• Poemas

    AMANECER

    Hilo de plata
    en círculo incompleto,
    la luna saluda
    al amanecer.
    Punto brillante,
    luce desde el cielo.
    ¿Ves?… ¡No la deja!
    ¿Es eso un querer?
    Picos de árboles
    asoman erguidos,
    miran a la luna
    para respirar.
    Nubes que compiten
    ¿Cuál más bella es?
    Grises, blancas, fucsias,
    la miran también.

    El sol muy rojizo,
    lo acompaña Pólux,
    ofrece alegría,
    con calor antojadizo.
    Gracias a ti, sol,
    gracias a las nubes,
    gracias a la luna
    y al amanecer.
    Dan gracias los árboles,
    al sol por su presencia,
    gracias a él
    pudieron crecer.
    Ya me vuelvo a casa,
    mis niños me esperan,
    mis mascotas también.
    Gracias a la vida,
    hoy pude contemplar
    ¡Otro bello amanecer! Malania
    Imagen: propia

  • Efemérides

    DÍA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

    El 8 de diciembre se celebra el Día de la Inmaculada Concepción, una festividad católica que conmemora el dogma de que María, madre de Jesús, fue concebida sin pecado original. 
    La fecha se eligió restando nueve meses al 8 de septiembre, fecha en la que la Iglesia Católica celebra el nacimiento de la Virgen. 
    El Papa Pío IX instauró la fiesta en 1854, y en España se celebra desde 1644. En Argentina, es un feriado inamovible. 
    La Inmaculada Concepción es una de las fiestas marianas más importantes del calendario litúrgico de la Iglesia católica. Se celebra en todo el mundo y es la fiesta patronal de muchos países, entre ellos Argentina, Brasil, Chile, Italia, Corea, Nicaragua, Paraguay, Filipinas, España, Estados Unidos y Uruguay. 
    En esta fecha se acostumbra a armar el árbol de Navidad, ya que se cree que así cada hogar recibirá la bendición de la Virgen. 

    Info de la red

    Imagen propia (Malania)

  • Poemas

    MISTERIOSA FIGURA

    En el muro de mi casa, al caer la noche,
    las luces encendidas reflejaban el silencio,
    y de repente, una figura extraña apareció,
    eco de lo inusual, un susurro de lo remoto.

    Era una imagen misteriosa
    un animal de mirada serena,
    y sobre su cabeza, una corona de luz,
    brillando con fulgor en la quietud.

    No era un animal conocido, ni una bestia salvaje,
    su rostro era etéreo, antiguo, lleno de secretos,
    como si la naturaleza misma hubiera hablado,
    con el lenguaje de un reino olvidado.

    La corona reflejaba los sueños,
    como tejida con hilos de estrellas,
    y su presencia, aunque fugaz, me envolvió,
    trascendiendo en el tiempo una visión.

    Quizás fue un aviso o un sueño atrapado en la luz.
    La figura permaneció allí, flotante y cercana,
    como un mensaje de un mundo paralelo,
    en el muro de mi casa, con un potente reflejo .

    Y aunque la imagen se desvaneció al amanecer,
    su enigma quedó grabado en la fotografía,
    como un misterio que solo el tiempo sabrá revelar,
    quizás sea un enviado que me brinda seguridad.

    Malania

    Imagen: propia

  • Poesía

    JACARANDÁS

    En la arboleda donde el viento canta,
    el sol se filtra, tímido y dorado,
    y entre los árboles, su sombra encanta,
    un mundo verde, en paz, abrazado.

    Los jacarandás de flores violetas,
    pintan de sueños el cielo lejano,
    y sus pétalos, cual seda ligera,
    alfombran senderos desde muy temprano.

    En sus ramas, los pájaros se esconden,
    para romper la tristeza de hombres callados,
    con sus trinos del alma, al paisaje responden,
    al respirar de un jardín un poco olvidado.

    Así, entre árboles y flores en calma,
    la arboleda cubre de quietud los seres,
    y los jacarandás sus flores derraman,
    aliviando corazones con males de ayeres.

    Malania

    Imagen: de la red.

    Avenida de Buenos Aires

  • Prosa Poética

    DEJA LAS QUEJAS DE LADO

    No pienses solo en lo malo,
    guarda las quejas que no te dejan
    ver lo bueno y te hacen daño.

    No busques el mal donde no existe
    y tú lo creas a través de tu imaginación
    de manera errónea.

    Ten fe que Dios te iluminará
    y te hará entender al mundo.
    Solo pídele y sabrás diferenciar
    el bien del mal.

    Escúchale susurrarte:
    – Antes de una queja pídeme entendimiento
    y podrás entender mejor la vida.

    Autor: Miguel Márquez
    Imagen: Imagen de la red.

  • Prosa Poética

    DISFRUTA

    Cuando un pájaro cante en tu ventana al amanecer escúchalo,
    sentirás la belleza que regala.

    Cuando el sol ilumine tus días deja que su luz te bañe,
    sigue andando por cada camino que te lleve en acierto y errores. 

    Disfruta lo que en tu vida está y no desanimes si algo sale mal,
    algo mejor vendrá después. 

    Déjate llevar por la alegría del momento,
    de andar sin tener miedo y disfruta, sé feliz.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: Gentileza de M. Julián. T.

  • Relatos

    MORETONES

    25 de noviembre: Día Internacional de la lucha contra la violencia de género.

    A Celia Raquel la llamaban Cera. Ella atribuía ese apodo a las dos primeras sílabas de sus nombres, pero los compañeros de la escuela lo asociaban con el color de la piel pálida y mustia y se lo decían sin piedad. Siempre fue de perfil bajo y muy buena en los estudios. Pero a los padres no les importaba eso, eran humildes al extremo y necesitaban que su hija trabaje a la par de ellos. Asistió a la escuela solamente hasta segundo grado, pero a pesar de eso nadie la podía engañar en cuentas de matemáticas ni en ortografía. O quizás la enseñanza de antes ¿era mejor que la de hoy día? Es algo que siempre me pregunto.
    Cera tenía 15 años y cuidaba de sus hermanos menores cuando sus padres se ausentaban para vender sus productos de la chacra.
    Un día sábado llegaron a su casa los padres de la novia de su hermano Mikel. Venían en son de hacer un trato entre las dos familias. Mikel quería casarse con Irena, pero los padres de la chica aceptarían esa unión únicamente a cambio de Cera, la que debía casarse con el hijo de ellos y hermano de Irena, llamado Mejailo. Como los jóvenes “no tenían ni voz ni voto”, al poco tiempo se llevaron a cabo las bodas, el mismo día para ambos. La fiesta de Irena y Mikel duró una semana completa en la casa de Mikel, mientras que la de Cera y Mejailo se realizó en la casa de este último. Como no quedaba lejos una de otra participaban en cada una en diferentes horarios. Las fiestas se caracterizaban por la música, el baile y la comida típica y casera.
    Irena tuvo tres hijas mujeres mientras Cera, quien tuvo a su primer hijo al año de casada, después tuvo cuatro hijos más. Nunca contó si se casó por amor o por obligación. Nunca se vio que la pareja se diera un beso o un abrazo, ni siquiera se tomaban de la mano.
    La hija menor de Cera, María Eulalia, vivía aterrorizada por el comportamiento de su padre. Cuando llegaba a su casa alcoholizado, golpeaba a su madre dejándole moretones en sus piernas, rompía lo que encontraba a su paso y la destrataba con palabras obscenas. Nunca supo por qué su padre se comportaba de esa manera con su madre, porque a sus hijos no los tocaba, nunca les hizo daño. Ella consideraba a su madre una santa, porque trabajaba todo el día en su casa para que no le faltara el pan en la mesa diaria.
    Nunca contó nada a sus hijos, del tema no se hablaba en la casa. Pero sí los uniformados venían y se lo llevaban. Muchas veces fue preso por darle golpes a su madre, los vecinos se encargaban de denunciarlo ante las autoridades policiales. Pasado el día, la mujer le llevaba ropa limpia y comida, y luego lo dejaban en libertad. Quizás ella misma por lástima, pedía que lo liberaran.
    María Eulalia nunca le tuvo rencor, respetaba a sus padres, aunque él haya sido un golpeador. Cuando enfermó, la madre lo cuidaba día y noche, hasta el momento de su muerte. La mujer, a pesar de haber podido reconstruir su vida con otro hombre, prefirió vivir sola el resto de su vida, por más de diez años.
    María Eulalia recuerda con mucha  tristeza los moretones en las piernas de su madre y el jarrito de aluminio todo magullado, sobre el brocal del pozo, colgado de un grueso clavo,  con el que tomaban el agua pura del pozo de vertiente. 

    Malania

    Imagen de la red

  • Poesía

    COLINAS

    Las colinas del amor
    son colinas de vida.
    Están en las estrellas
    o en el calor del sol.

    Trepa la colina de la vida,
    llénalas como quieras
    con pasión o con caricias,
    has que sean albricias.

    Cúbrelas con flores
    riégalas con miel
    que las colinas sientan
    amor al amanecer.


    Malania

    Imágenes propias

  • Cuentos

    COLIBRÍ TORNASOL

    En un atardecer tranquilo, el sol iba desapareciendo dejando prolongadas sombras sobre el patio y el jardín. El aroma de los jazmines se expandía por todo el cálido ambiente de primavera. En un rincón del patio, cercano adonde la joven estaba sentada, rompió la calma el suave ruido como si fuese de un diminuto ventilador. Era un pequeño colibrí que la visitaba.
    Tal vez cansado por la intensidad de su ajetreo, escogió ese lugar para descansar. Un cable y una rama le sirvieron de posada.
    Pero no le bastó posarse solamente sino que se le acercó para pedir mimos.
    Quizás estaba asustado, y la paz del lugar lo acogió en ese instante.
    Como si supiera que ella no le haría daño el colibrí permitió que lo tocara.
    Ella le acarició son suavidad el lomo y la pancita del pequeño y frágil pajarito. Su pecho brillaba como una joya mientras sus alas descansaban por un momento.  El colibrí en agradecimiento y con expresión tranquila y soñolienta, cerraba los ojitos al ser acariciado. Su pequeñez parecía ser un milagro de la naturaleza. El aire alrededor se llenó de una quietud especial.
    De pronto un leve estremecimiento recorrió sus alas pero no voló.
    En ese instante ella sintió una conexión profunda y especial como si el pequeño colibrí estuviera agradeciendo por ese momento de descanso.
    Un rayo de luz se filtró por entre las ramas del naranjo e iluminó su cuerpito, abrió los ojos, la miró con una expresión que contenía miles de historias.
    Luego, con un delicado batir de alas, se alejó, zumbando de nuevo por el jardín, como si nunca hubiera hecho una pausa.
    La joven mujer sintió una sensación de calma en el corazón. El patio y jardín volvían a su ritmo, pero el colibrí, aunque ya no estuviera, en su pequeño descanso había dejado una huella en el aire, un recordatorio de que, a veces, la belleza y la paz se encuentran en los momentos más simples y sencillos de la vida.

    Malania

    Imagen: Rosana M. B.

  • Poesía

    NATURALEZA EN COLORES

    Con atuendos de esperanza se viste la vida
    cuando la primavera pinta con rojos y lilas.

    La naturaleza generosa, fragante y sabia
    nos regala colores que nos hablan.

    Con matices y sombras se extiende la tarde
    el amarillo se funde con un rojo suave.

    En naranja dorado revive el alba
    despidiendo a la luna vestida de blanco.

    Bailan las flores con colores de fuego,
    canta el viento a las nubes del cielo.

    La paz del paisaje en lienzo sin igual
    nos invita a soñar en hermoso desvelo.

    Malania

    Imagen: Propia