FLORES DE ABRIL
Acaricia el viento las flores silvestres,peinando a su paso la hierba menuda.Lleva silbidos del espartillo verdedeludiendo barreras hasta a la azuda,que en la corriente del imponente ríorueda y rueda brindando agua a los sembríos.Imagen: propiaHELIOTROPO
Callaba para escuchar el silencio de la sala,
mientras tejía maravillosos versos sin artificios.
Su rostro asalmonado soltaba
gestos de pasión, dulzura o sorpresa,
mientras con su mirada recorría
los cuadros de la galería.
De pronto se detuvo ante uno
con predominio del color que más preciaba.
Sintió un olor fino y suave que de allí brotaba,
ramilletes de heliotropo aroma a violetas.
Vaciló si era cierto o estaba soñando.
Al lado había uno con flores de habas
pero no percibía ningún perfume.
Caminó hasta el final de la galería
y el aroma lo perseguía.
Volvió al lugar del cuadro de heliotropos
y envuelto en imaginación de melancólicos paisajes,
hizo nacer su obra poética.
Al otro día regresó para comprar el cuadro
pero este ya no estaba.Imagen de la red.
MERECEDOR
Regalo de la vida,
refugiarse en el perfume de las flores
y en el seno de la naturaleza pura,
para hacer de nuestro baile imperfecto
el más hermoso,
al compás de la música de los pájaros,
poder montar a caballo despierto o dormidos,
soñar juntos piel a piel
y deleitarnos con la savia
y miel de nuestra intimidad.Imagen: M.J.T.
BUENA RUTINA
A través del tiempo pude darme cuenta que las mejores postales que nos ofrece la naturaleza son efímeras. Además, no se da nunca una igual a otra. Son espectáculos, que quienes los apreciamos, nos sorprendemos de ellos y si no aprovechamos el momento justo, nos lo perdemos para siempre.Esto ya lo he dicho en otra ocasión. Pero la de hoy, en mi recorrido de las 7 de la mañana, fue particular porque estuvo presente un fenómeno natural poco visto en esta zona, la neblina. Más de una hora percibiendo aromas diferentes. Cubiertos de rocío el césped, las plantas, las flores y los frutos. El pasto recién cortado, otros altos me llegan hasta los tobillos. La lluvia arrastró tierra suelta que encontró al paso, por cauces de arroyitos inventados por el abundante caudal de agua caída. La tierra no pidió permiso y se depositó en senderos de cemento aptos para las caminatas en el bulevar de la avenida. Hay que esquivar el barro para no resbalar y es ahí donde mis pies aplastan el pasto humedeciendo mis zapatillas grises. La altura mediana de los árboles de ese tramo, ofrecen el perfume de las flores silvestres. Una vez que cambio el rumbo y enfilo mi regreso a casa, otro es el espectáculo. Las guayabas y su alfombra, quedaron atrás, así como las paltas, los mangos, y otras frutas de estación. Ahora tengo que esquivar las espinas de los rosales que sobresalen de las verjas. Muy orondas se mecen al compás del viento perfumando las veredas con sus ramilletes blancos, rosados y lilas. Los que más abundan son los blancos que tienen un aroma inigualable. No son iguales a las rosas que venden en las florerías que parecen de plástico. Estas son nacidas en tierra fértil y se bañan de rocío al alba y al ocaso, o en noches calmas, casi en todas las estaciones del año. Quizás por eso conservan el perfume original a rosas frescas.A todo esto, tengo que sumar el canto de los pájaros: mirlos, gorriones, loros, algún extraviado zorzal y el papagayo de mi vecina que me saluda al pasar. Si no lo saludo me silba y se pega una carcajada.Vuelvo a casa renovada después del incomparable espectáculo natural. Una buena rutina.Rosa Roja de N. V. S. ARTESANÍA
Las tijeras van cortandolo que unas manos las guían,flores y círculos de coloresrompen la monotonía.Adónde irán a parar todasdespués de la jornada festiva,quizás quedarán guardadaso expuestas en alguna vitrina,o serán arrojadas al patioy atisbadas por la vida,el viento se encargaráde llevarlas por las víasy en el tren de una alcancíaencontrarán su ocaso algún día.GLICINAS AL VIENTO
Al regreso de mi viaje,
miré hacia el cielo.
En vez de nubes furtivas
me sorprenden
las glicinas florecidas.El viento las mece
como acunando un sueño
se acomodan, se sonríen
buen aroma despiden.Me fascina su color
me enternece su hermosura
contrastan con el naranja
de las flores de la dura.El sol le pone su brillo
el viento su candor
– No las despojes, tormenta
¡sus pétalos son un primor!Imagen propia
UN BESO EN SILENCIO
La noche anterior se había llorado todo como en concierto, con gruesas gotas, relámpagos, truenos y los gritos desesperados del loro de Carolina, secuestrado en una jaula bailarina al compás del vendaval.
A Estela le gusta salir a caminar antes de que salga el sol.
Ese día viernes las calles, algunas sin asfalto, adoquines ni cemento, estaban mojadas y serpenteadas por charcos en la tierra roja. Un perro pequeño que dormía bajo un canelo la siguió acompañándola hasta una casa sin verjas, aparentemente abandonada y allí se quedó al resguardo de un alero. Los ladridos de otros perros tras rejas y muros daban aviso del paso de la mujer por aceras y calles. A ninguno se le ocurrió ser cómplice del silencio que ella hubiera querido conseguir durante su paseo de paso apresurado.
Estela caminó hasta el final del camino donde termina el barrio en el que vive desde no hace mucho tiempo, por las calles desiertas, inundadas por el aroma de hojas húmedas de cientos de árboles que ofrecen su sombra cuando el sol arde a mediodía y siesta. Las flores silvestres matizan el aire fresco y puro de otro amanecer sin humos ni gases tóxicos. Una flor amarilla solitaria se balancea como saludando a su paso, la contempla, la fotografía y continúa el camino hacia su casa. Una hora basta para la caminata del día.
Por suerte el loro de Carolina está bien, fuera de su jaula, que quedó cubierta por una gran hoja de palmera, desprendida del árbol a causa del viento. Feliz, le da un beso de pico en señal de amor y agradecimiento.Imagen: N. C. G.
HILOS DE PLATA
Te amé;y todavía quedan
flores azules matizadas
que saludan al alba,perlas onduladasbajo el sol de la mañana,perlas madrugadascon hilos plateados,y de tinta del corazónque pintan en armoníatodo mi interior.Imagen: R. E. Ch.INFLORESCENCIA
Delineo mi nombreen tu espalda entregadacon pinturas naturalesaún reptando en jangadaen el acerbo tiempocon jugoso anagramatu nombre en gallardíaEn fortuito menestere indomable deseosurge un giro inesperadoavellanando mi espaciocon tu cálido placer
en blanco, rosa y topacio.HAIKUS NATURA VI
- En los jardines
perfuman madrugadas
flores colgantes.
- Muy coloridas
claveles y geranios
penden macetas.