• General

    EN ALAS DE ARCO IRIS

    Cuando de repente
    la angustia batalla
    en un  día otoñal
    que todo pinta gris,
    los claustros vacíos
    ecos de silencios
    toman la partida.
    Y mágicamente
    refulge el arco iris,
    presente en obsequio
    portando tu nombre,
    cargado de besos
    abrazos y caricias.
    Al abrir mis ojos
    percibo alborada,
    en bella sonrisa
    renuevas mi vida.
    Entonces sonrío,
    vuelve la realidad,
    colma fantasías,
    despejo el vacío y
    brota en mi alma henchida.
    ¡Gracias por estar!
    Imagen de la red.
  • General

    REFULGENTE

    Resplandece,
    ilumina,
    encandila.
    Es el rey de la naturaleza.
    Sin él no tendríamos
    ni luz, ni calor,
    no podríamos sentir
    el aroma de una flor.
    No pide permiso
    y traspasa fronteras
    se baña en el mar
    y en el río penetra.
    Refulge
    por entre las ramas,
    acariciando hojas
    se pasea.
    Y aunque las nubes
    estén opacas,
    ilumina el aire
    y las aceras.

    Imagen: M. J. T.

  • Minicuentos

    VIOLETAS DE VIOLETA

    Era la tercera hija del matrimonio y primera mujer. Se llamaba Violeta, muy  bonita, no tanto como una flor, pero no era fea. La afeaba su forma de ser.
    Un día se enojó con su madre y le arrojó una silla de madera dura, esa que su mismo padre había fabricado. Por suerte la mujer mayor pudo esquivarse y no le hizo daño, pero con la silla rompió dos vidrios de la ventana de la cocina que daba a la calle.
    En el pueblo no se conseguían y mientras tanto, para impedir que penetre el frío viento de invierno, su padre tapó los grandes agujeros provisoriamente con pedazos de madera.
    Esos ataques de nervios solía tener de tanto en tanto cuando su madre la reprendía por algún comportamiento fuera de lugar, o cuando pedía algo que no se le podía conceder.
    Había estudiado en una Escuela Profesional de Mujeres. Sabía confeccionar muy bien prendas a medida y con eso aportaba económicamente a su familia. Quizás ese era uno de los motivos de sus ataques.
    Violeta se casó, tuvo varios hijos. Pero su enfermedad de estrés incontrolable nunca pudo superar, y lo que hacía antes con su madre, también lo siguió haciendo con su marido e hijos. Fue siempre violenta y compulsiva.
    Su hermana menor nunca comprendió el motivo de esa forma de ser.
    A Violeta le gustaban las flores silvestres del color de su nombre.

    Imagen propia.

  • General

    ILUSIÓN ÓPTICA

    Escudriñaba cada matiz,
    anonadada
    ante el espectáculo inigualable.
    Entre las nubes una cara
    y un sol que opaco estaba.
    Entre las montañas una casa
    y los picos con nieve en avalancha.
    Un camino con barro, piedras,
    nieve y charcos, en señal
    de la lluvia de noches pasadas.
    En el arroyo un criadero
    de carpas doradas.
    Y a ambos lados el trigal
    que no se intimida
    ante el frío de las heladas,
    ofreciendo un espectáculo
    de colores incomparables. 

    Imagen: C. J. V.

  • General

    FLORES DE ABRIL

     

    Acaricia el viento las flores silvestres, 
    peinando a su paso la hierba menuda.
    Lleva silbidos del espartillo verde 
    deludiendo barreras hasta a la azuda,
    que en la corriente del imponente río
    rueda y rueda brindando agua a los sembríos.
     
    Imagen: propia
                                                                       
     
  • Poemas

    EXCELSO

    Los dos se apiñaron en el recodo,
    el frío arrancaba suspiros,
    mientras  ambos
    oteaban minuciosamente sus orillas
    para encender el fuego más íntimo.
    Así aguardaron el sol del mediodía.
    La claridad de una diferente jornada
    se techaba de blanco y oro
    con destellos plateados que refulgían
    del inigualable fulgor de sus cabellos claros
    sobre una dulce almohada
    y ensortijados hilos dorados
    bajo el manto estampado de las sábanas.
    El cielo se había encendido
    con reflejos de un sol mezquino.
    Imagen: C. J. V.
  • General

    RUGE EL VIENTO Y BRAMA EL MAR

    En composición íntima y personal
    con sorprendentes colores sombríos
    aflora detrás de una sonrisa fingida
    la frescura estival
    después de una agobiante jornada.
    Es hermoso contemplar
    la calma del mar en el cielo despejado.
    Pero cuando el sol brilla y quema
    sobre un mar embravecido por las olas
    y el viento frío se despliega
    congelando hasta los tuétanos,
    todos aquellos que todavía
    tienen fuerzas de desear y querer estar,
    continúan tendidos en la playa
    mientras los demás disparan
    y se protegen bajo los aleros y las paredes
    de los edificios y las casas.



    Imágenes propias

  • General

    INCANDESCENCIA

    Caminaba por la sombra,
    esquivando la acera del sol.
    No quería que fuera cierto
    lo que sabía era verdad.
    No terminaba de entender
    lo que sería su vida sin él
    porque a su lado se sentía feliz.
    Con sus ojos trémulos la mirada perdida
    en la fosforescencia del horizonte,
    caminaba y respiraba sin prisa
    como para aplacar su pálido semblante.
    La hizo tan pero tan feliz
    cuando provocaba en ella
    que se encendieran y brotaran
    los capullos de su blanco  pecho.
    Horas felices sazonadas
    con cálido sudor malva
    en incandescentes mañanas madrugadas
    o atardeceres en mediodía.
    Ella deseaba que se quedara
    no quería que el momento acabara
    en ese silencio interior
    que se rompía con un ¡¡¡Ah!!!…
    prolongando atardeceres efímeros
    de un amor sin porvenir.
    Pero el presente era tan grandioso
    cuántas veces!…
    al sentir el escalofrío de las brasas atónitas
    en sus pupilas y todo su cuerpo
    cuando en la sombra apenas iluminada
    percibía en su lecho
    la inconfundible fragancia de su amado hombre.
    Imagen propia.
  • Poemas

    DESEOS

    Mariposa multicolor,
    que tiemblas en las ramas,
    robando néctar a las retamas
    y a hierbas desprevenidas.
    Y cuando el frío acecha
    te abrigas en alguna cama,
    te cobijas en una víscera
    y brincas cual bella dama,
    haces renacer deseos
    invitando a hermosa danza,
    despeñas pasiones cálidas
    en sensuales emociones. 
    Imagen de la red.
  • Poemas

    ENTRE AGUIJONES Y ALETAZOS

     
     
     
    Perduran aguijones, resistentes,
    amalgamados a ilusiones truncadas
    que reposan en la alfombra.
    Mientras las mariposas
    duermen sobre tu almohada
    acariciadas por tu silencio ignoto.
    Duendes codiciosos
    se disputan la alegría que no llega.
    Raudos buscan una guarida inexistente
    ¿será azul, carmesí, bermellón o esmeralda?
    Los aguijones se turnan para no sucumbir
    en el aletazo mágico del corazón sobreviviente.
    Cunde el pánico
    batallan calores inconclusos.
    De a poco regresa un envión de bríos,
    tu sonrisa me regala palabras de amor,
    tu perfume invade mis entrañas.