• Minicuentos,  Relatos

    QUERER Y NO QUERER

    Delicia tenía unos veinticinco años y Jacinto cerca de los cuarenta.
    Ella había estudiado letras y su pasión era la escritura.
    Se conocieron en una fiesta de carnaval, a la que asistió con unas amigas. Él estaba solo. Ambos bailaron hasta el cansancio.
    Un día, inspirada en su relación más que especial, escribió, y se lo guardó, a nadie quiso contarle lo que le pasaba.

    “Dices que me quieres, que no quieres perderme.
    Pero tampoco la dejas, sigues a su lado.
    Que soy tu pimpollo, me deseas todo el tiempo, quieres estar conmigo, te gusta mi forma de ser, mis besos, mi pasión.
    Que con ella solo tienes un techo en común y un lugar para dormir, cada uno mirando hacia el lado opuesto.
    Que hace mucho no la tocas ni la besas.
    Que ella está enferma y es por eso que no la dejas.
    Todo esto es verdad. Lo sé.
    Pero también sé que tienes todo a tu alcance y con todo lo que está a tu alcance no te hace feliz.
    Entonces pregunto si vale la pena seguir viviendo de esa manera, por aparentar, por quedar bien delante de los viejos, delante de los hijos ya crecidos, delante de la gente.
    Porque cuando no estoy, desfalleces.
    Y cuando estoy tienes poco tiempo.
    Nos hablamos todos los días.
    Nos vemos solo cuando queda tiempo.
    ¿A muchos les pasará esto o es solamente a mí que la vida me depara migajas?
    Yo lo amo y lo acepto tal cual es con sus limitaciones y reducido tiempo.
    ¿Hasta cuándo podré hacerlo?
    ¿Hasta cuándo la chispa permanecerá encendida?”


    ¿Será verdad? ¿Será mentira? Muchos se preguntarán.
    Solo los corazones de Delicia y de Jacinto podrían responder.

    Malania

    Imagen:   de la red

  • Poemas

    AMOR

    Ven a este cielo de nubes
    multicolores, azules.
    Ven amado con tus besos
    ardientes labios. Copules,
    o no…igual invitas,
    deliras ecos.
    Mientras, suspiro,
    me aprisionan tus brazos,
    recinto de amor eterno.
    Y una voz interior
    se hace eco
    y le susurra:
    Ama,
    no te arrepentirás,
    tómala en tus brazos,
    o se te escapará.
    No la rechaces,
    no la postergues,
    inténtalo de nuevo
    aunque pienses
    que ya no puedes,
    o ella se irá
    y no volverá
    Y tú la llorarás.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poemas

    LA NOCHE CÓMPLICE

    La noche puede ser cómplice:
    De pensamientos
    de almas ardientes,
    de corazones rotos
    deshechos por el tiempo.
    De mariposas en el estómago
    que estremecen el cuerpo.
    De murmullos entre las sombras
    que acompasan recuerdos.
    De una piel erizada
    por manos entrelazadas.
    De cruces de suspiros
    bajo el mecer de una rama.
    De deseos, roces y besos
    al despuntar el alba.
    De recuerdos en danza
    rondando en la distancia.
     

    Malania

    Imagen: Roxana E. S.

  • Poesía

    BESOS EN EL CAMINO

    BESOS EN EL CAMINO

    AUSENCIA

    Quizá por orgullo,
    tal vez por dolor,
    que me duele el alma,
    y también mi corazón.

    Me sonríe tiernamente
    tu corazón cristalino.
    Mi corazón empañado,
    siembra besos en el camino.

    Te esperaré por siempre,
    a través del horizonte,
    o en las nubes azules,
    que van del sur hasta el norte.

    Malania

    Imagen propia

  • Poesía

    HOY TE BUSQUÉ

    Hoy te busqué en vano,
    fui hasta el fondo del mar,
    recorrí montañas,
    le pregunté a las estrellas
    y a las coloridas nubes,
    nadie te ha visto pasar.

    Te has recogido en silencio
    tal vez para meditar,
    o quizás corres al tiempo
    desde la tierra al mar,
    por campos y bosques
    ¿dónde estás?.

    Te busqué para besar
    tu alma y tu corazón,
    no te encontré,
    pero igual lo hice,
    desde este lejano rincón.

    Malania

    Imagen: gentileza de Gerardo S. V.

  • Poesía

    PALMERAS DESPEINADAS

    En el lago de tus sueños,
    donde el viento juega libre,
    despeinando a las palmeras,
    en baile con frenesí.

    El frío de la mañana
    las despierta susurrante,
    pero el calor del mediodía
    les da caricias con fulgor constante.

    El viento las enreda
    en una danza sin fin,
    mientras el lago refleja
    un cielo celeste y sutil.

    Entre palmeras despeinadas,
    y el frío que se esconde,
    se funde el calor de tus besos
    sin testigos de cuándo ni dónde.

    Y así en este paisaje,
    donde el viento va y viene,
    el frío y el calor se encuentran,
    y el amor nunca se detiene.

    Malania

    Imagen propia