FUEGO SOBRE HIELO
Tomé una barra de hielo para triturarla, pero en jugosa liana, me abrazó adhiriéndose a mi piel. No pude realizar mi cometido, el frío me quemaba las manos. Odié ese momento mientras las bañaba bajo un diminuto hilo que chorreaba de una canilla que apenas había logrado abrir. El hielo seguía firme hasta arrancarme lágrimas. Pero, como ningún mal dura cien años, apareció él. Delicadamente tomó mis manos entre las suyas y una energía muy tibia lentamente se ramificó por los poros de mi piel, de mi carne, de mi todo, y en continuo avance logró calmar mi congelamiento. El hipnotismo de su tierna y dulce mirada se apoderó de mí. Cuando desperté sus fornidos brazos me envolvían en un logro de transformación de frío a cálido, muy cálido. Agradecida, lo abracé fuertemente, apoyé mis labios en los suyos y me estremecí. El sol se filtraba por la ventana. Lamento que haya sido solo un hermoso sueño.CAMPANILLAS ROSAS
A campo abierto,donde la inspiración brota,revive en ellascampanillas rosas;las amas tú, las amo yo.Porque me has enseñadoa contemplar en silencio,y acariciar como las flores,hablar con la mirada sosegada,a disfrutar del ambiente.Me preguntabas mil vecescómo me encuentro,a lo que respondí siempreahora bien, siempre bien,
con una sonrisa latente.Mientras los insectos amarillosesperan que la lluvialave sus abyectos ocelos,las campanillas rosasgozarán bellas.Meciéndose en el vientolucirán orgullosos pétalos,albergarán mariposas,cuidarán celosamente sus nodos
aún bailando a campo abierto.Imagen: R.E.Ch.HOJAS DE ÁLAMO
Con voz de galante,
sumido en las sombras
de la flor de la vida,
con la mirada fija
en las hojas caídas
del álamo blanco,
que se volvió colorido
en amarillo y vino,
apuntó con el dedo
el sendero oscuro
y en un soliloquio
muy provocativo,
se dirigió inquietante,
al bulto que huía
con fosforescente atavío.
¿Quién habrá sido?
¿Una luciérnaga gigante?
¿O algún fantasma andante?Imagen: R.E.Ch.
¿PARA QUÉ?
Arco escribió en su diario:
Si a Iris le da igual,
pintar con verde o con gris;
vestir de blanco o de negro;
estar sola o en compañía;
mostrarse pálida o rosa;
sentirse triste o feliz;
cantar, llorar o reír;
dibujar plumas o pieles;
comer garbanzos o
tomar sopa y jerez;
cantar tango o zamba;
recitar o escribir poesía;
dormir en una cama
o en una silla;
hablar con franqueza
o admitir una pastrana;
caminar descalza
o en borcegos;
ver a Arco o bailar mambo.
Si todo le da lo mismo…
mejor me arrojo por la ventana,
y llevo conmigo a la Rosa Blanca.SOL Y LLUVIA
En el tren de medianoche,
las sombras se opacan y se aligeran azuladas.
Algunos instantes se vuelven ventosos y grises.
Al amanecer, aparecen gotas gruesas y frías
humedeciendo las mañanas.
A mediodía, el sol ofrece con escasos trazos
una cruda iluminación.
Las tardes se vuelven poesía
con toda su dimensión,
y a través de mi ventana
contemplo, con nostálgica alegría,
las capotas, invertidas
con felpillas de color,
sin conocer su origen ni su sabor,
si son plantas o algas marinas
persiguiendo algún extraviado camaleón.Imagen: R.E.Ch.
SIMPLEMENTE…NO JUZGUES
Nunca juzgo a la rosa
por ser roja y no azul,
tampoco al roble
por no haber nacido abedul.
Disfruto sin pretensiones
de una serenata mañanera,
del amanecer y sus canciones,
de pájaros en medianera.
Colibríes como cometas,
unas palomas ingenuas
y un zorzal muy astuto,
posado sobre un canuto.
No juzgues al colibrí
por no haber nacido un delfín,
ni tampoco a la mariposa
porque no huele a rosas.
Simplemente…no juzgues.NATURALEZA MÁGICA
Una estrella fugaz desplegó su cola
y con ella un puñado de palabras,
como si fuese una guirnalda
de flores color malva.
Frente al espejo colorido
con sus ojos almendrados,
contemplaba el mar en calma
con imaginación obsesionada.
La estrella se internó en las aguas
y con ella rodaron las palabras,
que flotaron extraviadas
formando flores crepusculares.
Un absorto espectador
inmóvil sobre la playa,
insinuó una estrofa
en una hoja desplegada.
Sobre ella una crisálida
con las iniciales de su nombre
y vio nacer a una mariposa
sobre un ramillete de flores pálidas.
El espectador se dio cuenta
que la naturaleza es mágica.Imagen: Gentileza de R.E.Ch.
REFLEJOS DE CARAMELO
Con su inagotable acritud
se sorprende
ante la exuberante alegría
de aquella dama de ojos pícaros,
reflejos de caramelo.
Se interna en un manantial claro,
siembra un camino de flores
del que nunca quisiera salir.
Pero como nada es para siempre,
un halo de tenue luz
le indica que la vida,
ardua continúa.
Y bajo un cielo despejado
emprende el regreso,
entre la humareda gris
de un cigarro encendido.PASEO DE NUBES
Hoy las nubes pasean de la mano,
unas van por todo,
otras van por nada
y simplemente navegan
en el mar de los sueños,
sobre campos, ciudades y montañas.
Expelen aromas,
los que durante el paseo
del éter absorbían,
y suaves melodías
cuando se rozan con aquellas
que permanecen como estatuas,
esas que penden
de hilos fosforescentes,
aturdidas por el mismo sol,
que les ayudará a soltar
sus acumuladas lágrimas,
sobre los campos resecos
y flores mustiadas.UN DÍA MÁS
Es el murmullo infinitodel agua de ríoy al viento los hilosdorados por el sol,se percatan de tu presenciamientras el estíollama a los caracoles.Ellos se nutren de la saviaque hay en las espigas,el aroma del trigallos envuelvey los adormece,mientras las mariposassueñan con llegara la línea del horizonte,dormirse en el ponientey descansar del vuelo,para retomar activasel camino habitualmañana, al despertar,para encontrar tus pasosy acompañar tu vueloperegrino, pacíficoy enaltecido, por contar
con un día más.