• Efemérides,  Leyendas

    LOS ÑOQUIS DEL 29

    ¿Por qué la tradición del ñoquis?

    En el siglo VIII, un joven llamado Pantaleón predicaba y curaba a enfermos en la región de Véneto, en el noreste de Italia, según leyenda.
    Un día 29 de julio, el futuro Santo fue invitado a comer en casa de una familia de pescadores y le sirvieron ñoquis. En agradecimiento por la comida, en un año malo para la pesca, Pantaleón les auguró que en los próximos meses mejoraría la actividad.
    Cuando uno de los anfitriones levantó el plato del peregrino, futuro Santo, se encontró con algunas monedas de oro.
    De ahí la tradición viajó hasta el Río de la Plata con los inmigrantes italianos que comenzó en el siglo XIX y hasta hoy perdura mes a mes en Argentina y Uruguay.
    El día 29 de cada mes las familias argentinas acostumbran a comer ñoquis. Y también existe la costumbre de colocar dinero debajo de cada plato durante la comida.
    El ritual simboliza el deseo de atraer suerte, trabajo y prosperidad a los comensales y de que durante el próximo mes haya abundancia y no falte el dinero.
    Se pueden preparar de papa, mandioca, calabaza, espinaca o acelga, remolacha o ricota, según gustos.

    Malania

    Imágenes de la red

  • Poesía

    BARCO PIRATA


    En la vasta inmensidad del mar profundo,
    navega un barco, de misterio rotundo.
    Sus velas negras cortan el horizonte,
    y en cada ola, su leyenda se esconde.

    Entre la espuma y el rumor del océano
    Buscando tesoros en islas lejanas
    con el viento en la proa, su destino va
    con los piratas lejos de su hogar.

    Se teje la historia bajo un estandarte
    desafiando al mar en olas danzantes
    sin tregua ni vendas, con orgullo
    cantando canciones van los navegantes.

    Malania
    Imagen propia

  • Cuentos

    EN LA TIERRA ROJA

    Había una vez, en un lugar lejano y misterioso, un pequeño pueblo rodeado de campos de tierra fértil, donde los arroyos serpenteaban entre las sierras. En este lugar, la naturaleza parecía bailar al ritmo del viento, y cada amanecer pintaba el cielo con colores que parecían sacados de un lienzo.
    En este lugar nació una criatura especial, un niño que vino al mundo en medio de la magia que envolvía aquel paisaje. Desde su nacimiento, se notaba algo diferente en él. Sus ojos reflejaban la profundidad de los arroyos, y su risa resonaba como el murmullo del viento.
    Este niño creció entre la tierra roja y la frescura de los arroyos, aprendiendo los secretos de la naturaleza que lo rodeaba. Cada día, exploraba los senderos que serpentean entre los árboles del bosque, maravillándose con la diversidad de vida que habitaba aquel lugar.
    Con el paso del tiempo, el niño se convirtió en un joven lleno de sabiduría y curiosidad. Sus pensamientos volaban tan alto como las aves que surcaban el cielo, y su corazón estaba lleno de amor por el lugar que lo vio crecer.
    Un día, mientras caminaba por los senderos que conocía tan bien, encontró una antigua cueva escondida entre las sierras. Con valentía, decidió adentrarse en ella, sin saber qué encontraría en su interior.
    Para su sorpresa, dentro de la cueva descubrió un antiguo libro, cubierto de polvo y lleno de misteriosas inscripciones. Con manos temblorosas, comenzó a hojear sus páginas, dejándose llevar por las historias que relataba.
    El libro hablaba de antiguos guardianes de la tierra, seres mágicos que protegían el equilibrio de la naturaleza. Y en cada página, el joven encontraba la clave para despertar su propia conexión con esa historia y convertirse en uno de esos guardianes.
    Decidido a seguir su destino, el joven se sumergió en el estudio de las enseñanzas del libro, aprendiendo los secretos de la magia que fluía a través de la tierra roja y los arroyos. Con cada día que pasaba, su conexión con la naturaleza se hacía más fuerte, hasta que finalmente se convirtió en un verdadero guardián de la tierra.
    Desde entonces, el joven recorría los campos y los arroyos, protegiendo a los seres que habitaban aquel lugar y velando por el equilibrio de la naturaleza. Su amor por la tierra roja y las sierras nunca menguaba, y su espíritu seguía siendo tan libre como el viento que acariciaba aquel paisaje.
    Y así, la historia de aquel joven se convirtió en una leyenda que perduraría para siempre, recordando a todos la importancia de cuidar y respetar los maravillosos regalos de la naturaleza.

    Malania

    Imagen: Propia

  • General,  Leyendas

    POZO DE LAS ÁNIMAS

    El Pozo de las Ánimas es una estructura geológica del Departamento Malargüe, en la Provincia de MendozaArgentina, ubicado junto a la Ruta Provincial Nº 222, cerca del arroyo Las Amarillas. Este fenómeno natural ha sido catalogado como una dolina, originada por la disolución de los depósitos subterráneos de rocas como el yeso, por efecto de las filtraciones de las capas freáticas subterráneas, que producen hundimientos y derrumbes del terreno, conformando grandes pozos de forma cónica y circular.

    El Pozo de las Ánimas está conformado por dos depresiones, divididas por una estrecha separación, que se supone que con el paso de los años terminarán por unir los dos pozos en uno solo, debido al proceso de erosión. Se estima que el tamaño de los pozos se aproxima a los 200 metros de diámetro, los 80 metros de profundidad hasta el lago y unos 20 metros de profundidad bajo el agua. Las mediciones fueron realizadas en 1981 por un equipo de científicos dirigido por Rodolfo Rogelio Rocha.

    El nombre deriva de una antigua leyenda aborigen que relata que un grupo de indígenas que era perseguido por otro grupo rival se percató de que sus perseguidores habían desaparecido durante la noche, y alertados sobre ciertos quejidos y lamentos cautelosamente volvieron sobre sus pasos. Allí encontraron al grupo perseguidor atrapado en dos pozos que se hundieron bajo sus pies, y sus cuerpos ahogados. Veneraron el sitio que les salvó de sus enemigos como el “lugar en donde lloran las ánimas”.

    Malania

    Texto de la red.

    Imagen propia

  • Leyendas,  Relatos

    CERRO DE SIETE COLORES

    El Cerro de los Siete Colores está ubicado sobre la Ruta Nacional 52 que se dirige al Paso de Jama, frontera entre Argentina y Chile, a la vera del pueblo de Purmamarca, provincia de Jujuy. Es un pueblo primitivo cuyo trazado urbano se hizo en torno a la iglesia principal, Santa Rosa de Lima. Fue declarado Sitio Histórico Nacional. Y es por eso que las viviendas y locales de venta, conservan sus formas primitivas.
    “Purma”, significa campo sin sembrar o campo en el desierto y “marca”, significa pueblo. De allí el significado de “Pueblo de Tierra Virgen” o “Pueblo del Desierto”
    El Cerro, atractivo turístico, está conformado por sedimentos marinos, lacustres y fluviales que fueron depositándose en la zona durante siglos.
    Su color rosado está compuesto por arcilla roja,  fango y arena.
    El color blanquecino, por piedra caliza o calcárea, cualitas de color blanco.
    Los colores pardos, marrones y morados, compuestos por plomo y carbonato de calcio.
    El rojo, por hierro y arcilla.
    El color verde, compuesto por filitas, pizarras de óxido de cobre.
    El color pardo terroso, por roca con manganeso.
    Y el color amarillo mostaza por areniscas calcáreas con azufre.
    Toda esta compleja composición data de millones de años.

    Una de las versiones de la leyenda sobre el Cerro de los Siete Colores se la puede escuchar aquí:

    Malania


    Imagen propia

  • General

    MIRAMAR DE ANSENUZA

    Recientemente he visitado Mar Chiquita en la localidad Miramar de Ansenuza.
    Algunos comentarios del guía de turismo me llevaron a investigar más sobre el tema.
    Él comentó que según versiones de los antiguos habitantes del lugar, en la ciudad se había formado un hoyo profundo del cual brotaba agua. Cada día aumentaba el volumen del preciado líquido, hasta tal punto que comenzó a inundar la región, obligando a los pobladores a abandonar su residencia.
    Adjunto una fotografía de una parte de la ciudad sumergida y que ahora, debido a las sequías y bajo caudal de agua, han emergido árboles petrificados y pilares de construcciones antiguas. Y del hotel Viena, muy deteriorado, y que también ha estado bajo agua por mucho tiempo.  

    Miramar de Ansenuza
    Es una población ubicada en el noreste de la provincia de CórdobaArgentina, en el departamento San Justo, sobre la costa sur de la gran laguna de Mar Chiquita (es la única población situada a la vera de “La Mar”, como la llaman sus habitantes.
    Su clima es muy agradable, templado cálido con abundante heliofania (brillo solar) casi todo el año. El balneario se desarrolló rápidamente entre los años 1940 y 1960, merced a las propiedades terapéuticas de los barros y aguas saladas de la gigantesca laguna de Mar Chiquita o Mar de Ansenuza (el espejo de agua más grande de la Argentina y segundo de Sudamérica, después del Lago Titicaca). Hacia 1970, Miramar llegó a tener una población estable de unos 4500 habitantes, con 110 hoteles y un casino.
    Los primeros residentes fueron cordobeses y santiagueños, que se establecieron de manera espontánea desde, al menos, 1903.
    El agua para beber se traía desde Pozo de los Bueyes, a 25 km de la costa, hasta que alrededor de 1910 se descubrieron pozos surgentes con agua potable. A partir de 1912, los turistas podían llegar en tren a la localidad de Balnearia y, tras cruzar 12 km de tierra, arribar a Miramar (el camino recién se pavimentó en 1954). El ferrocarril trajo nuevos habitantes a lo que era una estación balnearia sin caminos, ni electricidad, ni gobierno comunal.
    La fecha oficial de fundación fue el 18 de noviembre de 1924.
    El hotel de Victorio Rosso, construido en la década del 1920 fue, indudablemente, un hito urbano. Por aquellos años, se ingresaba al pueblo por este hotel y el cartel que anunciaba su nombre: Mira-mar es, para muchos, el origen del nombre a la localidad. Un Ford T carrozado unía a Miramar con Balnearia, desde donde el tren o la empresa de autobuses El Tío, trasladaba a los viajeros de y hacia Córdoba, capital.
    La fangoterapia fue uno de los principales atractivos del lugar, ya que se la recomendaba como cura para el reumatismo, entre otras afecciones. A pesar de la sequía que se extendió desde 1944 a 1955, las propiedades curativas del agua eran aún más intensas, pues tenía más de 200 gramos de residuos salinos por litro y el fango era de fácil extracción. En 1948 se construyó el primer canal de un kilómetro y medio de largo y un metro de profundidad para llevar las aguas a las piletas de inmersión.
    Más tarde, el desarrollo económico de la población añadió la cría de coipos (llamados localmente “nutrias”) en cautiverio (en 1951, produjo doscientas mil pieles de un centenar de criaderos) y una producción hortícola intensiva. En 1957 la laguna volvió a acercarse a Miramar, avanzando dos años después sobre su costanera, por lo que a fines de 1959 se reforzaron con piedras sus defensas costeras. En 1961 las aguas retrocedieron otra vez anunciando una nueva sequía.
    Hasta 1977 hubo más de 100 establecimientos hoteleros en Miramar. El más importante de ellos fue el Gran Hotel Viena, fundado en 1941, en funciones desde 1943 y concluido en 1947.

    Gran Hotel Viena
    Este hotel, situado casi a la vera de la laguna, estaba dotado de los más avanzados servicios de la época; aire acondicionado central, ascensores y generador de electricidad. Se lo consideraba uno de los más importantes de la provincia de Córdoba.
    Durante la inundación que comenzó en 1977, fue seriamente afectado en su estructura y quedó abandonado. Desde entonces se han desarrollado leyendas y relatos ficticios alrededor del mismo, incluso relacionándolo, por el origen de la familia Pahlke, (quien construyó ese hotel) con el nazismo. Se trata de narraciones falsas, que sirven como atractivo turístico. En la actualidad se realizan visitas guiadas a sus ruinas.
    En 1977, se produjo una gran inundación debido a los excesivos aportes hídricos del río Dulce, el principal tributario de la laguna, el Suquía y el Xanaes. El incremento de agua fue consecuencia de las masivas deforestaciones en las yungas y en los bosques y selvas autóctonas de la región chaqueña, ya que al faltar una importante cobertura arbórea, el agua discurrió superficialmente y laminarmente a gran velocidad en una onda hasta encontrar su nivel de base en la Mar Chiquita.
    Esta inundación sumergió la planta original de la población, unas 37 manzanas, quedando numerosas viviendas, hoteles y comercios bajo el agua y significó una emigración masiva de sus pobladores.
    Durante todo ese periodo la única alternativa económica casi se redujo a la cría de coipos, con fines peleteros.
    Muy lenta y gradualmente el poblado se fue refundando a partir de mediados de los años 1980, tomando como su centro, las manzanas que quedaron a salvo de la invasión de las aguas salobres. Tal relocalización se ha efectuado al sur de la primera, alejada del nivel máximo que puede alcanzar la laguna.
    En 2003, nuevamente ingresó un caudal importante de agua amenazando con superar la nueva cota del pueblo, razón por la cual la población de Miramar se mantuvo en vigilia durante algunos meses. A partir de 2005 el nivel del agua comenzó a bajar sostenidamente hasta aproximadamente 2012. En esa oportunidad comenzaron a observarse nuevamente, después de más de 30 años, los ruinosos vestigios del que fuera el antiguo y próspero centro de la localidad. En los primeros meses de 2016, y como consecuencia de las intensas precipitaciones de los dos últimos años, el “Mar de Ansenuza” ha visto incrementado nuevamente su nivel, pero sin presentar riesgo alguno para Miramar.
    Tras estas inundaciones y con la inmersión de construcciones completas, incluida una iglesia, el gobierno provincial, ocupado por militares tras el Golpe de Estado de 1976, decidió detonar las estructuras para evitar que, ante una eventual bajante, se derrumbaran.
    En el siglo XXI, Miramar se encuentra en un período de florecimiento económico, ayudado por el arribo de una gran cantidad de turistas, procedentes en su mayoría de las provincias de Córdoba y Santa Fe, quienes han elegido esta segura y apacible localidad para vivir durante el período de vacaciones. También, aunque en menor caudal acuden turistas de diversos puntos del país y del extranjero.
    En 2008 el área de Mar Chiquita fue declarada, en una votación organizada por el gobierno provincial y el diario La Voz del Interiorprimera maravilla natural de Córdoba, distinción que permitió un exponencial crecimiento del número de visitantes.
    El municipio ha destinado recursos para remozar las diferentes playas de Miramar, construyendo duchas de agua dulce, plataformas de madera, y escaleras de hormigón, para facilitar el acceso de los turistas a la laguna. Durante los meses de verano, sus playas se colman de visitantes desde horas muy tempranas y hasta la caída del sol, aprovechando las bondades terapéuticas de sus cálidas aguas salobres, que se mantienen así durante todo el período estival.
    Cinco kilómetros al este de Miramar se encuentran las ruinas de lo que alguna vez fue la próspera “Colonia Müller”, enclave de inmigrantes alemanes e italianos dedicados a las labores agrícolas.

    Malania

    Información de la red.

    Imágenes propias.

  • General

    DESPUÉS DE NAVIDAD

    Ha pasado esta fecha memoriosa y muy cara a los sentimientos de la humanidad.
    Muchos escritores vuelcan en sus letras sus pensamientos, sentimientos, emociones.

    Rescato algo que escribió una amiga virtual, la poetisa española Mila Gomez, sin desmerecer otros escritos que también han estado y están muy bien.

    NAVIDAD DESPUÉS DE LA PANDEMIA

    Me llamaron Navidad…

    Tengo edad de los días contados aunque mis arrugas son del tiempo de la tradición, si algún día termina esta, dejaré de existir. Vengo una vez cada año recibida de múltiples maneras, tantas como mi mirada pueda ser percibida. Para mucha gente soy motivo de alegría, pues les traigo abundancias y algarabías, todo es celebración. Para otras soy reflejo de la tristeza, la nostalgia, pérdidas o de carencias. Contemplo risas y llantos dentro de una felicidad y una pena. Afloran sentimientos y emociones…
    Me quieren, repudian o ignoran como a un caminante que trae consigo historias, leyendas, cuentos, fantasías, recuerdos, verdades y mentiras. Pero aunque cause tantas sensaciones, en mí prevalece el mismo propósito; vuelve conmigo el Cristo, para que se sienta latir en cada corazón, y que se puede vivir en la paz y en el amor a través de lo que Él representa.
    Una vez consumida mi palabra, recojo sus sílabas y las elevo hacía el firmamento: coloco por las nubes, en el viento, el frio, el calor, en la luna y alrededor del sol. Ya nadie me vuelve a vestir con colores ni luces hasta mi próxima función, así, hasta que el Cristo se haga Luz.

    © Mila Gomez

    Las palabras de Mila me han llevado a recorrer muchas de las Navidades desde mi infancia hasta la actualidad. Cada época ha sido muy diferente en cuanto a la forma de festejar ese hermoso día del nacimiento del Niño Dios. Ha sido diferente por la gente con la que compartíamos y las actividades, tanto religiosas, familiares y laborales, ya que no solamente festejábamos el 24 y 25 sino también desde el 8 de diciembre, día de la Virgen, Madre de Cristo, hasta el 8 de enero, día del Bautismo de Jesús.
    Pero de todo esto, personalmente rescato la importancia de la fecha. Ojalá vuelva a prevalecer en cada hogar, en cada institución y en cada uno de nosotros, el amor por la vida en paz y armonía.
    Gracias Mila por tan profundas palabras. 

    Malania

    Imagen propia

  • Leyendas

    LEYENDA DEL COYUYO

    Según cuenta la leyenda, en medio del campo vivían dos hermanos que trabajaban con el fruto dulce de la algarroba.
    Estas vainas maduran para el mes de febrero, cuando se las machaca en esta época y con la ayuda del viento se la limpia de elementos que no sirven.
    Luego con la harina se prepara un quesito dulce llamado “patay”, además se pueden preparar bebidas. De hecho, si la algarroba es blanca se puede obtener “añapa” una bebida fresca pero turbia. Ahora si la algarroba es negra, se puede preparar la “aloja”, una bebida fuerte de color amarilla y transparente.

    Un día estos dos hermanos de nombre Antenor y Francisco fueron a una “alojada”, quienes después de bailar un rato se pusieron a beber. Pero quien se excedió un poco fue Antenor, quien decidió irse del lugar. Sin embargo, comenzó una discusión muy fuerte provocada por Antenor dejándose llevar por su estado de embriaguez. Lamentablemente  llegó hasta el grado de asesinar a su hermano Francisco.
    Cuando finalmente recupera la razón y comprende la gravedad de su acto, pero reacciona huyendo al monte. Aunque se escapó para no responder por su pecado, poco a poco se fue hundiendo en la tierra hasta convertirse en Coyuyo.
    De hecho, sintió tanto el peso de su culpa que la pena nunca lo abandonó y lo hizo bajar la cabeza. Por eso, canta para disimular su tristeza y cuando la algarroba madura para el mes de febrero, se da una tregua y salta a la superficie de la tierra para llorar la muerte de su hermano.

    Imagen y texto, de la red.

  • Leyendas

    LEYENDA DE LA YERBA MATE

    Cuenta la leyenda que, desde hace mucho tiempo, la Luna Yací, como la llamaban los guaraníes, alumbra de noche el cielo misionero. Yací no conocía la tierra, veía el mundo desde arriba porque no se animaba a bajar a descubrirla, aunque era muy curiosa y ansiaba ver por sí misma las maravillas de las que le hablaba su amiga Araí, la nube.
    Un día, venció su temor y bajó a la tierra acompañada de la nube, y convertidas en niñas de blanca piel y cabellera, se pusieron a recorrer y descubrir las maravillas de la selva. Era mediodía y los colores, los olores y los ruidos de la gran selva no dejaron que escucharan los pasos sigilosos de un yaguareté que se acercaba agazapado para atacarlas. En ese mismo instante, antes de que pudiera lastimar a Yací y Araí, una flecha disparada por un viejo cazador guaraní que venía siguiendo al tigre se clavó en el costado del animal y salvó a las dos niñas que estaban arrinconadas, muy asustadas. Ellas no pudieron agradecer al anciano ya que volvieron lo más rápido posible al cielo, temblando de miedo por lo que había sucedido.
    Esa noche, acostado en su hamaca, sin saber que había salvado a la tierra de quedarse sin Luna que alumbrara en la oscuridad, el viejo tuvo una extraordinaria visión: la Luna, en todo su esplendor, desde el cielo le decía:
    – Yo soy Yací, la niña que hoy salvaste del yaguareté y quiero darte las gracias ya que fuiste muy valiente. Por eso quiero darte un regalo y un secreto. Mañana, cuando despiertes, vas a encontrar frente a tu casa una planta nueva llamada caá (yerbamate);  con sus hojas tostadas y molidas se prepara una infusión que acerca los corazones y ahuyenta la soledad. Es mi regalo para vos, tus hijos y los hijos de tus hijos-.
    Al día siguiente, el viejo descubrió frente a su casa, una planta de hojas brillantes y ovaladas que crecía de la tierra.
    El cazador siguió las instrucciones de la Luna: no se olvidó de tostar las hojas y, una vez molidas, las colocó dentro de una calabacita hueca, vertió agua, probó de una caña fina y luego convidó a todos los miembros de su tribu.
    ¡Había nacido el mate!

    Imágenes de la red.