ROSAS AL AMANECER
En el silencio del alba, al despertar,
un ramo de rosas me vino a iluminar.
Sus pétalos rosados, suaves y finos,
hablan del cariño en largos caminos.Cada flor, un suspiro de tu ser,
una caricia que llega sin entender,
y en su fragancia siento tu amor,
te agradezco en cada susurro, en cada flor.Gracias por el gesto que llena mi alma,
por regalarme este instante de calma,
al alba, cuando el sol apenas se asoma,
mi corazón late, agradecido y te honra.Malania
Imagen: Gentileza de Ernesto Rucho
ATARDECER DORADO
El sol se oculta tras un velo amarillo,
en la vastedad de un cielo anaranjado.
Las sombras se estiran, se hacen lentas,
mientras la brisa acaricia el mundo callado.El gato negro duerme, tranquilo,
su cuerpo reposa como molde petrificado.
En la cama, su ser se extiende en paz,
donde el tiempo se detiene, suspendido, marcado.El dorado se derrama en cada rincón,
mientras el sueño del felino se adueña de la habitación,
y el día se apaga en un suave suspiro,
quedando el eco de la luz como un latido tardío.Malania
Imágenes: Rosana G.B. y M. Julián T.
ANDALUZA
Soy miembro del Grupo “El vuelo del Fénix la esencia del arte”
Su administradora, Milagros Ríos, ha publicado el siguiente texto y esta hermosa poesía. Me identifico con sus palabras por eso comparto en este sitio.
“Entre las letras de mi sentir, se despliegan emociones como aves en vuelo, danzando en el sutil cielo de la vida. Cada palabra es un susurro del alma, un destello de alegría o una sombra de tristeza que dibuja un retrato profundo de lo humano. Escribiendo momentos, encuentro la esencia de nuestra existencia, donde cada rayo de sol y cada lágrima se entrelazan en una danza sublime, convirtiéndose en los versos de una poesía interminable.La alegría, esa chispa que ilumina nuestros días, se manifiesta en las risas compartidas, en los abrazos que calman las tempestades internas. Es en esos instantes fugaces, donde el tiempo se detiene, que capturo la magia de lo cotidiano. Con cada letra que plasmo en el papel, celebro la euforia de estar viva, de sentir que cada latido es un recordatorio de que hay belleza incluso en los momentos más simples.
Por otro lado, la tristeza se desliza como un río silencioso, recordándonos que también forma parte de nuestro viaje. También escribo sobre ella; la tristeza tiene su propia voz, su propia historia que relatar. En mis palabras, la melancolía se convierte en un refugio, un lugar seguro donde podemos explorar nuestras vulnerabilidades sin miedo a ser juzgados. Al expresar el dolor, encontramos consuelo en la conexión con otros, porque todos compartimos el peso de la vida.
El camino de la vida es un laberinto de experiencias, un sendero lleno de curvas, subidas y bajadas. En cada paso, las letras fluyen como hojas arrastradas por el viento, llevándome hacia nuevos horizontes. La escritura se convierte en una brújula que guía mi andar, permitiéndome reflexionar sobre lo vivido y lo que está por venir. A través de la pluma, encuentro sentido y propósito, revelando la belleza de cada etapa en este viaje inigualable.
Así, entre letras y sentimientos, construyo un puente hacia el corazón de quienes leen estas palabras. Mi propósito es tocar esas fibras sensibles que nos unen como seres humanos, recordando que estamos todos interconectados en esta travesía llamada vida. Cada párrafo es un eco de emociones, un canto de experiencias compartidas que invitan a la reflexión y al abrazo de la empatía. La escritura se convierte así en un abrazo cálido, una invitación a sumergirse en el universo de lo que significamos, tanto en nuestra luz como en nuestra sombra”.
Autora: Escritora española Milagros Ríos
Imagen: Milagros Ríos.
EL SIN SENTIDO
Desde el suelo que pisaba
nada podía ocultar.
Tampoco había historias que crear.
No le fue fácil esconderse,
lo superficial de su conducta era evidente.
También había pisado otros suelos,
y todos le han parecido sin sentido.
Por más que quiera, de donde ahora está
le es casi imposible alejarse.
Ha echado raíces muy profundas,
y aunque ya no pueda dar nuevos frutos,
no se puede alejar de la tierra que lo aferra.
La forma violenta y decidida no es lo suyo,
y la comodidad de la vida lo mantiene
lo aferra cada día más.
Aunque no puede rechazar
recibir el calor humano de ocasión
sin que le pregunten…
qué, cuándo, cómo ni por qué.
Hay alguien que desde afuera
lo sostiene, lo soporta, puede apoyarlo.
No pregunta, solo olvida y perdona.
No juzga, no recrimina
e incondicionalmente, está ahí,
en algún lugar del planeta.
Le gustaría cambiar de aire,
cambiar de parecer, salir del confort.
Pero ese miedo al cambio, al equivocarse,
al empezar de nuevo, lo aterra.
Ya ni sabe qué es primordial,
si el sentir o el hacer.
No sabe si está ocupando el tiempo en algo superficial
o lo que lo entretiene es correcto.
En fin…su sentido hoy no tiene sentido
es por eso que dice:
estoy en medio del sin sentido de encontrar.
Y me pregunto:
¿Qué es lo que pretende encontrar?
¿Es que realmente busca algo con sentido?
Solo él lo sabrá.Malania
Imagen: J. G. T.
ÉL NUNCA LLEGÓ
Una vez una mujer, con unos años menos de los que hoy tiene, llegó a la terminal de ómnibus de una gran ciudad. Bajó de un micro de larga distancia, tomó su teléfono y marcó un número. Al otro lado, se escuchó el Hola del dueño del móvil al que había llamado. Pero de inmediato se cortó la comunicación. Y a pesar de su infructuosa insistencia, el sonido del contestador no hacía otra cosa que comunicar que la persona con la que intentaba hablar, había apagado su celular. La señora enmudeció, brotándole lágrimas de sus ojos. Permaneció parada un rato frente a una de las escaleras de la terminal, lo necesario como para dar tiempo a que él llegara, la persona a la que había llamado. Pero nunca apareció (ese día) y debió tomar cualquier otro medio para llegar a destino. Con un nudo en la garganta, la señora llegó a destino. Bajó su pesada maleta, la subió escaleras arriba y una vez dentro de su habitación desempacó lo necesario como darse una ducha y salió a caminar. Caminó las calles de la ciudad con sus ojos nublados y la mente en blanco, hasta conseguir un poco de calma y serenidad. Ese día la mujer hubiese sido Feliz si escuchaba que alguien que ella tanto amaba, le dijera aunque sea Te Quiero.
Malania
Imagen Propia
ABRÁZAME
Mi corazón se enternece cuando me abrazas,
me hace más llevadera la vida,
me da la bienvenida a un nuevo día
lleno de esperanza y alegría.
Si el día se presenta triste
un abrazo puede arrancarme lágrimas.
Pero siempre reconforta el alma.
Un abrazo no se lo da a cualquiera
se lo damos a quien de verdad queremos.
Es algo grandioso, es un gesto sobreentendido
porque no hacen falta palabras para decir:
“te quiero”, “gracias por estar”.Malania
Imagen de la red.
TU MANERA DE SER
Belleza escrita
sinceras palabras.
Breve y conciso.
¿Es cierto?
Sí, muy bonitas.
Las guardaré en mi alma.Malania
Imagen: Gentileza de Ernesto Rucho.
POR TÍ, POR MÍ, POR TODOS
Hoy viajé al centro de mi ser.
Fui a buscar un reservorio de paz.
Allí pude encontrar una fuente de serenidad.
Me serví de ella para esparcirla sobre mis experiencias.
Me senté al borde de la fuente para reflexionar.
Mis pensamientos bogaron por la paz de todos,
por tu paz, por la de él o ella, y por mi paz.
Esa paz interna que a raíz del silencio que atraviesa mi ser,
me calma, me fortalece y me hace sentir segura.
También eso quiero para ti, para él o ella, para mí y para todos.
¿Por qué no? ¡Para todos!
La paz me sustenta y me sostiene.
También eso pido para ti, para él o ella, para mí y para todos.
Doy Gracias a Dios por la serenidad que hoy llena mi alma.
Y pido serenidad para ti, para él o ella, para mí y para todos.Malania
Imagen: Propia
VIVIR EL HOY
El destino es desconocido
también el futuro.
Por eso que lo importante es
vivir el momento.
Hoy mi alma se llena de belleza,
alegría, fortaleza
y humana entereza.
Se estabilizan mis emociones,
recargo de nuevo mi energía.
La belleza me acompaña,
me eleva y me anima.
Me conecta con la naturaleza
con la madre tierra divina.Malania
Imagen propia
CONEXIÓN
La belleza del paisaje se tiñó de bruma y de lluvia en una mañana de febrero. El agua dejó solamente la humedad en las plantas y la fresca fragancia de las hierbas mojadas. Se fue a otros lares para dejarnos un precioso día de sol.
Con alegría los pájaros nos ofrecieron una melodía rítmica y difusa, tal vez monótona, pero nada molesta. Sentí que era una forma de agradecer a la naturaleza misma por sus bondades.
Mientras tanto el agua del mar, a veces calma, nos transmitía paz y con sus olas danzantes nos emocionaba, cuando veíamos los reflejos del sol brillando y penetrando en el gran caudal.Malania
Imagen propia