• Poemas

    DEJA QUE CANTE EL PÁJARO

    Deja que cante el pájaro en tu ventana,
    que te despierte con alegría cada mañana. 

    Deja que el día comience lleno de belleza,
    con las ganas de siempre, disfruta un nuevo amanecer. 

    Deja que cante el pájaro, seguro te regalará su mejor concierto,
    tan solo disfruta.

    Sentirás el valor de estar vivo y a Dios agradecerás,
    su canto quedará en ti presente y  así feliz serás.

    Autor: Miguel Marquez
    Imagen: R. M. T.

  • Poesía

    AMOR Y DESAMOR

    No te extrañes si te digo
    como si fuera un niño
    pues qué cosa es un poeta
    si no un niño perdido,
    solitario entre la muchedumbre,
    inquieto y vulnerable,
    como un pétalo de flor en la tormenta.

    Que aquí, muy dentro de mí
    y a lo lejos sigo siendo
    tu hombre enamorado
    el que se mira en tus ojos
    y se ríe. Feliz.

    Así muy dentro de mí,
    río también
    al entender esta ilusión
    imposible.

    Hoy en silencio me digo
    que la mujer es
    un hondo abismo
    que no puedo entender.

    Una mujer, que si la amamos,
    y si también nos ama
    es el vértigo mismo
    irrefrenable, incansable, brutal
    diosa en plenitud de vida.

    Yo hoy, aun
    sabiendo que es imposible
    solo espero que me quieras
    si tú quieres…

    Creo que cuando
    me doy cuenta que
    soy únicamente un hombre
    -me parece que lo soy-
    nada más que
    por quererte
    y que solo a tu amor,
    contento
    me doblegaría.

    A la distancia hoy
    me recuerdo
    a ese hombre con alma de niño
    que una vez movió sus labios
    para declarar su amor
    que lloró de felicidad
    expresándolo y que
    nunca,
    nunca fue correspondido.

    Ahí, es el preciso instante
    en el cual el hombre
    que finalmente soy
    siente el peso de la verdad
    y guarda silencio
    para no llorar más.

    Aun así, si…aún así,
    te doy gracias, mujer
    ilusión joven de mi vida
    por el milagro infinito
    de saber
    que puedo aun amar así
    aunque vos no me ames.

    Autor: Rubén E. Ch.

    Imagen: Gentileza de R. E. Ch.

  • Poemas

    SOLO VERSOS EN LA NOCHE

    Podría escribir…
    los versos más tristes esta noche.
    Pero no…
    los prefiero alegres,
    y sin llantos…
    Los prefiero ingenuos,
    dulces, tiernos, castos.
    Los prefiero en coche…
    que al recorrer caminos,
    te canten en la noche.
    Los prefiero al viento,
    que inunden tu ambiente
    y cuenten lo que siento.
    Los prefiero cálidos,
    que derritan la escarcha…
    de los cristales pálidos.
    Los prefiero en los pétalos
    de flores blancas o rojas
    para que esparzan su aroma
    hasta llegar a tu alma.
    Los prefiero en voz baja,
    que velen tu sueño,
    y adornen tus sábanas….

    Malania

    Imagen: de la red

    
    
    
    
    
    
    
    
    
    
     
  • Poesía

    TU AUSENCIA

    Me preocupa,
    me pone triste,
    tu prolongada ausencia.
    Extraño tus caritas…
    de alegría, de gruñón,
    sonrojadas, corazón…

    ¿Dónde estás estrella mía?
    ¿Dónde estás, que no te veo?
    Se ha nublado hoy el día,
    tal vez ¿será por eso?

    No quisiera verte triste.
    Tu alegría me contagia,
    me ilumina, me da vida
    en mi cielo, te cuidaría.

    Vientos que vienen y van
    me hablan de tu silencio
    de tu soledad ignota,
    de tu dulce majestad.

    Te quiero más cada día,
    te reclaman mis espacios,
    cuando faltan tus abrazos.
    Vuelve pronto, vida mía.

    Malania

    Imagen: de la red.

  • Haikus

    ESBELTAS PAPAYAS

    Más sin cuidados
    nacieron de semillas
    crecieron solas.

    Con muchos frutos
    se van hacia lo alto
    sin detenerse.

    Juegan a crecer
    esbeltas, colosales,
    más altas que ayer.

    Y les pregunto
    ¿Hasta cuándo crecerán?
    No me responden.

    Si no me escuchan.
    Las acaricia el viento,
    la lluvia y el sol.

    Quizás ni duermen
    saludando a las nubes
    y a las estrellas.

    Malania

    Imagen propia

  • Prosa Poética

    AZABACHE

    Como casi a diario, hoy lo esperaba sentado sobre una silla.
    Cuando escuchó que el picaporte giró, sus ojos destellaron alegría,
    como dos estrellas brillantes entre su pelaje azabache.
    La compañía mutua les alegra, les quita soledad, les brinda regocijo.  
    Con sus tres patas audaces bajó de su pedestal para pedir caricias con ronroneos. Tendido sobre el piso, sus malabares con gracia asombran.
    Se manifiesta con arte fascinante, para hacerse entender de diferentes formas.

    Malania

    Imagen: M.J.T.

  • Relatos

    ENTRE AMIGAS

    El pasto verde del parque se extendía como un tapiz bajo el brillante cielo azul de un día soleado. Tres perras corrían felices, cada una con su propia personalidad, pero todas compartiendo un mismo objetivo: la pelota.
    Una labradora marrón, juguetona, llamada Siberia, era la más grande del trío. Con su energía desbordante, saltaba y ladraba, intentando llegar primero a la pelota. Su pelaje relucía al sol mientras corría con determinación.
    A su lado, la perra blanca dorada, llamada Himalaya, rápida y astuta. Con su cola ondeando, se escabullía entre las patas de las otras dos, buscando la oportunidad perfecta para hacerse con la pelota. Su ladrido agudo resonaba en el aire mientras jugaba con la agilidad de una gacela.
    Por último, estaba la más pequeña, una bulldog francés llamada Mumbai. Aunque no era la más rápida, su estrategia era brillante. Se sentaba con calma, observando a sus amigas mientras corrían, esperando el momento ideal para actuar. Con un resoplido característico, se lanzaba de repente hacia la pelota cuando veía que las otras estaban distraídas.
    Las tres perras jugueteaban, persiguiendo la pelota que rodaba de un lado a otro, llenando el aire con ladridos de emoción. Cada una creía que podía ser la primera en atraparla, pero la pelota parecía tener vida propia, escapándose de sus patas en el último momento.
    Finalmente, en un movimiento inesperado, Himalaya se lanzó en picada, logrando llegar a la pelota antes que las otras dos. Con un salto triunfal, la tomó entre sus dientes y comenzó a correr, riendo en su propio idioma de ladridos.
    Pero Siberia y la pequeña, aunque sorprendidas, no se detuvieron y velozmente se le acercaron para disputar el balón.
    La astucia de las tres hizo reír a los que las observaban. Y entre risas y ladridos todo fue diversión compartida entre amigas.
    Cuando se cansaron, corrieron en busca de agua para beber, oportunidad que tuvieron sus dueños para esconder la pelota. 
    Felices, terminaron tiradas en el pasto dominados por el sueño.

    Malania

    Imagen: N. G.

  • Poemas

    MIELERO

    En el bosque donde crece el cactus,
    bajo el sol ardiente, un mielero danza,
    entre espinas y flores, su canto es un lazo,
    tejiendo en el aire dulzura y confianza.

    Las lianas se enredan en sueños ocultos,
    bailan al viento, como susurros suaves,
    y en el jardín, donde la vida se asienta,
    cada hoja brilla, luego se marchita y cae.

    En su vuelo ligero, el mielero se asoma,
    trae en su pico la comida a sus pichones,
    alimenta la vida con su canto y su aroma,
    regando bosque y jardín con sus emociones.

    Malania

    Imagen: Rosana G. B.

  • Poemas

    BAILANDO EN MI SOLEDAD

     Dejando cantar el silencio, él sigue bailando,
    mientras las horas no se pueden detener
    y el tiempo continúa su viaje.
    Todo parece un sueño pero es la realidad,
    la fantasía tan viva juega con la ilusión.

    Bailando en  mi soledad se dice muy suavemente:
    ese hombre que va marcando el compás lleno de felicidad.

    Su risa a los cuatro vientos se siente
    entre el encanto presente que lo llama a no detenerse.

    Bailando en mi soledad va repitiendo hasta salir el sol
    sin dejar de hacerlo y pareciera querer volar sin destino.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen:   Malania

  • Poesía

    LAS OLAS Y EL VIENTO

    (Imagen propia)

    Las olas vienen y van…
    No tienen…ni principio ni final, ni final. 
    ¡No se cansan de llegar  o de regresar!
    ¡Es su misión primordial!

    Como eternas compañeras, 
    conocen los secretos
    que encierra la inmensidad.
    ¡Son inmortales sin protestar!

    Cantan, suspiran, silban,
    se contraen, se expanden,
    en un patrón regular…
    es un misterio que jamás podremos descifrar.

    El viento, en complicidad,
    las lleva de la mano
    y nunca las va a soltar…
    juntos, recorren distancias
    como enamorados en alta mar…


    ¡Él, siempre romántico,
    demostrándoles amor de verdad!
    Las olas y el viento como creación magistral
    te ofrecen…¡Relajación total!

    Autora: Sira Vargas de Biheller
    Tucacas- Venezuela

    Imagen: Sira Vargas de Biheller