a la que preparaba mi madre. Un día nos ofreció papas (patatas) crudas, otro día la carne quemada, muy salada, muy picante, etc. Nada era sabroso. Había que buscar una solución urgente.
    El primer fin de semana en casa, conté a mi madre lo sucedido y decidí pedirle que me enseñe.
    – Pero la cocina no es fácil, hay que dedicar tiempo y tener paciencia, dijo.
    Entonces tomé un cuaderno y un bolígrafo, la senté a mi madre a mi lado y comencé a escribir paso a paso las recetas, primero los ingredientes y luego la forma de preparar las diferentes comidas para los cinco días de la semana. Pero hubo un inconveniente: mi madre no usaba balanza, todo lo hacía a ojo, y la única indicación que me dio fue usar la palma de la mano y medir con puñados por ejemplo el arroz, los fideos para la sopa, etc.  Tuve que apelar a mi imaginación y habilidad y de a poco me fui internando con gusto y mucha dedicación al nuevo mundo culinario.
    Las recetas fueron aumentando a medida que iba a la casa de mis padres los fines de semana. Mi hermana mayor me ayudaba a veces con algunas de comidas que había aprendido a hacer en la Escuela Profesional de Mujeres, cuando estudiaba. Conservaba en muy buen estado un cuaderno con recetas que no prestaba a nadie. Pero fue una gran ayuda para salir de lo repetitivo que en un momento podría llegar a cansar. Comer siempre lo mismo, cansa y hace perder el apetito.
    Así aprendí a preparar desde una sencilla sopa hasta los más exquisitos canelones de verdura y otros rellenos. Por suerte todo eso duró poco más de un año cuando se presentó a la escuela el Director que había sido designado por Concurso de Antecedentes y Oposición y desplazó a mi colega, la que tuvo que ir a atender su grado, y también trajo a su esposa que me desplazó a mí. Así es la docencia, mientras no fui titular, siempre existía esa posibilidad de ser desplazado del cargo. No sé cómo se habrán arreglado con la cocina porque mi compañera pidió su traslado, (ella sí podía porque era titular) en cambio yo tuve que esperar otras suplencias.
    Volví a casa de mis padres y aprendí a cocinar más aún, ya con el pretexto de que si me pasara otra vez el ir al campo, necesitaba reforzar mis conocimientos culinarios.
    Al año siguiente fui designada a trabajar con un Director, que por suerte manejaba el tema cocina como si fuera un chef profesional. Con él aprendí a elaborar entre otros platos, la polenta guisada, algo que hasta hoy día lo hago y a mi hijo menor le encanta. Tomé tanto amor a la tarea de preparar comidas que las casas que tienen delivery pierden plata conmigo, aunque para suerte de ellas muchas personas lo prefieren.
    Pero igual, de tanto querer preparar comida casera, nunca se termina aprendiendo del todo. Como anécdota: Una vez casada, mi suegro se quedó a almorzar. Quise lucirme con ñoquis caseros de mandioca -también llamada yuca-. Tanta cantidad preparé que comimos lo mismo como tres días seguidos. No tenía idea de las cantidades. Eso sí, la salsa alcanzó solo para ese día, por suerte, porque no me gusta la salsa recalentada ya que puede caer mal. Si bien, en casa no se tira nada de comida porque lo reciclo, lo importante es que nadie se queja.
    Hoy día prefiero preparar postres, tortas y panes dulces. Alguna vez lo he hecho para ayudar a una cuñada que lo vendía. Aprendí mucho con ella.
    El trabajo en la cocina, sirve de complemento ya sea para comer sano y rico, o para aportar a la economía hogareña. A mí hasta me ha servido como terapia anti estrés.  

    Muchas madres no enseñan a cocinar a sus hijas o hijos, por falta de paciencia, por miedo a que se lastimen con algún utensilio de cocina, que se quemen, o simplemente porque no quieren que pierdan tiempo en eso y se dediquen al estudio (esto último decía mi madre). Pero creo que es importante enseñarles aunque sea lo básico para que sepan desenvolverse en caso de necesitarlo. Es por eso que sugiero a las madres a que no le quiten a sus hijos la posibilidad de aprender a cocinar, sobre todo si ellos demuestran tener interés por hacerlo.
    ESO SÍ, LA COMIDA HECHA CON AMOR, ES SABROSA Y SIEMPRE SALE MEJOR.

    Malania Nashki.

  • Poemas

    ESTALLANDO RECUERDOS

     
    En la desnudez de mis pensamientos
    como una hoja en blanco al viento
    busqué en tus palabras aliento.
    Sentada frente al mar
    el frescor del amanecer  
    acarició mi rostro
    y sin permiso se filtró
    en la profundidad de mi cuerpo.
    Límpido el cielo anunciaba
    un día espléndido.
    Entre el norte y el sur
    cambió el paisaje
    en beneficio de otras especies.
    Las hojas plateadas
    y el olor a malva fresca
    se han quedado atrás
    junto a salvias y albahacas.
    Los bosques de algarrobos y lapachos
    se han sumido en silencio
    en otra noche azabache.
    Los peñascos espejeaban al sol naciente
    que, enardecido por el alba
    teñía el paisaje.
    Seco el pastizal reflejaba
    que la lluvia estaba en falta.
    Transcurría el día
    zigzagueaban las horas
    mientras las aguas
    en duelo se batían
    entrelazando sonidos
    de unos viejos poemas
    perfil en canto a mis oídos.
     
    Malania

    Imagenes de R. E. S. y M. A.
     

     

  • General

    EL HIJO DE COCA

    No solo tú estás solo en este momento.
    Brindemos por todos aquellos que en su soledad,
    siguen teniendo fe en la vida y en el amor.
    Malania
    Imagen propia
  • General

    ENTRE EL VERDOR

    Con colores vivos
    de pura naturaleza  
    su atractiva forma
    es belleza
    es poesía.
    Su nombre:
    Pico de loro.
    Malania
    Imagen propia
                                                
  • General

    NOCTURNA

    Mi corazón late lentamente
    y borda burbujas nocturnas
    con un auditorio completamente vacío.
    La vorágine del ayer
    huele a recuerdo evaporado
    mientras un relámpago
    devora las ramas secas.
    Se atornillan los corroídos hematíes
    para no desfallecer
    para continuar la espera
    sin esperar nada
    nada más
    que una vida tranquila y serena.

    Malania

    Imagen: R. G.

                                            
  • Haikus

    HAIKUS XIV

    Lloran las piedras
    O es agua de montaña
    Fresco manantial.

    Sol de septiembre
    Relucen irisados
    Rayos oblicuos.

    Abre los ojos
    Ve el cielo despejado
    De azul intenso.

    La brisa suave
    Días primaverales
    Felices todos.

    Malania

    Imagen R. G.

  • General

    ASÍ NO PUEDES

    No puedes pasarte la vida en un encierro, como en una jaula.
    No puedes permanecer tanto tiempo bajo el agua ya sea de lluvia, de ducha o de la nada misma.
    Ponte algo bonito, y sé tal como eres. Sal a caminar, pasea bajo el sol, la lluvia, enfrenta al viento o al sofocante día hasta quedar sin aliento. Verás que el sudor de tu frente y de tu cuerpo te hará sonreír y recuperarás tantas fuerzas que querrás repetir la hazaña.
    Los dorados rayos del sol destiñen y tiñen los visillos blancos de las gruesas cortinas de las ventanas y los visillos rojos desteñidos por el tiempo. No te deprimas, córrelos hacia los costados y deja que el sol penetre hasta los rincones.
    El césped está lleno de flores, las malas hierbas han alfombrado los jardines con sus colores matizando la alfombra verde. No temas salir de la casa.
    Camina lento y ve cómo pasa la gente presurosa. Pero no dejes que te atropellen, haz que te respeten. Malania

    Imagen propia

  • Poesía

    COROLARIO

    Tú, el núcleo sustantivo
    ella tu aposición.
    Cunde azaroso
    el camino de tus antojos
    y sin claudicar
    la despojas de todo deseo
    de toda pasión
    de todo latente amor.
    Así de simple tu andar
    en el corolario de la vida.

    Malania

    Imagen de la red