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    DORONDÓN

     Lo vi con rostro vacilante, incierto como una memoria infiel. Su tez pálida, había dejado atrás el color de antes,  un rosa festivo. Su pelo plateado daba impresión de noble dux. Pero una ligera obesidad lo fatigaba hasta dejarlo dormido luego de ingerir cualquier alimento.
    En contraste a eso, como los árboles que en otoño varían sus colores, pareció cambiar su esencia cuando la vio llegar temblorosa y agobiada por el dorondón. El brillo en sus ojos lo transformó y esbozó una sonrisa que le hizo quitar su amargura. Un fuerte abrazo fue el inicio de su abrigo.
    La vejez a veces se manifiesta como algo moral, y no es permanente el mismo estado de ánimo. Los cambios atávicos desaparecen de un momento a otro según la situación vivida.
    Hoy la niebla espesa y fría los reunió para continuar juntos en la vida.

    Imagen: N.V.S.

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    HELIOTROPO

    Callaba para escuchar el silencio de la sala,
    mientras  tejía maravillosos versos sin artificios.
    Su rostro asalmonado soltaba
    gestos de pasión, dulzura o sorpresa,
    mientras con su mirada recorría
    los cuadros de la galería.
    De pronto se detuvo ante uno
    con predominio del color que más preciaba.
    Sintió un olor fino y suave que de allí brotaba,
    ramilletes de heliotropo aroma a violetas.
    Vaciló si era cierto o estaba soñando.
    Al lado había uno con flores de habas
    pero no percibía ningún perfume.
    Caminó hasta el final de la galería
    y el aroma lo perseguía.
    Volvió al lugar del cuadro de heliotropos
    y envuelto en imaginación de melancólicos paisajes,
    hizo nacer su obra poética.
    Al otro día regresó para comprar el cuadro
    pero este ya no estaba.

    Imagen de la red.

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    CONTEMPLATIVA

    Posa en vigilia
    con susceptible expresión
    nada indiferente
    aferrada a la ventana
    vaya uno a saber con qué pensamiento.
    En evidente día ventoso
    se disipa el sol
    y la lluvia dibuja sobre el cristal
    pálidas estrellas y salpicados corazones,  
    describiendo sentimientos
    con matices de fondo ondeado
    de una tela pálida
    sobre el techo de hojalata.

    Imagen: M. J. T.

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    LA ROSA AMARILLA

    En el aire flota
    un sentimiento
    transitando
    los bordes aromáticos
    de una flor amarilla
    con pétalos matizados
    por el sol y la tierra.
    Con su belleza
    decorativa
    aterciopelada
    más que traviesa
    muestra el arte
    de la naturaleza.
    No existe espejismo
    es verdadera vida.
    El sol la engalana
    la perfuma
    la ilumina
    y le da color.

    Imagen: N. V. S.

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    ATARDECER DE FUEGO

    Allí donde la vida levanta muros
    la inteligencia abre una salida.
    Posa la naturaleza para el poeta
    como la dama para el pintor.
    Como en un soplo de fuego
    el sol se va despidiendo de un día más.
    Después la claridad se vuelve un suspiro
    vacía de pensamientos.
    El espacio busca la noche
    para el descanso de laboriosas manos.
    En el aire flotan nubes
    que de azules se vuelven grises
    para convertirse en negras invisibles
    mezclándose con la briza fría
    de un silencio cristalino y picaresco.

    Imagen: Propia

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    RUGE EL VIENTO Y BRAMA EL MAR

    En composición íntima y personal
    con sorprendentes colores sombríos
    aflora detrás de una sonrisa fingida
    la frescura estival
    después de una agobiante jornada.
    Es hermoso contemplar
    la calma del mar en el cielo despejado.
    Pero cuando el sol brilla y quema
    sobre un mar embravecido por las olas
    y el viento frío se despliega
    congelando hasta los tuétanos,
    todos aquellos que todavía
    tienen fuerzas de desear y querer estar,
    continúan tendidos en la playa
    mientras los demás disparan
    y se protegen bajo los aleros y las paredes
    de los edificios y las casas.



    Imágenes propias

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    INCANDESCENCIA

    Caminaba por la sombra,
    esquivando la acera del sol.
    No quería que fuera cierto
    lo que sabía era verdad.
    No terminaba de entender
    lo que sería su vida sin él
    porque a su lado se sentía feliz.
    Con sus ojos trémulos la mirada perdida
    en la fosforescencia del horizonte,
    caminaba y respiraba sin prisa
    como para aplacar su pálido semblante.
    La hizo tan pero tan feliz
    cuando provocaba en ella
    que se encendieran y brotaran
    los capullos de su blanco  pecho.
    Horas felices sazonadas
    con cálido sudor malva
    en incandescentes mañanas madrugadas
    o atardeceres en mediodía.
    Ella deseaba que se quedara
    no quería que el momento acabara
    en ese silencio interior
    que se rompía con un ¡¡¡Ah!!!…
    prolongando atardeceres efímeros
    de un amor sin porvenir.
    Pero el presente era tan grandioso
    cuántas veces!…
    al sentir el escalofrío de las brasas atónitas
    en sus pupilas y todo su cuerpo
    cuando en la sombra apenas iluminada
    percibía en su lecho
    la inconfundible fragancia de su amado hombre.
    Imagen propia.
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    CATARATAS

    Crujen las hojas,
    bajo las pisadas
    el yaguareté busca  
    saciar su sed
    entre el espeso bosque.
    Un hilo líquido y fresco
    cuelga de la luz de la luna
    y se hamaca hasta acariciar
    el cuerpo del animal.
    El yaguareté se estremece
    brinca hacia el vacío
    el hilo luminoso
    lo abraza y lo rescata
    evitando el accidente.
    Desde ese día
    no se separaron nunca
    y los hilos líquidos
    caen en torrentes
    para saciar la sed
    de muchos animales
    que viven en las cercanías.
    Multicolores orquídeas
    alegran sus días
    aun cuando están dormidas.
    Imagen: R. E. Ch.
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    BELLA FLOR

    No es un erizo de mar.
    No tiene espinas,
    ni son hilos
    pintados con anilina. 
    Cuando nace es verde
    y al mostrar su madurez
    aparece en fucsia purpurina.
    Bella flor muy fina
    quizás traída de Japón
    o tal vez desde la China.

    Imagen: R. E. Ch.

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    MERECEDOR

    Regalo de la vida,
    refugiarse en el perfume de las flores
    y en el seno de la naturaleza pura,
    para hacer de nuestro baile imperfecto
    el más hermoso,
    al compás de la música de los pájaros,
    poder  montar a caballo despierto o dormidos,
    soñar juntos piel a piel
    y deleitarnos con la savia
    y miel de nuestra intimidad.

    Imagen: M.J.T.