TESTIGO DE LOS SECRETOS
El sol fulguraba orgulloso
al otro lado del planeta
bronceando pieles de veraneantes
provistos de ropas ligeras.
Ciento ochenta grados
eran suficientes para volar
y encontrar otro paisaje natural.
Al norte se agazapaba una arboleda
de otoñales hojas y flores marchitadas
por heladas invernales
y el pasto sobrevivía a la sequía.
Caprichoso el tiempo navegaba
por el inmenso mar del designio.
Despierto él
debatiéndose con un permanente insomnio
sin conseguir el placentero sueño.
Despierta ella
aspirando el aroma de la noche
aroma de la soledad
de los interrogantes y de los espacios vacíos.
Solo el olor del ayer los regocijaba
con sus entrañables recuerdos.
mientras la insolente luna llena
por los ventanales se filtraba
única testigo de los secretos
de esos inmersos espacios vacíos.
Malania
Imagen propia
NOCTURNIDAD
Hay fotografías que representan diferentes estados de ánimo, una imagen puede expresar más que cien palabras.
La soledad, depresión, angustia, nostalgia. Pueden ser pasajeras o no.
Hay gente que se aisla y no pide ayuda. Quizás por el mismo estado de ánimo, o por miedo o vergüenza.
Otras se vuelven tóxicas para la sociedad que la rodea y cuando quiere levantarse comienza con manotazos de ahogado, que sin saberlo puede colmar la paciencia del otro y puede lastimarlo.
La imagen que he puesto hoy, tiene un significado diferente y está hecha con amor.
Cuando recibí esta fotografía, no hizo falta averiguar donde había estado el emisor. Comprendí la franja horaria en que la pudo haberla tomado. Nocturnidad a la vista.
Su intención había sido esperar la salida del sol para fotografiar ese momento. Se parece en eso a su abuela, -sale a caminar antes de la salida del sol justamente para contemplar el amanecer-.
Esta vez no fue en la playa, fue a la orilla del río.
Los grillos lo acompañaron con su canto y se fue a dormir con el trino de gorriones y zorzales.
La juventud de hoy no tiene problemas de horario cuando está de vacaciones.Malania
Imagen: LUA T.
ELINA
Desde el ventanal de cristales rasguñados
su corazón se acelera virando su peluda cola
mientras los estridentes pájaros
con sus malabares
la inducen a dar saltos en el aire.
De la bandada sobresale uno
el de color tostado
de cabeza nevada y cuerpo dorado
Juega a las escondidas y ella enloquece
él le arroja flores de lapacho rosa
y ella las besa acariciándolas
al compás de la llama roja
de su corazón exaltado.
Entonces recuerda:
Él la despertaba todos los días
se le había hecho costumbre
darse besos madrugados
con o sin razón, a plena lumbre.
Pero una mañana extraña
él se quedó dormido, o tal vez no
y ella lo esperó
durante todo el día, la noche, al otro día
y sucesivamente hasta hoy lo espera
pero nadie le dice qué ha sucedido
adónde fueron sus vuelos
dónde anclaron sus besos
quizás en el viento
o tal vez en algún mar del mismo universo.
Hoy día trata de aplacar sus penas
La humedad de la lluvia
y los tibios rayos del sol
le brindan sustento.
MalaniaImagen: M. J. T.
LAS NUBES DE MI NIÑEZ
Las nubes de mi niñez no eran rosas ni naranjas. Siempre que miraba hacia el cielo lo veía pintado de celeste con nubes blancas. O simplemente de celeste casi azul como el agua de mar. Aunque no conocía el mar, solo el agua de arroyo, (había uno a pocos metros de mi casa donde las principales habitantes eran las ranas que por las noches daban serenata con su canto). Ni siquiera conocía el río.
En la escuela primaria estudié los límites de mi provincia, entre los que figuran cuatro ríos: Paraná, Iguazú, San Antonio y Uruguay. Pero nunca los había visto hasta los 15 años.
No sé cómo ni desde cuándo ha cambiado el espectáculo del cielo. Nadie me enseñó a contemplarlo, lo comencé a hacer por mi misma, buscando figuras en las nubes mientras viajaba o cuando me sentaba en el patio de mi casa, buscando quizás algún mensaje en las nubes o detrás de ellas.
Hoy disfruto de los atardeceres matizados de rosa, violeta, naranja y amarillo. Los atardeceres rojizos como si estuvieran pintados con la sangre misma de nuestros seres queridos que ya han partido. Y sigo buscando figuras y mensajes que puedan aparecer en ellas o detrás de ellas.Malania
Imagen propia
Imagen de N. C. G.
AGUJEROS
Las mañanas sin tu saludose vuelven sordasno transmiten nadani el eco de mis aventuradas palabras.Es como pasar de la luz del sola la sombra fría de la lunaes como ir y venir entre negras rocascon hierba crecida y agujereadapor los escarabajos que pululano las orugas que se escondenentre las hojas marchitas y oscuras.Así vive mi alma en un túnel de dolorsin tus respuestas que alienten alguna razónpara dar sentido a volver algún díay poder ver el generoso soldesparramando su dorada calidezsobre las montañas de tu vida y la mía.Malania
Imagen propiaLA INTRUSA
Era una gata triste que caminaba por los tejados y dormía bajo la luz de la luna con un gato vestido de azabache y sol. Él la llamaba con maullidos alegres y ella se sentía feliz. Una de esas noches blancas sin luna él no asistió a la cita. Ella deambuló sola por las calles del barrio hasta que encontró un lugar para dar a luz a dos hermosos gatitos.
Las dos gatas de la vivienda la recibieron sin mimos, indiferentes, como si fuera algo natural permitir la entrada a una intrusa, que llegó para tener a sus crías en el altillo de la casa.
Un día de lluvia apareció el gato azabache ojos de sol y se la llevó junto a los gatitos. A los pocos días, un ruiseñor anunció la visita con su canto. Ella volvió como si esa fuera la casa que tuvo siempre, pero no como visita, vino a quedarse. Temerosa, se acerca a comer y a tomar agua. No pide mimos ni ronronea como las otras dos. Pero se la ve bien, al menos tiene techo y comida. De sus hijos no se supo nada más.Malania
Imagen: M. J. T.
PERFUME MILAGROSO
Iluminaba una luz fríael espejo del inviernola luna llena se desvanecíaentre las últimas estrellas del cielo.Un hombre se abrió pasoen un bosque erizado de malezasla esperanza desaparecíaen hilos de humo por la chimenea.La debilidad revoloteabay resquebrajaba su interiorla tristeza lo embargabahabía dolor en su corazón.Por el cielo, el vientolas nubes desparramabay al capricho del airela nieve caía espesa y volaba.El hombre sin son ni adornossu construcción sofocabapor la tierra y por el airelos cimientos derrumbaba.Desde los muros llegabanlos estentóreos sonidosdel revoloteo de mariposasy de los pájaros aún dormidos.De un único adorno floridoperfume silvestre manabauno de los pájaros cortócon su pico una flor morada.Y a través de la ventana boscosadonde vivía el modesto hombreal que solo le quedabancabellos blancos y ojeras pronunciadasdepositó la bella moradadesparramando los pétalossobre sus labios resecosal despuntar la alborada.El perfume lo despertócon un cosquilleo en los labiosla humedad del rocío lo cubriócurando el mal que lo asechabapor un misterioso milagro.MalaniaImagen: P. H.MI VOZ INTERIOR
Anoche quise escribirtepara decirte lo que siento,pero las sílabas y las palabrasse detuvieron en el tiempo,prefirieron volar con el vientoo tal vez navegar solitariasen un raudo velero.Sin dejar dormir ni al marnada se conjugaba.Tú te creías condenado,como un hombre pintadoen un mural desierto,con tus músculos y tus huesosentumecidos por los sucesos,mientras el mar bullíacontra la roca grissin brindar ningún aliento.De pronto nació tu sonrisacomo de un meteorito holísticocaído de un horizonte píricocon tintes de poeta impetuosocon la frescura del amanecer embellecido.Mi voz interior no cesapero la sorna te envuelveen el pragmatismo de vida.MalaniaImagen propiaEL SUEÑO DE MAHARAJÁ
En una noche oscura y fríaHuma sentía el respirar de los gorrionesa través de la ventanilla de cristales empañadosen un bosque de almendrosrodeado por un prado de margaritas silvestresa orillas de un caudaloso río.Las olas subían por la rocay luego resbalabanfluyendo por ambos ladospulimentando una piedra.Las olas eran largas y profundaspero sin espuma que rompieraen sus crestas redondeadas.Las gotas de lluviase pegaban unas contra otrascon gratuita violenciacomo la que causaría el marsi estallara en espuma blanca.En un profundo y embriagador sueñolos rayos descarriados iluminaban su sonrisa.Se dio vuelta, se volvió un ovilloy como caracol, durmió plácidamentehasta el primer trino de una calandrialuego de una noche de lluvia tormentosa.MalaniaImágenes: M. J. T.LEYENDA DEL COYUYO
Según cuenta la leyenda, en medio del campo vivían dos hermanos que trabajaban con el fruto dulce de la algarroba.
Estas vainas maduran para el mes de febrero, cuando se las machaca en esta época y con la ayuda del viento se la limpia de elementos que no sirven.
Luego con la harina se prepara un quesito dulce llamado “patay”, además se pueden preparar bebidas. De hecho, si la algarroba es blanca se puede obtener “añapa” una bebida fresca pero turbia. Ahora si la algarroba es negra, se puede preparar la “aloja”, una bebida fuerte de color amarilla y transparente.
Un día estos dos hermanos de nombre Antenor y Francisco fueron a una “alojada”, quienes después de bailar un rato se pusieron a beber. Pero quien se excedió un poco fue Antenor, quien decidió irse del lugar. Sin embargo, comenzó una discusión muy fuerte provocada por Antenor dejándose llevar por su estado de embriaguez. Lamentablemente llegó hasta el grado de asesinar a su hermano Francisco.
Cuando finalmente recupera la razón y comprende la gravedad de su acto, pero reacciona huyendo al monte. Aunque se escapó para no responder por su pecado, poco a poco se fue hundiendo en la tierra hasta convertirse en Coyuyo.
De hecho, sintió tanto el peso de su culpa que la pena nunca lo abandonó y lo hizo bajar la cabeza. Por eso, canta para disimular su tristeza y cuando la algarroba madura para el mes de febrero, se da una tregua y salta a la superficie de la tierra para llorar la muerte de su hermano.Imagen y texto, de la red.