• Poemas

    NO TE CONSIGO ALCANZAR

    NÃO TE CONSIGO ALCANÇAR

     Em sonhos  te encontrei
    sentada juntinho ao mar
    estavas longe, muito longe!…
    não consegui te alcançar
    Pudera eu sair do sonho
    teu rosto acariciar
    ter pés e mãos de gigante
    para te poder alcançar…
    Neste sonho em que te encontro
    corro para ti, junto ao mar
    mas estás longe, muito longe!…
    não te consigo alcançar
    Parecendo que estás tão perto
    estás longe do meu olhar
    minhas mãos são tão pequenas…
    não te consigo alcançar.

    Mário Margaride

    NO PUEDO ALCANZARTE

    En sueños te encontré,
    sentado junto al mar.
    ¡Estabas lejos, muy lejos!…
    no conseguí alcanzarte
    Si yo pudiera salir del sueño,
    acariciar tu cara
    tener pies y manos gigantes
    para poderte alcanzar…
    En este sueño en que te encuentro
    Corro hacia ti, junto al mar
    ¡más estás lejos, muy lejos!…
    no consigo alcanzarte.
    Parece que estás tan cerca,
    estás lejos de mi mirada.
    Mis manos son tan pequeñas…
    No consigo alcanzarte.

    Traducción del poema

    Imagen: Del blog https://soltaastuaspalavras de M. Margaride

  • Prosa Poética

    TIBURÓN

    Un tiburón, suspendido en el aire, flota sobre la piscina como un eco lejano del mar. Su cuerpo de madera, tallado con precisión, refleja la luz suave del sol que se despide del horizonte. El atardecer tiñe el cielo de tonos dorados y rosados, mientras el tiburón, quieto y a la vez vibrante, parece surcar el aire en un movimiento congelado, un último respiro de libertad en el reino de los sueños.
    La piscina, tranquila y silenciosa, se convierte en un espejo de aguas plácidas donde el tiburón no nada, sino que observa, vigía mudo de un instante suspendido en el tiempo. La brisa acaricia su superficie, y las sombras se alargan mientras el sol, en su descenso, pinta la madera con tonos cálidos y suaves. Es un contraste perfecto entre lo inerte y lo efímero: un tiburón que jamás tocará el agua, pero cuya presencia nos invita a soñar con mares lejanos.
    El día se apaga lentamente, pero el tiburón sigue allí, colgado como un relicario de historias no contadas, como un susurro que se disuelve con la última luz del día. Y así, en el horizonte, el sol y la madera se despiden, juntos, en silencio.

    Malania

    Imagen: propia

  • Acróstico

    RUTA DE AVIÓN

    Rumbo a nuevos destinos,
    Un cielo azul lleno de sueños,
    Tranquiliza el alma al volar,
    Almas libres que al horizonte van.

    Donde el viento nos guía,
    El horizonte se abre ante nosotros.

    Abriendo alas hacia lo desconocido,
    Viajamos por cielos infinitos,
    Inspirados por el deseo de explorar,
    Óptimos momentos al despegar,
    Navegando por el aire, sin mirar atrás.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    MISTERIOSA FIGURA

    En el muro de mi casa, al caer la noche,
    las luces encendidas reflejaban el silencio,
    y de repente, una figura extraña apareció,
    eco de lo inusual, un susurro de lo remoto.

    Era una imagen misteriosa
    un animal de mirada serena,
    y sobre su cabeza, una corona de luz,
    brillando con fulgor en la quietud.

    No era un animal conocido, ni una bestia salvaje,
    su rostro era etéreo, antiguo, lleno de secretos,
    como si la naturaleza misma hubiera hablado,
    con el lenguaje de un reino olvidado.

    La corona reflejaba los sueños,
    como tejida con hilos de estrellas,
    y su presencia, aunque fugaz, me envolvió,
    trascendiendo en el tiempo una visión.

    Quizás fue un aviso o un sueño atrapado en la luz.
    La figura permaneció allí, flotante y cercana,
    como un mensaje de un mundo paralelo,
    en el muro de mi casa, con un potente reflejo .

    Y aunque la imagen se desvaneció al amanecer,
    su enigma quedó grabado en la fotografía,
    como un misterio que solo el tiempo sabrá revelar,
    quizás sea un enviado que me brinda seguridad.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poesía

    JACARANDÁS

    En la arboleda donde el viento canta,
    el sol se filtra, tímido y dorado,
    y entre los árboles, su sombra encanta,
    un mundo verde, en paz, abrazado.

    Los jacarandás de flores violetas,
    pintan de sueños el cielo lejano,
    y sus pétalos, cual seda ligera,
    alfombran senderos desde muy temprano.

    En sus ramas, los pájaros se esconden,
    para romper la tristeza de hombres callados,
    con sus trinos del alma, al paisaje responden,
    al respirar de un jardín un poco olvidado.

    Así, entre árboles y flores en calma,
    la arboleda cubre de quietud los seres,
    y los jacarandás sus flores derraman,
    aliviando corazones con males de ayeres.

    Malania

    Imagen: de la red.

    Avenida de Buenos Aires

  • Poesía

    SUSPIROS

    Con el viento viajan los suspiros
    y la música, entre ecos,
    se esconde entre las montañas.
    En el desierto la arena hace silencio
    y duerme bajo la noche calma.
    Pero a veces comparte los suspiros con el viento
    y vuelan abrazados por todo el universo.
    Quizás buscan el reflejo de incumplidos sueños,
    pidiendo a la lluvia que lave cicatrices,
    y que haga brotar semillas en cualquier superficie.
    Porque la naturaleza es luz y vida
    en desiertos, en montañas o en planicies.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poemas

    EL VÉRTICE DEL AMOR

    Ayer, recorrí caminos,
    por la playa,
    bajo el cielo,
    por el mar.
    Vi las colinas nevar.
    Atravesé el espacio,
    navegué por las nubes,
    recorrí las calles
    de la gran ciudad.
    Me pregunté, si es bueno
    un mundo paralelo,
    creado desde el amor,
    rodeado de sueños.
    Mundo paralelo u oblicuo,
    real o imaginario,
    de noches y de días,
    de inviernos y veranos.
    Fue que en una ventana,
    por caminos diferentes,
    nació una perpendicular.
    Y en su intersección,
    encontramos un vértice.

    Hoy, recorrí un camino,
    lentamente, pacientemente.
    El camino que nació por amor,
    y vive por amor.
    No quiero regarlo con lágrimas,
    quiero regarlo con rocío del alba.
    No deseo que muera por amor.

    Caminé y caminé.
    ¿Estaba allí?…
    Me detuve ante su mirada,
    ante sus palabras.
    Observé sus atajos,
    sus ocurrencias,
    vocablo por vocablo.
    Como si escuchara su voz.
    Me deleité con las flores,
    más bellas del universo,
    de algún lejano jardín,
    allí donde nació mi amor,
    entre jazmines o amapolas,
    entre azucenas o rosas.

    Y decidí esperar,
    en el tiempo y la distancia,
    con dulzura, con pasión.
    Lo esperaré sin ansiedad,
    con el don de la vida
    que junto al tallo del amor
    me traerá una rosa rosa,
    de esas rosas que sembré,
    cuando me interné en el camino,
    en el gran camino del amor.

    Malania

    Imágenes:  Propias

  • Poemas

    MIELERO

    En el bosque donde crece el cactus,
    bajo el sol ardiente, un mielero danza,
    entre espinas y flores, su canto es un lazo,
    tejiendo en el aire dulzura y confianza.

    Las lianas se enredan en sueños ocultos,
    bailan al viento, como susurros suaves,
    y en el jardín, donde la vida se asienta,
    cada hoja brilla, luego se marchita y cae.

    En su vuelo ligero, el mielero se asoma,
    trae en su pico la comida a sus pichones,
    alimenta la vida con su canto y su aroma,
    regando bosque y jardín con sus emociones.

    Malania

    Imagen: Rosana G. B.

  • Poemas

    SENTADO

    Dedicado al adulto mayor

    Sentado dejando pasar el tiempo,
    mirando a lo lejos lo que se fue,
    lo que la vida dejo atrás.

    Sentado hablando con el olvido
    sin entender las respuestas que me sabe dar
    mientras sigo tan pensativo.

    Sentado dejando me acompañe la soledad
    con su silencio guardando algunos recuerdos.

    Sentado viendo el viento llevarse sueños,
    alejar esperanzas de aquello que ya no viene. 

    Sentado atrapando paz, vistiendo tranquilidad
    mientras los años viejos pintan mi cuerpo
    sin apagar mi satisfacción de sentirme alegre.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen de la red

  • Descripción,  Poesía

    CASAS DE COLORES

    Casas de colores como almas que alientan
    transmiten alegría, donde el amor se asienta,
    frente a la arena que acaricia los pies
    son refugio dorado donde nada es desdén.
    Sus muros esconden historias perdidas
    pintadas de sueños, lágrimas, risas y vida.

    El mar, un lienzo azul como el cielo infinito
    y entre ellos, alegres, las gaviotas danzan
    no dejan huellas, tampoco nada escrito.

    Las olas susurran secretos en la brisa
    mientras las parejas de la mano caminan.
    Juegan los niños, sus risas estallan
    con sueños que se mezclan sin alimañas.

    Malania

    Imagen: Gentileza Antonio M.