• Poesía

    CAMINO SINIGUAL

    El polvo y el sol son compañeros,
    en el camino de tierra roja,
    cada huella revela los senderos
    de un viaje profundo hacia el hogar.

    Lento y firme, se abre y se queda
    para esperarte con fe y con esperanza,
    la tierra que pisas en tus suelas avanza
    con la huella de quien busca y labra.

    Entre campos y selvas, la jornada
    es un canto al valor y a la entrega,
    la misión de un alma iluminada
    que casi nunca se posterga.

    Por caminos de tierra, se despega
    el espíritu libre y sin medida,
    hacia el horizonte de la vida,
    donde ha encontrado a su prometida.

    Malania

    Imagen: Gentileza de Ninet

  • Poemas

    SÉ QUE NO PUEDO OLVIDARTE

    Quisiera echarte a un lado,
    dejar pasar el tiempo y seguir andando.
    Estás en mis pensamientos,
    mi voz te llama mientras la mirada te busca.
    Sé que no puedo olvidarte,
    nunca podré, porque quedó muy dentro
    un gran dolor que dejó tanta tristeza.
    Camino en la soledad con un vacío
    guardando nostalgia,
    siento irse las palabras llenas de silencio.
    Sé que no puedo olvidarte,
    jamás sabrás tanto te extraño,
    a través de los años no pierdo la esperanza
    aunque sé que no habrá regreso.

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: Propia (Malania)

  • Poemas

    SILENCIO

    Así como del fondo de la música
    brota una nota,
    que mientras vibra crece
    y se adelgaza
    hasta que en otra música enmudece,
    brota del fondo del silencio
    otro silencio, aguda torre, espada,
    y sube y crece y nos suspende,
    y mientras sube, caen
    recuerdos, esperanzas,
    las pequeñas mentiras y las grandes,
    y  queremos gritar y en la garganta,
    se desvanece el grito:
    desembocamos al silencio,
    en donde los silencios enmudecen.

    De Octavio Paz.

    Imagen: M. Julián T.

  • Poesía

    PÉTALOS DEL DESEO

    En el jardín del tiempo, nacen las flores,
    Con sus pétalos suaves, susurran al viento,
    mientras cada estación del año
    desparrama aromas en su aliento.

    Entre el verde y el sol, su quietud se esconde,
    en la brisa ligera, su esencia responde.
    Es la flor que despierta los sueños dormidos,
    pintando colores en campos y jardines.

    Sus tallos erguidos, con gracia se inclinan,
    bajo el cielo azul, su danza se adivina.
    Las mariposas les rinden homenaje,
    y las abejas las buscan en sus viajes.

    Flores con su esplendor sereno,
    representan la esperanza, el anhelo pleno.
    Su belleza efímera, como un suspiro,
    es un canto a la vida, al eterno giro.

    A cada una de las flores:

    Que en cada pétalo lleves un deseo,
    en cada aroma un dulce anhelo.
    Y que, al desvanecerte en el tiempo,
    dejes tu magia en cada momento.

    Malania

    Imagen: Gentileza Rubén E. Ch.

  • Poemas

    COLORES EN EL LAGO

    Desperté en la mañana.
    Volvió la luz a mi mirada,
    mientras nos acercamos al lago.
    Tiempo que lleno mis bolsillos
    con pequeñas lentejuelas o piedras de colores.
    La luz rosa o amarilla, dando brillo a la esperanza,
    que a veces me deja perpleja,
    desbordada en la extensa pradera,
    o en el lecho del frío lago,
    cuando tus manos recogieron
    las brillantes piedras mojadas,
    que alimentan el árido camino de la nada.
    Tus manos no señalan el sendero,
    solo recogen caricias de tristezas,
    conduciéndome al camino aún vacío
    que no lleva a ninguna parte concretada.   

    Malania

    Imagen: Ricardo Gamero

  • Prosa Poética

    TE ESPERÉ

    Te esperé cuando ya dejé de verte,
    le hablé al viento en mi soledad porque volvieras. 

    A Dios en mis oraciones, pedí por ti,
    te soñé aún despierto guardando mis palabras.

    Te esperé parado en la esperanza,
    vi la noche y el día hacerse largo sintiendo tu ausencia.

    Te llamé pero mi voz no escuchaste, perdiéndose en desilusión. 

    Te esperé y aún sigo esperando aunque sé no volverás,
    mis lágrimas lentas van perdiéndose en la tristeza
    dibujando una sonrisa rara sin haberte dicho adiós. 

    Autor: Miguel Márquez

    Imagen: Propia (Malania)

  • General

    AMOR Y MÁS AMOR

    Hace un tiempo ya desde la última vez que le dije a mi pareja que la amo, comentó Esteban a su amigo Miguel mientras tomaban un breve descanso en el trabajo. Recuerdo que fue en una tarde lluviosa, estábamos acurrucados en el sofá, compartiendo historias y risas, después de haber visto una película de humor y romanticismo. En un momento, miré profundamente sus ojos y le dije: “Te amo”. La expresión en su rostro fue una mezcla de sorpresa y felicidad, como si esas palabras fueran un bálsamo reconfortante para el alma. Desde entonces, han pasado algunas semanas, quizás incluso meses, y aunque el amor sigue latente en nuestro día a día, no siempre encontramos las palabras adecuadas para expresarlo. Tal vez sea hora de recordarle lo importante que es para mí y lo mucho que la amo.

    Es cierto que el amor, expresado a través de gestos y acompañado de alegría, tiene un poder sanador increíble para el alma. En un mundo lleno de altibajos y desafíos, el amor genuino puede actuar como un bálsamo que calma nuestras preocupaciones y nos llena de esperanza.

    El amor hacia los demás, hacia nuestro país, más que todo se basa en reconocer y respetar al que no piensa igual que uno mismo, igual que la mayoría. De ese modo, si existiera más amor verdadero, podríamos  construir un mundo y un país mejor.

    ¡Qué inspirador y necesario! Reconocer y respetar a aquellos que tienen opiniones diferentes es fundamental para vivir en paz y armonía. La diversidad de pensamiento enriquece nuestras sociedades y nos permite encontrar soluciones más creativas y equitativas para los desafíos que enfrentamos.

    Cuando somos capaces de escuchar con empatía y comprensión a quienes tienen perspectivas distintas a las nuestras, abrimos la puerta al diálogo constructivo y a la colaboración. En lugar de dividirnos, nos unimos en la búsqueda de objetivos comunes que beneficien a todos.

    Además, el respeto hacia la diversidad de pensamiento fortalece nuestros valores democráticos y promueve una convivencia pacífica y armoniosa. Cada persona aporta su propia experiencia y conocimiento, lo que nos permite aprender unos de otros y crecer juntos como sociedad.

    En definitiva, al reconocer y respetar al que no piensa igual que nosotros, contribuimos activamente a la construcción de un mundo más inclusivo, justo y próspero para todos.
    ¿Cómo podríamos vivir en pareja si no pensáramos en que ella y él son personas que tienen derecho a pensar diferente sobre algunas cosas?
    Y para seguir adelante es necesario consensuar, pero sobre todo y para eso, se necesita dialogar.

    El amor comienza por las bases, en el hogar. Hacerlo extensivo a la escuela, al trabajo, a todo ambiente donde convivimos con las personas que piensan igual o diferente, sería lo ideal para ese mundo mejor que tanto anhelamos.

    Malania

    Imagen: de la red

  • Poesía

    CALLEJONES DEL RECUERDO

    Desorientada en el laberinto de la noche,
    donde las sombras se alargan como susurros
    y los destellos de estrellas se confunden
    con los destellos de tus ojos ausentes.

    Caminando entre callejones del recuerdo,
    pisando los adoquines de la nostalgia,
    busco el eco de tu voz entre el silencio,
    pero solo encuentro el vacío resonante.

    Desorientada en el torbellino del tiempo,
    donde los relojes marcan horas sin sentido
    y los minutos se deslizan como lágrimas
    sobre la piel áspera de este mundo efímero.

    Perdida en el laberinto de mis propios pensamientos,
    navegando entre los remolinos del deseo,
    busco el faro de tu amor entre la bruma,
    pero solo encuentro el eco de mi propia voz.

    Desorientada, sí, como un barco sin rumbo en alta mar,
    como un pájaro sin nido en la tormenta,
    pero aun así, en esta oscuridad sin fin,
    persiste la esperanza de encontrarte.

    Malania

    Imágenes propias

  • Poemas

    LA NIÑA TENÍA UN SUEÑO

    La niña estaba sentada
    en noche de primavera
    a orillas del ancho mar.

    Bajo la luz de la luna
    acompañada por las estrellas
    dejaba volar su imaginación.

    Parecía unas nubes querían guiarla
    pero no se movía,
    su rostro mostraba felicidad. 

    La niña tenía un sueño
    muy dentro del corazón
    creándole ilusiones. 

    Buscaba ella se hiciese pronto realidad
    dejando pasar el tiempo lleno de esperanza.

    La niña tenía un sueño como todas
    seguro era algo tan bonito que no podía olvidar.

     Autor: Miguel Márquez

    Imagen de la red.

  • Poesía

    INOCENCIA DEL PRIMER AMOR

    Sofía y José caminaban de la mano
    bajo la brisa suave de la tarde dorada,
    mientras el sol se colaba entre ramas y hojas.
    Florecía un amor de tierna mirada,
    la inocencia del primer noviazgo a deshojas.

    Hace más de cinco décadas,
    en aquel tiempo lejano,
    dos corazones jóvenes se encontraron,
    en el fulgor de un romance temprano,
    donde los sueños y promesas anidaron.

    Sus risas resonaban como campanas al viento,
    sus manos se entrelazaban con candor,
    en un baile de emociones sin tormento,
    en un mundo donde reinaba el amor.

    Aquellos días ahora parecen un sueño,
    una memoria envuelta en bruma y nostalgia,
    pero el eco de aquel primer empeño,
    resuena aún con fuerza de batalla en el alma.

    Que perduren por siempre esos momentos queridos,
    en el corazón donde el tiempo no alcanza,
    la inocencia del primer amor, sin ruidos,
    que aún brilla en los corazones de muchos
    y en la eternidad de la esperanza.

    Malania

    Imagen propia