ALEGRÍA DEL HOGAR
Así se llaman estas flores: Alegría del hogar. O quizás tengan otros nombres, como tú o como yo cuando transitamos en redes.
¿Por qué he de llamarme siempre igual? Si se me ocurre puedo ser Paula o Paula del Rocío, María Eulalia, o Malania o Poeta X, o Anna como mi madre, o Elsa Paulina como lo eligió mi padre y así me han bautizado.
A veces pienso si en vidas anteriores -si las he tenido- pude haberme llamado así: Paula o Paula del Rocío, o María Eulalia o Malania, Anna o Poeta X, o como ahora.
¿A quién puede interesarle si me llamo de tal o cual manera? Salvo para los asuntos legales que debo respetar el nombre y el apellido que está impreso en mi documento.
A veces pienso si en esas vidas he sido persona, o planta o tal vez un animal.
Porque hoy día me siento feliz pudiendo salvar a uno de ellos. Me entristece ver morir una planta por falta de cuidado o un animal abandonado.
O quizás porque van pasando los años y me vuelvo más sensible, me conformo con lo que tengo, soy feliz cuando los demás lo son, en fin…las cosas simples y sencillas son las que toman más valor en mi vida. Me duelen las disputas, las peleas por nada, por egoísmo o por envidia. ¡Me duelen tantas cosas ajenas! pero voy aprendiendo a no hacerme mal por ellas. La vida me ha enseñado que no vale la pena. Cada día se aprende algo nuevo, con los años las experiencias vividas me han enseñado mucho, quizás lo suficiente como para ser como soy, y estoy conforme con ello. ¿Me he vuelto conformista? Quizás un poco sí, pero de lo que estoy segura es que todo lo que hacemos, algún día de alguna manera se nos retribuye, mal o bien, según lo que hemos hecho y cómo lo hemos hecho. Vale mucho la intención. Es por eso también que es mejor hacer el bien aunque te hagan algo mal.
Hoy me conformo y valoro la ALEGRÍA DEL HOGAR, MI HOGAR Y LA DE MI FAMILIA. Y también me alegro por la de mis amigos y amigas y todas aquellas personas que de alguna manera forman parte de mi día a día.
Malania
Imagen: R. M. T.