SOL Y LUNA
Peina la Luna llena
su cabellera de plata,
mirándose en gran espejo
celeste mar de hojalataEl Sol la encuentra muy bella
en la mañana de fresas
la saluda con un rayo
a través de fresca estelaCástor le dice a su Luna
¡vámonos, que se hace tarde!
y bajando muy despacio
con nostalgia que lo invadePólux, mirando al Sol
no lo deja ni un instante
porque siente un gran amor
por su Gran Señor Brillante.Cástor no deja a la Luna
Pólux no abandona al Sol
Cástor y Pólux se aman
¿Adónde irá su afán de Amor?imagen propia.
POR ELLA
Lo llamé por su nombre
junto a la ventana,
la puerta no estaba cerrada.
Penetré despacito
acomodé su almohada
le tomé la mano
acaricié su frente
apoyé mi cabeza
sobre su pecho acicalado.
No se percató
que allí yo estaba
solo soñaba
o estaba ausente
mientras balbuceaba
que ella se había ido
pero aún llenaba su mente.
No veía, no escuchaba
simplemente soñaba.
Entonces apronté
mis trapos y mis harapos
mi corazón, mis manos, mi todo
y regresé resignada.
Nada lo haría cambiar
solo ella, la del vestido azul
si regresara.
Volví a mi lugar justo
de donde partí apurada
aunque sabía
que nadie me esperaba
solo el silencio
y mi suave almohada
en la fría madrugada.Imagen propia.LA MIRADA
Esa mirada, tu mirada,
la de aquella primera vez
junto al ventanal del bar,
la de todos los días que te puedo mirar,
la que refleja la luna
con el sol del día o en penumbras,
me transmite paz.Tu mirada,
la que se presenta a diario
cuando cierro los ojos,
la que aún callado
insinúa un te quiero,
la que calla secretos,
la que domina nuestros impulsos.Tu mirada
la que dice mucho y pronuncia nada
la que me enamora y me llena el alma.Tu mirada,
la que extraño al amanecer,
la que me hace soñar,
la que me hace confiar
en lo que no logro leer,
la que se instala en mi mente
y me permite un nuevo encuentro imaginar.Tu mirada,
se arraiga en mi memoria
me permite volar hacia donde estás.
Esa mirada, es tu mirada
la que me mantiene enamorada.Imagen de la red.
GLICINAS AL VIENTO
Al regreso de mi viaje,
miré hacia el cielo.
En vez de nubes furtivas
me sorprenden
las glicinas florecidas.El viento las mece
como acunando un sueño
se acomodan, se sonríen
buen aroma despiden.Me fascina su color
me enternece su hermosura
contrastan con el naranja
de las flores de la dura.El sol le pone su brillo
el viento su candor
– No las despojes, tormenta
¡sus pétalos son un primor!Imagen propia
AIRE BOSCOSO
El niño descifró su nombre desde la ventana de su cuarto.
Corrió la cortina azul y gritó: -¡Un escarabajo!
Como si fuera una bolita verde tornasolada, brillaba bajo el sol desplazándose con sus patitas.
El piso caliente lo obligaba a buscar un lugar más fresco.
Recorrió un camino largo. Y atraído por el fresco olor de aire boscoso, logró encontrar un refugio espectacular: una alfombra de hojas otoñales. Muy cansado, se durmió junto a un tronco grueso que formaba parte de la gran arboleda.Imagen arboleda: R. E. Ch.
Imagen escarabajo: propia.
UN BESO EN SILENCIO
La noche anterior se había llorado todo como en concierto, con gruesas gotas, relámpagos, truenos y los gritos desesperados del loro de Carolina, secuestrado en una jaula bailarina al compás del vendaval.
A Estela le gusta salir a caminar antes de que salga el sol.
Ese día viernes las calles, algunas sin asfalto, adoquines ni cemento, estaban mojadas y serpenteadas por charcos en la tierra roja. Un perro pequeño que dormía bajo un canelo la siguió acompañándola hasta una casa sin verjas, aparentemente abandonada y allí se quedó al resguardo de un alero. Los ladridos de otros perros tras rejas y muros daban aviso del paso de la mujer por aceras y calles. A ninguno se le ocurrió ser cómplice del silencio que ella hubiera querido conseguir durante su paseo de paso apresurado.
Estela caminó hasta el final del camino donde termina el barrio en el que vive desde no hace mucho tiempo, por las calles desiertas, inundadas por el aroma de hojas húmedas de cientos de árboles que ofrecen su sombra cuando el sol arde a mediodía y siesta. Las flores silvestres matizan el aire fresco y puro de otro amanecer sin humos ni gases tóxicos. Una flor amarilla solitaria se balancea como saludando a su paso, la contempla, la fotografía y continúa el camino hacia su casa. Una hora basta para la caminata del día.
Por suerte el loro de Carolina está bien, fuera de su jaula, que quedó cubierta por una gran hoja de palmera, desprendida del árbol a causa del viento. Feliz, le da un beso de pico en señal de amor y agradecimiento.Imagen: N. C. G.
MENTE JUGUETONA
Hay cosas que son porosas al espíritu y se impregnan de él.
Hacen nacer del corazón versos en cadena
con eslabones de interminables y estremecidos recuerdos.
La mente juguetona parece electrizar la pluma
y las palabras saltan con ligereza por sí mismas
como si fueran pájaros de rama en rama.
Pero también se oscurecen en la penumbra
y desvanecen con desencanto fortuito
como campanillas y hierbas silvestres
componiendo un grimorio complejo.
Entonces, nacen la soledad y el silencio
y el poeta se recluye en su descontento.Imagen: R. E. CH.
EL TREN
Tus poemas contienen
entre sus versos,
el viento cálido
de una mañana de enero
y el sol brillante
del mediodía,
cuando te acompañaba
mientras te ibas.La taza de café,
esa en la que bebías
con dos de azúcar,
conserva tu mirada color miel
sobre tus grises ojeras,
señal de insomnios continuos.Tomabas el tren
con la esperanza de descansar,
con la visión de cosas diferentes,
recordando hermosos momentos,
y te alejabas, respirando
la atmósfera de nuestros tiempos.Imagen: C. J. V.
EL NUDO DE LA CORBATA
Acaricié mi imaginación
con la vista del mar,
con el olor de mi habitación,
la velocidad del viento,
el deseo de desayunar contigo,
la incertidumbre de los diversos paseos,
unido a la sensación de la seda
de tu corbata gris tornasol,
al no saber hacer el nudo
en tu cuello perfumado,
dando mil vueltas.
Te reías y me enseñabas
¿lo recuerdas?
Creo que todavía te amo.Imágenes de la red.
COMO LINTERNA MÁGICA
¿Cuán frágil y perecedero es,
el amor por las grandezas de la tierra?
Supuestas instantáneas
tomadas por mi memoria
del reflejo de la tarde
con el sol poniente,
con una brisa suave y envolvente,
sin vientos fuertes,
en proporciones casi iguales
de relieve y hondonada,
de recuerdos y olvidos
que la memoria guarda
o tal vez ignora.
Como una linterna mágica y lejana,
el sol se va escondiendo
y mis recuerdos de la infancia
se mezclan entre luces y sombras.Imagen: J. A. T.