• Descripción,  Poesía

    VAQUITA DE SAN ANTONIO

    Mariquita, Vaquita de San Antonio o Catarina, son una familia de insectos coleópteros. Muchas especies se alimentan de pulgones por lo que contribuyen a controlar estas plagas. La mayoría son depredadores carnívoros que se alimentan de insectos como áfidos y cochinillas. Otras especies se alimentan de plantas y hongos.
    Las especies que depredan plagas agrícolas se consideran insectos beneficiosos.

    Quien sabe cuántos nombres más tiene ese animalito que es útil para el jardín y plantaciones varias.

    En el jardín, las vaquitas de San Antonio,
    con diferentes colores, marcan su territorio.
    Vuelan ligeras, como un susurro en el viento,
    brillan en el sol, dejando su encantamiento.

    Alegran los días con sus paso sinceros,
    pasean sobre hojas, un camino viajero.
    Entre risas y sombras, su espíritu juega,
    la vaquita de San Antonio, siempre despliega.

    En cada rincón, un destello de vida,
    en su vuelo ligero, la tristeza se olvida.
    Con colores vibrantes, su magia contagia,
    en el aire, en la tierra, ¡la alegría es su equipaje!

    Malania

    Imágenes: R. E. Ch. y de la red

    Imagen: Gentileza de Ricardo G.

  • Cuentos,  Relatos

    EL DINERO NO ES TODO

    Continuación de la Primera parte publicada el día 29-09-2024……

    “No quiero volver a la pudrición de vivir sólo por el dinero”…

    Segunda parte

    No quiero pasar lo que pasé cuando estuve en Norte América, comentó Rubén. Necesito volver a la luz, a la verdad, volver a vivir como cualquier ser de luz (que no he vuelto a ser por casi 20 años).
    Entendí que me había sacado una capa de encima, -como si fuese una cebolla-.  Pero no tengo en claro cuántas capas más debo retirar de mi caparazón de tristezas para volver a ser lo que una vez creía que era, sin darme cuenta de en qué me estaba convirtiendo -con el paso del tiempo- que simplemente era en otra cosa que nunca quise ser, ni siquiera entendí por qué llegué aún muy confundido, a ciertas situaciones terribles de mi vida, sólo intentando que no me hagan más daño, y cuidando de no hacer daño a nadie. Toda una vida loca.
    Quizás, la lectura de ayer (sobre “Anatomía de un ataque Arcóntico” de Patrick Herbert) del sitio “Biblioteca Pléyades”, me acercó ciertos conceptos importantes para poder entender mejor la verdad de las cosas y “qué es lo que está pasando” en el mundo, realmente.
    Desde hace cierto tiempo, unos 12 a 15 años atrás, sentí como que algo o alguien definió que yo ya estaba “como maduro” para aprovechar mis sentimientos, y desde allí empezó una campaña de terror sobre mí, para cosechar/ordeñar mis sentimientos de miedo y angustia. Era una cosa que intentaba catalogar de loca, de que no podía ser, de que un Dios bueno (épocas que creía que un dios bueno nos cuidaba) no podía dejar hacer tales cosas con la gente que Él cuida, ni dejar que seres malvados tomen posesión de uno de “sus hijos”. Pensaba: “Si yo, a los cachorritos de mi perra de raza doberman, no los vendía a la gente que me parecía que no tenía amor por los perros (y eso que me darían buena cantidad de dinero por ellos), y se los regalaba a aquellos que no tenían dinero, pero los veía con tanto amor por los animales… ¿Cómo Dios no haría mucho más por mí?
    Después… vi que eso no pasaba.
    Que mis miedos y angustia eran cada vez más fuertes. Y no era sólo una sensación, sino que la vida, aun teniendo en ese tiempo buenos ingresos económicos, se me presentaba angustiante, terrible y esquiva. Finalmente terminó en lo que terminó en 2012.
    Al volver a Argentina pensé que era el designio de Dios. Que aquí Dios me cuidaría mejor, quizás. Que como aquel país del norte es el paraíso del mal, no debí haber pensado en ir allá, como lo había intentado siempre, desde adolescente. Que ahora, estando en mi país, adonde yo pertenecía, un dios bueno me cuidaría de nuevo. Pero me equivoqué una vez más. El juez que me tocó en el reclamo sobre mí por denuncias mentirosas hizo –porque no pude pagar una fianza de mucho dinero, que es lo que me pidió- lo necesario para que vuelva al infierno, donde me torturaron hasta que entendí que sólo los delincuentes salen libres. Acepté convertirme en falso delincuente, para que me soltaran, me liberaran del suplicio, y así poder volver a Argentina, mi país de origen.
    Para este momento, ya Dios no era ninguna entidad para mí. No queda nada de esas ideas. Con todo lo que me pasó, pienso que a este mundo lo controlan los demonios. Y que la única posibilidad de estar alejado de ellos es que no te identifiquen como una probable “vaca lechera” de emociones negativas. Yo perdí. Ya estoy catalogado. Todo ocurrió en aquel país, donde los sentimientos de envidia, angustia, y todo tipo de tensiones emocionales negativas son las reglas que manejan la vida de los habitantes. Por eso hay tantas muertes, tanta delincuencia. Por eso también hay tantas historias de gente que pasa de “millonario” a vagabundo, o “linyera”, y también al revés. Hay tantas almas dando vueltas con tantos sentimientos negativos para “colectar” que, a veces, los diablos  se olvidan de los anteriores, o bien les permiten volver a su vida para luego poder “ordeñarlos” de sentimientos negativos mucho mejores, más fuertes, después de haberles permitido tener esperanzas en una vida mejor. En eso caí yo. Pero siempre creo que todas las cosas tienen alguna salida, y tengo que encontrarla.
    Lo bueno es que ya sé que no hay un dios que nos cuide, o al menos a las almas como la mía, que ya cayó en manos de los demonios que controlan esta parte del universo donde estoy. Y también sé que estos entes tratarán de hacerme todo el daño posible –a través de cualquiera- para hacerme generar miedos, angustias, y todo tipo de sentimientos negativos de los que ellos se alimentan. Y finalmente sé que es probable que lo consigan, porque aún no estoy dispuesto a morirme y abandonar este sector del universo donde estoy puesto a prueba, pero, a la vez, estoy trabajando en evitar mi sentimiento de odio, que supongo es lo más delicioso para alguien que se alimenta del mal. Quizás pueda alejarles con mi voluntad de no hacer daño a nadie, ni pensar en ganar mucho dinero.
    Hoy el ataque de estos demonios viene a través del indio que vive en la misma propiedad que habito, en el departamento que está adelante del mío, de esta casa donde vivo mi miseria actual. Siendo una persona tan primitiva este indio (no creo que lea nada más fuera del Whatsafpp en su teléfono), entiendo que lo podrán manipular con facilidad. Y por eso hoy está atacándome con lo que puede. Ahora que lo entendí, voy a operar contra eso, tratándolo de la mejor forma posible, y no haciendo caso a las provocaciones de él. Será “uno fuera”.
    Ahora decido que vuelvo a mi vida. Estoy despierto. El sueño del amanecer ya pasó. Una vez más, pude esclarecer dónde está el mal, y lo que hace. Ya no me volveré a dormir por hoy, creo.

    Continuará el domingo 13 próximo.

    Malania

    Imagen: Propia y de la red

  • Poemas

    LA TRISTEZA MUY DENTRO

    La tristeza,
    prendida como atada a su alma,
    lleva pena muy dentro.

    Es el rostro,
    la imagen del sufrimiento,
    las huellas del tiempo muestran cicatrices

    La tristeza,
    muy dentro deja ver hacia fuera
    todo el daño con el ir de los años.

    Ya sin nada consigo, solo carga humildad,
    la pobreza en el ser y el hambre del día pero,
    igual sigue andando.

    Autor: Miguel Márquez
    Imagen de la red 

  • Acróstico

    LO QUE ERES PARA MÍ

    Musa de mis versos
    Aurora de mis amaneceres
    Razón de mi existencia
    Ideal de mujer
    Alegría para mis tristezas.

    Máxima expresión de la sensualidad
    Altar de mis pasiones
    Reina indiscutible de mi corazón
    Tesoro invaluable
    Imagen de Diosa
    Novia del amor
    Ángel audaz de atrevido encanto.

    Este acróstico le ha sido dedicado a María Martina, una vieja amiga,
    por un admirador virtual que dijo llamarse Mabaut.

    Imagen: de la red

  • FRASES,  General

    CEBRAS

    “Los problemas empezaron cuando las cebras de rayas blancas comenzaron a odiar a las de rayas negras”. Es lo que pienso de las personas, si bien todos somos semejantes e iguales ante los ojos de Dios, o simplemente ante el Universo, hay algunos (o tal vez muchos) que odian a vecinos, a sus compañeros de estudio o de trabajo, a la gente que no comparte las mismas ideas, ya sea de política, religión u otro aspecto de la vida. Tratan de hacerles daño de cualquier manera y gozan con la tristeza y el malestar ajeno.
    Nunca los voy a entender ni comprender.
    ¿Seremos como las cebras? Que no podemos ver que todos somos iguales, y que al finalizar nuestra misión en esta vida, no nos llevaremos nada ni siquiera nuestro cuerpo?
    No cuesta nada tratar de entender al que piensa diferente, al que tiene otra visión de la vida. La envidia, el odio, el desamor, y tantas otras cosas malas son las que destruyen el corazón, el alma y la vida misma.
    Gracias querido amigo Patricio por compartir el texto de la fuente.

    Malania
    Imagen de la red.

  • Poemas

    ¿ESTAREMOS CIEGOS?

    El mundo ha perdido la cabeza
    con sus juegos de casino,
    jugar a la ruleta rusa
    en constante locura.
    Somos carne de cañón
    somos números discretos
    todos somos descartables. 
    Somos meros objetos.
    Hay un lamento profundo
    una tristeza infinita
    pero los iluminados celebran
    en tu torre de marfil.
    Y así en esta premisa
    en este menú ofrecido
    solo somos despojos 
    en este mundo confuso.
    ¿Estamos tan ciegos?
    que no podemos ver
    los trucos astutos
    ¿Qué prometen siempre?
    A menudo parece así
    que somos ignorantes
    estúpidos y buenos alumnos 
    juguetes y buenos farsantes…

    Autor: Poeta portugués Mario Margaride.

    Imagen: de la red

  • Poemas

    SÉ QUE NO PUEDO OLVIDARTE

    Quisiera echarte a un lado,
    dejar pasar el tiempo y seguir andando.
    Estás en mis pensamientos,
    mi voz te llama mientras la mirada te busca.
    Sé que no puedo olvidarte,
    nunca podré, porque quedó muy dentro
    un gran dolor que dejó tanta tristeza.
    Camino en la soledad con un vacío
    guardando nostalgia,
    siento irse las palabras llenas de silencio.
    Sé que no puedo olvidarte,
    jamás sabrás tanto te extraño,
    a través de los años no pierdo la esperanza
    aunque sé que no habrá regreso.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: Propia (Malania)

  • Haikus

    AVE MAÑANERA

    La naturaleza con sus tiempos y sus momentos diferentes nos inspiran y nos producen alegría o tristeza, y a veces simplemente nos induce al silencio.
    De pronto rompe la monotonía el canto de un pájaro, el ladrido de un perro, el maullido de un gato, el rugido de un motor que vuela a lo alto con sus alas de metal.
    Al observar y contemplar surgieron estos haikus:

    Bajo el cielo azul
    visita mañanera.
    Un zorzal canta.

    La mariposa
    sin desplegar sus alas
    posa y descansa.


    Malania.

    Imagen: M. Julián T.

    Imagen: Rosana G. B.

  • Poemas

    COLORES EN EL LAGO

    Desperté en la mañana.
    Volvió la luz a mi mirada,
    mientras nos acercamos al lago.
    Tiempo que lleno mis bolsillos
    con pequeñas lentejuelas o piedras de colores.
    La luz rosa o amarilla, dando brillo a la esperanza,
    que a veces me deja perpleja,
    desbordada en la extensa pradera,
    o en el lecho del frío lago,
    cuando tus manos recogieron
    las brillantes piedras mojadas,
    que alimentan el árido camino de la nada.
    Tus manos no señalan el sendero,
    solo recogen caricias de tristezas,
    conduciéndome al camino aún vacío
    que no lleva a ninguna parte concretada.   

    Malania

    Imagen: Ricardo Gamero

  • Poesía

    MIENTRAS PENSABA EN TI

    Sé que me amas con ternura
    que me quieres con locura,
    que me nombras por las noches
    en tu alcoba y el umbral.

    Que acaricias mis cabellos
    mientras me apoyo en tu almohada
    para besarte en secreto
    en el mayor de los silencios.

    Para que nadie nos escuche
    para que nadie sea testigo
    de este amor que nos tenemos
    aunque no sea perfecto.

    Las palabras más dulces
    salen de nuestras miradas
    me sonríes, te sonrío,
    mientras afuera hace frío
    y adentro reina la calma.

    Amanece, me despierto, miro
    a través de la ventana,
    las hojas mustias saludan
    con sudor de madrugada.

    Con tristeza me doy cuenta
    que fue un sueño de alborada.

    Malania

    Imagen: de la red