PAISAJE
-¡Qué hermosa combinación de palabras para describir un paisaje! –dijo la abuela a su nieta, estudiante de quinto grado.
-Así es- dijo la niña con entusiasmo-
La maestra le había pedido que escribieran un poema y distribuyó papelitos con palabras diferentes. A Emilia le dio estos: “río, paisaje, atardecer, piedras, agua, cristalina, aire, aroma y color”. Todo concordaba con una fotografía con la que estaban trabajando en clase de geografía.
-Puedo visualizarlo fácilmente, dijo la abuela. Y entre las dos construyeron el poema:
“Un río serpenteante, va fluyendo suavemente entre las piedras, reflejando los cálidos colores del atardecer en sus aguas cristalinas. El aire está impregnado de un aroma fresco y natural, mientras el cielo se tiñe de tonos naranjas, rosados y morados, creando un espectáculo visual que invita a la contemplación y la tranquilidad”.
Ambas contemplaron la imagen y vieron que algunas sobraban, pero el poema quedó perfecto, no importaba solamente la imagen sino la imaginación que habían tenido en ese momento.
¿Estás imaginando un lugar en particular o crees que es una descripción general que las inspiró?
Malania
Imagen propia