• Relatos

    MORETONES

    25 de noviembre: Día Internacional de la lucha contra la violencia de género.

    A Celia Raquel la llamaban Cera. Ella atribuía ese apodo a las dos primeras sílabas de sus nombres, pero los compañeros de la escuela lo asociaban con el color de la piel pálida y mustia y se lo decían sin piedad. Siempre fue de perfil bajo y muy buena en los estudios. Pero a los padres no les importaba eso, eran humildes al extremo y necesitaban que su hija trabaje a la par de ellos. Asistió a la escuela solamente hasta segundo grado, pero a pesar de eso nadie la podía engañar en cuentas de matemáticas ni en ortografía. O quizás la enseñanza de antes ¿era mejor que la de hoy día? Es algo que siempre me pregunto.
    Cera tenía 15 años y cuidaba de sus hermanos menores cuando sus padres se ausentaban para vender sus productos de la chacra.
    Un día sábado llegaron a su casa los padres de la novia de su hermano Mikel. Venían en son de hacer un trato entre las dos familias. Mikel quería casarse con Irena, pero los padres de la chica aceptarían esa unión únicamente a cambio de Cera, la que debía casarse con el hijo de ellos y hermano de Irena, llamado Mejailo. Como los jóvenes “no tenían ni voz ni voto”, al poco tiempo se llevaron a cabo las bodas, el mismo día para ambos. La fiesta de Irena y Mikel duró una semana completa en la casa de Mikel, mientras que la de Cera y Mejailo se realizó en la casa de este último. Como no quedaba lejos una de otra participaban en cada una en diferentes horarios. Las fiestas se caracterizaban por la música, el baile y la comida típica y casera.
    Irena tuvo tres hijas mujeres mientras Cera, quien tuvo a su primer hijo al año de casada, después tuvo cuatro hijos más. Nunca contó si se casó por amor o por obligación. Nunca se vio que la pareja se diera un beso o un abrazo, ni siquiera se tomaban de la mano.
    La hija menor de Cera, María Eulalia, vivía aterrorizada por el comportamiento de su padre. Cuando llegaba a su casa alcoholizado, golpeaba a su madre dejándole moretones en sus piernas, rompía lo que encontraba a su paso y la destrataba con palabras obscenas. Nunca supo por qué su padre se comportaba de esa manera con su madre, porque a sus hijos no los tocaba, nunca les hizo daño. Ella consideraba a su madre una santa, porque trabajaba todo el día en su casa para que no le faltara el pan en la mesa diaria.
    Nunca contó nada a sus hijos, del tema no se hablaba en la casa. Pero sí los uniformados venían y se lo llevaban. Muchas veces fue preso por darle golpes a su madre, los vecinos se encargaban de denunciarlo ante las autoridades policiales. Pasado el día, la mujer le llevaba ropa limpia y comida, y luego lo dejaban en libertad. Quizás ella misma por lástima, pedía que lo liberaran.
    María Eulalia nunca le tuvo rencor, respetaba a sus padres, aunque él haya sido un golpeador. Cuando enfermó, la madre lo cuidaba día y noche, hasta el momento de su muerte. La mujer, a pesar de haber podido reconstruir su vida con otro hombre, prefirió vivir sola el resto de su vida, por más de diez años.
    María Eulalia recuerda con mucha  tristeza los moretones en las piernas de su madre y el jarrito de aluminio todo magullado, sobre el brocal del pozo, colgado de un grueso clavo,  con el que tomaban el agua pura del pozo de vertiente. 

    Malania

    Imagen de la red

  • Poemas

    NUBE BESO

    ¿Es una lámpara de Aladino? ¿Esa que aparece en el cuento de hadas?

    La nube solitaria en forma de la lámpara maravillosa de Las Mil y Una Noches,
    apareció una tarde frente a mis ojos pero luego se desintegró.
    Pero al principio parecía un beso mágico lleno de deseos y pensamientos.
    Quizás quiso transmitir dolor, alegría o un saludo de alguna persona desde el Cielo.
    Al ver esta nube recordé algo que escribí hace algunos años:

    UN BESO
    Que ¿Qué significa un beso?…
    Puede significar tantas cosas…
    Un acto puro, o uno de lo más perverso,
    depende de quién proviene,
    de cómo siente el que lo recibe.
    Si es dado con amor o simplemente fantasía.
    Si se te da en la cama
    o en tu mismísima agonía…
    Si se te da con ganas o por obligación,
    si te lo dan por amistad
    o con una gran pasión.
    El beso es algo grande
    si se lo da con amor.
    No se lo daría a cualquiera,
    ni por obligación ni por cumplido,
    lo doy con ganas a quien yo quiera.
    Y si tu beso me seduce,
    si tu beso me apasiona,
    es por amor que te respondo
    con besos que me emocionan.

    Malania
    Imagen propia.

  • Poesía

    COLINAS

    Las colinas del amor
    son colinas de vida.
    Están en las estrellas
    o en el calor del sol.

    Trepa la colina de la vida,
    llénalas como quieras
    con pasión o con caricias,
    has que sean albricias.

    Cúbrelas con flores
    riégalas con miel
    que las colinas sientan
    amor al amanecer.


    Malania

    Imágenes propias

  • Haikus

    CANOA LEJANA

    Dos niñas juegan
    en el Río Paraná,
    nadie las cuida.

    O sí, las cuidan
    Dios, y la Madre Santa
    desde la orilla.

    Una canoa
    se divisa a lo lejos.
    El sol se esconde.

    Malania

    Imagen: Roxana E. S.

  • Cuentos

    EL LAGARTO

    Ella había terminado de limpiar la galería que da al patio de su casa y se disponía a preparar el almuerzo, cuando escuchó un ruido extraño, como si algo pesado se arrastrara por el suelo.
    Salió al patio por la puerta del frente y solo vio las ramas de los árboles que se movían con el viento. Volvió a ingresar a la casa, pero el ruido era cada vez más intenso. No convencida con lo que había visto antes, volvió a salir y al mirar detenidamente más de cerca, sus ojos no podían creer lo que veían. Hacia la casa, un enorme lagarto se arrastraba lentamente. Su piel gruesa y escamosa brillaba con el sol. Su cola larga se movía hacia un lado y otro como dando impulso a su recorrido. El movimiento de las plantas y el crujir de las hojas secas parecían acompañar su respiración. Sus ojos pequeños pero alertas la encandilaban, o al menos eso le parecía porque se le había helado la sangre.
    No sabía qué hacer, porque recordó que, según dichos de personas entendidas en la materia, si él se asustaba, para defenderse podría atacar.
    Permaneció inmóvil hasta que se animó a buscar el teléfono móvil que había dejado sobre la mesa. Lo filmó y fotografió; y como si eso lo hubiera disgustado, comenzó a sacar su larga lengua. Pero luego, ella se dio cuenta de que había hormiguitas y él las venía comiendo.
    Su desconcierto aumentaba, mientras el enorme animal empezó a recorrer la galería sacando su lengua para capturar algunos insectos que ella no veía.
    En vano fue su gran susto, porque el lagarto ajeno a su presencia, o quizás no, continuó disfrutando de su banquete. Moviéndose con una calma inquietante, dio un giro rápido y se deslizó hasta descender nuevamente al jardín. Desapareció entre las ramas pero el eco de sus pasos sobre el suelo de tierra parecía resonar en su cabeza.
    Su corazón  latía rápido y mientras cerraba la puerta de la casa, que suele mantener abierta por el intenso calor, se preguntaba qué haría en caso de que regresara. ¿Ya no podría mantener la puerta abierta? ¿Habrá sido esta una visita en busca de comida o tendrá su cueva en un sitio cercano?
    Cuando llegó su marido le comentó lo sucedido. Él con tranquilidad le dijo:
    – Es el lagarto Láser, nuestra vecina lo tenía de mascota. Ahora que se mudó a otra localidad, y no lo pudo llevar, vivirá buscando comida por los alrededores. Ojalá nadie le haga daño.
    Ella lo miró desconcertada porque nunca antes lo había visto.
    – La vecina lo tenía encerrado en una habitación y lo soltaba solo por las noches, es por eso que no lo habías visto antes- agregó el hombre.
    ¿Cuál será el destino del enorme Láser?

    Malania

    Imagen: Ramona M. T.

  • Cuentos

    COLIBRÍ TORNASOL

    En un atardecer tranquilo, el sol iba desapareciendo dejando prolongadas sombras sobre el patio y el jardín. El aroma de los jazmines se expandía por todo el cálido ambiente de primavera. En un rincón del patio, cercano adonde la joven estaba sentada, rompió la calma el suave ruido como si fuese de un diminuto ventilador. Era un pequeño colibrí que la visitaba.
    Tal vez cansado por la intensidad de su ajetreo, escogió ese lugar para descansar. Un cable y una rama le sirvieron de posada.
    Pero no le bastó posarse solamente sino que se le acercó para pedir mimos.
    Quizás estaba asustado, y la paz del lugar lo acogió en ese instante.
    Como si supiera que ella no le haría daño el colibrí permitió que lo tocara.
    Ella le acarició son suavidad el lomo y la pancita del pequeño y frágil pajarito. Su pecho brillaba como una joya mientras sus alas descansaban por un momento.  El colibrí en agradecimiento y con expresión tranquila y soñolienta, cerraba los ojitos al ser acariciado. Su pequeñez parecía ser un milagro de la naturaleza. El aire alrededor se llenó de una quietud especial.
    De pronto un leve estremecimiento recorrió sus alas pero no voló.
    En ese instante ella sintió una conexión profunda y especial como si el pequeño colibrí estuviera agradeciendo por ese momento de descanso.
    Un rayo de luz se filtró por entre las ramas del naranjo e iluminó su cuerpito, abrió los ojos, la miró con una expresión que contenía miles de historias.
    Luego, con un delicado batir de alas, se alejó, zumbando de nuevo por el jardín, como si nunca hubiera hecho una pausa.
    La joven mujer sintió una sensación de calma en el corazón. El patio y jardín volvían a su ritmo, pero el colibrí, aunque ya no estuviera, en su pequeño descanso había dejado una huella en el aire, un recordatorio de que, a veces, la belleza y la paz se encuentran en los momentos más simples y sencillos de la vida.

    Malania

    Imagen: Rosana M. B.

  • Poesía

    NATURALEZA EN COLORES

    Con atuendos de esperanza se viste la vida
    cuando la primavera pinta con rojos y lilas.

    La naturaleza generosa, fragante y sabia
    nos regala colores que nos hablan.

    Con matices y sombras se extiende la tarde
    el amarillo se funde con un rojo suave.

    En naranja dorado revive el alba
    despidiendo a la luna vestida de blanco.

    Bailan las flores con colores de fuego,
    canta el viento a las nubes del cielo.

    La paz del paisaje en lienzo sin igual
    nos invita a soñar en hermoso desvelo.

    Malania

    Imagen: Propia

  • Poemas

    DEJA QUE CANTE EL PÁJARO

    Deja que cante el pájaro en tu ventana,
    que te despierte con alegría cada mañana. 

    Deja que el día comience lleno de belleza,
    con las ganas de siempre, disfruta un nuevo amanecer. 

    Deja que cante el pájaro, seguro te regalará su mejor concierto,
    tan solo disfruta.

    Sentirás el valor de estar vivo y a Dios agradecerás,
    su canto quedará en ti presente y  así feliz serás.

    Autor: Miguel Marquez
    Imagen: R. M. T.

  • General

    VISITA DE COLIBRÍ

    Estas coloridas y delicadas aves, además de ser muy bellas y llamar nuestra atención por ser la más pequeña del mundo y por su vuelo peculiar, encierra varios misterios. Los colibríes son protagonistas de muchas leyendas e historias con gran cuota de mística y encanto. Según distintas creencias a lo largo de la historia, la presencia de un colibrí tiene varios significados para la humanidad.

    Cultura maya: ‘la leyenda del colibrí de Jade’
    La leyenda dice que los dioses, tras crear todas las cosas que se encuentran en la Tierra, como piedras, árboles y animales, le asignan a cada una de ellas un trabajo o misión. Sin embargo, cuando terminaron de crear el universo, se dieron cuenta de que habían olvidado algo imprescindible: un ser que tuviera la tarea de llevar de un lado a otro sus deseos y pensamientos, un mensajero.
    Para los mayas, los colibríes son los mensajeros que llevan de un lugar a otro los deseos y pensamientos de los hombres y los dioses. También representan alegría, sanación y adaptabilidad.
    Los dioses se dieron cuenta, de que ya no tenían maíz ni barro, materiales con los que habían creado a todos los demás seres. Fue entonces cuando encontraron un pedazo de jade (un tipo de roca ornamental), y lo tallaron en forma de una pequeña flecha. Luego, soplaron sobre ella, y algo salió volando a toda velocidad. El pequeño trozo de jade cobró vida y se convirtió en un colibrí.
    Desde entonces, se dice que la cercanía de un colibrí es de buena suerte. Pero no solo eso, su presencia también indica que alguien te ha deseado el bien, y que el ave llevará tus pensamientos y deseos, tan ligeros como el, de un lugar a otro.

    El colibrí en la cultura inca
    Para esta civilización prehispánica, los colibríes no solo eran mensajeros de los dioses, sino que también llevaban los buenos deseos y pensamientos de otros hombres. Si alguien te deseaba bien, el colibrí tomaba ese deseo y lo llevaba hacia ti.

    Cultura guaraní y el colibrí
    La leyenda guaraní sostiene que es la guía de los santos difuntos. Según los guaraníes, el colibrí es el encargado de elevar al cielo a las almas que posan en una flor. Ellos sostienen que cuando un ser querido deja el plano terrestre, su alma se desprende de su cuerpo y se posa en una flor, donde se purifica, se perfuma y se conecta con la tierra.
    Allí espera a un colibrí, que es el encargado de conducir hacia el paraíso. Pero de vez en cuando la guía de los santos difuntos hace una parada para que las almas puedan ver una vez más a sus seres queridos.

    El colibrí en la Biblia
    En Génesis, el primer libro de la Biblia, relata que en el quinto día Dios crea los animales que pueblan las aguas y el aire, mientras que en el sexto día, antes del hombre, los animales habitan tierra firme. Entre ellos el colibrí, que es considerado el mensajero del cielo que nos llama a seguir adelante y dejar el pasado atrás.

    Cultura azteca: el “Mito de Huitzilopochtli y los colibríes”
    Para esta cultura, los colibríes eran valientes guerreros en la vida, debido a su tamaño pequeño pero enorme fuerza y energía para volar. Así es como se convirtió en el símbolo de Huitzilopochtli, dios de la guerra, advocación solar y patrono de los mexicas, llamado también ‘Colibrí Zurdo’.

    Colibrí: “espina de turquesa o espina preciosa”, fue una de las aves más sagradas de los antiguos mexicanos, ya que representaba al dios Huitzilopochtli, quien lo llevaba en su tocado, siempre prendido de una flor que representaba el corazón.
    Por esto, la representación del ave en vida se debe al llamado para las personas que deben ser fuertes ante la adversidad y confiar en las capacidades personales. Dicen que los guerreros aztecas usaban amuletos con la figura de un colibrí para atraer energía y fuerza.

    Imagen destacada: Rosana G. B.

    Otras imágenes: de la red

  • Poesía

    SUSPIROS

    Con el viento viajan los suspiros
    y la música, entre ecos,
    se esconde entre las montañas.
    En el desierto la arena hace silencio
    y duerme bajo la noche calma.
    Pero a veces comparte los suspiros con el viento
    y vuelan abrazados por todo el universo.
    Quizás buscan el reflejo de incumplidos sueños,
    pidiendo a la lluvia que lave cicatrices,
    y que haga brotar semillas en cualquier superficie.
    Porque la naturaleza es luz y vida
    en desiertos, en montañas o en planicies.

    Malania

    Imagen: propia