• Poemas

    SIMIENTE

    Mantuvo algo arcano
    atrapado en el tiempo
    preso en el pecho.
    Se dejó arrastrar
    por un río salvaje
    prisionero de su mente.
    Sin poder contemplar
    la belleza de la naturaleza
    se acartonó
    se vistió de gris.
    Buscó la luz entre las piedras
    asido a la biela
    ameró sus manos
    con la humedad de su gozo
    lejos del todo
    reducido a nada.
    Atónito observó la cueva
    y dentro de ella
    su cuerpo cansado
    tendido en el suelo.
    En hierbas muy secas
    recaló su tibia 
    y dulce simiente.
    Ella estaba allí 
    compartiendo su gozo
    eternamente suya.
    Malania
    Imagen propia
  • General

    PENSANDO EN TI

    Pensando en ti.
    Si estuvieras hoy conmigo
    mis ojos se colmarían de tu presencia,
    mis labios, temblando como débil hoja
    saciarían su sed, con el néctar de tu amor.
    Dejaría libres las miles de caricias
    que mis manos aprisionan, y que aguardan
    hace tanto tiempo por ti.
    Si hoy estuvieras conmigo
    no estaría escribiendo estos versos
    en un pedazo frío de papel,
    los estaría tatuando en tu desnuda piel.

    Gentileza: A. M. N.

    Imagen: de la red

  • General

    DESDE EL OTRO LADO

    Por aquí estamos en pleno invierno,
    pero ningún charco está helado.
    – Dijo mi querido amigo transoceánico.
    Primero, porque apenas llueve
    y no hay charcos.
    Si los hubiera, no estarían fríos
    porque en estos días y hoy mismo
    alcanzaremos los 20 grados…
    ¡En pleno invierno!
    Cierto es que en algunas zonas
    están a 8 grados bajo cero.
    Pregunto:
    ¿Tendremos algo que ver los humanos con este cambio climático?
    De este lado del mundo, insólito, nunca visto, 20 grados y viento frío en las noches de las playas de Brasil, en pleno verano.

    Malania

    Imágenes: A. M. N. y propia

  • General

    LINA

     
     
     
    Quizás en una alhóndiga o en un mero pastizal 
    o tal vez en un lejano cantil 
    descubriste el mundo y te atreviste a cruzar 
    entre un reguero y alondras o un desolado muladar.
    Inquieta y llorosa maullaste a mi paso 
    con miedo al principio corriste a mis brazos. 
    Calmé tu sed y el ansia de mitigar tu soledad 
    te cubrí del frío ante la tempestad.
    Pero un día me ausenté dormido 
    y en noche sin luna 
    cuando solo la luz de tus ojos brillaba 
    te  divertiste a tu modo 
    extraña princesa mimada. 
    Manifestaste tu desasosiego 
    aquél que nació contigo 
    desahogando tu furia y con desatino 
    jugaste con hojas y todas mis plantas 
    que a tu paso pudiste encontrar. 
    Una reprimenda  bastó que comprendas 
    que de nada sirve hacer ese estrago 
    con mis hermosas plantas 
    que mantenerlas lindas tanto ha costado. 
    Y aquí estás de nuevo a mi lado 
    espiando todo el día el teclado 
    y  atenta a todo lo que hago.   
     
    Malania
    Imágenes: M. J. T.
     
     
  • General

    ORGULLO DE HOMBRES

    Su mirada 
    se escurría sobre las cosas
    no lograba detenerse en ellas.
    Ese día vibró el aire frío
    y deshojó sus palabras
    letra por letra. 
    Su fragilidad se había resguardado
    tras un indecible hastío.
    Atravesó calles angostas
    inundadas por el sol.
    A la hora de la siesta.
    el silencio era absoluto.
    Las aceras recobraron
    su inmovilidad espectral.
    Las sombras ausentes dormían
    lejos del influjo de la luz.
    La visión del hombre
    se había desvanecido
    dejándolo prendido en el brasero
    de un cielo demasiado grande para él.
    Para saciar el violento deseo
    que le había asaltado
    con los primeros albores de la mañana
    marcando la aurora del tiempo
    de los amores lejanos
    buscó refugio
    en la magia de la casa vacía.
    Y ya nada pudo detener
    el torrente de palabras
    y envuelto en ellas
    perdió la noción del tiempo.
    En la finitud de un gesto anodino
    modificó junto al pájaro
    su visión del mundo.
    Un auténtico paseo de recreo
    inventado
    por un jardín prohibido
    perfumó su cuerpo
    con jazmines, rosas y amapolas.
    Un jardín donde florecía
    el orgullo de los hombres.

    Malania

    Imagen: C. J. V.

     
     
                                         
  • General

    DESDE EL MEDITERRÁNEO

    Una gaviota prefirió quedarse. Pasará el otoño invernal en el Viejo Continente, mientras mira hacia el horizonte como queriendo divisar alguna de sus hermanas y otras hijas que volaron, junto a bandadas de golondrinas, en busca de la primavera latinoamericana.
    Pero es feliz cuidando a sus pequeños pichones recién nacidos y los huevos de otros por nacer.
    Los días son buenos, soleados pero bastante fríos, tanto así que hasta el pico y las plumas de a ratos quedan heladas. Debe guarecerse para no enfermar, sino ¿Quién cuidaría de sus pichones?
    Las orejas de la gente, sobre todo la que cuenta con más de seis décadas, a duras penas aguanta, aunque resignadamente las lleva colgadas en el mismo sitio. La misma resignación usa la gente cuando se detiene a pensar en el cruel contador de la edad que no descansa, pero aun así, se sienten afortunados porque pronto podrán estar exentos de cumplir con el horario laboral diario, cuando les llegue el día de la jubilación, y podrán elegir los días para visitar la playa, ver volar a las golondrinas y alimentar a las nuevas gaviotas. 

    Malania

    Imágenes gentileza de A. M. N. y de la red.

  • Poesía

    TURISTAS

    El sol regala al río
    sus últimos rayos luminosos
    llevándose las gotas
    de un día caluroso.

    La noche con su brisa
    va ganando espacio
    sobre una canoa vigilante
    con los bañeros del ocaso.

    Los turistas se retiran,
    los peces ríen, aletean
    vuelven a su cauce
    nadie los tortura
    nadie los mira
    son felices
    en la normalidad de sus días.

    Malania

    Imagen propia

  • General

    SONRISA

    SONRISAS ENTRE CIMIENTOS

    Corría el año 2016, era el Día de la Primavera.
    Ella, profundamente dolida por una actitud irónica y provocativa, de una mujer que frecuentaba las redes, cansada de leer los permanentes mensajes y comentarios, demostrando a través de ellos interés hacia el hombre que ella amaba, y no por despechada, escribió este poema:

    El proyecto ya está en marcha
    con cimientos llenos de fortaleza
    y vigas más fuertes todavía.
    Y en poco tiempo florecerá
    la sonrisa esperada,
    esa sonrisa que amas y provocas
    No permitiré que ninguna piraña
    de algún contaminado río,
    destruya las paredes
    de lo que hemos construido,
    ni reduzca a cenizas
    a lo que fue fuego
    Sabes que sin prisa
    pero sin pausa
    los besos pasados
    serán eternamente presente.

    Malania

    Imagen de la red

  • General

    NUBARRONES

    Los hay oscuros e iracundos
    grises o azabaches
    anunciando tormentas.
    Otros deshilachados
    por fríos y fuertes vientos
    bajo la bruma húmeda y gris.
    Pero otras veces
    se presentan nubes pomposas
    como capullos de algodón,
    delicados y esponjosos.
    O bien, tornasolados
    como bordadas con lentejuelas
    con el brillo incomparable
    de un atardecer con sol.


    Malania

    Imágenes: R. G. y propias.


  • Poemas

    EL VIEJO ASCENSOR

    Tus retóricas palabras
    se injertan
    en la melanina de mi cuerpo.
    Sin presión alguna
    la entropía aumenta
    reconoce tus atributos
    de ser endémico.
    Mis lamentos por no tenerte
    se precipitan
    junto al frío aguacero
    corroyendo el recuerdo
    de momentos inolvidables
    junto a aquella ventana
    del bar de la esquina
    y de momentos vividos
    en aquel viejo ascensor
    con besos interminables
    vertidos del corazón.

    Malania

    Imagen propia