• Poemas

    ADÓNDE HA IDO SU SUEÑO

    ¿Quién se lo ha quitado?
    ¿Serán las luces del alba?
    ¿Será la mínima calma? …
    ¿Adónde se lo ha llevado?
    Tímida, la brisa
    penetra en su ventana
    filtran rayos de luz
    a las cinco en madrugada.
    Se acurruca en su lecho
    para descansar
    fue una noche muy larga
    lo buscó, pero no está.
    Lo siente su rey
    lo mima la luna
    es su haz de luz
    en la penumbra.
    Con el canto, la noche
    del ruiseñor,
    con las nubes blancas
    su sueño volador. 
    Busca un gran abrazo
    entre la escarcha y el calor.  

  • Poemas

    Ni Sonio ni Marimonia

     
    Un haz pesimista flechó sus entrañas  
    timoneó en sentido contrario la varita mágica  
    de ese amor que creía en naciente y así fue
    que ni el crudo viento golpeó su rostro.
    Los rayos del sol se petrificaron
    la luna se envolvió en penumbra
    ella sin dudar caminó
    hacia el puente gola sin parapetos.
    La tristeza se apoderó de su noche
    cuando el sopor la sumió en doloroso sueño
    Ni  Sonio ni Marimonia  la conmovieron.
  • Cuentos

    EL PARAGUAS

    Las seis y media de la mañana de un día cualquiera, mientras caminaba frente a una escuela muy grande, pensé en cuánto me enseñaron, cuánto pude aprender y cuánto no. Pero sí, lo necesario como para darme suficientes armas y poder desenvolverme en la vida: me enseñaron a leer y a escribir. Esa es la base fundamental para abrir caminos y trazarlos de la mejor manera. Con los recursos de la lectoescritura, quien no avanza en sus propósitos de mejorar su calidad de vida, es porque le falta algo muy importante: la voluntad -pensé.
    Seguí caminando y miré al cielo para comprobar el color de las nubes. Llevaba un pequeño paraguas por si le daba al tiempo mandarnos más agua. Había llovido toda la semana en horas de la tarde, lo que evitó el riego con agua de red, y eso significa ahorro tanto del elemento esencial como el del tiempo. Pero las nubes se mostraban grises, muy claras. Entre ellas estaba la luna perezosa que no se quería retirar, y pícara pensaba en ver al sol. También, una estrella adornando el horizonte. ¡Una estrella al amanecer!  Y se me ocurrió pensar bajo qué estrella había nacido. Eso, no lo investigué nunca. Tampoco en la escuela me enseñaron sus nombres.
    Volví a pensar, ¿bajo qué estrella nací? ¿Habrá sido SIRIO, la que me vio nacer? Es la estrella más brillante de la constelación Canis Major o Perro Mayor. ¿Por qué se llamará SIRIO si la estrella es femenina y le habían dado un nombre masculino? O bajo la estrella Canopus, de Carina (La quilla). O de Rigil Kentaurus de la constelación Centauro. O habrá sido Arturo de la constelación Bootes o El Boyero. Y otra vez la misma pregunta ¿Arturo? Es nombre masculino ¿por qué se llama así? Y siguen en la lista Vega, de Lyra, Capella de Auriga o El Cochero y tantas otras, miles de estrellas no conocidas por sus nombres. Para estudiar los de todas, seguramente me llevaría mucho tiempo, quizás una vida. Mis neuronas ya no dan para eso.  
    Continué caminando por la vereda de una calle, que semejaba una galería larga de una escuela pública, la que albergaba a casi mil niños en dos turnos, mañana y tarde. Bajo algunos árboles frutales podría haber juntado bolsas de frutas: mangos, guayabas, pindó y cocos. Pero el objetivo no era ese sino caminar, solamente caminar. Algunas frutas caían picoteadas por los pájaros. Eso me alegraba, al menos no morirían de hambre. Próximamente, en otoño, comerán paltas o aguacates y mburucuyá o maracuyá, mamones o papayas, (según la zona, un nombre u otro), naranjas y mandarinas. Y quizás muchas otras frutas que esta prodigiosa tierra produce.
    Mi caminata casi llegaba a su fin, cuando finas gotas de agua me obligaron a abrir hasta ese momento mi pasivo acompañante, el paraguas.

    Imagen de adamtepl en Pixabay 

  • General

    DISPARATADO



    ¡Amigos!
    Soy de litio
    dijo la espuma.
    Soy de cal
    agregó la bruma.
    Y yo de sal
    afirmó la luna.
    Soy ansiedad
    dijo la espera.
    Y yo el viento,
    la hoja que vuela.
    Soy la espuma
    pronunció la esponja.
    Y yo la bruma
    aseveró la lonja.
    Soy la luna
    aseguró la cuna.
    Cada cual a lo suyo
    se pronunció el yuyo.
    Y convocó al litio
    la espuma, la cal y la bruma
    a la sal y a la luna.
    Y con ansiedad
    esperó al viento
    que trajo a la esponja
    la lonja y a sus hermanos yuyos.
    Todos felices
    bailaron con perdices
    y al amanecer
    los abrazó el sol
    envueltos en la cuna
    de la luna.

  • Poemas

    EL DÍA FIJO

    Y el día fijo
    flotó por el aire
    quedó en el proyecto
    de una promesa infuturible
    pendiente de un hilo
    que absorbió la luna.
    Y un día cualquiera
    se volvió arco iris
    y lleno de recuerdos
    se precipitó al arroyo.
    Sus colores aún alumbran
    el cauce transparente
    serpenteante entre las rocas
    brillando con el sol
    después de las lluvias.

  • General

    INCOHERENCIA

    En hilo de luna nueva
    desperté a medias
    Un sonido titilante
    avistaba el comienzo del día
    Vi mis sueños pendientes del techo
    añicos de  jarrón almidonado
    Burbujas de perfumes rotos
    olían a nada
    Aromas esparcidos
    de colores ausentes
    Estornudos helados
    en calores volatilizados
    Sonrisas grisáceas
    con palabras enmudecidas
    Corrí bajo la lluvia
    con  sorpresa de regalo
    Me recibieron
    un jabón colgado en el perchero
    grifos invertidos disonantes
    toallas de polietileno
    Y mi cuerpo volaba en cuarenta grados.
  • Poemas

    ¿POR QUÉ?


    ¿Por qué no ayer?
    ¿Por qué no hoy
    ni en dos semanas?…
    ¿Por qué la luna no  se pone en mi ventana?
    ¿Por qué la nube es gris cuando la quiero blanca?
    ¿Por qué no se ocultan los fantasmas en el día
    y la angustia revela lejanía?
    ¿Por qué no estás conmigo en las mañanas?
    Estos y otros tantos …
    Por qué… Por qué… Por qué…
    ¿Será porque todavía te quiero, y por eso te extraño?

  • Poemas

    BAJO EL SOL DE LA TARDE

    Un tenue olor a lluvia flotaba

    sobre el rústico asfalto

    requemado por el sol

    mientras ella por la playa caminaba.

    Con el rumor de las olas

    a modo de música

    sobre la tibia arena

    escribió estas notas:

    -No dejes que el vacío albergue ausencias.

    Sonríe. Siembra cariño

    y cosecharás amor con calor íntimo.

    -No dejes que la flor languidezca y sucumba

    cuídala a la sombra de un árbol o bajo la luna.

    -No dejes que tu jardín pierda su encanto

    siembra violetas, fresias y penachos.

    -No dejes que los tallos y las hojas palidezcan

    Acarícialas, dales suavidad y calor

    y brillarán con gran esplendor.