Conserva lo que tienes. Olvida lo que te duele. Lucha por lo que quieres. Valora lo que posees. Perdona a los que te hieren. Disfruta a los que te aman. Habla desde el corazón. No obres por impulso. No permitas que la ira te domine. No pretendas dominar al mundo. Y recuerda: Todos somos iguales ante la mirada de Dios.