EL VÉRTICE DEL AMOR
Ayer, recorrí caminos,
por la playa,
bajo el cielo,
por el mar.
Vi las colinas nevar.
Atravesé el espacio,
navegué por las nubes,
recorrí las calles
de la gran ciudad.
Me pregunté, si es bueno
un mundo paralelo,
creado desde el amor,
rodeado de sueños.
Mundo paralelo u oblicuo,
real o imaginario,
de noches y de días,
de inviernos y veranos.
Fue que en una ventana,
por caminos diferentes,
nació una perpendicular.
Y en su intersección,
encontramos un vértice.Hoy, recorrí un camino,
lentamente, pacientemente.
El camino que nació por amor,
y vive por amor.
No quiero regarlo con lágrimas,
quiero regarlo con rocío del alba.
No deseo que muera por amor.Caminé y caminé.
¿Estaba allí?…
Me detuve ante su mirada,
ante sus palabras.
Observé sus atajos,
sus ocurrencias,
vocablo por vocablo.
Como si escuchara su voz.
Me deleité con las flores,
más bellas del universo,
de algún lejano jardín,
allí donde nació mi amor,
entre jazmines o amapolas,
entre azucenas o rosas.Y decidí esperar,
en el tiempo y la distancia,
con dulzura, con pasión.
Lo esperaré sin ansiedad,
con el don de la vida
que junto al tallo del amor
me traerá una rosa rosa,
de esas rosas que sembré,
cuando me interné en el camino,
en el gran camino del amor.Malania
Imágenes: Propias
UNA ORQUÍDEA SOLITARIA
Vive y sueña el eco en las montañas,
el sol y la luna con su luz lo acompañan.
Una solitaria orquídea se mece con el viento
erguida despliega sus pétalos hacia el cielo.
Alberga en su radiante belleza
los secretos de las aves que la cotejan,
cómplice con el rocío y la madrugadora brisa
su esencia perdura mientras la acarician.
En los días invernales, cuando cae la nieve
la orquídea la derrite con una simple sonrisa.
Las nubes se despliegan en celeste y blanco
vigilantes pintan el cielo con su manto.Malania
Imagen: de la red gentileza de Ricardo G.
CUATRO PAREDES
Bajo el cielo gris
De un frío invierno
La gente duerme.El sol derrite
La escarcha y nieve
Al amanecer.Cuatro paredes
El eco suena
Canta el jilguero.Despierta a todos
¡Hoy es domingo!
Grita el hornero.No hay calendario
Para el jilguero
Cuando hambre tiene.Está en su jaula
Cuatro paredes
Le impiden vuelo.Alguien se acerca
Semillas trae
Contento queda.Poco sediento
Ha tomado agua
Queda saciado.Malania
Imagen: M. Julián T.
MI TIERRA NATAL
En las profundidades del valle, donde el sol besa la tierra y las montañas parecen tocar el cielo, se encuentra mi tierra natal, -comentó el joven a un grupo de amigos- un lugar impregnado de magia y misterio, entre arbustos y palmeras. Desde mi más tierna infancia, he sido testigo del encanto que emana de cada rincón de este lugar.
Las mañanas comienzan con el canto de los pájaros que dan la bienvenida al nuevo día, mientras el aroma a tierra mojada se mezcla con el dulce perfume de las flores silvestres. El río serpentea entre los campos verdes, como una vena vital que alimenta la tierra y el alma de quienes la habitan.
En los días cálidos de verano, el sol brilla con intensidad, pintando de dorado los limonares y los campos de trigo y maíz que se mecen suavemente con la brisa. Las tardes se vuelven cómplices de secretos compartidos entre amigos, bajo la sombra de los viejos árboles que guardan historias de generaciones pasadas.
Pero es en el otoño cuando la tierra se viste de colores vibrantes, como si fuera un lienzo que el mismísimo pintor celestial ha decidido adornar. Los tonos rojizos, dorados y ocres pintan un paisaje digno de admiración, mientras el aroma a tierra húmeda y hojas secas llena el aire.
El invierno llega con su manto blanco, cubriendo todo a su paso con una capa de nieve que transforma la tierra en un paisaje de ensueño. Las noches se vuelven más largas y frías, pero el calor de los hogares y el espíritu solidario de la comunidad mantienen viva la llama de la esperanza y la alegría.
Y así, en este lugar donde el tiempo parece detenerse para permitirnos saborear cada momento, se encuentra mi tierra natal. Un refugio para el alma, donde los recuerdos se entrelazan con los sueños y el amor, por esta tierra perdura más allá de las palabras.Malania
Imagen propia y de la red.
BRINDIS
En un día festivo asomaba la hierba y los árboles estaban cubiertos de un verdor nuevo.
Un búho miraba como queriendo contar un secreto.
Los frutales florecían en blanco y rosa.
En el interior de la vivienda, resonaban melódicas las copas al brindar. Los gruesos copos de nieve bailaban en el jardín nevado a la luz de una farola.
La primavera se resistía a llegar.
El calor de la chimenea inundaba el salón y el fuego de la leña se reflejaba en el caldero de cobre pulido que había en la repisa proyectando puntos brillantes en la cortina azul que cubría la pared.Malania
Imagen: Gentileza R. E. Ch.
VERSOS DE UNA NOCHE
Te hablo y me entiendes
me oye el silencio.
No aturdo el sosiego.
Solo muevo manos
que construyen versos.
Manos que han soñado
ventanas abiertas.
Las olas sin playas
bosques de un invierno
de ramas heladas
cubiertas de nieve
de musgos y helechos.
Manos que han tenido
presión en sus dedos
sintiendo otro cuerpo
vibrar en el viento.
Hoy son ramas viejas
de un roble sin techo.
Ella lee y piensa
ese es su derecho.
Ella lee y piensa
empuja mi sueño.
Detrás de lo oscuro
ni espacio ni brisa.
Todo se adormece
se apaga mi fuego.
Hoy la noche me habla
palabras sin dueño.
Ahora me susurra,
me envuelve en sus brazos,
me acuna, me briza,
me duermo en su seno.
Silencio…silencio.A. M. N.
Imagen: J. A. T.
AL OTRO LADO DEL OCÉANO
En los caminos y prados había amplios charcos formados por la nieve derretida.
El viento helado, abriéndose paso con obstinación por las calles, se colaba por debajo de los abrigos de los transeúntes que luchaban para que no volaran sus paraguas.
La corriente de aire se arremolinaba y gemía alrededor del edificio rojo, hamacando la gran glorieta que indicaba la entrada. Por detrás, los viejos árboles del parque se habían convertido en siluetas negras, desnudas, lúgubres.
Dicen que los árboles se desnudan en el invierno para cambiar su atuendo nuevo.
Reflejos de luz atravesaban los cristales de las enormes puertas y ventanas azotados por las gotas de lluvia.
Pero al otro lado del océano, en el nuevo mundo, los paraguas multicolores brindaban sombra a los visitantes que paseaban por la avenida del parque infantil, alfombrada de verde para que pudieran disfrutar de un paseo en un ambiente agradable, apaciguando el calor reinante de un verano muy caliente.Malania
Imagen: J. A. T.
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EL SILBIDO DE LA LOCOMOTORA
Desde lejos, el cielo se cernía como una tela pesada y gris sobre la ciudad y en el parque bailaban los primeros copos de nieve sobre el césped.
Poco a poco la locomotora con bastante retraso, se acercaba a la estación derritiendo el hielo de los durmientes. Ella estaba allí, a pesar del frío. Era su última oportunidad de poder viajar para verlo brillar en el escenario. Y así fue, no solo fue su último viaje en tren sino que la locomotora de despedía del vecindario para convertirse en un elemento más de la historia.Malania
Imagen: C. J. V.
CON MÚSICA TODO ES MEJOR
El mundo no es una descabellada fantasía
cabalga formando una aleccionadora historia
de zonas y vínculos heterogéneos.
En oriente
copos de nieve vagabundos devanean
con centelleantes estrellas
al compás de la brisa nocturna.
En occidente
las flores dan rienda suelta
a los colores de primavera.
Mientras en otros lugares
aludes apocalípticos
montaña abajo ruedan;
verdes y grises con diferentes tonalidades
se confunden en cadenas
de montañas montadas unas sobre otras;
la orografía heterogénea
se modifica ondulada, fracturada.
En la travesía el agua rasga
cicatrices profundas de playas y riberas
mientras los artistas imitan
rasgando las cuerdas
alegrando al mundo
con sus guitarras de madera.Malania
Imagen propia.