• Diccionario de palabras,  General

    HORIZONTAL

    Un estigma que clava.
    Un sutás que no es  adorno.
    Una antera sin polen
    que causa acedia.
    Un caldo que aceda
    a un hombre horizontal
    o a un cangrejo ermitaño.
    Un glacial que no es helado,
    es la metamorfosis válida
    y extraordinaria.
    Imagen de la red.
  • General

    INCANDESCENCIA

    Caminaba por la sombra,
    esquivando la acera del sol.
    No quería que fuera cierto
    lo que sabía era verdad.
    No terminaba de entender
    lo que sería su vida sin él
    porque a su lado se sentía feliz.
    Con sus ojos trémulos la mirada perdida
    en la fosforescencia del horizonte,
    caminaba y respiraba sin prisa
    como para aplacar su pálido semblante.
    La hizo tan pero tan feliz
    cuando provocaba en ella
    que se encendieran y brotaran
    los capullos de su blanco  pecho.
    Horas felices sazonadas
    con cálido sudor malva
    en incandescentes mañanas madrugadas
    o atardeceres en mediodía.
    Ella deseaba que se quedara
    no quería que el momento acabara
    en ese silencio interior
    que se rompía con un ¡¡¡Ah!!!…
    prolongando atardeceres efímeros
    de un amor sin porvenir.
    Pero el presente era tan grandioso
    cuántas veces!…
    al sentir el escalofrío de las brasas atónitas
    en sus pupilas y todo su cuerpo
    cuando en la sombra apenas iluminada
    percibía en su lecho
    la inconfundible fragancia de su amado hombre.
    Imagen propia.
  • Minicuentos

    MISTERIOSO Y NATURAL

    Lejos de las paredes de las casas, como migas solitarias resbalan desde lo alto, pedacitos de madera y de historia, como amortiguando la angustia de algún vacío. 
    Sentado a la vera del camino él hablaba de ella con pérfida ironía; se lo notaba poco sincero. Alguien lo escuchaba con sentido banal, viendo como las sombras azules y ligeras del atardecer aproximaban la noche. Caminaron hasta el bosque para observar el puente colgante en medio de la selva. Cansados de andar prefirieron descansar, envueltos en la brisa del atardecer. Cuándo despertaron vieron con alegría las exuberantes copas de los árboles acariciándose  entre sí.  Con tonos libres de una paleta ligera, diferente, en sorprendente composición natural cuyos roces entre ellos sonaban en armonía,  transmitían la fragancia del bosque energético que estaba allí y a sus pies se exponía. Vientos alisios y contralisios unos al derecho y otros al revés hablaban entre ellos, como si estuvieran tramando algo para transmitirlo en el momento de la última iluminación del resplandor silencioso del atardecer.  
    Jacinto estaba allí, dispuesto a comenzar una vida de meditación. Se había separado de su novia, nadie nunca supo el motivo. El taxista que lo había llevado al boque energético solo esperaba que Jacinto le pagara el viaje para continuar con su trabajo.

    Imagen propia.

  • General

    RESCATE DE AMOR

     
    El ojal y su botón
    salieron a caminar
    por la playa, por el mar
    muy juntitos a la par.
    De pronto un bío ladrón
    se arrebató al botón y
    el ojal quedó llorando
    la pérdida de su amor.
    “Qué haré yo sin ti botón”
    preguntó sollozando;
    lo buscó meses, días
    tal vez un par de años.
    Perdió memoria del tiempo
    hasta que al fin lo encontró
    calladito en una percha;
    alguien allí lo dejó
    triste, olvidado, sediento
    lleno de polvo el botón.
    Malévolo aquel ladrón
    ¿Qué te ha hecho mi señor?
    Entusiasmado el ojal
    muy pronto lo rescató
    y volvieron a pasear.
    A su casa lo llevó,
    ducha y vapor los cubrió,
    con su calor  lo envolvió
    para no perderlo más
    y en su cálido aposento
    disfrutaron el amor. 
     
    Imagen de la red

  • General

    VENUS

    Diosa del amor,
    enojada con su corazón
    cambió su objetivo y escribió:
    Lejos me iré al caer la tarde
    allá donde el ocaso
    coteja al sol para detenerlo
    donde la primera estrella
    luce hasta el amanecer.
    Lucero del alba
    que siempre está presente
    y no hay nube flotando
    que la oculte
    o la vuelva opaca.
    Es Shu,  Zorya 
    Aurvandil  o Fagua 
    viviente en mitología
    egipcia o eslava
    nórdica o muisca
    como dios, semidios
    o mensajero celestial
    estrella del alba
    o estrella del amanecer
    de otras creencias.
    Stella Maris o estrella del mar
    en la teología católica
     o elfa  Arwen o Undómiel
    de la escritura  sindarin
    mitología escandinava.
    Con tantos nombres
    un viento interior
    vertiginoso la envolvió
    y adormecida en el aire
    por su vida temió.
    Una mano amiga se acercó
    Orión, el Cazador
    en su constelación la refugió
    emocionada su desventura lloró
    pero su elfo la buscó
    y al encontrarla la rescató
    la retornó a su origen
    y nunca más la abandonó.
    Imagen: S. D. V.
  • Poemas

    TÚ, MI SOL

     
    Silencioso y tímido sol,
    en amanecer perezoso
    entretenido jugaba
    con las nubes de Mahón.
    Desplegó sus rayos
    en nácar vibrante
    las tiñó de violeta
    gris y amarillo
    otras rosas y naranja
    las decoró con su brillo.
    Escogió a una de ellas
    se introdujo suavemente
    recorriendo sus espacios
    más íntimos  dulcemente.
    La cubrió con su calor
    y con arrullo de besos
    la contuvo con abrazos
    la sedujo con amor.
    El cielo cubierto de gris
    se volvió en lágrimas grises
    el sol junto a su nube
    descansó placentero
    muy airoso en su escondite.
     
    Imagen propia.

  • General

    COMODÍN

    Quisiera hacer cantar al sol,

    cubrirme de piedras preciosas

    esconderme en un buque de arena

    dormir hasta que nazcan las rosas

    Desembarcar en el fondo de una nube

    pasear por los agujeros de las sombras

    mientras la lluvia chaparronea

    y pule los estomas.

    Que en vez de labios tenga pico

    en vez de piel, escamas rosas

    en vez de manos, plumas

    y disfrutar  en una llosa.

    Porque…

    Cuando las mentiras son verdades

    y las verdades, mentiras,

    giran en cuadrados no perfectos

    en misteriosas figuras amanecidas

    no tienen crédito, ni verdades ni mentiras.

    Cuando lo que das no alcanza

    y lo que recibes no es nada.

    Cuando la lluvia no es agua

    y el amor se vuelve acuoso.

    Cuando la sonrisa es una mueca

    y la felicidad se vuelve piedra.

    Cuando todo llega a destiempo

    todo oscurece y desaparece,

    detrás de las paredes de hojas …..

    hasta la luz del sol fenece.

    Entonces está ella:

    Comodín válido para la inversa.

    Imagen: C. J. V.

     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
  • Poemas

    PENSAMIENTO MADRUGADOR

    Con saludos de madrugada,
    cuando al despertar
    tú me llamabas
    en mi ser tú penetrabas
    exaltando mis sentidos
    susurrándome al oído
    un acto de amor intenso
    estremecías mi cuerpo
    llenabas mi corazón
    de alegría y de pasión.

    Al amanecer
    mis sentidos te reclaman
    y preguntan
    ¿Quién ocupa mi lugar?
    ¿Será el cielo, la luna o el sol?
    ¿Será mujer? ¿Será varón?
    ¿Será otra cosa?
    o simplemente será…
    ¿tu soledad ignota?

    Imagen propia.

    Imagen naranja, de la red

     
     
     
     

     
  • Poemas

    ENTRE AGUIJONES Y ALETAZOS

     
     
     
    Perduran aguijones, resistentes,
    amalgamados a ilusiones truncadas
    que reposan en la alfombra.
    Mientras las mariposas
    duermen sobre tu almohada
    acariciadas por tu silencio ignoto.
    Duendes codiciosos
    se disputan la alegría que no llega.
    Raudos buscan una guarida inexistente
    ¿será azul, carmesí, bermellón o esmeralda?
    Los aguijones se turnan para no sucumbir
    en el aletazo mágico del corazón sobreviviente.
    Cunde el pánico
    batallan calores inconclusos.
    De a poco regresa un envión de bríos,
    tu sonrisa me regala palabras de amor,
    tu perfume invade mis entrañas.
     

  • Poemas

    AL AMANECER

    ¿Por qué versos tristes?
    si los prefiero alegres
    ¿Para qué llorar si existe?
    la ternura y el amor ardiente.
    Aunque no puedo negar…
    extraño tu saludo en madrugada
    y tus besos tempraneros
    meciéndose en mi almohada.
    Extraño tu dulce tu sonrisa
    y tus ojitos color miel
    que hacen brillar las estrellas
    en cálido amanecer.
    Imagen de la red.