• General

    BELLA FLOR

    No es un erizo de mar.
    No tiene espinas,
    ni son hilos
    pintados con anilina. 
    Cuando nace es verde
    y al mostrar su madurez
    aparece en fucsia purpurina.
    Bella flor muy fina
    quizás traída de Japón
    o tal vez desde la China.

    Imagen: R. E. Ch.

  • General

    BUENA RUTINA

     
    A través del tiempo pude darme cuenta que las mejores postales que nos ofrece la naturaleza son efímeras. Además, no se da nunca una igual a otra. Son espectáculos, que quienes los apreciamos, nos sorprendemos de ellos y si no aprovechamos el momento justo, nos lo perdemos para siempre.
    Esto ya lo he dicho en otra ocasión. Pero la de hoy, en mi recorrido de las 7 de la mañana, fue particular porque estuvo presente un fenómeno natural poco visto en esta zona, la neblina. Más de una hora percibiendo aromas diferentes. Cubiertos de rocío el césped, las plantas, las flores y los frutos. El pasto recién cortado, otros altos me llegan hasta los tobillos. La lluvia arrastró tierra suelta que encontró al paso, por cauces de arroyitos inventados por el abundante caudal de agua caída. La tierra no pidió permiso y se depositó en senderos de cemento aptos para las caminatas en el bulevar de la avenida. Hay que esquivar el barro para no resbalar y es ahí donde mis pies aplastan el pasto humedeciendo mis zapatillas grises. La altura mediana de los árboles de ese tramo, ofrecen el perfume de las flores silvestres. Una vez que cambio el rumbo y enfilo mi regreso a casa, otro es el espectáculo. Las guayabas y su alfombra, quedaron atrás, así como las paltas, los mangos, y otras frutas de estación. Ahora tengo que esquivar las espinas de los rosales que sobresalen de las verjas. Muy orondas se mecen al compás del viento perfumando las veredas con sus ramilletes blancos, rosados y lilas. Los que más abundan son los blancos que tienen un aroma inigualable. No son iguales a las rosas que venden en las florerías que parecen de plástico. Estas son nacidas en tierra fértil y se bañan de rocío al alba y al ocaso, o en noches calmas, casi en todas las estaciones del año. Quizás por eso conservan el perfume original a rosas frescas.
    A todo esto, tengo que sumar el canto de los pájaros: mirlos, gorriones, loros, algún extraviado zorzal y el papagayo de mi vecina que me saluda al pasar. Si no lo saludo me silba y se pega una carcajada.  
    Vuelvo a casa renovada después del incomparable espectáculo natural. Una buena rutina.

                                                                                                                                 

    Rosa Roja de N. V. S.
  • General

    RESCATE DE AMOR

     
    El ojal y su botón
    salieron a caminar
    por la playa, por el mar
    muy juntitos a la par.
    De pronto un bío ladrón
    se arrebató al botón y
    el ojal quedó llorando
    la pérdida de su amor.
    “Qué haré yo sin ti botón”
    preguntó sollozando;
    lo buscó meses, días
    tal vez un par de años.
    Perdió memoria del tiempo
    hasta que al fin lo encontró
    calladito en una percha;
    alguien allí lo dejó
    triste, olvidado, sediento
    lleno de polvo el botón.
    Malévolo aquel ladrón
    ¿Qué te ha hecho mi señor?
    Entusiasmado el ojal
    muy pronto lo rescató
    y volvieron a pasear.
    A su casa lo llevó,
    ducha y vapor los cubrió,
    con su calor  lo envolvió
    para no perderlo más
    y en su cálido aposento
    disfrutaron el amor. 
     
    Imagen de la red

  • Poemas

    LUNA ENTRE DEDOS

    El horizonte se une al mar,
    en otro atardecer.
    Puñados de espuma,
    empujada por el viento
    forman en remolino
    una canoa blanca.
    Mientras unos bañistas
    amantes del mar
    disfrutan los momentos
    de un último día de playa.
    Los reflejos de luna llena
    se sumergen en lo profundo del mar 
    mientras el índice y el pulgar
    de una feliz veraneante
    trata de atraparla entre sus dedos
    para llevarla consigo de recuerdo
    ¿Lo logrará?

    Imagen: R. E. S.

  • General

    VENUS

    Diosa del amor,
    enojada con su corazón
    cambió su objetivo y escribió:
    Lejos me iré al caer la tarde
    allá donde el ocaso
    coteja al sol para detenerlo
    donde la primera estrella
    luce hasta el amanecer.
    Lucero del alba
    que siempre está presente
    y no hay nube flotando
    que la oculte
    o la vuelva opaca.
    Es Shu,  Zorya 
    Aurvandil  o Fagua 
    viviente en mitología
    egipcia o eslava
    nórdica o muisca
    como dios, semidios
    o mensajero celestial
    estrella del alba
    o estrella del amanecer
    de otras creencias.
    Stella Maris o estrella del mar
    en la teología católica
     o elfa  Arwen o Undómiel
    de la escritura  sindarin
    mitología escandinava.
    Con tantos nombres
    un viento interior
    vertiginoso la envolvió
    y adormecida en el aire
    por su vida temió.
    Una mano amiga se acercó
    Orión, el Cazador
    en su constelación la refugió
    emocionada su desventura lloró
    pero su elfo la buscó
    y al encontrarla la rescató
    la retornó a su origen
    y nunca más la abandonó.
    Imagen: S. D. V.
  • Poemas

    DESEOS

    Mariposa multicolor,
    que tiemblas en las ramas,
    robando néctar a las retamas
    y a hierbas desprevenidas.
    Y cuando el frío acecha
    te abrigas en alguna cama,
    te cobijas en una víscera
    y brincas cual bella dama,
    haces renacer deseos
    invitando a hermosa danza,
    despeñas pasiones cálidas
    en sensuales emociones. 
    Imagen de la red.
  • Poemas

    TÚ, MI SOL

     
    Silencioso y tímido sol,
    en amanecer perezoso
    entretenido jugaba
    con las nubes de Mahón.
    Desplegó sus rayos
    en nácar vibrante
    las tiñó de violeta
    gris y amarillo
    otras rosas y naranja
    las decoró con su brillo.
    Escogió a una de ellas
    se introdujo suavemente
    recorriendo sus espacios
    más íntimos  dulcemente.
    La cubrió con su calor
    y con arrullo de besos
    la contuvo con abrazos
    la sedujo con amor.
    El cielo cubierto de gris
    se volvió en lágrimas grises
    el sol junto a su nube
    descansó placentero
    muy airoso en su escondite.
     
    Imagen propia.

  • General

    ENTRE GAMONES

     
    Ha pasado una jornada oscura, agravada por la neblina, con flujo luminoso intermitente. Adusto, al atardecer, el calor y la humedad propiciaron su remiso ánimo. No quiso compartir la alcoba esa noche. Buscó un lugar fresco sobre la hierba, sirvió zumo de agraz y miel para aliviar su congestión y se acomodó entre gamones. Allí reposó hasta pasada la media noche. Cuando despertó, la oscuridad cubría la choza. Sigilosamente buscó su cama. ¡Vaya casualidad!, estaba vacía. Ella se había marchado. 

    Imagen de la red.

  • Poemas

    ENTRE AGUIJONES Y ALETAZOS

     
     
     
    Perduran aguijones, resistentes,
    amalgamados a ilusiones truncadas
    que reposan en la alfombra.
    Mientras las mariposas
    duermen sobre tu almohada
    acariciadas por tu silencio ignoto.
    Duendes codiciosos
    se disputan la alegría que no llega.
    Raudos buscan una guarida inexistente
    ¿será azul, carmesí, bermellón o esmeralda?
    Los aguijones se turnan para no sucumbir
    en el aletazo mágico del corazón sobreviviente.
    Cunde el pánico
    batallan calores inconclusos.
    De a poco regresa un envión de bríos,
    tu sonrisa me regala palabras de amor,
    tu perfume invade mis entrañas.
     

  • Poemas

    AUREOLA

     
    Por el bulevar rojizo,
    van las notas románticas, 
    se filtra un compás de triste 
    caminante en melodías. 
    Ella hacía el viaje de ida 
    él emprendía el regreso.
    El fango enturbió la noche 
    adormeció  la alegría, 
    el vergel calló el bullicio 
    de la lluvia sabatina. 
    Los nubarrones despiertos 
    tildan mágica armonía, 
    controvertidas aureolas 
    se entretienen con violetas.
    El sol revirtió su brillo 
    por el ir de contramano 
    en vértices de faroles 
    inclinados hacia abajo, 
    por si los vientos no fueran 
    hacia el norte ni al nordeste. 
    Raro el sigilo éste en vaivén 
    si del frío saliera el sol 
    y del  verano la nieve, 
    como si en cálido día   
    necesitaran abrigos 
    y las mallas y bikinis 
    en trunco tiempo de escarcha.  
    A pesar de todo esto   
    nubes negras se evaporan,  
    las mariposas cantando  
    se perfilan, se decoran,  
    ganan  brisa y viento a favor
    disfrutan  fresas jugosas,
    aromatizando al vuelo
    tan alegre, vaporosas.
     
    Imagen de la red.