• Efemérides

    DÍA DE LOS ENAMORADOS

    Cada 14 de febrero,  el mundo celebra el amor, el cariño y la amistad a través de lo que se conoce como Día de San Valentín.
    La festividad tiene sus raíces en la antigua Roma.
    Se cree que San Valentín fue un sacerdote que, en el Siglo lll, desobedeció la orden del emperador Claudio ll de prohibir los matrimonios de jóvenes soldados, argumentando que los hombres casados eran malos soldados.
    El Papa Gelasio l formalizó el culto al santo, a fin de cristianizar la celebración pagana de Lupercales, que tenía lugar en febrero.

    Información de la red.
    Imagen: de la red

  • Poemas

    TESORO

    La vida es un tesoro
    y es de tontos malgastarla,
    no cometeré desatino,
    no viviré intensamente
    para no quemarla.
    Porque sin ese tesoro,
    no podré amarla.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poemas

    SIN SENTIDO

    ¿Para qué remar contra la corriente?
    si naufragarás en medio del mar.
    ¿Para qué soplar en contra del viento?
    Te endurecerá el corazón, el aire polar.
    Y todo, todo será dolor,
    todo, todo será mentira,
    no sentirás al amor,
    desaparecerá en la gran vía.
    La angustia se apoderará de tu cuerpo,
    dormirás con rencor,
    o te quitará el sueño.
    Y en ese mar que un día te dio alegría,
    hoy, sin la muerte, serás
    solo un triste perdedor en vida.

    Malania

    Imagen propia

  • Relatos

    NO LO ABANDONES

    El sol se apodera del entrelazado asfalto que une mi casa con la tuya, con la de ella, con la de él.
    A mediodía quema los pies descalzos de las mascotas perdidas.
    Ya no les quedan sueños solo lamentos de un caminar sin fin.
    Buscan comida entre las bolsas de residuo que los vecinos dejan en los canastos.
    Pedazos de pan, restos de carne en huesos del asado del domingo, o del puchero de cualquier mediodía.
    Entre rejas miran hacia adentro para ver si algún alma solidaria le tira un poco de comida fresca.
    Con pena se alejan buscando la sombra de algún árbol y un poco de agua que algunos buenos vecinos dejan a propósito para que ellos sacien su sed.
    Otras veces se alegran moviendo la cola en agradecimiento por la comida fresca que alguien les ofrece. Pero no se quedan, siguen su camino entre muros de cemento y agrios silencios.
    Es la rutina de perros (no tanto de gatos), que luchan por subsistir.
    Han nacido en algún lugar, alguien los habrá criado desde pequeños, o quizás desde temprana edad, han sido abandonados por los que fueron sus dueños. Los dejaron en un yuyal, en un descampado, o en algún lugar soleado y con asfalto caliente. Quién sabe. Nunca han tenido ni siquiera una caja de cartón con un pedazo de trapo viejo donde poder dormir los días de invierno. Ni un oso de peluche para jugar como muchos perros tienen. Han nacido y crecido en una cuna de lamentos: “no te quiero”, “no tengo tiempo para cuidarte”,  “no tengo comida para darte, el presupuesto no alcanza”. O lo que es peor: “no te me acerques”, “sal de aquí, hueles mal”, y tantas otros pretextos para no aceptar a estas “criaturas” o animales, como mejor te quede llamarlos. No saben hablar, no saben pedir ni quejarse, se comunican con su mirada cuando están tristes o enfermos, o cuando necesitan algo, y con el batir de sus colas cuando están alegres.
    Y en estos transitados trayectos les duele la vida, les quema el desánimo al caminar por el asfalto caliente en busca de comida y agua.
    Si cada uno de nosotros se apiadara de ellos, al menos colocando recipientes con agua fresca, que podemos cambiar todos los días, y algún pedazo de pan o restos de comida fresca, no pasarían hambre ni sed. Ellos no tienen la culpa de haber nacido o de haber sido abandonados.

    Y si en tu barrio o ciudad no has encontrado a ninguna de estas mascotas callejeras, eres afortunado de que no te duela el alma por verlos sufrir.

    Malania

    Imagen: propia. Es de un perro que apareció en el lugar y le brindaron refugio.

  • Poemas

    SENTADA SOLA

    Te vi sola y lejana, sentada, guardabas silencio,
    tu voz callada mientras el tiempo se iba.

    Te vi en tu tristeza, quise acercarme pero no pude,
    dejé seguir el momento, no logré entender tu pena.

    No me animé a preguntar, tuve miedo a molestar,
    el viento mecía suave tu cabello, parecía acariciarte.

    Sentada sola estabas, en mí las preguntas,
    ¿Por qué? sin respuestas, cómo saber qué te hiere.

    Te vi y nada pude hacer, cómo calmar tu dolor,
    no puedo olvidar, tú llorabas, tan solo miré sin hacer nada.

    Sentada sola ahí en ese viejo banco de una plaza casi vacía,
    me faltaron palabras para llevarte consuelo,
    me fui también, llorando y no comprendí.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: Rubén E. Ch.

  • Poesía

    AÑOSO

    El campo está callado,
    en el cielo no hay grises,
    un añoso árbol allí vive
    donde su sombra persiste.
    Con tronco corpulento,
    muestra surcos de años,
    sus raíces abrazan la tierra,
    raíces firmes, de antaño.
    El viento lo acaricia
    y su corteza labra,
    murmurando historias
    de una vida larga.
    En sus ramas crecen
    con silencios guardados
    las flores de clavel del aire
    abriéndose en susurros callados.

    Malania

    Imagen: Claudia D.

  • Poemas

    MISMAS HORAS, DISTINTOS TIEMPOS

    Cómo saber sin hacer ¿?
    es como vivir sin amar
    He soltado hace ya tiempo
    amarras de mi puerto.
    Las estrellas de mis sueños me han guidado.
    Como un niño voy descubriendo mi camino
    dejándome llevar.
    Atravesando incertidumbres cultivo mis certezas
    y así las huellas voy dejando atrás.
    Tan solo eso quedará…
    Hacia adelante va mi vida.
    Hay tierras que no he de volver a pisar.
    Cerraré algunas puertas y otras tantas
    se abrirán.
    Aunque al día le pongan nombre
    y en veinticuatro se divida,
    lo que pasó, se fue
    y lo que vendrá, no existe.

    Autor: Patricio Massa
    Imagen de la red

  • Prosa Poética

    EMOCIONES HOY

    Reflexión dirigida a emociones:

    Tristeza, te permito estar cuando lo necesites, porque sé que sentirte no es debilidad, sino un acto de amor hacia mí mismo.
    Miedo, te escucho con atención, porque aunque a veces me paralizás, también me recordás lo valiente que puedo ser.
    Dolor, te agradezco, porque aunque dolés mucho, traés contigo la promesa de sanación y fortaleza.
    Alegría, gratitud y abundancia les doy la bienvenida y les agradezco porque a través de ustedes me permito disfrutar de las pequeñas cosas como un abrazo cálido, el aroma del café, la sonrisa de un ser querido o el simple hecho de respirar.
    Me permito vivir plenamente el aquí y ahora, sabiendo que la vida se construye en esos momentos simples y mágicos.

    Hoy reconozco que los desafíos forman parte de este viaje. Acepto que no siempre estaré bien, pero también sé que cada obstáculo trae consigo una oportunidad para aprender y crecer. Decido transformar cada tropiezo en un peldaño hacia mi mejor versión.
    Mientras camino este sendero, elijo cuidar de mi cuerpo, mi mente y mi espíritu. Hago espacio para lo que me nutre, lo que me equilibra y lo que me conecta conmigo mismo y con los demás. Agradezco por todo lo que tengo y por todo lo que está por venir, confiando en que cada paso que doy tiene un propósito.

    Autora: Escritora Sonia Coutto

    Imagen: Gentileza Ricardo Gamero.

  • Relatos

    DOMINGOS DIFERENTES

    Notablemente no recuerdo ningún pasaje en día domingo durante mi niñez.
    Sí de mi adolescencia y juventud.
    Mis mejores recuerdos de la tercera etapa de mi vida, los domingos en época de vacaciones de verano. Me levantaba muy temprano para ir a la Capilla San José Obrero, donde nos reuníamos a participar de la Santa Misa. Asistían muy pocos niños, solo los que acompañaban a sus padres y abuelos. Los demás iban a Misa más tarde, si mal no recuerdo, a las 9 hs.
    Volvía a casa, desayunaba y luego ayudaba a mi madre y hermana a preparar el almuerzo. Aunque mucho no me permitía hacer porque, según ella, los tradicionales perogui o también llamados varenekis, con relleno de ricota, si se cerraban mal, se abrían en el agua hirviendo y salía el relleno.
    Después del almuerzo mis amigas me pasaban a buscar para ir al campo, donde pasábamos toda la tarde disfrutando de una gran pileta natural de un colegio religioso.
    Los demás miembros de mi familia se quedaban a dormir siesta.
    Mientras ellos tomaban su mate al atardecer, nosotras lo hacíamos con un rico tereré y pan dulce.
    No teníamos que pensar en lo que haríamos al día siguiente, lo importante era vivir el día a full. Estábamos de vacaciones.

    Malania

    Imagen propia
     

  • Relatos

    ALEGRÍA Y TRISTEZA

    DESCRIPCIÓN NO PERSONAL
    UN DÍA DOMINGO


    No todos son iguales, por supuesto, dijo Ricardo.
    Pero lo he pensado así, y lo describiré de esta manera:
    El día, comienza con alegría -es el día del Señor- y del necesario y ansiado descanso para muchos y, además para algunos el de reunión de la familia.
    Hay alegrías, charlas, almuerzos, brindis, en fin: día de compañía y de compartir cosas… Y luego la tarde, el mate, el sosiego que … marca el comienzo de lo que será algo así como una sensación de tipo agridulce, compuesta por un lado de plenitud por lo que se han vivido horas felices y por otro el nacimiento de algo así como una cierta nostalgia y casi tristeza, porque eso se acaba y es la separación de cada uno tomar su rumbo y comenzar a pensar en el día de mañana (lunes), inicio de la semana laboral con su rutina de trabajo -bendición para el que lo tiene y sufrimiento para el que no-, el de volver a las obligaciones, con sus cargas y cansancios,  agotamientos -en algunos físicos en otros mentales-, sus responsabilidades y, a veces preocupaciones.
    Y por último Ricardo agregó:
    -Creo, en esta descripción, se me quedaron cosas en el tintero. Hay mucho para reflexionar, y es, debe ser, distinto según sea para una u otras personas, según su situación o momento de vida por el que esté atravesando.

    Malania

    Imagen: Javier A. T.