• General

    ERMITAÑA

    Luce su hermoso color
    de doce pétalos la flor
    hojas verdes la respaldan
    la cuidan del ardiente sol.
    Prefirió vestir de amarillo
    mientras otras lucen de rojo,
    entre nardos y junquillos
    caléndulas y culantrillos.
    No temas pequeña flor
    no estás sola en el camino
    si me saludas al paso
    siempre estarás conmigo.
    Malania
    Imagen propia
                                
  • General

    HAY DÍAS Y DÍAS

    A veces los días están pasados por agua, ya sea por una fuerte lluvia o por una simple llovizna. O están bajo el poder de un tornado o de una brisa suave que apenas mueve las hojas de los árboles.
    Pero también la vida corre, como si fuera agua de arroyo o de río. Sus horas pueden pasar tan rápido, aparejadas con un sofocante estrés, o quizás pasen lentamente como la más perfecta calma.
    Muchas veces los vientos son tan fuertes que nos obligan a correr hasta el cansancio. Pero también hay días en que estamos envueltos en una fragante y suave brisa ideal para el descanso, tan necesario en estos días.
    Lo importante es saber priorizar y organizar nuestro tiempo, siempre que sea posible, de tal manera que no caigamos en un estado de nerviosismo, que, además de ser perjudicial para nuestra salud, es contagiosa, porque ponemos mal a los que componen nuestro entorno.

    Malania

    Imagen: L. N. M.

  • Sueños

    FRUTAS Y VERDURAS

    ZUMOS

    Como un líquido, el zumo o jugo hace referencia a las dinámicas emocionales de una persona; también posee cualidades nutricionales y regenerativas, por tanto los zumos o jugos saludables representan emociones que nos traen energía, nutrientes, vitaminas y nos ayudan a regenerarnos. Este gusto, generalmente es naturalmente dulce, lo confiere un efecto similar de verificación. Usualmente el zumo o jugo es hecho de fruta o vegetales, los cuales están directamente asociados con el símbolo de alimentos, su color también revela datos que nos ayudan a entender mejor este profundo significado simbólico.


    Soñar que tomamos zumo, es símbolo de salud emocional y bienestar. Depende del estado del jugo que aparece en el sueño para poder entender el significado del mismo.

    Soñar bebiendo jugo dulce anuncia éxitos, no obstante es importante trabajar duro y constante para que eso que tanto anhelamos se cumpla satisfactoriamente. Por otra parte un jugo ácido en nuestros sueños indica lo contrario.

    En los sueños, beber zumo o jugo de frutas representa vida y vitalidad.

    Soñar que se está preparando zumo o jugo, significa que necesita un aporte de energía superior y su cuerpo lo pide en sueños.

    Soñar comprando o vendiendo frutas y verduras es símbolo de negocios productivos.

    Soñar con zanahorias significa felicidad en todos los aspectos de tu vida, como salud, etc.

    Malania

    Información tomada de la red.

    Imagen: R. E. Ch.

  • General

    SALUTACIÓN

    No fue por olvido
    tampoco por error
    el no saludarte
    con todo mi amor.
    Quizás por recuerdos
    nostalgia tal vez,
    sé que no te agrada
    mencionar la vejez,
    festejar tu aniversario
    ni que te hagan regalos.
    Julio es el mes,
    un día diecinueve
    un bebé llegaba al mundo
    para ser un gran señor,
    ni emisario ni corsario,
    pero sí un gran doctor
    Hoy
    antes que fenezca el día
    quiero desearte lo mismo que hace cuatro años:
    Que los mejores recuerdos inunden tus días.
    Que tu rostro irradie siempre una sonrisa.
    Que tu vida se envuelva en constante alegría.
    Que reine la ilusión, el amor y la dicha.
    FELIZ CUMPLEAÑOS QUERIDO MÍO!
    SIEMPRE ESTÁS EN MI CORAZÓN.
                                                 

    Malania

    Imagen: R. M. T.

  • General

    17 DE MAYO

                                                                                                                            Un día como cualquiera, en vaivén de tristeza y rutina, sin rumbo fijo comencé a recorrer las páginas de internet; cualquiera era válida, hasta llegar a una en la que, por algo que no sé por qué,  me detuve. Muchas fotos, algunas nítidas y reales, otras mentirosas y robadas de actores, otras sexis y sugerentes, algunas ridículas y sin sentido, otras de animales o de flores. Cada cual representaba la identidad de alguien que estaba detrás de la pantalla. Tras el recorrido de mi mirada, y tal vez por intuición, el índice pulsó sobre una imagen de perfil  poco común. Un cuerpo emplumado, en el que no podía distinguir  si era hembra o macho y si lo que  reflejaba, era el momento preciso en que una cámara captó un acto previo a la reproducción o de qué otra cosa se trataba. Mi curiosidad fue en aumento, recorrí cada renglón del perfil que no decía demasiado pero lo suficiente como para creer que era una persona no del todo libre y que deseaba encontrar una salida hacia un hilo de  dulzura y libertad. Virtualmente nos saludamos y de a poco fueron sucediéndose palabras en telegramas tan breves que a veces me causaba enojo el por qué no eran más extensos. Desencuentros fatales  entremezclados con  mínimas coincidencias se presentaron en el camino desde aquel diecisiete de mayo. Podría catalogarse como la inexistente  película en blanco y negro titulada “Acepciones y eludidos”.                       
    Una noche ventosa, como en relámpago irisado, me invadió la duda. Pensaba en él (me gustaba pensar en él), si era un trivial internauta, un solitario aranero, o quizá miembro de alguna secta religiosa o de algún foro judicial. Quién sabe qué misterio se ocultaba en ese hombre que, vestido elegantemente, esperaba mi llegada detrás de una mesa de bar. Su mirada fija y tranquila desvió mi intento  por saber algo más de él, mientras  tropezaba con su sonrisa que derretía mi corazón y mis dedos con los suyos en el intento de mostrar una identificación, que hasta el momento había sido un simple seudónimo. Salimos del bar luego de más de una hora de charla, caminamos cierta distancia y nos despedimos con un beso en la mejilla y apenas un roce de manos, lo que bastó para darme cuenta que en aquél hombre había algo que me atraía. Se sucedieron esporádicos encuentros de café y charla, casi siempre en el mismo sitio mientras la química iba sorteando dificultades para luego florecer al máximo. Y así fue.
    Va pasando el tiempo cada vez con más alegrías que tristezas, más coincidencias que desencuentros, y el amor  tomando curso. Días pasados, mientras viajaba por cuestiones de trabajo, su imagen se apoderaba de los interlineados del libro que es mi compañero de ruta. Vislumbraba las líneas de una nueva página y su imagen estaba allí con nuestras manos entrelazadas, abrazos tiernos y profundos de esos en que la fusión de cuerpo y alma va al unísono, y el deseo de tenerlo nuevamente junto a mí,  intensificándose día a día, por lo que en ese momento, la lectura quedó algo postergada. La iluminación del transporte público era escasa y preferí reposar observando cómo las últimas luces horizontales del día  brillaban cansadas, casi con desmayo, en el ambiente gris. Con acalorada alegría en mi rostro que era evidente y algún que otro  pasajero la detectara, bajé y caminé hasta mi casa más ufana que nunca.
    Imagen propia.
  • General

    BUENA RUTINA

     
    A través del tiempo pude darme cuenta que las mejores postales que nos ofrece la naturaleza son efímeras. Además, no se da nunca una igual a otra. Son espectáculos, que quienes los apreciamos, nos sorprendemos de ellos y si no aprovechamos el momento justo, nos lo perdemos para siempre.
    Esto ya lo he dicho en otra ocasión. Pero la de hoy, en mi recorrido de las 7 de la mañana, fue particular porque estuvo presente un fenómeno natural poco visto en esta zona, la neblina. Más de una hora percibiendo aromas diferentes. Cubiertos de rocío el césped, las plantas, las flores y los frutos. El pasto recién cortado, otros altos me llegan hasta los tobillos. La lluvia arrastró tierra suelta que encontró al paso, por cauces de arroyitos inventados por el abundante caudal de agua caída. La tierra no pidió permiso y se depositó en senderos de cemento aptos para las caminatas en el bulevar de la avenida. Hay que esquivar el barro para no resbalar y es ahí donde mis pies aplastan el pasto humedeciendo mis zapatillas grises. La altura mediana de los árboles de ese tramo, ofrecen el perfume de las flores silvestres. Una vez que cambio el rumbo y enfilo mi regreso a casa, otro es el espectáculo. Las guayabas y su alfombra, quedaron atrás, así como las paltas, los mangos, y otras frutas de estación. Ahora tengo que esquivar las espinas de los rosales que sobresalen de las verjas. Muy orondas se mecen al compás del viento perfumando las veredas con sus ramilletes blancos, rosados y lilas. Los que más abundan son los blancos que tienen un aroma inigualable. No son iguales a las rosas que venden en las florerías que parecen de plástico. Estas son nacidas en tierra fértil y se bañan de rocío al alba y al ocaso, o en noches calmas, casi en todas las estaciones del año. Quizás por eso conservan el perfume original a rosas frescas.
    A todo esto, tengo que sumar el canto de los pájaros: mirlos, gorriones, loros, algún extraviado zorzal y el papagayo de mi vecina que me saluda al pasar. Si no lo saludo me silba y se pega una carcajada.  
    Vuelvo a casa renovada después del incomparable espectáculo natural. Una buena rutina.

                                                                                                                                 

    Rosa Roja de N. V. S.
  • Poemas

    PENSAMIENTO MADRUGADOR

    Con saludos de madrugada,
    cuando al despertar
    tú me llamabas
    en mi ser tú penetrabas
    exaltando mis sentidos
    susurrándome al oído
    un acto de amor intenso
    estremecías mi cuerpo
    llenabas mi corazón
    de alegría y de pasión.

    Al amanecer
    mis sentidos te reclaman
    y preguntan
    ¿Quién ocupa mi lugar?
    ¿Será el cielo, la luna o el sol?
    ¿Será mujer? ¿Será varón?
    ¿Será otra cosa?
    o simplemente será…
    ¿tu soledad ignota?

    Imagen propia.

    Imagen naranja, de la red

     
     
     
     

     
  • Poemas

    AL AMANECER

    ¿Por qué versos tristes?
    si los prefiero alegres
    ¿Para qué llorar si existe?
    la ternura y el amor ardiente.
    Aunque no puedo negar…
    extraño tu saludo en madrugada
    y tus besos tempraneros
    meciéndose en mi almohada.
    Extraño tu dulce tu sonrisa
    y tus ojitos color miel
    que hacen brillar las estrellas
    en cálido amanecer.
    Imagen de la red.
  • Poemas

    SOL Y LUNA

     
     

    Peina la Luna llena
    su cabellera de plata,
    mirándose en gran espejo
    celeste mar de hojalata

    El Sol la encuentra muy bella
    en la mañana de fresas
    la saluda con un rayo
    a través de fresca estela

    Cástor le dice a su Luna
    ¡vámonos, que se hace tarde!
    y bajando muy despacio
    con nostalgia que lo invade

    Pólux, mirando al Sol
    no lo deja ni un instante
    porque siente un gran amor
    por su Gran Señor Brillante.

    Cástor no deja a la Luna
    Pólux no abandona al Sol
    Cástor y Pólux se aman
    ¿Adónde irá su afán de Amor?

    imagen propia.