TINTES
¿Dónde están los coloresdel arco iris latente?¿En los campos magnéticosque temporalizan los deseoscuando la energía se deslizaen témpanos anochecidos?El arco iris desapareceen tintes blanco y negro.Un hálito entretejidode paciencia y estoicismova en derrotero de vidabajo un ingenuo optimismode un mañana mejor
lleno de amor y cariño.ABRAZO GIRASOL
Caminaba girasol por los campos resecos, días enteros y en noches de luna llena, cuando escuchó a una rana y se le acercó.
Siguió su camino lentamente, sus fuerzas flaqueaban. Quería saciar su sed y recuperar su vitalidad.
Caminó detrás del pequeño cuerpo verde que daba saltos y más saltos sin mirar atrás.
Laguna y manantial, esperaban la llegada de sus sedientos visitantes.
Girasol inclinó su cabeza, cerró sus ojos y medio adormecido, sorbo a sorbo humedeció pétalo por pétalo toda su cara marchita.
Cuando reaccionó vio una cara lozana en la laguna, muy parecida a la suya. Quiso sacarla del agua pero la respuesta fue un abrazo. Cuando girasol se ponía en pie, la otra cara se alejaba, así una y otra vez, se acercaba, se fundían en abrazo, se alejaba, se separaba.
Y así en la vida, ella y él. Se acerca, lo abraza, se marcha y ella se aleja.
Es el efecto espejo.
¿Qué habrá sucedido con girasol?
Se quedó a vivir junto a la laguna para poder abrazar a su otra cara en noches de luna llena.
La rana construyó su casita, fueron vecinos y muy buenos amigos.EL VENADITO
En praderas soñolientas que descansan bajo el soleado atardecer, resistiéndose al eco de las voces inconclusas, el sol lentamente va despidiéndose del manto florecido. El venadito espera el abrazo de la luna y juntos caminan bajo las sombras selváticas. Los frutos rojos son su perdición, brotes de palmeras, pitangas y cerellas colgantes va devorando a su paso, tiñendo su boca de carmín. Hunde sus pezuñas en la suave corriente del arroyo y sorbo a sorbo su lengua refresca, mientras se mira en el espejo cristalino y da un brinco.-No temas, no estás solo –la luna lo vuelve a abrazar-. Yo te acompañaré por siempre.El venadito sonríe observando sus patas limpias, retrocede y se acuesta en el colchón de hierbas bajo el frondoso lapacho de flores tardías. Abrazado a la luna reposa y sueña. Sueña que ella regresa, lo acaricia y lo besa. El calor de un rayo de sol que se filtra por las diminutas rendijas de la espesa selva, despierta al indefenso animal y él lo saluda con su boca risueña.-Es hora de retozar- lo invita una vocecilla tímida. Él la reconoce, el sueño se cumplió y es ella, ¡es ella! gritó cuando la vio. Ambos retozaron por el campo, y cuando volvió la luna, los pilló muy juntos reposando sobre la hierba fresca cubierta de rocío. La luna sonrió y se tapó con una nube para no entorpecer el grandioso acto de amor.LA LLUVIA
No son copos de nieve
ni cabezas de alfileres
son gotas menudas de lluvia
que de alguna nube se desprenden.
Caen unas sobre otras
sus huellas no se notan
van embebiendo la tierra
sin formar charcos siquiera.
Es la lluvia necesaria
para amenguar el calor
para regar los sembrados
y los campos cultivados.CAMPOS EN FLOR
(Para los más pequeños) Margaritas azules para los varones. Para las niñas son las rosadas. Para cubrirlas sobre mi almohada las más bonitas son amarillas. Los girasoles más pequeñitos tiñen los campos muy cristalinos. Rompe el viento cactus muy frescos. Dulces, jugosos me traen tus besos.
FLORECILLAS
Son frágiles
son del campo
lucen orgullosas
todo su encanto.
No tienen abono
crecen solas
así como florecen
poco permanecen
y desaparecen.RUIDO Y SILENCIO
Al parecer vive en una Josa.Al campesino rudono le agradan las visitases feliz con lo que ha construido:una productiva llosa.Osó por cavar una fosaa la espera de la lluviay el preciado líquidonunca le hace faltaentre otras cosas.Los primeros claroslo encuentran despiertocon el mate en la manorecorriendo el huerto.Dice que las hormigasno duermen de nocheél debe perseguirlaso se comerán los tronchos.Una eterna batallaentre hombre y hormiga.Además de plantas aromáticasromero, menta y albahaca(entre otras)lucen distintas especiescalas, geranios y rosasmuchas de estas sin espinasy una gran pasionaria liosa.Siempre a la siesta gloriosase suman las mariposasazules, blancas y amarillassobre su mano retozandespertando en visita misteriosa.No quiere helicópteros volandoni zumbidos de avionetasque no se molesten los pájaroscuando se orquestan en canto.Prefiere una humilde chozalejos de potentes ruidosatentando con crueldad a sus oídos.Prefiere proteger sus cultivos
de hormigas y malvivientes furtivosque en vez de un trabajo dignoprefieren hurgaren el campo o en la ciudady convivir con el ruido.