PACIENCIA AMONTONADA
De Silvia Beatriz Carvallo
El poema brota y crece
como se abren las hojas,
de una bromelia encendida
en el borde del abismo.
Parece q se cae y queda
levemente suspendida,
la palabra aun no escrita
pensada apenas sentida.
También puedo pensar
en las que crecen en racimos.
Dulces nostalgias de aquello
en recuerdo sostenido.
Ya vendrán días más suaves
sin calcinantes soles,
sin dolores o presagios
ya vendrán horas mejores.
Es que estoy en esta vida
resbalando en la cornisa
entre vientos del norte
sostenidos por la brisa.
Hoy me llama la ternura,
hoy me busca la dulzura.
Me he perdido por un rato
en el sonar del aparato.
Es el timbre, es el ruido
la campana de salida.
Paciencia amontonada
en una sola repisa.Autora: Silvia Beatriz Carvallo
Imagen: Malania
POR TI
Ensopadapor la lluvia interior del deseo,atrapadaen un tremedal acorazonado rojo violáceo,aspiré tu perfume ausente.Debajo del aroma de resinas naturalesdesfilaron la nieblay los soles helados de los vitrales,mientras afuerallovía sobre los penachos ancestrales.MalaniaImagen propiaEL HUMO DEL CIGARRO
Intrépido, dobló la esquina y apuró el paso.Las nubes navegaban cada vez más rápido.Eran todas azules, solo azules.El viento del sur se entremezclaba y las desparramabacomo queriendo elegir a la más bella, la más pasional.Sopló y sopló con mayor intensidad hasta lograr abrirla.La recostó sobre el blanco lecho del horizonte, la desgajó y dio rienda suelta a su deseo.Cabalgó sobre ella penetrándola por todos sus rincones, de sur a norte y de este a oeste.De la bella y atractiva silueta azul quedó solo un estropajo.
Al chocarse con las otras nubes lloró y su llanto se convirtió en lluvia, una lluvia fría y sin brillo.Entre la niebla matinal que nacía de los pantanos, el llanto de la nube azul caía dolorosamente contra las hojas aventadas por una racha de viento.Él volvió jadeante y satisfecho de haber logrado su cometido, sin prestar atención al hilo gris del humo del cigarro que airoso flotaba detrás suyo.MalaniaImagen de la red.LA MÁQUINA DEL PENSAR
De Silvia Beatriz Carvallo
Recorre ideas sueltas atando
las que dicen algo a mi vida.
Mientras las voy anidando.
Y como si supiera bordar
me quedo mirando
los dibujos y figuras
que mi pensar disparado
dibuja y respira.
Construyo solitarios con palabras
usando naipes marcados por la vida.
Invento figuras con colores
robados a la paleta
que guardo memoriosa
y llena de sueños compartidos
en mi celosa maleta.
Muchos de ellos olvidados
sin rencor.
Todo lo que puedo pensar
en el tiempo de un semáforo.
Todo lo que se puede imaginar
mientras manejo entre árboles.
Todo lo que puedo sentir
mientras miro las nubes
dibujando formas raras
en el horizonte entre sierras.
La máquina del pensar
solo descansa un ratito.
Mientras suspiro de goce
en caminos de mi tierra
entre el verde, verde azulito
y el morado altanero
de las lejanas alturas
que bordean mi sendero.
El orden no altera el producto,
pensar algo en un ratito,
repensar y pensar en bruto
sin poner ningún filtro.
A veces me asusta y digo:
mejor no pensar en nada.
Pero pensar lindo
da gusto y sigo.
Pensar de a ratos en algo
que se te cruza de golpe.
Desarmar nudos de olvidos.
Destrabar brotes perdidos
enredados en las quejas,
pegajosas y resentidas,
de rencores
como rejas.
Pensar en otras venturas
y desventuras,
prendidas en rumores
de recuerdos,
como manojos suspendidos
en hilitos de memorias,
que enhebramos
con puntadas cuidadosas,
entre pliegues y paños suaves
con las luces preferidas.
Son pajaritos entre flores
las ideas tan livianas.
No se esfuman fácilmente
tampoco perfuman con ganas.
Solo dan color y luces
como hilitos livianos
enredados entre gajos
de una vida ya lejana.
Pensando en hilitos y luces,
momentitos de tu vida.
Recortes o hilachas de sueños
entre pisadas perdidas.
Pasos, poses, gestos, voces,
dedicadas al viento suelto.
Por ahí van solitarias.
Por allá van suspendidas.
Autora: Silvia Beatriz CarvalloImagen: R. E. Ch.
RATIFICANDO
Te amo en la frescurade la lluvia primaveral,en la transparenciade cada gota apurada.Te amoen la suave fraganciadel azul de mi almohada.A través del cristalde la amplia ventanapercibo tu mirada,como aquella primera vezen la esquina soleadade Otamen y Diasvel,calmo y sonrientede un día de mayoen aquel otoño dorado.MalaniaImagen: de la red.ESTALLANDO RECUERDOS
En la desnudez de mis pensamientoscomo una hoja en blanco al vientobusqué en tus palabras aliento.Sentada frente al marel frescor del amaneceracarició mi rostroy sin permiso se filtróen la profundidad de mi cuerpo.Límpido el cielo anunciabaun día espléndido.Entre el norte y el surcambió el paisajeen beneficio de otras especies.Las hojas plateadasy el olor a malva frescase han quedado atrásjunto a salvias y albahacas.Los bosques de algarrobos y lapachosse han sumido en silencioen otra noche azabache.Los peñascos espejeaban al sol nacienteque, enardecido por el albateñía el paisaje.Seco el pastizal reflejabaque la lluvia estaba en falta.Transcurría el díazigzagueaban las horasmientras las aguasen duelo se batíanentrelazando sonidosde unos viejos poemasperfil en canto a mis oídos.Malania
Imagenes de R. E. S. y M. A.EL HIJO DE COCA
No solo tú estás solo en este momento.Brindemos por todos aquellos que en su soledad,
siguen teniendo fe en la vida y en el amor.MalaniaImagen propiaHAIKUS XIV
Lloran las piedras
O es agua de montaña
Fresco manantial.
Sol de septiembre
Relucen irisados
Rayos oblicuos.
Abre los ojos
Ve el cielo despejado
De azul intenso.
La brisa suave
Días primaverales
Felices todos.Malania
Imagen R. G.
ASÍ NO PUEDES
No puedes pasarte la vida en un encierro, como en una jaula.
No puedes permanecer tanto tiempo bajo el agua ya sea de lluvia, de ducha o de la nada misma.
Ponte algo bonito, y sé tal como eres. Sal a caminar, pasea bajo el sol, la lluvia, enfrenta al viento o al sofocante día hasta quedar sin aliento. Verás que el sudor de tu frente y de tu cuerpo te hará sonreír y recuperarás tantas fuerzas que querrás repetir la hazaña.
Los dorados rayos del sol destiñen y tiñen los visillos blancos de las gruesas cortinas de las ventanas y los visillos rojos desteñidos por el tiempo. No te deprimas, córrelos hacia los costados y deja que el sol penetre hasta los rincones.
El césped está lleno de flores, las malas hierbas han alfombrado los jardines con sus colores matizando la alfombra verde. No temas salir de la casa.
Camina lento y ve cómo pasa la gente presurosa. Pero no dejes que te atropellen, haz que te respeten. MalaniaImagen propia
EL PERRO DE TINA
Pide pan no le dan
pide queso le dan hueso
ante la mirada de los desconocidos
que hacen muchos gestos.
Lo abandonaron dentro de una caja
que para él era la cama
hecha de trapos y una vieja almohada.
Las palomas lo visitaban,
murmuraban entre sí
anunciaban su nueva morada
con el temblor de sus alas
y picoteos en escalada.
Apenas le daban migajas
los transeúntes que miraban
no en un plato sino en el suelo.
Cuando llovía se pasaba bajo el agua.
Por suerte una vecina se apiadó de él
y mandó a sus perras
al fondo de la casa.
Le abrió el portón
le dio de comer
puso un cartón seco sobre el piso
y allí durmió una larga y tranquila siesta.
Cuando paró de llover
vio a sus dueños que lo buscaban.
Pudo volver a su hogar
aunque muy bien no lo trataban.
Pero con su regreso al menos
pudo consolar a la niña
que por él lloraba.
Desde ese día crucial,
ya no vagó más por las calles
y se dedicó a cuidarla.Malania
Imagen propia