Prosa Poética

EN COMPAÑÍA

Ella, cruza de siamés,
disfruta de su compañía,
el mate es invitación diaria.
Dormita sobre un pequeño mantel
mientras percibe el aroma a yerba.

Él, negro de tres patas:
Con su mirada centelleante,
ondulada y solitaria,
observaba a través de la ventana
el pasar de los días,
consciente de que no recuperaría la pata,
esa que no tuvo desde su nacimiento.
Pero de pronto, toda preocupación
la había dejado de lado
por la dicha de estar juntos.
Se revuelca, hace piruetas y pide mimos.
Es feliz con pocas pero amorosas caricias.
Ambos ahora son amigos.

Malania

Imágenes: M. Julián T.

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