• Prosa Poética

    LA VIEJA CASA DEL FAROL

    Cuántas veces pasé, cuántas veces la vi mostrando firmeza al paso del tiempo, hoy sigue ahí.

    Crecí, con su imagen llena de elegancia regalando encanto a través de los años, dejando momentos hechos recuerdos.

    La vieja casa del farol con sus rosas adornándola, quedó tan prendida en nosotros que nadie quiso derribarla.

    La tengo presente, la dibujo en versos, le canto en palabras que salen del corazón sabiendo bien nunca será olvidada.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: M. A. M. R.

  • Poemas

    AQUEL PRIMER ENCUENTRO

    Como estatua viviente, muy ansiosa, impecable 
    estalló en un beso, tu mirada penetrante.
    se mezcló entre la gente, en hora pico y sol radiante
    de un movido Caballito a esa hora de la tarde. 
    Tu mano rozó la mía, como apresurando el vamos, 
    que pronunciaron mis labios, en intento de alejarnos
    del murmullo de la gente, que el café había inundado. 
    Me ayudaste con mi abrigo, a ponérmelo despacio 
    emprendimos un comienzo, las escaleras abajo 
    caminando lentamente, hacia el coche que abordamos
    hasta el refugio de amor, nos sumergió con encanto. 
    Tus abrazos y tus besos, me regalaron  un cambio, 
    con incógnitas y sorpresas, con sonrisas y entusiasmo.
    ¿Sería la única vez? me preguntaba pensando 
    ¿Tal vez el comienzo de algo?…
    dudaba ante ese encuentro de calor inigualable
    Tu sonrisa con la mía se entremezclaron al aire
    una pasión ardiente recorrió mi piel a mares,
    confundiéndome en la tuya con temor a enamorarme
    de esa bella estatua viviente que muy puntual y sutil
    fue a encontrarme, un 7 de junio que jamás podré olvidarme.

    Malania

    Imagen de la red

  • Cuentos

    VESTIDA DE NEGRO

    En un bosque frondoso y verde, donde el sol se filtraba entre las hojas y las aves cantaban melodías alegres, vivía una pequeña lagartija llamada Lila. Lila era curiosa y valiente, y siempre estaba en busca de nuevas aventuras.
    Un día, mientras exploraba el bosque, Lila se encontró con una caja abandonada. Intrigada, se acercó y la abrió con cuidado. Dentro encontró telas de colores y brillantes botones. Fascinada por estos hallazgos, decidió probarse algunos pedazos de tela. Después de mucho esfuerzo y con ayuda de algunos insectos amigos que pasaban por allí, logró coserse un pequeño vestido negro con ribetes dorados.
    Una vez vestida con su nuevo atuendo, Lila se miró en un charco cercano y se sintió radiante. Pero pronto se dio cuenta de que algo había cambiado. Los animales del bosque la miraban con asombro y algunos incluso la evitaban. Lila no entendía por qué su nuevo vestido causaba tanto revuelo.
    Decidida a descubrirlo, se acercó a una sabia lechuza que vivía en el bosque y le preguntó por qué todos la miraban de esa manera. La lechuza, con voz calmada, le explicó que en el bosque, el negro era el color de la tristeza y el luto, y que muchos animales lo asociaban con malos presagios.
    Lila se sintió desolada al escuchar esto. No quería que su vestido causara miedo o tristeza a sus amigos del bosque. Con el corazón apesadumbrado, decidió deshacerse de su vestido negro y buscar otro color más alegre.
    Después de buscar entre las telas que encontró en la caja, Lila se cosió un nuevo vestido, esta vez de un vibrante color verde esmeralda, con pequeños detalles en amarillo brillante. Cuando salió a pasear con su nuevo atuendo, los animales del bosque la recibieron con sonrisas y alegría. Lila se dio cuenta de que el color de su vestido no solo reflejaba su propia felicidad, sino que también afectaba el ánimo de quienes la rodeaban.
    Desde ese día, Lila comprendió la importancia de la empatía y la consideración hacia los demás. Y aunque le encantaba vestirse con colores brillantes, nunca olvidaría la lección que aprendió con su pequeño vestido negro. Y así, con su espíritu aventurero y su corazón bondadoso, Lila continuó explorando el bosque y compartiendo su alegría con todos sus amigos.

    Malania

    Imagen: de la red

  • Haikus

    ÁRBOLES EN EL DESIERTO

    En el desierto
    no hay pájaros ni flores.
    Agobia el calor.

    Sobre las ramas
    no hay gorriones ni garzas.
    Frío el rocío.

    Bajo el fuerte sol
    luciérnagas quejosas
    les falta agua.

    Lejos los trinos
    los zorzales no saben
    que alegran vidas.

    Malania
    Imagen de la red

  • General

    LIBERTAD

    La libertad es un concepto profundamente humano que ha sido objeto de reflexión y debate a lo largo de la historia. Es una cualidad que todos anhelamos, pero que a menudo resulta difícil de definir con precisión debido a su naturaleza multifacética.

    Para algunos, la libertad significa la capacidad de actuar y tomar decisiones sin restricciones externas. Es la posibilidad de elegir nuestro camino en la vida, de expresarnos libremente y de perseguir nuestras metas y sueños sin interferencias indebidas. Desde esta perspectiva, la libertad se asocia estrechamente con la autonomía y la independencia individual.

    Sin embargo, la libertad también implica responsabilidad. No se trata simplemente de hacer lo que queramos en un sentido egoísta, sino de reconocer que nuestras acciones tienen consecuencias y que debemos asumir la responsabilidad de ellas. La libertad verdadera implica un equilibrio entre el poder de elegir y la responsabilidad de nuestras elecciones.

    Además, la libertad no es solo un concepto individual, sino también social y político. Se refiere a la ausencia de opresión y coerción por parte de las instituciones y estructuras sociales. Implica la igualdad de oportunidades y el respeto por los derechos humanos fundamentales, como la libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de religión.

    En última instancia, la libertad es un ideal al que aspiramos como individuos y como sociedad. Es un principio que valoramos y defendemos, aunque su realización plena siempre sea un objetivo en constante búsqueda. Reflexionar sobre la libertad nos invita a cuestionar nuestras propias percepciones y experiencias, así como a considerar cómo podemos promoverla y protegerla en el mundo que compartimos.

    Malania

    Imágenes propias

  • Poemas

    LA NIÑA TENÍA UN SUEÑO

    La niña estaba sentada
    en noche de primavera
    a orillas del ancho mar.

    Bajo la luz de la luna
    acompañada por las estrellas
    dejaba volar su imaginación.

    Parecía unas nubes querían guiarla
    pero no se movía,
    su rostro mostraba felicidad. 

    La niña tenía un sueño
    muy dentro del corazón
    creándole ilusiones. 

    Buscaba ella se hiciese pronto realidad
    dejando pasar el tiempo lleno de esperanza.

    La niña tenía un sueño como todas
    seguro era algo tan bonito que no podía olvidar.

     Autor: Miguel Márquez

    Imagen de la red.

  • Poemas

    AGUAS TRANSPARENTES

    El arroyo, como un espejo de la aurora
    testigo silente de la vida breve,
    en su corriente tiene un canto
    que enternece y enamora.
    Bajo el sol y entre sombras que se mueven
    su transparencia guarda muchas historias
    y en su fluir en la corriente cristalina
    el tiempo se remueve en la memoria.
    Mientras se dibujan sueños en el paisaje
    en algún rincón sereno del bosque
    donde el arroyo emite su sonido,
    el agua transparente se desliza en danza
    y el sol con sus rayos invasivos
    queda prendido en su bagaje.


    Malania
    Imagen: R. G. B.





  • Poemas

    MIEDO A TODO

    Tengo miedo de las sombras que se alargan en la noche,
    de los susurros que se escuchan en la oscuridad,
    de los misterios que acechan en cada rincón,
    de los fantasmas que habitan en mi soledad.

    Tengo miedo de perderme en un laberinto sin salida,
    de naufragar en un mar de dudas y desesperación,
    de no encontrar la luz que guíe mi camino,
    de sentirme perdido en esta inmensa confusión.

    Tengo miedo de las palabras que hieren como dagas,
    de las miradas que perforan mi alma sin piedad,
    de las promesas que se rompen como cristal,
    de las mentiras que envenenan la verdad.

    Tengo miedo de no ser suficiente,
    de no alcanzar las expectativas que otros tienen de mí,
    de defraudar a quienes confiaron en mi fortaleza,
    de caer en la trampa de la mediocridad.

    Pero también tengo miedo de no intentarlo,
    de quedarme paralizado por el temor,
    de renunciar a mis sueños por la comodidad,
    de ignorar la voz que clama por la libertad.

    Así que enfrentaré mis miedos con valentía,
    caminaré por el sendero de la incertidumbre,
    abrazaré mis debilidades y mis fortalezas,
    porque sé que en la lucha está
    la verdadera esencia de la vida.

    Malania

    Imagen:

  • Haikus

    SOL NACIENTE

    El sol asoma
    otro día despierta
    reluce el cielo.


    Las aves cantan
    se desvanecen sombras
    las nubes danzan.


    Desde lo lejos
    se perfilan montañas
    la vida avanza.

    Malania

    Imagen propia

  • Poemas

    LOS RETAZOS DE LA ABUELA

    En el rincón de la memoria perdida,
    se guardan los retazos de la abuela,
    hilos de vida en su labor tejida,
    tesoros que el tiempo con celo sella.

    En sus manos, la aguja es maestra,
    cose historias en cada puntada,
    sabiduría que el alma le presta,
    en el arte de amar, su mirada.

    En el aroma de un viejo mantel,
    se esconde el eco de su risa franca,
    en cada dobladillo, su anhelar,
    y en cada bordado, su alma blanca.

    Los retazos de la abuela susurran,
    cuentan historias de amor y añoranza,
    un legado de luz que nunca apura,
    pues en cada hilo, vive la esperanza.

    Malania
    Imagen: de la red