CASAS DE COLORES
Casas de colores como almas que alientan
transmiten alegría, donde el amor se asienta,
frente a la arena que acaricia los pies
son refugio dorado donde nada es desdén.
Sus muros esconden historias perdidas
pintadas de sueños, lágrimas, risas y vida.
El mar, un lienzo azul como el cielo infinito
y entre ellos, alegres, las gaviotas danzan
no dejan huellas, tampoco nada escrito.
Las olas susurran secretos en la brisa
mientras las parejas de la mano caminan.
Juegan los niños, sus risas estallan
con sueños que se mezclan sin alimañas.Malania
Imagen: Gentileza Antonio M.
SU PRESENCIA
Siempre me sorprende cuando lo veo
y la sorpresa se convierte en alegría,
entre palabras y de la nada se aparece…
y del modo sublime que la luz pinta colores
en lo tenue de un amanecer en calma,
como el de ayer, como el de hoy…
cuando mi existencia busca un sentido
para seguir viviendo entre frases
y versos que nacen del alma.
Pasa el día…
y la agonía de la tarde imprime
en el celeste cielo, diminutos agujeros,
entre nubes blancas aparece
y una pizca de él
da presencia a mis vacíos de ausencia
y enciende luceros que guían mi alma.
Habrá miles que se le asemejan…
pero cuando lo veo ahí,
plasmado en un escrito, entre palabras
que no me dicen nada y me dicen todo,
toda la gente me resulta indiferente.
Pero si él un día, por razones ajenas
a mis deseos fervorosos, no apareciera,
los amaneceres perderían sus colores,
si ya no pudiera despertar pensando en él,
las mañanas se volverían insulsas y monótonas
y las tardes dejarían que las noches
se convirtieran tenebrosas, sin estrellas.Malania
Imagen: Propia
EL DINERO NO ES TODO
REPORTE DIARIO. Primera entrega.
-“Como si fuera un reporte diario, escribo esto para no olvidar”. Lo dijo Rubén y lo hizo.
“Hoy 24 de Mayo de 2021, o más bien anoche, ocurrió algo diferente.
Mis sueños fueron, por primera vez en mucho tiempo, algo completamente distinto a lo de siempre.
Esta vez, soñé sin saber cómo ni por qué, con que participaba de una banda que nos hacíamos de una gran cantidad de dinero. Pero, la verdad, era que no lo robábamos ni asaltábamos a nadie. Era muy extraño.
Tampoco recuerdo quienes eran los demás. Eso sí: debimos ser 5 personas. Y lo recuerdo porque uno de todos los que estábamos repartiéndonos esa enorme cantidad de dinero dijo: “Bien, pero fui yo el que preparó las cosas y compró todo lo necesario para que vengamos a tomar todo este dinero, me merezco algo más, o la devolución de mis gastos…”. Yo fui el que respondí a aquello, diciendo: – “Es justo que le demos una quinta parte de todo lo que nos estamos embolsando, ya que, gracias a él, podemos hacerlo. A partir de este momento, haré 5 pilas de fajos con billetes de los cuales, uno de ellos, será para él…”
No había, en realidad, en mí, ningún egoísmo, sino sólo agradecimiento. Era una cantidad tan grande, que ni siquiera éramos capaces de contar todo ese dinero. La sensación que yo tenía era que no iba a poder gastarlo por el resto de mi vida, estaba allí (era una mesa grande, como llena de fajos de 100 billetes de $100 dólares cada uno, es decir 10 mil dólares por fajo), y los estaba poniendo cuidadosamente en una caja grande de cartón, bien acomodados en la misma, para que quepan más. Tampoco sentía miedo, ni ansiedad. Era simplemente algo de lo más común, como una cosa natural, más natural que caminar.
Una vez que llené mi caja, y que separé lo que había decidido entregar a quien nos llevó hasta el lugar, pensé que lo que tenía en esa caja era suficiente para mí, por lo que decidí envolver la caja con un pliego de papel madera, y salir de allí. Mientras tanto, veía a los demás que seguían tomando fajos de billetes y llenando bolsas. No me importó, yo ya tenía lo que consideraba suficiente para mí.
Pensé -en ese momento- en retirarme de allí antes de que se terminen de repartir el dinero. Creo que el sentimiento justo para ese instante fue que aquellos (a quienes no conocía, ni siquiera los había visto en mis sueños) podrían ponerse violentos y tratar de pelear por quitarles a los demás el dinero que habían separado para sí. Yo me pregunté: “¿Qué sentido tiene pelear por un fajo -o muchos- más, cuando uno pudo separar todos los que quiso, sin que los demás lo molesten? Pero entendí que la avaricia humana es infinita, y que -no conociendo a los demás- estaría tomando un riesgo innecesario si me quedase.
Así, tomando mi caja de cartón llena de fajos con dinero, envuelta en papel madera (todo muy elegantemente envuelto, y preparado), me escabullí de allí, prácticamente (al menos esa era la idea), sin que me vieran. Y al salir de allí fui hasta una habitación de hotel (al parecer, estábamos en un edificio que parecía un gran hotel, pero donde nuestras habitaciones parecían un departamento, o quizás una oficina) en la ciudad de Buenos Aires. Había una especie de placar, sobre una pared, con una gran cantidad de puertas. Abrí una de ellas y coloqué la caja con todo el dinero adentro.
De pronto, recordé que debía hacer una diligencia en algún lugar de la ciudad, y se me estaba haciendo tarde. Con lo que dejé las cosas allí, y salí para hacer aquello que debía (no recuerdo ni qué era, ni para qué). Tampoco recuerdo en qué viajé para hacer esa diligencia, aunque parecía ser un tren, o el subte. Viajé cómodamente y con rapidez, hasta que me bajé en algún lugar y empecé a caminar, para llegar a dónde tenía que ir.Mientras caminaba comienza otra parte de mi sueño. Como siempre, es casi imposible para mí hacer más de una cosa a la vez. Es decir: puedo hacer una cosa a la vez, pero en esos momentos, empiezan a generarse innumerables pensamientos en mi mente, que me hacen hasta olvidar adónde voy. Y esto ocurrió. De pronto, empecé a pensar en cómo retiraría el dinero de dónde lo había guardado. Y peor ¡por qué lo había dejado abandonado en un lugar que no tenía seguridad de nada, para venirme a hacer una diligencia que ni siquiera recordaba, y que jamás tendría la mínima importancia frente a aquella enorme cantidad de dinero que había colocado en la caja!!
En aquel momento fue cuando entraron los malos pensamientos. No importaba qué fue lo que pensé hacer que era importante: “no lo era”. Lo importante era volver a buscar el dinero, pero ¿aún estaría donde lo dejé? Y si vuelvo ¿no me encontraré con aquellos con quienes estuve sacando todo aquel dinero de la gigantesca mesa que, habiendo terminado con su labor, me estén buscando para quitarme la parte que yo tomé? O peor: ¿podré sacar esa caja grande con dinero -que además pesa bastante- del edificio donde la dejé sin que nadie se interese por ver lo que llevo? ¿Y si me para un policía? ¿Qué le podría explicar a un policía? Yo sabía que no había asaltado a nadie, pero también sabía que era algo que no me había ganado trabajando. Alguien me llevó a ese lugar, donde se encontraba todo ese dinero, y nos dedicamos a colocarlo en una bolsa o una caja, para llevárnoslo, y nada más. ¿Fue eso un robo? Yo ni lo había pensado, pero cualquier policía pensaría eso y alguien más hasta podría matarme para quitarme el dinero.
Tenía que hacer las cosas diferentes, de una manera más natural. Hoy, la gente joven, cargan todos ellos una mochila, ya sea para ir a trabajar, al colegio, o por cualquier cosa. Llevar una mochila y poner dentro el dinero podría ser la solución. Pero tengo mi mochila en mi casa, y debería ir a buscarla. Claro que esto me llevó a otra preocupación: ¿Cómo hago para llegar a mi casa desde allí? No tenía en claro ni dónde estaba. Más aún: ¿Entrarán todos esos fajos con dinero en mi mochila? No estaba seguro. Pero lo peor: ¿Cuánto tiempo me llevaría el ir a buscar la mochila y volver? ¿Estaría aquella caja con dinero en el mismo lugar cuando finalmente vuelva? Si aquel edificio era un hotel, y yo había salido de la habitación, había la posibilidad de que la gente del hotel hubiese alquilado la habitación a otra persona, quien quizás hubiese encontrado ya mi caja con dinero, y no me quedase nada. Es decir, una gran posibilidad de que hubiese perdido todo. Y peor aún, encontrarme con aquellas otras personas que estuvieron retirando dinero y sabrían que yo tenía una parte, y trataran de quitarme algo que realmente en este momento ni tenía, sino que lo había olvidado en aquel placar de una habitación de hotel que ni siquiera recordaba cuál era la ubicación del hotel o edificio. Tampoco recordaba siquiera el número de habitación.
Creo que la angustia que me estaba causando este sueño a esta altura del asunto hizo que es ese momento me despertase. ¡Y me sentí feliz de darme cuenta que era sólo un sueño!
También me sentí feliz de que no me hubiese importado mucho toda esa enorme cantidad de dinero que había guardado en la caja, que parecía que era como para vivir más de 3 vidas. Nunca lo miré al dinero como si fuese una cosa importante. Mientras recogía los fajos de billetes, le daba menos importancia que si fuesen frutas colocándolas en una bolsa del mercado.Al final, incluso me llegó un sentimiento de alegría por no tener ese dinero. Por no tener que pensar qué haría con eso, y que tenerlo, posiblemente me alejaría de todas las personas que tengo cerca, ya fuese porque las conozco personalmente, o no. La avaricia y el egoísmo son -además de pecados capitales o, al menos, la “avaricia” creo que lo es- sentimientos que “pudren” no sólo el alma de las personas, sino también de aquellos relacionados con uno. Y no quiero eso. No quiero volver a la pudrición de vivir sólo por el dinero”.
Continuará el próximo domingo 06-10-24
Malania
Imagen: de la red
LO QUE ERES PARA MÍ
Musa de mis versos
Aurora de mis amaneceres
Razón de mi existencia
Ideal de mujer
Alegría para mis tristezas.Máxima expresión de la sensualidad
Altar de mis pasiones
Reina indiscutible de mi corazón
Tesoro invaluable
Imagen de Diosa
Novia del amor
Ángel audaz de atrevido encanto.Este acróstico le ha sido dedicado a María Martina, una vieja amiga,
por un admirador virtual que dijo llamarse Mabaut.Imagen: de la red
VIDA
Una meta y un destino,
es lo que construimos
cada día y en silencio,
recorremos el camino,
deseando que aminore
nuestras luchas, nuestras penas,
y lleguemos al final
de esa terrible jornada
con sonrisa de alegría,
para no transmitir a nadie
nuestro cansancio del día.
Los tiempos han cambiado.
Este mundo está perdiendo
los estribos de la vida.
Hay caminos de locura
sin control y sin medida.Malania
Imagen: Gerardo S. V.
MASCOTA PERDIDA
En un rincón sereno del bosque, una perrita cansada se acurrucaba junto a un árbol. Había pasado el día explorando y jugando, pero el calor y la fatiga la habían vencido. Sus pequeños ojos se cerraban lentamente mientras el sol comenzaba a bajar en el horizonte.
Un perro curioso, que paseaba por la playa cercana, notó las huellas en la arena que se dirigían hacia el bosque. Siguiendo el rastro, llegó hasta la perrita dormida. La observó con ternura y, con un ligero movimiento de su pata, la despertó.
Al instante, el suave murmullo del lago cercano se hizo más evidente. La perrita, al ver al perro y al reconocer la familiaridad de su compañía, se levantó con renovada energía. Juntos, siguieron las huellas que conducían hacia el lago.
Mientras el sol se ocultaba, el lago de aguas tranquilas reflejaba los tonos dorados y rosados del atardecer. El brillo del lago parecía acunar el final del día con una paz serena. Los dueños de la perrita, preocupados y buscando en la arena, finalmente llegaron al lago y, al ver a su mascota sana y salva, sus rostros se iluminaron de alivio y alegría.
Reunidos a la orilla del lago, el perro, la perrita y sus dueños compartieron un momento de tranquilidad y regresaron a la casa. Las huellas en la arena y el resplandor del atardecer eran un recordatorio de que, aunque el día había sido largo, el final era perfecto y lleno de gratitud.Malania
Imagen: de la red
LA ESENCIA
Cuando la soledad nos rodea, nos abraza.
Qué bueno es sentir el amor de alguien,
con la fuerza y la esencia de cariño y amistad.
Nada más triste
que el manto de la soledad nos cubra
como una nube negra
eclipsando nuestra alegría de vivir.
Los recuerdos, los buenos recuerdos
son un soplo de aire fresco
en la esencia de nuestra existencia
envuelto en el manto oscuro
de nuestra soledad.
Pero nada más reconfortante
más auténtico, más cierto
que la esencia del amor,de cariño, de amistad,
para dar alegría y color
a nuestro corazón.
Autor: Poeta portugués Mario Margaride
Imagen: de la red
AVE MAÑANERA
La naturaleza con sus tiempos y sus momentos diferentes nos inspiran y nos producen alegría o tristeza, y a veces simplemente nos induce al silencio.
De pronto rompe la monotonía el canto de un pájaro, el ladrido de un perro, el maullido de un gato, el rugido de un motor que vuela a lo alto con sus alas de metal.
Al observar y contemplar surgieron estos haikus:Bajo el cielo azul
visita mañanera.
Un zorzal canta.La mariposa
sin desplegar sus alas
posa y descansa.Malania.
Imagen: M. Julián T.
Imagen: Rosana G. B.
CAÑA CON RUDA
Según la creencia de los guaraníes, la caña con ruda tiene propiedades medicinales y atrae salud. Además, se asegura que la bebida espanta la mala suerte, aleja los malos espíritus y atrae buena fortuna, promueve alegrías y despoja a la gente de los malos augurios, aleja la envidia y todos los males sobre todo los de la gripe.
Si bien la tradición de beber caña con ruda es el 1 de Agosto, aquellos que se olviden o no alcancen a hacerlo, tienen la oportunidad hasta el 15 del mismo mes.PACHAMAMA
También al iniciar el mes de Agosto, distintos pueblos indígenas de América del Sur, también llamados primitivos, celebran el Día de la Pachamama, que representa a la Madre Tierra. Pachamama, llamada además, Pachamama Raymi, en los pueblos andinos quechua y aimara de los Andes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú.
“Pacha” en aimara y quechua significa “tierra, mundo y universo”, mientras que “mama” hace referencia a la “madre”.
Ese día se hacen ofrendas y rituales para pedir su protección, buenas cosechas y buen tiempo. También por los animales y la abundancia del suelo. Se invita a finalizar ciclos y a renovar proyectos.Información e imágenes de la red.
EL OASIS DE EULALIA
En un tranquilo barrio semirural, escondido entre calles bordeadas de árboles y casas acogedoras, cercano al arroyo San José, se encuentra un jardín singular, un remanso de vida donde la soledad no tiene cabida. Este jardín pertenece a Doña Eulalia, una mujer de corazón cálido y amor por la naturaleza.
Ella no está sola en su hogar, pues el jardín es su fiel compañero. Desde el amanecer hasta el anochecer, está rodeada de seres vivos que hacen de su espacio un lugar lleno de vida y alegría.
Por los rincones del jardín, dos ranas cantan melodías que parecen fusionarse con el murmullo del agua de arroyo. Son las guardianas del estanque, no pierden tiempo en atrapar a cuanto insecto se les acerca, observando con ojos curiosos cada movimiento que ocurre a su alrededor.
A lo largo y sobre todo, a lo alto de las paredes, las lagartijas se deslizan ágilmente, jugando al escondite entre las piedras y las plantas. De todos los tamaños, se camuflan en diferentes colores, y aportan un toque de vitalidad al paisaje.
Los pájaros son los visitantes más frecuentes. Vuelan libremente, confiando en la generosidad de la señora Eulalia, que les ofrece alimento y agua. Entre trinos y aleteos, hacen del jardín su hogar temporal, llenándolo de vida y color.
Pero no solo los pájaros disfrutan de la hospitalidad de la mujer. Las mariposas revolotean entre las flores, dibujando un arco iris con sus alas delicadas. Los picaflores zumban cerca de las flores más dulces, deleitándose con su néctar.
Y como si fuera poco, varias perras curiosas deambulan por el lugar, siempre alerta ante cualquier intruso que se atreva a irrumpir en su territorio. Son las guardianas de la señora Eulalia, fieles compañeras que comparten su amor por la vida al aire libre.
Aunque en el jardín no haya lugar para los gatos propios, los vecinos felinos se aventuran por los tejados, curiosos exploradores que vigilan desde las alturas. Su presencia es bienvenida, especialmente cuando algún roedor intenta colarse en el jardín o en la misma casa. Con astucia y agilidad, los gatos vecinos protegen el oasis de la mujer, de cualquier amenaza que se presente.
Así, en ese jardín, la soledad es solo un recuerdo lejano. Rodeada de vida en todas sus formas, encuentra en la compañía de la naturaleza y sus amigos peludos una fuente inagotable de alegría y amor. Y mientras el sol se oculta en el horizonte, el jardín sigue vibrando con la magia de la vida en comunidad, hasta el momento en que cae la noche y con su oscuridad y su silencio mágico, envuelve al lugar invitando a todos a descansar.Malania
Imagen: propia