• Cuentos

    VESTIDA DE NEGRO

    En un bosque frondoso y verde, donde el sol se filtraba entre las hojas y las aves cantaban melodías alegres, vivía una pequeña lagartija llamada Lila. Lila era curiosa y valiente, y siempre estaba en busca de nuevas aventuras.
    Un día, mientras exploraba el bosque, Lila se encontró con una caja abandonada. Intrigada, se acercó y la abrió con cuidado. Dentro encontró telas de colores y brillantes botones. Fascinada por estos hallazgos, decidió probarse algunos pedazos de tela. Después de mucho esfuerzo y con ayuda de algunos insectos amigos que pasaban por allí, logró coserse un pequeño vestido negro con ribetes dorados.
    Una vez vestida con su nuevo atuendo, Lila se miró en un charco cercano y se sintió radiante. Pero pronto se dio cuenta de que algo había cambiado. Los animales del bosque la miraban con asombro y algunos incluso la evitaban. Lila no entendía por qué su nuevo vestido causaba tanto revuelo.
    Decidida a descubrirlo, se acercó a una sabia lechuza que vivía en el bosque y le preguntó por qué todos la miraban de esa manera. La lechuza, con voz calmada, le explicó que en el bosque, el negro era el color de la tristeza y el luto, y que muchos animales lo asociaban con malos presagios.
    Lila se sintió desolada al escuchar esto. No quería que su vestido causara miedo o tristeza a sus amigos del bosque. Con el corazón apesadumbrado, decidió deshacerse de su vestido negro y buscar otro color más alegre.
    Después de buscar entre las telas que encontró en la caja, Lila se cosió un nuevo vestido, esta vez de un vibrante color verde esmeralda, con pequeños detalles en amarillo brillante. Cuando salió a pasear con su nuevo atuendo, los animales del bosque la recibieron con sonrisas y alegría. Lila se dio cuenta de que el color de su vestido no solo reflejaba su propia felicidad, sino que también afectaba el ánimo de quienes la rodeaban.
    Desde ese día, Lila comprendió la importancia de la empatía y la consideración hacia los demás. Y aunque le encantaba vestirse con colores brillantes, nunca olvidaría la lección que aprendió con su pequeño vestido negro. Y así, con su espíritu aventurero y su corazón bondadoso, Lila continuó explorando el bosque y compartiendo su alegría con todos sus amigos.

    Malania

    Imagen: de la red

  • General

    AMOR Y MÁS AMOR

    Hace un tiempo ya desde la última vez que le dije a mi pareja que la amo, comentó Esteban a su amigo Miguel mientras tomaban un breve descanso en el trabajo. Recuerdo que fue en una tarde lluviosa, estábamos acurrucados en el sofá, compartiendo historias y risas, después de haber visto una película de humor y romanticismo. En un momento, miré profundamente sus ojos y le dije: “Te amo”. La expresión en su rostro fue una mezcla de sorpresa y felicidad, como si esas palabras fueran un bálsamo reconfortante para el alma. Desde entonces, han pasado algunas semanas, quizás incluso meses, y aunque el amor sigue latente en nuestro día a día, no siempre encontramos las palabras adecuadas para expresarlo. Tal vez sea hora de recordarle lo importante que es para mí y lo mucho que la amo.

    Es cierto que el amor, expresado a través de gestos y acompañado de alegría, tiene un poder sanador increíble para el alma. En un mundo lleno de altibajos y desafíos, el amor genuino puede actuar como un bálsamo que calma nuestras preocupaciones y nos llena de esperanza.

    El amor hacia los demás, hacia nuestro país, más que todo se basa en reconocer y respetar al que no piensa igual que uno mismo, igual que la mayoría. De ese modo, si existiera más amor verdadero, podríamos  construir un mundo y un país mejor.

    ¡Qué inspirador y necesario! Reconocer y respetar a aquellos que tienen opiniones diferentes es fundamental para vivir en paz y armonía. La diversidad de pensamiento enriquece nuestras sociedades y nos permite encontrar soluciones más creativas y equitativas para los desafíos que enfrentamos.

    Cuando somos capaces de escuchar con empatía y comprensión a quienes tienen perspectivas distintas a las nuestras, abrimos la puerta al diálogo constructivo y a la colaboración. En lugar de dividirnos, nos unimos en la búsqueda de objetivos comunes que beneficien a todos.

    Además, el respeto hacia la diversidad de pensamiento fortalece nuestros valores democráticos y promueve una convivencia pacífica y armoniosa. Cada persona aporta su propia experiencia y conocimiento, lo que nos permite aprender unos de otros y crecer juntos como sociedad.

    En definitiva, al reconocer y respetar al que no piensa igual que nosotros, contribuimos activamente a la construcción de un mundo más inclusivo, justo y próspero para todos.
    ¿Cómo podríamos vivir en pareja si no pensáramos en que ella y él son personas que tienen derecho a pensar diferente sobre algunas cosas?
    Y para seguir adelante es necesario consensuar, pero sobre todo y para eso, se necesita dialogar.

    El amor comienza por las bases, en el hogar. Hacerlo extensivo a la escuela, al trabajo, a todo ambiente donde convivimos con las personas que piensan igual o diferente, sería lo ideal para ese mundo mejor que tanto anhelamos.

    Malania

    Imagen: de la red

  • Cuentos

    LAS DOS MASCOTAS

    Algunos días de otoño, sobre todo los nublados,  parecen tristes y vacíos, hasta las paredes susurran soledad y el silencio abruma.
    Un domingo por la tarde, mientras hojeaba un diario en el café del barrio, encontré un aviso sobre un refugio de animales que pedían colaboración para poder comprar alimento para las mascotas y también ofrecían en adopción. Tomé nota de la dirección y al otro día me acerqué al lugar. Entre los numerosos animales que buscaban un hogar, una gatita gris llamó mi atención. Estaba acurrucada en una esquina, con sus ojos grandes y tristes mirándome mientras me acercaba. Su pelaje estaba enmarañado y noté que estaba visiblemente más delgada que los demás gatos. Me acerqué con cautela, para acariciarla. Ella se acercó tímidamente como desconfiando de lo que yo podía hacer. Pero enseguida comenzó a ronronear y tomó confianza. Decidí que esa gatita, a la que luego la llamé Huma, sería la compañera ideal. Decidido hice los trámites correspondientes y me dieron una ficha donde constaba que su procedencia era la calle, y cuando la rescataron estaba desnutrida y tenía algunas heridas que fueron curándose de a poco. Sin dudarlo decidí llevarla conmigo con el compromiso de darle amor y el cuidado que necesitaba.  
    Huma comenzó a mejorar su pelaje y a jugar con cuanto objeto encontraba en el piso. Como si adivinara la hora que yo volvía del trabajo, me esperaba al otro lado de la puerta y me recibía con ronroneos y saltos de alegría. El vínculo con Huma se fue fortaleciendo con el tiempo. Su presencia llenó de alegría mi hogar y me brindaba compañía. Pero un día me hizo pensar que cuando yo salía a trabajar, ella se quedaba sola. Sería bueno que tuviera otra gata para que le haga compañía durante mi ausencia.
    Y fue casual o tal vez causal, una tarde mientras iba a comprar algo al kiosco del barrio, escuché un suave maullido que me llamó la atención. Siguiendo el sonido, descubrí a una gatita siamesa, caminando sobre el muro de una casa. Sus ojos azules destellaban con angustia y noté que estaba herida. Me acerqué y sin necesidad de llamarla ella se me acercó como pidiendo ayuda. La levanté en mis brazos  y sentí como temblaba, no sé si de miedo o de hambre. Se acurrucó contra mi pecho con un suspiro de alivio. Sentí la necesidad de ayudarla, no podía dejarla allí. La llevé de inmediato al médico veterinario donde descubrimos que tenía solamente heridas superficiales y recientes.
    La atendió con cuidado, ella no oponía resistencia. Le dio un tratamiento y me dijo que se recuperaría pronto con los cuidados adecuados.
    Decidí llevarla a casa. Huma la recibió con curiosidad y aparentemente no le agradaba tener competencia. La llamé Sía, por su raza.
    Con el paso de los días, Sía se fue recuperando y comenzó a jugar con los juguetes que yo le había comprado. Huma empezó a acercarse más a ella, pero siempre con recelo. De a poco la fue aceptando y así mi hogar se llenó de amor y compañía.
    Las paredes ya no reflejaron el eco de la soledad y el silencio.

    Malania

    Imágenes: M.J.T.
     

  • General

    SERÁS MI GUÍA

    Van varios años de tu partida.
    Te convertiste en mi ángel desde el día en que te conocí, y te adopté como guía.
    Nunca te equivocaste, siempre con la justa, y así yo te quise, frontal, amigo, compañero de momentos, amor de mi alma.
    Eras así, como el COLibrí, no por su tamaño, sí por tu belleza, alegría, agilidad, tu ir y, tu venir con dulzura en los labios y en todo tu ser.
    Todavía te lloro y por ello te pido perdón.
    Te pedí que me llevaras contigo, sonreíste y me dijiste que no, no querías que sufra por nada, tampoco por ti.
    Querías que siguiera mi camino.
    Soy escritora y a veces, poeta, y tú lo sabías, pero mis escritos no te llamaban la atención.

    Es por eso, que en vez de poesía hoy te dedico esta entrada, así de sencilla, sin rodeo de palabras, escritas con el corazón. Siempre estás presente, no en cuerpo pero sí en alma.

    Malania

    Imágenes propias y de la red.

  • Poesía

    LOA ANIMALES

    MASCOTA ABANDONADA

    Nosotros los animales
    les queremos recordar:
    si nos toman por mascotas
    que nos quieran de verdad.

    Si triste y enfermo me ves,
    deseo que atención me des.
    Sin mirar día ni horario
    llama al veterinario.

    Acércate cachorro.
    Yo sé que tienes dudas
    y miras temeroso,
    cómo confiar del hombre
    si fue quien te dejó.

    Olvídate del miedo,
    cobíjate en mis brazos,
    no apures más tus pasos
    yo te daré mi amor.

    Tus gritos se perdieron
    en la calle vacía,
    no sirvió tu alegría
    ni tu fidelidad.

    Igual te abandonaron
    ignorando tu suerte,
    lo mismo era la muerte,
    no volvieron atrás.

    Acércate cachorro,
    deja que te acaricie,
    no habrá mas días grises
    si te vienes conmigo.

    Has movido la cola
    señal que me entendiste,
    no quiero que estés triste
    desde hoy, ¡yo soy tu amigo!

    Autora: Profesora María Leticia Méndez

    De la red.

    Imagen: propia

  • Poesía

    EN EL JARDÍN DEL ALMA

    Entre el prado danzan flores y campanillas,
    matizadas en colores que la primavera atesora,
    rojas como el ardor de un corazón enamorado,
    amarillas como el sol que ilumina la aurora.

    En el jardín del alma, su esencia se derrama,
    fragancias de sueños y promesas cumplidas,
    en el lienzo de la vida, cada pétalo se reclama,
    un susurro de amor en cada hoja tejida.

    Brotan del suelo, como suspiros de la tierra,
    delicadas y etéreas, su danza es un canto,
    la naturaleza las viste con gracia sincera,
    y en su humilde belleza, revelan su encanto.

    Así, en la poesía de este mundo, tejida,
    flores y campanillas, rojas y amarillas,
    son versos que en el alma quedan grabados,
    testimonio eterno de las alegrías sencillas.

    Malania

    Imágenes: M. J. T.

  • General

    EL SILBIDO

    Silbar, arte sutil que al cerebro alivia,
    beneficioso en circulación y pulmón,
    elimina estrés, habla y emoción,
    un eco en montes, bosques que nos guía.

    En zumbidos de aire, el lenguaje envía,
    comunicación, eficaz sin razón,
    un código secreto, sin complicación,
    que en el cerebro igual procesa y valida.


    Distraídos o alegres, emitimos sonido,
    un silbido agudo que en el viento se pierde,
    avisos, alegrías, en un suspiro contenido.

    ¿Por qué lo hacemos?
     Es un misterio que se muerde,
     quizás por la emoción de sentirse unido
     con la naturaleza, donde el alma nunca muere.

     Malania

     Imagen: P. M.

  • General

    COLORES

    Opiniones personales

    BLANCO: Representa pureza. Hasta hace un tiempo, las mujeres que se casaban por iglesia se vestían totalmente de blanco (zapatos, vestido, corona de flores y velo) porque se entendía que eran vírgenes en cuanto a la sexualidad.
    Después ese concepto se fue perdiendo y la mayoría no lo respeta, igual se casan de blanco aunque ya no cumplan con ese requisito.

    AMARILLO: Cuando era estudiante de secundaria, entendía que el amarillo indicaba envidia. Pero con el tiempo, cambié de opinión, porque por ejemplo, las flores de este color generan en mí alegría y me levantan el ánimo.

    ROJO: Las flores, sobre todo las rosas, representan al amor. La ropa de este color levanta el ánimo y en algunos casos, como los vestidos o trajes los visten las mujeres como para resaltar su personalidad y/o llamar la atención. Son coquetas. Los labiales rojos también llaman mucho la atención y quedan bonitos, pero no en todas las mujeres.  

    NARANJA: Es uno de mis colores preferidos. Genera alegría y buen ánimo.

    AZUL: Expresa seriedad  y frescura. Su derivado, el color CELESTE, brinda tranquilidad.  

    VERDE: Si el tono es suave, da idea de juventud porque se los puede relacionar con los brotes nuevos de las plantas. En cambio si el color es oscuro, genera dureza y rigidez.

    ROSA: Inspira ternura, inocencia, dulzura.   

    MORADO: Es otro de mis preferidos. Me encantan las flores moradas o violetas. La ropa de este color me da seguridad y me siento muy cómoda vistiendo por ejemplo un suéter morado. No puede faltar en mi guarda ropas.

    MARRÓN: Transmite sencillez o simpleza. Además no es llamativo, por lo que se puede usar tantas veces como quieras y a nadie le llamará la atención.

    NEGRO: Transmite elegancia y seguridad. Sobre todo los abrigos de este color se usan mucho en mi país, Argentina. Y opino que brinda seguridad porque se puede pasar desapercibido entre la multitud. Algo muy común: vas a un lugar a extraer dinero, si vistes un abrigo rojo o de otro color llamativo, te pueden seguir fácilmente y robarte todo. En cambio si vistes de negro te pierdes entre la multitud, es más difícil que logren ubicarte. Es estrategia válida.

    Muchos tendrán otros conceptos sobre este tema, otros ejemplos de colores, otras opiniones, otras experiencias.
    Una próxima presentación: anécdota escolar y familiar.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poemas

    MISERIA

    Hablaba de prisa.
    Hablaba sin oír ni ver ni hablar.
    Hablaba como el que huye,
    emboscado de pronto entre falsos follajes
    de simpatía e irrealidad.

    Hablaba sin puntuación y sin silencios,
    intercalando en cada pausa gestos de ensayada
    alegría para evitar acaso la furtiva pregunta,
    la solidaridad con su pasado,
    su desnuda verdad.

    Hablaba como queriendo borrar su vida
    ante un testigo incómodo,
    para lo cual se rodeaba de secundarios seres
    que de sus desprecios alimentaban
    una grosera vanidad.

    Compraba así el silencio a duro precio,
    la posición estable a duro precio,
    el derecho a la vida a duro precio,
    a duro precio el pan.

    Metal noble tal vez que el martillo batiera
    para causa más pura.
    Poeta en tiempo de miseria, en tiempo de mentira
    y de infidelidad.

    Poema de José Ángel Valente (1929-2000)

    Imágenes: de la red

    Pintura por Cristían Zañartu Campos

  • General

    ABRAZOS

    Un simple abrazo nos enternece el corazón; nos da la bienvenida y nos hace más llevadera la vida.
    Un abrazo es una forma de compartir alegrías, así como también los momentos tristes que se nos presentan.
    Es tan solo una manera de decir a nuestros amigos que los queremos y que nos preocupamos el uno por el otro, porque los abrazos fueron hechos para darlos a quienes queremos.
    El abrazo es algo grandioso. Es la manera perfecta para demostrar el amor que sentimos cuando no conseguimos la palabra justa.
    Es maravilloso porque tan sólo un abrazo dado con mucho cariño,
    hace sentir bien tanto al que lo da como a quien se lo damos, sin importar el lugar ni el idioma porque siempre es entendido.
    Por estas razones y por muchas más… hoy te envío mi más cálido abrazo.

    Autor desconocido.
    Imágenes: de la red y propias.