• General

    EL PERRO DE TINA

    Pide pan no le dan
    pide queso le dan hueso
    ante la mirada de los desconocidos
    que hacen muchos gestos.
    Lo abandonaron dentro de una caja
    que para él era la cama
    hecha de trapos y una vieja almohada.
    Las palomas lo visitaban,
    murmuraban entre sí
    anunciaban su nueva morada
    con el temblor de sus alas
    y picoteos en escalada.
    Apenas le daban migajas
    los transeúntes que miraban
    no en un plato sino en el suelo.
    Cuando llovía se pasaba bajo el agua.
    Por suerte una vecina se apiadó de él
    y mandó a sus perras
    al fondo de la casa.
    Le abrió el portón
    le dio de comer
    puso un cartón seco sobre el piso
    y allí durmió una larga y tranquila siesta.
    Cuando paró de llover
    vio a sus dueños que lo buscaban.
    Pudo volver a su hogar
    aunque muy bien no lo trataban.
    Pero con su regreso al menos
    pudo consolar a la niña
    que por él lloraba. 
    Desde ese día crucial,
    ya no vagó más por las calles
    y se dedicó a cuidarla.

    Malania

    Imagen propia

  • Poesía

    MIMOS

    Alguna vez he sido
    escultora de tu piel
    maquilladora de tu espalda
    y como obra de arte
    he dibujado palabras de amor,
    con tu nombre y el mío
    en tonos pastel,
    adornados
    con dulces besos por doquier,
    mientras silenciosa
    te susurraba al oído:
    te amo, te amo,
    en color carmín.

    Pero ya no,
    ya no hay más obras de arte
    ni figuras en tu espalda,
    no hay palabras de amor
    ni besos con frenesí.
    La vida nos ofrece
    momentos hermosos,
    pero nada es para siempre
    y todo tiene un fin.
    Fui feliz y sonrío,
    doy gracias al cielo
    por haberte conocido.

    Malania

    Imagen de la red.

  • Haikus

    HAIKUS XIII

    Los colibríes
    en praderas fragantes
    enamorados.

    Naranjas dulces
    atrapan al viajero
    y calman su sed.

    Posa para mí
    bella como doncella
    en blanco y negro.

    Malania

    Imágenes propias y de la red.

  • General

    TRAPECIO

    Abatido
    el artesano tintorero
    no pudo digerir
    las diéresis del ungüento
    entonces dibujó
    muchos trapecios
    en diversas texturas
    en hojas de tela fina
    y en su penosa vida
    con colores de alegría.
    Malania
    Imagen de la red.
                        

  • Poemas

    EL BARCO PIRATA

    Poco promete este nuevo día,
    que se levanta pálido.
    El astro rey muy tímido
    nos regala su débil resplandor.
    El mar de azul verdoso,
    y de a ratos, plateado,
    lanza en sus onduladas olas
    pequeños destellos
    bajo la luz del sol
    que de pronto se despereza
    y alumbra con todo su esplendor.
    Y es ahí donde te veo.
    Las gaviotas planean sobre las olas
    buscando algún pez desprevenido.
    Muy a lo lejos se ve un barco.
    Es el barco pirata que une dos puertos
    y a su regreso me indica las once,
    hora de ir a preparar el almuerzo.

    Malania

    Imagen R. E. S.  

  • Poemas

    TE PARECE MUY SABIO

    De GARABATOS:

    Para Elsa

    Te parece muy bueno
    Recargar pilas
    Y mover los muebles
    Y tirar cosas muy viejas
    Y pintar lugares
    Escondidos y tapados por recuerdos.


    Te  parece muy sabio
    Rescatar del olvido
    Eso q nadie quiere
    Y dejar al aire
    Tomando luz de sol
    Aquello q nos ha dolido
    Ayer y siempre.


    Te parece muy fácil
    Por momentos
    hurgar en la memoria
    Pero se resiste el arcano
    Con los mezclados recuerdos
    A dejar salir al aire
    Lo q guarda en su seno.


    Cuesta revolver silencios
    Y sumar pensamientos
    Y dar nueva fuerza
    A la memoria
    Y que no te quedes 
    Y que no se te prenda
    la pavada
    Y que no te duermas.


    Tantas veces quieres
    No pensar y te dices
    Para qué tanto pienso 
    y pienso
    Si es mejor el olvido
    Pero te obligas
    Y te esfuerzas
    Y te niegas a borrar lo vivido.


    Pero tienta el silencio
    La quietud de la mente
    Y pide insistente
    Que deje colgados
    Sin cerrar pensamientos
    Sin dar vueltas o revueltas 
    Sin Criticar lo dicho y lo hecho
    O lo no dicho o lo no hecho.


    Y el no me importa se instala
    Y la tontería te abruma
    Y te angustia de veras 
    no decir ese algo
    Eso q tanto quisiste
    Enhebrar con palabras 
    dulces
    Y alguna metáfora.


    Y entonces de pronto 
    Una voz te sacude
    De adentro te habla
    Y te dice … 
    reacciona!
    Y de nuevo te  escribes
    Y te llamas alerta
    Y te dices las cosas.

     
    Y te largas afuera 
    Y te sueltas un rato
    Y respiras más libre
    Ya está 
    Lo soltaste
    A vivir sin mochila 
    Andar más liviana. 

    Autora: Silvia Beatriz Carvallo

    Imagen: R. E. S.

  • General

    LA RAMA SECA

     
     
    Hablan entre sí las hojas
    de un regalo de Maesa,
    en atisbo de su infinito
    se contagian el brillo
    en verde amarillento
    nada las acongoja
    ni el silbido del viento
    que barre las nubes
    quedando casi sin aliento. 

    Doce meses y más días
    de aquel amanecer de abril
    que se llevó nuestra armonía
    con el tren que ese mismo día
    dejó sus huellas
    en nubes negras de vapor.

    La misma rama seca
    en monótono movimiento
    se estremece con el canto
    de gorriones soñolientos.
    No quiere el exilio
    lucha en deseo de vida
    le queda savia todavía
    y las flores silvestres lo perciben
    en cada amanecer igual o diferente.

    Yo también deseo vida,
    dijo Maesa entre bostezos
    y al primer rayo del sol naciente.
    La congoja de la rama seca
    no la conmueve para nada,
    en ese lunes de dormidos duendes
    peregrinos de aceras
    llenos de aburrimiento.  
                                                     
    Malania
     
    Imagen M. J. T.
     

     

  • General

    ECLOSIÓN ROSA

    Los canes estragaban los jardines. 
    Pero no sabían que allí estaba él, diligente, intrépido, perspicaz.
    Era como un nimio, todo lo quería perfecto.
    Algo ocurrió de repente y comenzó a flaquear. No sabía si mirar por la ventana y espantar a los pájaros o cuidar los jardines y correr a los perros. No percibía en su mente qué cosa era lo que mejor convenía.
    No quería forzar sus pensamientos.
    Entonces decidido juntó hojas con frases y palabras, las disecó, las colocó en un mortero y las dejó reposar hasta el día siguiente. Cuándo despertó, se dirigió al mortero con la idea de renovar su inspiración, quizás allí encontraría la poesía perfecta o el mejor de los poemas. Pero lo único que logró fue sacar a cucharadas letras sueltas. 
    Esperó al amanecer del otro día y emprendió una caminata. Antes sus ojos, estaban intactos los jardines. Los canes lo saludaban agitando sus colas y jadeantes le sacaban sus lenguas. 
    Decididos se armaron en carrera y confluyeron en un atajo bordeado de rosas blancas, rojas y rosadas. Los pequeños animales detuvieron su marcha y olfatearon uno a uno los capullos en eclosión. 
    El nimio desde ese momento se convirtió en amigo de los perros. 
    Quizás los canes le ayudarán a inspirarse a escribir poemas y poesías. 

    Malania

    Imagen de la red

     

     

     

     

     
     
     
     
     

     

  • Relatos

    PASCUAS

    Cuál es el significado de la Pascua,  cómo la vivíamos antes y cómo se la vive ahora en los diferentes lugares.
    Pascua, según lo que relata el Nuevo testamento de La Biblia es la resurrección de Cristo tres días después de haber sido crucificado.
    Para los cristianos es una época de recogimiento, reflexión y meditación.
    La palabra Pascua deriva del latín eclesiástico pascha y se pronuncia pasca. 
    Esa palabra “pasca” me hace recordar a mi madre porque en esos días, ella hacía unos panes diferentes a los que elaboraba durante todo el año. Preparaba la masa, armaba el pan y antes de poner al horno  le hacía rosetas, hojas y distintas formas de flores de la misma masa para adornarlo en la parte superior. Luego lo pintaba con huevo apenas batido y un chorrito de leche. Un horno a leña al fondo del gran patio de tierra, esperaba caliente por las brasas encendidas por mi padre, para asar el pan.
    Ese pan se llevaba a bendecir la noche del Sábado de Gloria junto con otros alimentos, que según ella, tenían que ser de las diferentes especies: animal, vegetal y mineral, es decir de los tres reinos de la naturaleza.
    Preparaba una canasta de mimbre, bastante grande, adornada con flores de siempre viva. Esa canasta no se usaba para otra cosa el resto del año. En ella colocaba el pan que había preparado con sus manos, una pequeña rosca de pan dulce y otros alimentos  en porciones pequeñas, menos el pan (que llamábamos “la pasca”) iba entero. Recuerdo que esos alimentos eran: carne asada de vaca y de cerdo, chorizos,  queso o ricota que adornaba con clavos de olor, crema de leche, manteca, huevos hervidos a los que se le pintaba la cáscara. Otros huevos se vaciaban y se los rellenaba con maní tostado y azúcar que sería algo así como la que hoy día se la conoce como garrapiñada.
    También no podían faltar las manzanas, bananas y toda fruta de estación, además sal y azúcar y algunas otras especias que consideraban que podía cubrir algún huequito que quedaba en la canasta. También iba una botellita con agua y una vela pequeña para encenderla en el momento que lo indicara el sacerdote.
    Esa noche, la del Sábado de Gloria, no se comía carne, solamente se cenaba varénikes hervidos, rellenos con ricota y bañados con crema de leche.
    Toda la comida que se llevaba a bendecir a la iglesia (parroquia o capilla más cercana) se comía recién en el desayuno del día Domingo de Pascua. Se nos prohibía comer la noche del sábado, a pesar de que los aromas a carne asada y demás alimentos nos tentaba a no cumplir con el precepto.
    Mis hermanos y yo nos levantábamos temprano junto con mis padres. Se servía la mesa de desayuno con todo ese manjar que para mí es inolvidable.
    No existían ni el conejo ni los huevos de chocolate, al menos para nosotros, para mi familia y todas las familias del pueblo en el que vivía. Nadie hablaba de eso.
    A mediodía mi padre preparaba un asado al horno y comíamos con ensalada y el pan bendecido. Si sobraba algo en el canasto se guardaba y se comía durante la semana.  No se podía tirar ni una miga de lo que había sido bendecido.
    Hoy día las costumbres son distintas cada uno podrá decir y contar su experiencia en la red social Facebook de Escritores y Letras, si lo desea.  Cómo se celebra en su hogar por ejemplo.
    Recuerdo algo que me llamó la atención y fue cuando años atrás, visitamos con una amiga un colegio de sacerdotes,  que el sábado sirvieron en el almuerzo asado de cordero (Cordero Pascual). Entonces me di cuenta de las diferentes costumbres porque en casa, mi madre no nos dejaba comer carne desde la cena del jueves de noche hasta la del sábado. Recién comíamos carne el domingo. Nos pasábamos con vegetales, porque tampoco podíamos comer derivados de animales.
    Hoy día el tema del no comer carne es tomado de forma distinta, tanto por la gente como por la iglesia misma. 
    La Pascua, que significa paso de la muerte a la vida, (de la esclavitud de pecado a la libertad), era lo que yo no entendía cuando era niña. En una de las homilías de una iglesia católica el sacerdote dijo: Pascua significa el paso de la muerte a la vida y yo no entendía por qué lo decía así, que se moría al pecado y se pasaba a una vida nueva.  ¿Cómo moríamos si estábamos todos vivos? Hoy entiendo lo de esa muerte a la que se refería el sacerdote,  que hay que arrepentirse de las cosas malas que uno pudo haber hecho durante el año y comenzar una vida nueva, es decir morir o dejar morir dentro de uno mismo lo que pudo haber sido malo, arrepintiéndose de ello y abocarse a cambiar por una mejor forma de vivir, en armonía y en paz.

    Malania