• Poesía

    MELLA

    Aguardaba que saliera la luna,
    pero el viento la había tapado con las nubes.

    El objeto de su vida se marchitaba en una tuna,
    y no adornaba el aire el sonido de su bucle.

    El fuego de su cuerpo ya no adornaba piel alguna,
    pero su pasión florecía detrás de una cortina de tules.

    La oscuridad relucía por una ventana de vidrios fume,
    rasgada por puñales de oro viejo sin fortuna.

    El escaso resplandor de estrellas lúgubres,
    ahondaban la mella de su ánimo en pugna.

    La monserga había llegado a la cumbre.

    Malania

    Imagen: G. F. T.

  • Poemas

    JANGADA

    No quería retroceder,
    aunque lo atacara una pertinaz jaqueca
    y sus ideas estuvieran desparramadas
    en una envolvente ensenada vieja.
    Ya no era un zagal,
    había pasado  hacía varias décadas
    desde aquel amor
    al que nunca pudo olvidar.
    Sus lágrimas eran torrente
    cada vez que la recordaba
    en sus paseos por salinas desoladas
    los verdes bosques o los jardines floridos
    en veraniegas alboradas.
    Hoy solo quedan
    cataratas de aguas oscuras
    y con ellas una incipiente idea
    la de dejarse oxidar por la humedad
    y convertir la fe en un rayo de luna.
    Malania

    Imagen: M. J. T.

  • Poemas

    EN VILO

    Montada sobre un sepulcral silencio,
    una madrugada,
    después otra, después otra más
    y así sucesivamente…
    se acoplaron el día y la noche
    con un aire de  vil crueldad
    vagando por las orillas
    del abierto ventanal
    sin una letra, ni una palabra
    ni una frase de amistad,
    menos una de amor
    siquiera pintada con cal.
    Pero a sus ruegos
    de un mejor destino
    acudió sin desatino
    un duende angelical.
    La despertó a las tres
    invitándola a navegar
    por el mar de las gaviotas.
    Concurrieron las marmotas
    con dulces de toda clase,
    con flores en la alfombra
    y aromando el universo
    en cada mano una rosa.
    Malania
    Imagen propia
  • Poesía

    DE ABUELAS

    La abuela Victoria
    parece una reina
    se viste y se peina
    usando una hebilla.

    Es muy coqueta
    igual que Violeta.
    Con zapatos de charol
    y vestidos de seda
    pasean por la alameda
    y nunca les falta
    un labial en la cartera.

    La abuela Florencia
    no tiene paciencia
    cocina muy poco
    y come a lo loco.

    La abuela Sofía
    pasea a su perra Tina
    y los otros días
    se la olvidó en la esquina.


    La abuela Roberta
    se queja y se queja
    no quiere estar sola
    quiere ir a las fiestas.

    La abuela Petrona
    es la más glotona
    se roba los dulces
    de doña Ramona.

    La abuela Ramona
    le tiene paciencia
    siente mucha pena
    porque está enferma.

    La abuela Renata
    luce de escarlata
    se come de todo
    lo que viene en lata.

    Pero la más sencilla
    es la abuela Guillermina
    hasta con sus alpargatas
    siempre luce linda.

    Malania

    Imagen: de “album.es”

  • General

    ASÍ ESTÁ…

    Cegado en su quietud
    sin ánimo de proeza
    dormita bajo el alpendre
    el  guardián prodigioso,
    junto a su amo rabioso
    porque sufre en la pobreza.
    Y no es que le falte comida
    ni tampoco las monedas.
    Lo que le falta es cariño
    a quién decir “te quiero”
    y tener a quién amar
    para poderla besar
    en madrugadas de invierno.
    Sin amor vive hace tiempo
    y su mascota lo siente
    cuando lo escucha llorar
    en madrugadas de soledad
    o cuando ve el sol poniente.

    Malania

    Imagen: J. G. T.

  • Haikus

    ROCÍO NOCTURNO

    En costanera
    el rocío nocturno
    llama al descanso.

    La almohada espera.
    Bonita y silenciosa
    noche de ensueño.

    Las sombras frías
    anochecen desnudas.
    La luz se apaga.

    Malania

    Imagen: M. J. T.

  • Poemas

    FIESTA DE COLORES

    En borracho amanecer,
    cantan los grillos.
    Refinados, en armonía
    con mariposas en vuelo
    pintan el cielo de amarillo.
    Amarillo acaramelado
    naranja amarronado.
    Y matizan el horizonte
    con celeste azulado
    y un rojo apasionado.
    Y por si fuera poco
    el vuelo de golondrinas
    vibra en V de Violeta
    entre turquesa y dorado.
    Sin quedar atrás,
    los horneros juntan barro
    mientras el carpintero
    coquetea con el viento
    desde la copa de un árbol.

    Malania Imagen: N. G.

  • Poemas

    BORDADO ESPEJO

    El silencio se resbala lento, 
    sin intentar desenredar
    los hilos del tiempo.
    La pereza se instala
    con el gris de la mañana
    bajo las sábanas floreadas.
    Hasta las piedras se encarnan
    para soñar
    en penumbra de alborada.
    Lejos del esmog
    de la gran ciudad
    salgo a caminar.
    Lleno mis bolsillos de colores,
    me identifico con el naranja
    -es mi preferido-
    con el espejo del agua,
    con el celeste del cielo
    y su reflejo en el río.
    Con las plantas silvestres
    recién amanecidas
    con el sol en despunte
    cuando no arrecia el frío.
    Malania
    Imagen  propia