Poemas

COMO EL BENTEVEO

La niebla vagaba por la pradera sin ánimo de desaparecer.
El viento la barrió hacia el norte con la intensión de alejarla.
Según él, ella eclipsaba el paisaje verde y azul.
Quizás en su glosario no existían definiciones lascivas
y su enfado, si bien no era ostensible, latía.
Hoy, ninguno de los dos piensa de manera sistemática como ayer.
Ella es como un benteveo atesorando pedacitos de luna en el hueco de un árbol. O como un colibrí cuidando a sus pichones en la rama de un árbol,
de la casa de una abuela tranquila.
Mientras tanto, él atesora algodones de nubes azules, en su agitado corazón.

Malania

Imagen: Gentileza de Rubén Ch. y Ricardo G.

 
 

 

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